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Estúpida cita con el dentista. por VanessaShawolPark

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Notas del capitulo:

Waaa~ estoy emocionada xD



Que lo disfruten :3 terminé de escribirlo a las 12:57 am xD casi que ni duermo :3

 

Últimamente el 2min está mucho MUY presente :'D

 

<3

 

 

Hoy, tenía cita con el dentista.

 

 

Mi madre me había llevado con ella a su trabajo para que no perdiera la cita por "Quedarme durmiendo en casa"

 

 

 Cuando íbamos de camino hacia su oficina, pasamos por una puerta que estaba cerrada y decía: "Regreso en 30 minutos"

 

 

-Madre, ¿Se puede hacer eso? -Le señalé el cartel en la puerta.

 

 

-Ummm, no sé pero creo que es una buena idea.

 

 

 

Seguimos caminando y cuando llegamos, mi madre se olvidó de mí y se puso a correr de aquí para allá llevando papeles y todo eso. Saqué mi celular dispuesto a robar wifi pero la señal era taaaaan mala que no cogía. ¡Estaba a punto de enloquecer! Quería arrojar el celular por la ventana.

 

 

-¡Buenos días! -Giré mi cabeza a la puerta y ahí estaba parado un sujeto alto de cabello largo y de buen porte. Joder... ése hombre sí que era guapo.

 

 

-Buenos días, Minho. -Saludó mi madre al desconocido- Mira, te presento a mi hijo: Taemin.

 

 

Ambos nos miramos y yo entre cerré los ojos. Él me tendió la mano y yo la acepté cauteloso.

 

 

-Mucho gusto, Taemin. Me llamo Minho y estoy para servirte. -Me sonrió y solté su mano de inmediato. Mi madre me miró feo y yo volví la vista a mi celular.

 

 

-Por favor perdónalo, tiene una cita con el dentista y está irritado. Ahora dime, ¿Qué necesitas?

 

 

-Necesito que revises unos papeles y me digas si sí están correctos. -Le tendió una carpeta y mi madre sonrió asintiendo.

 

 

-Muy bien. Cuando termine, mandaré a Taemin a que te los lleve. -Bufé y me puse mis audífonos.

 

 

Escuché como mi madre empezaba a leer en voz alta y tecleaba como loca en su computador. Después de un rato, *Mientras estaba concentrado en robar wifi* no supe cuando mi madre ya había terminado con los dichosos papeles hasta que me gritó diciendo que "moviera mi flojo trasero" y le llevara la carpeta a Minho que estaba al otro lado del pasillo.

 

 

Me levanté de ésa incómoda silla y cogí la carpeta de la mano de mi madre.

 

 

-Estúpido Minho -Gruñí mientras caminaba- Estúpidos papeles, estúpida cita con el dentista. -Llegué a la oficina indicada y asome mi cabeza: ¡Se encontraba todo abierto de patas! Tan cómodo él... Si hasta tenía los pies sobre el escritorio. Ése hombre era un maldito pecado. Entré sin llamar y me paré enfrente de su escritorio.

 

 

-Aquí tienes tus estúpidos papeles. -Se los tendí y esperé a que los cogiera; cosa que no sucedió- ¡¿Qué estás esperando?! ¿A que te lo ponga en tu regazo? o ¡Qué carajos! -Lo miré mal e hice un torpe puchero- Estúpido. -Dejé la carpeta encima del escritorio y cuando estaba listo para salir, él me cogió y me sentó encima de él en su silla giratoria. No me moví cuando hizo que mi espalda chocara con su pecho. Además, sus brazos se arrastraron hacia mi cintura y llegaron a mi estómago.

 

 

-Así que... ¿El pequeño y malcriado Taemin está insoportable porque tiene una cita médica? -Hablaba entre susurros y soplidos a mi oído.

 

 

-Cállate, idiota. No me conoces así que no puedes hablar de mí como si nada. -Normalmente sentía que era inmune al tacto de otras personas pero éste tipo de aquí, estaba haciendo que dudara de mi autoproclamada inmunidad.

 

 

-Sssh. Eres un bebé muy chillón. -Me abrazó con fuerza y recostó su cabeza en mi hombro izquierdo. Me removí con la respiración entre cortada.

 

 

-¿A qué juegas? ¿Qué quieres de mí? -Escuche como se reía entre los dientes.

 

 

-No quiero nada. Sólo, pienso que alguien tan hermoso como tú no debería estar enojado por algo tan insignificante como una cita odontológica. -Sus manos empezaron a acariciar con suavidad el muslo interno de mis piernas. Solté una bocanada de aire.

 

 

-Bien, ya estoy feliz ¿Me puedes soltar? -Sentí como retiraba sus manos y me levanté. Me giré para encararlo y cuando lo hice, apoyó sus labios sobre los míos unos escasos segundos.

 

 

-Ya te puedes ir~ Pero, si te vuelvo a ver molesto, no dudaré en volver a  recurrir a esto. 

 

Le eché un último vistazo y salí de ahí corriendo. Cuando llegué a la oficina de mi madre, ella se encontraba hablando por teléfono por lo que me senté en mi incómoda silla y esperé a que terminara.

 

-¿Por qué tardaste tanto? -Me miró alzando una ceja.  ¡Piensa en algo bueno, Taemin!

 

-Me quedé hablando con Minho, lo siento. -Si claro "hablando" creo que hasta se notó la muy famosa "Tensión sexual" entre nosotros.

 

-Ah, que bien. Me parece estupendo que ya te lleves mejor con él. -Yo solo asentí y me volví a concentrar en mi torpe celular- ¿Sabes? Él es dos años mayor que tú y es alguien súper inteligente. Creo que sería genial que se hicieran amigos.

 

Claro, madre. ¿Opinarías lo mismo si hubieras visto lo que acabó de pasar?

 

-Bien, esperaremos un poco más e iremos a almorzar.

 

 

Fue lo último que escuche de mi madre ya que me perdí entre los sonidos que salían por mis audífonos. Después de un rato, sentí como mi madre se levantaba de su silla.

 

-Vamos, Tae. Una amiga me invitó a almorzar así que: ¡Andando!

 

-Ve tú. Si me lo permites, quisiera quedarme aquí viendo unas cosas en el pc. Además, tu amiga te invitó a ti. Ve tranquila que no causare problemas. -Le sonreí con los ojos y ladeando la cabeza.

 

-Está bien. Más te vale no moverte de aquí. Te traeré algo~ -Se acercó y me dejó un beso en la cabeza para después marcharse.

 

Bien, me paré y fui a la silla giratoria de mi madre empezando a dar vueltas. ¡Amaba esa silla! Aigo, ya me estaba mareando; pero igual, era divertido. Cuando sentí que iba a vomitar, me detuve. Veía borroso y cuando giré la vista de la ventana, vi al idiota de Minho parado en la puerta.

 

 

-¿Qué haces aquí? -Le pregunté medio borracho. Me tallé los ojos y sacudí la cabeza.

 

-Nada~ sólo vine a ver si el bebé estaba de buen humor. -Se sentó en el escritorio muy cerca de donde mi silla se encontraba.

 

-Bien, ahora que me viste ¿Ya te puedes largar? -Me acerqué al teclado dispuesto a buscar algún vídeo para entretenerme pero él, detuvo mis manos aplastándolas contra la mesa.

 

-No, no. Ahora que estoy aquí, intentaremos algo divertido.

 

Lo miré confundido para después sonreír pícaramente. Me levanté de mi amada silla y lo atraje de su camisa sentándolo; para después, sentarme en sus piernas de cara a él.

 

-Bien, enséñame algo divertido. -Sin pensarlo más, me acerqué a él y gustoso me recibió.

 

Mordiendo, chupando y lamiendo.

 

Estábamos tan metidos en nuestro asunto que apenas caí en cuenta de que la puerta aún estaba abierta...  Mi mente recordó algo que había visto en la mañana: Me separé de él con una última lamida a sus labios y saqué una hoja de papel de un cajón cercano y Minho me miró curioso. Terminé de escribir "Vuelvo en 30 minutos" le puse cinta y me levanté a pegarlo en la puerta.

 

 

Una vez estuvo listo, cerré la puerta y me volví a encaramar encima de él.

 

 

Pase mis piernas a cada lado de él y posé mis manos en su pecho. Aún no sabía bien como manejar la situación pero aún así, trate de ser lo más espontáneo posible. Empecé a dar pequeños saltos entre beso y beso. Minho agarró mi trasero fuertemente y me movió de adelante hacia atrás; obligándome a restregarme más contra él.

 

Nos quitamos las camisas y él fue el primero en atacar. Mordió levemente mi cuello y clavícula. Sus manos dejaron de agarrar mi trasero para pasar adelante: Una se dirigió a uno de mis pezones y la otra, a mi miembro.

 

Me moví un poco para después, acercarme a su cuello a dejar una bonita marca.

 

Cuando apretó mi miembro, suspiré:

 

 

-Min~

 

 

Y al parecer, eso lo volvió loco puesto que se levantó rápido a quitarse sus pantalones.

 

-Ven acá, bebé. -Movió su pelvis hacia adelante provocando que su miembro se removiera adentro de esos ajustados bóxer. Como él se había sentado en el escritorio, yo me devolví a la silla giratoria y me acerque a quitarle los bóxer para liberar a su muy necesitado amigo.

 

Cuando al fin pude apreciarlo en todo su esplendor, me lo metí a la boca de una: Atendiendo bien la punta, chupándola y succionándola con rapidez. Después, añadí mis manos utilizándolas en un delicioso masaje por toda su extensión.

Cuando noté que ya estaba suficientemente erecto, abandoné mi labor y me paré a la altura de su rostro para darle un excitante beso. Mientras eso, me desabroché los pantalones y los bajé moviendo mis caderas.

 

Afortunadamente, no me había puesto nada más. Me encantaba sentir ésa sensación.

 

 

-Vaya, si que eres descarado. -Me cogió y subió al escritorio poniéndome en cuatro, ubicándose justo detrás de mi agujero.

Sentí sus manos separar mis nalgas y un dedo introducirse. No sentía nada más que una extraña intromisión. Moví mi trasero para que se apurara. Metió otros dedos (No sé cuántos exactamente) y los movía con rapidez haciendo que gimiera cual puta.

 

Sentí como los retiraba para después, enterrar su muy delicioso miembro. ¡Joder! Esto se sentía tan bien. Nos movimos al mismo ritmo cada vez haciéndolo más y más fuerte y constante.

 

 

-Ah, ah~ sí, sí, ¡Más duro! Ah, sí. -No me pude contener y empecé con mis gemidos de perra.

 

 

-Mngh, ah, que delicioso culo tienes. -Salió de mí para después introducir su lengua.

 

 

-¡Minho! Umm~ No, no, ¡No hagas eso! -Me retorcí en un espasmo.

 

 

-Bien, sabes que te gusta. -Me giró y bajó para sentarse en la silla y ponerme encima de él. Yo mismo cogí su pene y lo clavé en mi interior.

 

-Sí, sí~ mngh~ esto es, delicioso. Ah~ -Entraba y salía lo más rápido que pude, clavándomelo hasta el fondo. Mis ojos fuertemente cerrados querían derramar lágrimas de placer. Su mano se posó en mi miembro y lo agitó fuertemente, acariciando la punta pegajosa y chorreante.

 

Después, él mismo levantó sus caderas haciendo más rápidas y erráticas las embestidas. Su cara de placer era lo más exquisito. Me acerqué y le lamí los labios a lo que su lengua salió e inició un juego con la mía. Ya no podía más y cuando me derramé, sólo atiné a dejar caer mi cabeza hacia atrás y soltar una enorme bocanada de aire. Cuando él llegó, clavó su pene todo lo que pudo y se derramó con fuerza, dejando su cabeza en mi cuello y hombro.

 

 

 Todo fue tan excitante que creí que habíamos salido de una película porno. Cuando sentimos que volvíamos a estar en nuestros cuatro sentidos, me levanté con cuidado sacándolo de mí. Me acerqué y le di un hambriento beso. Me volvió a sentar encima y yo negué con una sonrisa entre su boca.

 

-No, no. -Reí rozando su nariz- No querrás que tu amigo se vuelva a levantar... ¿O sí? -Lo abracé como pude y me acomodé en su hombro.

 

-Mmm, pues no sería mala idea. -Sus manos daban un pequeño masaje a mi trasero.

 

-Min. -Le mordí el hombro y se detuvo- Mi madre llegará en cualquier momento. -Hice un puchero y él me apretó con fuerza.

 

-Bien. Entonces, si no queremos traumarla, será mejor que nos pongamos nuestra ropa y finjamos demencia. -Me reí y le hice caso. Cuando ya estábamos listos, abrí la puerta y quité el letrero dejándolo encima de la mesa. Abrí las ventanas y eché un poco de ambientador. Creo que todo estaba en orden.

 

-Bueno, bebé; te dejo porque tengo trabajo que hacer y además, ya comí algo delicioso de almuerzo. -Me sonroje y me tendió su celular- Escribe tu número que desde ahora, te estaré acosando. -Sonreí y guardé mi número bajo el nombre de "Tu bebé-comida Tae" estúpido pero fue lo único que se me ocurrió.

 

-No me llames a media noche ni en las mañanas o te mandaré a la mierda. -Le sonreí y me acerqué para darle un beso.

 

 

Cuando nos separamos, él me abrazó y susurró: "Espero que te vaya bien en tu cita odontológica, bebé" Para después añadir: "Y, te prohíbo gritar porque eso sólo lo harás conmigo" -Me dio otro beso y se separó- Bueno, bebé, ¡Me voy! Cuídate y, estaremos hablando~ -Un pico rápido y se fue. Maldito estúpido.

 

Me quedé sentado en la silla viendo a la nada.

 

 

-¿Tae? ¿Qué estás haciendo? -Enfoqué mi vista y vi que era mi madre que había vuelto.

 

 

-Nada, ¿Cómo te fue? -Me paré de la silla y ella muy cómodamente se sentó.

 

 

-Pues bien aunque el almuerzo estaba algo simple... Tae, ¿Qué es esto? -Me asusté y cuando la vi, tenía el torpe cartel que había hecho.

 

-Oh~ es que lo hice por si de pronto querías utilizarlo alguna vez. Hehehe~ -Reí nerviosamente.

 

 

-Bien... Alístate que ya nos vamos. -Suspiré resignado. ¡Estúpida cita! En mi cabeza se repitió algo que Minho me había dicho anteriormente: "Pero, si te vuelvo a ver molesto, no dudaré en volver a  recurrir a esto" Sonreí y me animé un poco.

 

Tal vez, no haya sido tan malo tener una cita con el dentista.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Dejen review <3

 

Hace rato que no escribo lemon entonces no estoy segura si sí está bueno uwu

 

Háganmelo saber

 


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