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¡¿BoM?! por AbraxasB

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Notas del capitulo:

Sin nada que decir les dejo el Cap. 3! n_n

Cap. 3 Enano pedazo de Gusano.




-Buenas noches Roy –

-Buenas noches –le regalaste una sonrisa a tu madre y la viste cerrar cuidadosamente tu habitación.

Estabas a punto de dormirte, el día había sido muy agotador. Tuviste que regresar tu casa a un estado previo a la destrucción, ir a recibir a tus padres al aeropuerto y preparar todo para la escuela. Terminaste muy cansado y lo que más querías en esos momentos era caer rendido en tu cama, dejar esa incomodidad que sentías y entrar en ese sopor ligero de cuando empiezas a soñar.

Giraste en la cama más de cinco veces sin llegar a encontrar la posición adecuada para descansar, sentías las mantas muy pesadas, desarregladas como cuando entras a la cama sin haberla arreglado antes. Gruñiste a la nada y de un tirón te destapaste y fuiste hasta la ventana para ver la oscuridad de fuera. Suspiraste y gracias al frío de la noche que te obligo a regresar a las cobijas volviste a estar debajo de ellas una vez más.

Gruñiste de nuevo, cerraste los ojos y respiraste profundo. Una vocecita molesta apareció de pronto aunque algo en el fondo de tu mente algo te decía que siempre había estado allí y la habías ignorado por mucho tiempo. Y justamente esa vocecita era la que te hacía pensar en todo lo que te había dicho Maes durante la fiesta del día anterior…en todo lo que sentías o todo lo que creías saber de ti.



------Flash back



La fiesta iba mejor de lo esperado, al final la noticia de que sería en tu casa había atraído obviamente a las chicas más lindas de toda la escuela. Tus amigos estaban más que felices, pero tú, tú estabas en otro mundo. Con una sonrisa para todos, uno que otro comentario coqueto para las chicas o solo el disimulo, podías ocultar lo que en tu interior no te dejaba disfrutar la última fiesta que probablemente harías en preparatoria.

Un golpe en tu costado te hizo girarte solo para ver pasar a un Havoc tambaleante abrazado de Farman y Breda - Quid…da esha cara…hay… ¡¡¡FIESHTA!!!

- lo lamento por la resaca que van a tener mañana - te dijo Maes al acercarse a ti – por eso mismo yo insistí en no traer tantas cervezas, pero bueno – agrego resignado – al final alguien las tenía que traer - paso su brazo por encima de tus hombros y te giro completamente - ¿puedo robarte o prefieres esperar a que Lust te encuentre? – pregunto tu amigo viendo entrar por la puerta a la chica más sensual y peligrosa de la escuela.

- ¡vamos!- respondiste sin pensarlo - si una mirada suya casi me desnuda imagínate que me pasaría si llegara a tocarme.

- pobre de ti amigo – se burló– nadie querría estar en tu lugar.

-¡oh, vamos! – te quejaste – lo dices porque tú no has sentido que te violan con la mirada. Será la chica más sexy de la escuela pero no es mi tipo.

- tan romántico como siempre – rió y te dio unas palmadas en el hombro. –¿seguirás evitando a las chicas aun cuando tienes a todas ellas esperando que las invites a salir verdad?

-eh tenido suficiente de chicas por un tiempo Maes- suspiraste – las cosas ya no son tan divertidas como antes.

- creo que al fin has madurado hermano – bromeo - ahora solo hay que esperar a la persona correcta.

Le sacaste la lengua y seguiste caminando ocultándote de vez en cuando de la chica – si hablamos de romanticismo el ganador por sexto año consecutivo eres tú.

-lo dices solo porque desde que Riza se mudó nadie ha logrado hacerte sentir igual. –

Le regalaste una mirada asesina, no querías tocar ese tema en particular. El solo te sonrió y capto el mensaje – ok… y cómo estamos? – pregunto cuando ambos lograron encontrar un lugar donde sentarse.

- pésimo, ni siquiera tengo cabeza para disfrutar la fiesta, siento que mi mente va en todas direcciones, comienzo a marearme y… hum –

- ¿y?

- No sé, a pesar de que la fiesta va mejor de lo que planeamos sigo sintiéndome como vacío. Y lo peor es que no encuentro la razón. ¡Me voy a morir! - agregaste decididamente antes de dejarte caer sobre los cojines amontonados que tenías junto.

- Vamos no es para tanto, además aquí estoy yo para apoyarte o ayudarte en tu suicidio si tanto lo deseas – dijo Maes dejándose caer a tu lado.

- ¡confusión! – dijiste dramáticamente ocultando tu cara entre tus manos intentando que tu amigo no se diera cuenta del embrollo tan grande en tu cabeza.

- se te nota, por lo general eres tú el que canta sobre la mesa – te dijo sudando una gota enorme viendo a un totalmente cómico Fuery cantando a todo pulmón algo indescifrable.

- lo sé, pero por el momento no me siento con ánimos para competir con Kain – dijiste causándole una pequeña risa a Maes.


Entre tu cara de confusión y enojo por causa de tu mente ya no se podía saber a ciencia cierta lo que pasaba por ella, bien, ni siquiera tenías una pequeña idea. Podías solo pensar y confundirte o ir por algo útil que te quitara el mareo y te dejara organizar el cumulo de ideas que llevabas pegadas en la mente; optando por lo segundo, te levantaste dispuesto a buscar el botiquín.


-Toma –dijo tendiéndote una pastilla – fui por ellas, Havoc dijo que estabas raro.

-Oh, gracias- la tomaste y la metiste a tu boca sin pensar en el agua. Rodaste los ojos dispuesto a tragarla sin más.

-Toma –dijo girando los ojos, entregándote esta vez un vaso con agua- a veces creo que tu madre te consintió demasiado.

- Sabes que mi madre casi nunca está en casa-

-lo sé – rio - solo era un decir, sé que eres un despistado.

Volviste a tomar tu lugar a su lado y cerraste los ojos deseando que la pastilla actuara lo más rápido posible.

- y… no será que lo que te causa esto no sea algo sino alguien – pregunto Maes casualmente sabiendo que muchas veces tus conflictos sentimentales alteraban toda tu cabeza.- La única vez que te eh visto así fue exactamente cuando ella se fue.

- no lo sé – dijiste tratando de recordar ese momento, hacía más de dos años que ella se había marchado sin decir nada y no habías vuelto a saber de ella. Pensaste, tu amigo tenía razón, éste era como uno de esos dolores que recuerdas haber sentido pero que olvidas la razón del mismo - yo que recuerde no te eh hablado sobre alguna chica estos días, ¿o si? A menos que te refieras al día que hablamos de Gracia.

Lo lograste, un sonrojo apareció en las mejillas de tu amigo- Idiota, no la metas en esto, sabes bien que ni en un millón de años se fijaría en ti.

-¿Porque? – preguntaste sin pensar

-Porque ella tiene un algo tan…tan…lindo que…- sonreíste por la cara de enamorado que ponía- ¡Idiota!- repitió cuando noto tu sonrisa burlona- además no es tu tipo y tu lo sabes .

-Vale, vale, es como tu tipo – reíste.

- Cállate, lo que importa al final es si ella se fijará en mi – agacho la cabeza como lo habías visto hacer tantas veces durante tantos años cuando hablaban justamente de la misma chica.

-Si ya te hubieras animado, hacía mucho que estarías con ella-

- Espero el momento adecuado, además no hablábamos de mi sino de ti. Y por cierto, yo no especifique que fuera chica – dijo mirándote atentamente antes de emprender la fuga hacia el otro lado de la habitación.

-¡¿Ahora me vas a decir que soy gay!? – dijiste un poco alto, pero Maes se había alejado lo suficiente para no oírlo o más bien para evitar ser golpeado. -si, ahora Roy Mustang es gay, ¿no? ¿Y que vas a decir después, que me gustan los bajos, rubios y de ojos ámbar?- susurraste para ti levantándote dispuesto a salir al jardín trasero –Baka.

Te detuviste en seco cuando notaste lo que había salido de tu boca. – ¡Maldición! - no podías seguir pensando en eso. Según tú, lo de no poderlo sacar de tu cabeza se debía solo a que no hacía mucho que lo conocías. Pero viéndolo desde otra muy distinta perspectiva cualquiera podría decir que el chico había causado una impresión mucho más fuerte en ti.

Estabas decidido a organizar tus ideas, es decir, no volver a pensar más en él, no podías dejar que un simple comentario de tu amigo hiciera tanto meollo en ti y concretamente si fuera eso… que Maes trato de decir, ya te abrías dado cuenta desde mucho antes, ¿no?


Te dejaste caer sobre el césped aprovechando que todos estaban dentro y nadie notaria tu ausencia. Tal vez solo necesitabas dormir y no pensar más hasta sacar una conclusión lógica sobre todo lo que te había ocurrido desde que conociste a Ed. Además lo único que te vinculaba con él era un bolígrafo y nada más, solo tenías que devolverlo y las cosas podrían volver a ser como antes. Lo más sencillo del mundo.


-Roy, ya solo falta que Havoc se vaya – escuchaste decir a Maes al momento que una mano movía tu hombro intentando despertarte - pero como lo veo vamos a tener que mandar llamar un taxi, porque nadie se lo quiso llevar. Y no está en condiciones ni de permanecer parado. – se sentó a tu lado.

No tardaste en hacer lo mismo.– Vamos – dijiste un poco adormilado, dándole unas palmadas en su espalda. Querías ir a la cama y que este día acabara por fin.



------Fin del Flash Back



El sonido del despertador te recordaba que las clases habían comenzado y que nuevamente tenías que luchar cada mañana contra la tentativa de permanecer cinco minutos más dentro de la cama.

-Roy, no querrás llegar tarde al primer día de clases – gritaba tu madre mientras subía las escaleras en dirección a tu cuarto.

- ya voy – dijiste apenas con un hilo de voz al momento en que tocaba tu puerta.

- ¡arriba!, el baño ya está listo y tu desayuno esta sobre la mesa - dijo asomándose hacia dentro - te deje el almuerzo sobre la barra.

-gracias mamá- escuchaste como tu puerta volvía a cerrarse y sacando toda la motivación posible quitaste de un tirón las sabanas que te cubrían. Te levantaste y buscando una toalla limpia entre el desastre de tu armario fuiste directo a la ducha.


El agua te iba quitando los restos de adormilamiento que te intentaban dominar, levantaste la cara dejando que las gotas chocaran directamente en tu rostro y acomodaran tu cabello fácilmente hacia atrás. Terminaste rápidamente de bañarte y saliste del cuarto de baño sacudiendo tu corto y negro cabello, con una toalla rodeando tu cintura.

Tomaste unos jeans oscuros, playera azul, sudadera gris y una vez listo bajaste las escaleras.


-me voy cariño, te veo al rato, que te vaya bien – dijo tu madre mientras depositaba un suave beso en tu frente.

- a ti igual – dijiste al momento que ella salía de casa.

-Maes dijo que iría a la tienda por algo y regresaba por ti –recordó dando unos pasos a atrás y buscándote con la mirada.

-sip, – gracias.

-adiós - dijo nuevamente para perderse en dirección a la cochera.

-adiós.-


Maes vivía a unas cuantas casas de la tuya, así que desde pequeños habían sido muy buenos amigos, él era el único que vivía por esos rumbos puesto que la mayoría de tus amigos iban en dirección contraria. Así que siempre iban y venían juntos de la escuela o mejor dicho de cualquier sitio.

Por lo general Maes era el que te pasaba a despertar, en especial los días de exámenes salvo cuando tu madre se encontraba en casa como ahora, pero ya estabas acostumbrado, así que cuando oíste que la puerta principal se abría supusiste que era él.


-¿listo para el primer día?- te pregunto el de lentes en cuanto entro en el comedor.

-eso creo





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-¡Hermano! , ¡¡¡Despierta!!! – el grito de Al desde la habitación continua hizo que mi cuerpo se tensara aun en sueños - es tarde, es tarde - añadió desesperado mientras lo escuchaba ir de un lado a otro de su habitación pisando y rompiendo todo a su paso.

- Alphonse, hay gente que tratamos de dormir – le dije cubriéndome la cabeza con las mantas.

-Pero niisan, ya deberíamos de estar camino a la escuela.

Me removí en la cama - Al, cálmate, hoy es domingo, recuerdas, ayer sábado…hoy domingo – le dije completamente seguro. De no ser así sentiría esa sensación de cuando tengo algo pendiente que hacer y por el momento, estaba seguro de aun poder disfrutar el último día de vacaciones.

Lo oí detener su andar apresurado y quedarse pensando mientras hacia ese constante “mmm” – creo que tienes razón -me dijo- el despertador hubiera sonado hace mucho- escuche sus pasos ir hasta la entrada de su habitación y prender la radio.

-..enos días radioescuchas, hoy se pronostica un dia soleado, por el momento se nos informa que no hay probabilidades de lluvia, pero les recomendamos salir a tiempo para evitarse el caos vial entre la avenida…

-Vamos Al, vuelve a la cama – le dije sacando mi cara de las cobijas y dándole la espalda al sol que comenzaba a entrar por entre las cortinas- en un rato bajo a hacer el desayuno.

- y un feliz lunes para aquellos que después de disfrutar de una ricas vacaciones regresan con ánimos a la escuela y a el trabajo. Para comenzar con buena vibra, tenemos el horóscopo del día y una suave canción de …

-¡¡¡Demonios!!!- quite de un tirón las mantas que me cubrían y antes de que Al comenzar a gritar ya tenía lista la ropa que llevaría.

- Hermano - dijo después de unos segundos con esa voz vengativa que solo usaba cuando me comía algo que había preparado para un momento en especial - ¿de casualidad ayer cambiaste la hora del despertador?-

- creo que no, ¿porque? – lo dije en un tono tan bajito y tan culpable que espere no hubiera llegado a escuchar.

-¡¡¡porque te pedí que lo cambiaras antes de irte a dormir, porque rompiste el mío, porque hoy es lunes y porque no quería llegar tarde a mi primer día de clases!!- lo oí gruñir y volver a ir de un lado a otro.- no pienso esperarte- sentenció justo cuando terminaba por acomodar mi zapato.


En menos de cinco minutos él tenía todo listo y bajaba las escaleras mientras yo luchaba por meter los últimos cuadernos en la mochila. Lo escuche revisar la puerta trasera para asegurarse que estaba cerrada y regresar a la cocina para tomar algo para el almuerzo.


-en verdad no me esperara- susurre para mi resignado.

-apúrate nii- san- grito y corrí escaleras abajo, tomé mi juego de llaves del perchero y seguí a Al que ya iba cinco metros delante de mí.

Faltaban menos de diez minutos para que cerraran la reja de la escuela, sentía la respiración agitada de Al a mi lado, mitad por prisa y mitad por nerviosismo. – Aún tenemos unos minutos, sí llegamos- le aseguré.

- eso espero – volteó a verme con cara de pocos amigos – toma – me dijo tendiéndome una pequeña bolsa con lo que parecía un sándwich y una manzana.

Aquello logró hacerme sentir más culpable– gracias, prometo comprarte tu despertador saliendo de la escuela-

-ok - su respiración se fue tranquilizando en cuanto comenzamos a ver el muro de la preparatoria. Traspasamos la reja solo unos segundos antes de que sonara la chicharra que anunciaba el inicio de clases.

- pensé que no llegábamos - dijo Al casi sin poder respirar y sentándose en la primer banca que encontró.

- también yo – la mayoría ya estaba dentro de los salones y supuse tendría que correr para evitar mi primer retardo - oye, allá se están formando los de primer grado – le dije señalando a la bola de estudiantes con cara de espanto y un poco desubicados, que se amontonaban alrededor de un profesor.

-los de primer grado por aquí por favor - decía el prefecto con su voz ronca - una fila de hombres y una de mujeres. Los iré llamando por apellido y se reunirán en su salón correspondiente - dijo cuándo pudo llamar la atención de todos los presentes - sus salones son los de atrás, del uno al seis – señaló el orden de las susodichas aulas.

-te veo por la tarde nii-san-

-ok, te veo después - Lo vi alejarse y camine en dirección a mi nuevo edificio.

- ¿y que tal? - me dijo Russell en cuanto me vio entrar al aula aún sin maestro.

- pues casi no llegó, olvide poner la hora al despertador y Al por poco me mata – le dije ya sin tanta culpa - ¿y tu hermano? – le pregunté cuando se asomó por la ventana del salón viendo en dirección al grupo del patio central.

- ah , es el del gorro verde - dijo señalando a un rubio que se encontraba platicando en esos momentos con Alphonse - por lo que veo tu hermano ya lo conoce, tal vez y se queden en el mismo grupo.

- eso sería bueno…- Así al menos Al no se sentirá tan desubicado, pensé recordando lo nervioso que estaba hace unos días.

-¿que tal sus vacaciones? -pregunto una voz tras de mí - la verdad yo no tenía muchas ganas de levantarme hoy pero mi abuela me amenazo con enviarme de regreso a Rizenbul, así que no tuve muchas opciones ¿y ustedes?

- Hola Winry - dijimos al unísono al reconocer la voz de la rubia.

-pues yo igual que siempre, sin nada que hacer. Mi padre nos invitó a pasar unos días con él para mostrarnos el avance de su trabajo, pero Fletcher enfermó un día antes y tuvimos que posponerlo para las siguientes vacaciones- respondió Russel sentándose en el pupitre más cercano.

- igual, nada nuevo– le dije cuando cada quien había tomado su lugar de siempre - Al y yo fuimos a varios lugares pero nada importante.-

-bien chicos, vamos a comenzar la clase de hoy –la profesora Curtis acababa de entrar por la puerta consiguiendo disolver los grupitos que se habían formado para charlar y que ahora comenzaban a dispersarse.


La clase fue de lo más amena, al menos para Russell y para mí. No eran temas demasiado avanzados de física pero viniendo de nuestra profesora favorita podíamos esperar que con el tiempo se complicarían hasta ser verdaderos retos.
Las dos siguientes horas toco literatura y aunque era el primer día de clases el profesor había insistido en que una investigación completa de la materia nos sería demasiado útil para comprender los temas restantes. Por lo que después de dejar la investigación y un ensayo adjunto de dos y media cuartillas dejo descansar a un grupo aturdido de escuchar tantas definiciones de su materia.


-¿aburrido? –le pregunté a Al cuando lo encontré por casualidad tomando un lugar en la fila del comedor.

- no mucho, las primeras clases fueron muy sencillas y tuve una hora de deportes antes de venir áca. – tomó algunas porciones de la barra y las colocó en su bandeja – ¿comerás algo? –me pregunto

-no tengo hambre, tal vez más tarde – voltee a ver la barra para ver si algo me habría el apetito, pero sin lograrlo. – supongo que con lo que me diste estaré bien, te veo luego Al.

-ok hermano, adiós.

-adiós – avance unos cuantos pasos antes de que su voz me detuviera.

-nii-san, había olvidado decirte… -me miró mientras intentaba balancear la comida de su bandeja - el chico del otro día pregunto por ti, estaba aquí hace un momento pero creo que salió a buscarte.

-ah, ok – lo miré tratando de ocultar el nerviosismo que me provoco la noticia- espero verlo por ahí antes de entrar a clase, pero gracias.

-ok- me dijo nuevamente – adiós.


Salí de allí con el corazón palpitándome en las orejas y con la confusión embarrada en mi cabeza. Todo el día había sido de lo más tranquilo hasta que ahora Al me recordaba todo sobre él. Quería verlo y al mismo tiempo no, quería hablar con él pero sabía que sus amigos estarían a su lado… quería verlo sin estar nervioso, sin que todos notarían lo que siento…

Avance despacio intentando ubicarlo entre el mar de gente. Así podría decidir entre evitarlo o planear un encuentro “casual” en el que mis sentimientos no afectaran ni mi forma de caminar ni la de hablar, es decir, controlar mis emociones y parecer un chico normal.


-¡hey tu! –una voz a mis espaldas me hizo darme la vuelta solo para notar que no era a mí a quien le hablaban.


Respire profundo, me sentía un idiota. Lo estaba haciéndolo más grande de lo que era. Lo único que tenía que hacer era encontrarlo, que me devolviera la pluma y regresar al estado previo a conocerlo. Volver a ser uno más en la escuela, volver a verlo solo de lejos, volver a topármelo infinidad de veces sin esperar que repara en mí, en fin, volver a ser solo Ed.

Una vez más escuche una voz gritando tras de mi pero esta vez la ignore completamente y seguí mi avance hacia donde pude ver a Russell y Winry comiendo su almuerzo.


- ¡Ed! – una alarma se activó en mi pecho logrando que mi corazón se agitara solo por esa voz, y una vez más lo único que pude pensar fue en salir corriendo. Cosa que hubiera podido hacer si las miradas de mis amigos no hubieran volteado hacia donde yo estaba.

- ¡¡Edward!! – grito nuevamente Roy ya a pocos pasos de mí y yo sin saber que hacer - ¡¡E-N-A-N-O!! - dijo cuando por fin pudo tocar mi hombro obligándome a voltear.

En un segundo todo cambio, mi nerviosismo se volvió furia y lo que vino después ni siquiera yo lo pude evitar, como siempre - ¿¡¡¡A quIen le LLamas EnaNo pedAzo de Gusano!!!?- le grite llamando la atención de los que se encontraban alrededor.




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Paraste en seco tratando de adivinar qué era lo que había pasado. Tu mirada cambio mostrando una mueca entre confundida y divertida. Su estatura, así que era eso. Sonreíste para ti, queriendo jugar el mismo juego que él, pero sin saber a dónde querías llegar.

-a ti, E N A N O – soltaste sin más.


Tenías que aceptar que esa nueva faceta te tomaba por sorpresa y extrañamente eso te daba ganas de conocerlo más a fondo. A pesar de haberte propuesto acabar todo allí y dejar de cuestionarte el por qué Ed se metía cada rato en tu cabeza, simplemente decidiste en ese momento que lo mejor era seguir hasta el final y ver qué era lo que el destino te tenía deparado. Igual, si solo era una persona más, saldría de tu vida sin dejar un rasguño en ella.

Y solo decidiste arriesgarte...

 

 

 


 
 
 
 
 
 

 

 

Notas finales:

Hasta el proximo ...

 

Buena Vida


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