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¡¿BoM?! por AbraxasB

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Notas del capitulo:

Les dejo el cap 2.

Espero no resulte confuso la narración en 1era y 2da persona.

Cap. 2 Encuentro




Estaba recostado en mi cama, con el sol pegándome de lleno en la cara, no había podido dormir bien a pesar del buen clima; ya muy entrada la noche me había dejado caer sobre la cama sin ponerme la pijama, y así era como permanecía ahora, entretenido formando innumerables figuras con los muchos puntitos cafés del techo mientras poco a poco volvía a adormilarme...

Al estaba a punto de levantarse, lo sabía por el ligero ruido que salía de la habitación continua y el sonido de las hojas de un libro al rasgarse. Estaría leyendo como cada mañana.

Toda la tarde de ayer me había concentrado en tratar de olvidar todo respecto a Roy Mustang, prepare un pastel, leí hasta hartarme, le marqué a Winry e hice todo lo posible por mantener mi mente ocupada en algo más. Además hoy no sería la excepción, nada valía la pena si yo mismo sabía que él nunca se iba a fijar en un hombre y mucho menos en mí.

Estaba completamente convencido de ello, así que de ahora en adelante me concentraría en cosas más importantes, dejaría de soñar con deseos imposibles y aceptaría todo aquello que fuera llegando a mi vida. ¡Punto! Ya era hora de quitarle el valor tonto que yo mismo le había dado a ello.

Una almohada me cayó de golpe en el estómago –Despierta hermano, en unos diez minutos estará listo el desayuno –escuché como Alphonse bajaba las escaleras riendo en dirección a la cocina, tome aire para llenar nuevamente mis pulmones y estire mi cuerpo a todo lo que daba.

-Claro, en un momento bajo- me senté en la orilla de la cama y cambie la ropa que tenía puesta por una mucho más cómoda para empezar el día.

No había notado el momento en que mi hermano se había levantado, ni el ir y venir de sus pasos dando vueltas por la habitación hasta que quedara lista. Quizás el cansancio me había vencido, haciéndome dormir profundamente sin sentir lo que pasaba alrededor.

Salí de mi habitación rumbo al baño, me lave cara y manos, además de volver a trenzar mi enmarañado cabello. Hace algunos años había pensado en cortarlo en cuanto mis flequillos comenzaron a enmarcar mi cara pero mi madre había dicho que sería una buena idea dejarlo crecer, así cuando quisiera cortarlo podría escoger entre diferentes estilos de corte.
Al final, cuando mamá se fue deje que siguiera creciendo solo atándolo en una coleta alta o trenzándolo para evitar que me molestara cuando el viento lo hacía moverse en todas direcciones.

- ¿Hacia cuanto que estabas levantado? – entré en la cocina y tomando un cuchillo comencé a filetear algunas verduras que Al ya tenía lavadas para preparar no sé qué.

-No mucho, una hora tal vez. No pude volver a dormir y tampoco podía concentrarme para leer. – volteé a verlo esperando que siguiera.- Estoy algo nervioso, espero encontrar chicos agradables en la nueva escuela.
-los habrá, ya verás. Además cuando llegamos aquí estabas igual de nervioso y terminaste conociendo a Ross y a Denny ¿no?
- sí, supongo. – Al suspiro y un poco más tranquilo siguió cocinando. Estaba seguro de que encontraría buenos amigos, además él siempre había sido de los dos el más amable y simpático.

Dos horas después una vez terminado de almorzar y bañados salimos rumbo a la escuela. Al llevaba los papeles que debería entregar al inscribirse y yo llevaba todo para ir a hacer las compras.

Si el tío Marcu pudiera ir a hacer la despensa no dudaría ni un minuto en dejarlo a cargo. -En algún lugar del mundo debería de existir algo como “despensas a domicilio”- le comente a Al en cuanto salimos de la escuela. Detestaba en el fondo de mí ser pasear por el supermercado tirando cosas dentro del carrito como un juego. Podría estar leyendo, construyendo un reloj de patatas al menos, que se yo, todo menos esto.

Para no hacerlo tan tardado Al había decidido repartir las cosas y quedamos de vernos en media hora en las cajas para organizar todo, hacer las cuentas e ir a pagar. Bueno al menos podría tener nuevamente cartones de jugo seguros para almorzar.- Asquerosa leche – Susurré.


Me había tocado buscar todo lo que ocuparíamos en la escuela. Mi hermano ya tenía la lista de útiles que llevaría y pues yo tenía una idea de lo que tenía que comprar, había olvidado mi lista en casa y si se lo mencionaba seguro me haría regresar por ella. Saque cuentas y por este año tendría el mismo número de materias que Al, así que tomando su lista solo lo multiplicaría por dos, con un poco de suerte no me haría falta nada.

Tome del estante alrededor de doce cuadernos, unos de cuadro otros a raya como decía la lista, varios juegos de bolígrafos, un paquete de lápices, dos de colores , pegamentos, papeles y cartulinas, 100 hojas de colores, 100 blancas, cutters ,solo unas tijeras, una caja de folders, equipos de geometría y una tira de marcadores de colores.

-estás listo para tu primer día en prescolar – escuche una voz burlona a mi espalda.

-¿me estás diciendo “pequeño”? idiota! – tras de mi estaba Russell, un tipo simpatiquísimo con todos los demás menos conmigo.

Russel Tringham, estaba en el mismo curso que yo y aunque no éramos los mejores amigos que se podría encontrar, compartíamos muchas cosas en común y me resultaba agradable estar con él. Nos habíamos conocido oficialmente dentro de un concurso de ciencia propuesto por la profesora Izumi Curtis hacia un año, en donde para mi desagrado él me había arrebatado el primer lugar. El curso pasado lo había invitado a casa un par de veces para hacer los proyectos de ciencias, él junto con Winry eran siempre mi equipo de trabajo, y obviamente –sin presumir- el mejor equipo en toda la clase.

Me superaba por casi veinte centímetros, tenía al igual que yo el cabello rubio, solo que lo llevaba corto y sus ojos eran de un color azul grisáceo , atractivos según gran número de chicas pero no parar mí, a mí me gustaban oscuros – idiota – susurré, porque tenían que volver a aparecer EL en mi cabeza.

- Lo decía por el colorido de tu carrito – rió bajo -acaso te dieron la lista de útiles de primer grado Ed?


Intente mantener una cara neutra- cállate, solo estoy comprando la lista de Al.


- ¿y por qué llevas lo doble de todo? – Señalo su carrito – yo llevo también lo de Fletcher y no se parece en nada a lo tuyo de “Al”. Que yo sepa este año no llevamos taller de artes.


Me miro fijamente y yo lo miré retándolo – estoy llevando un poco más por si llegase a faltar.


- aja, olvidaste tu lista – sentenció. – Toma, yo ya llevo lo mío- me tendió la lista de segundo grado y una vez que estuvo en mi mano se marchó riendo – Te veo el lunes Ed, no olvides las crayolas.- se burló


- ¡bastardo! – le grite entre molesto y agradecido. Volví a reacomodar el carrito, dejando las cosas que no serían necesarias para mí y llevando las que aparecían en la lista de Russell. De algo había servido encontrármelo.




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- ¡¡¡Roy!!!!! – Se quejaba Maes al ver como echabas cosas inservibles al carrito - no veo el caso de comprar vasos de diferentes colores, si al final de día todos van a terminar estando en la basura.

-mira, en primer lugar no seas un aguafiestas y en segundo así se acaban más rápido las bebidas –dijiste tontamente provocando que una gotota apareciera en la nuca de tu amigo – todos saben que si tomas en un vaso de tu color preferido, te dan más ganas de seguir tomando –

-Eso es una vil mentira que acabas de inventar –

-vale, vale, tal vez lo sea, pero tú no dejas de ser un aguafiestas- dijiste poniéndole fin al asunto y dirigiéndote a donde se encontraban los refrescos.
- ¿serpentinas? ¡¡¿ En serio?!!- lo escuchaste decir resignado cuando te vio tomarlas. Solo lo ignoraste.

Ese día iban a tener una fiesta en tu casa, por…bueno, no sabías ni por qué, pero era el último día en que tu casa se encontraría sola, lejos de la supervisión de tus padres y esa oportunidad no la ibas a dejar pasar, así que después de planearlo junto con tus amigos todo había quedado resuelto.

Era el primer año que tras salir de vacaciones tus padres habían decidido que ya eras lo suficientemente mayor para cuidarte por ti mismo por casi un mes. Las veces anteriores los habías acompañado a donde sea que tu padre tenía que trabajar o a donde tu madre era enviada para supervisar asuntos de trabajo. De cualquier forma no pasaban tiempo juntos y lo único que hacías era recorrer las ciudades o quedarte en el hotel viendo tele todo el día.




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Al ya estaba esperándome cuando aparecí donde habíamos quedado, llevaba rato parado allí, lo supe porque acababa de dejar una revista en el anaquel y tomaba otra resignadamente.

-lo siento Al, pero me encontré a Russell en el camino y nos pusimos a charlar un rato – me excusé lo mejor que pude.

-lo sé – me miro con ojos inquisitivos – hace más de quince minutos que pasó por aquí, y según él, tu carrito estaba siendo un desastre.

Lo maldije en silencio -Solo había llevado unas cosas de más, nada grave.-Me miró y supe que Russell le había contado la historia completa solo para meterme en problemas- además, el ya está acostumbrado a andar por aquí y no se pierde entre los pasillos – dije lo más bajito que pude.


- ¿Entonces eso fue? – dijo Al mirándome esta vez con sus ojos burlones.

-deberían de poner letreros que indiquen la salida –le dije algo molesto por el tiempo que me había tardado en ubicar la zona de cajas.

-en realidad los hay – escuche que una voz me decía mientras entrabamos a la caja que Al había elegido para pagar momentos antes.- ¿verdad Maes?


- Sip - dijo éste señalando unos letreros en la parte superior de la tienda que indicaban la salida de emergencia , que en todo caso era la misma por la que siempre salían.- aparte claro está de ese enorme letrero que dice “cajas” – y señalo uno aún más grande que los anteriores y de color azul brillante.

Mi respiración se paró una vez que voltee a ver quien hablaba y sentí como casi al instante mis mejillas comenzaban a encenderse. Me obligue a respirar sintiendo la mirada de mi hermano en la nuca y la de los dos chicos sobre mí. Nuevamente había quedado como tonto frente a Roy Mustang, y esta vez había sido sin querer.

- ¡oye!, ¿que no eres tú el que me presto una pluma el otro día en la escuela?- me pregunto mientas ponía cara de estar recordando

- me parece que si – dije con la voz más calmada que pude pero con la tormenta dentro de mi.

-lo que no supe es porque no te la devolví- me dijo aun tratando de recordar. Lo vi meter sus manos a los bolsillos de su pantalón y hurgar allí un rato antes de caer en la cuenta que lo miraba. Por un momento pensé que me tendería el bolígrafo que le había prestado, pero al mismo tiempo pensé que era casi imposible que la llevara consigo – prácticamente huiste de allí, cuando voltee para dártela ya habías desaparecido.

-como el humo – completo su amigo asintiendo graciosamente.- ninguno supo decir a donde te habías ido. Hasta buscamos debajo de los escritorios – dijo con una sonrisa y rogué por que no fuera verdad. Que vergonzoso.

Ambos me miraron fijamente esperando una respuesta -tenía algunas cosas que hacer y pues .. –dude un poco al ver que sus miradas no parecían convencidas. Literalmente había huido en cuando él había volteado a apuntar algo sobre sobre su papeleo- no sé, solo es un bolígrafo.- mi voz no sonó convencida y por su cara estaba seguro que seguían preguntándoselo.

-un bolígrafo algo costoso – dijo -de cualquier forma, prometo entregártelo cuando te vea la próxima semana.

-no hay problema – le dije y sonreí para mí cuando mi mente proceso que podría volver a hablar con él aunque sea un momento.




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Te sentías extrañamente raro, esos ojos te hacían sentir algo pero no sabías exactamente qué o por qué. Creíste que solo era tu imaginación a pesar de que estabas seguro que habías disfrutado el momento en que sus ojos se posaron en los tuyos, una sensación curiosa había recorrido tu pecho hasta llegar a tu estómago donde ahora daba vueltas por todos lados. Te preguntaste que sería y cuando desvió su mirada te obligaste a encontrar en tu mente algún recuerdo que tuviera que ver con él aparte del que tenías del día anterior.

Los viste colocar todas las cosas de los dos carritos sobre la banda y cuando su largo cabello trenzado se balanceo llegaron a tu mente pequeños momentos en los que habías visto ese mismo cabello rondando por la escuela.

Nunca le habías prestado atención, algo en ti sabía que esa persona existía, que podías verla de vez en cuando pero también sabía que nunca habías logrado ver sus ojos o estudiar su cara como hasta ahora. Sabías que no tenías idea de algo más cuando buscaste más información de él en tu cabeza.




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Ya habíamos pagado todo y estábamos diviendonos las casi diez bolsas con toda la despensa cuando ellos salieron de la caja y se acercaron a nosotros.- por cierto soy Roy Mustang, voy en tercer grado, y éste – dijo señalando a su amigo con la cabeza – es Maes.

-soy Edward Elric y él es mi hermano Alphonse - dije señalando a Al mientras éste se peleaba por agarrar una bolsa más con un dedo.
-mucho gusto – dijo mi hermano mirándolos con curiosidad.
-igual – respondieron ambos.
-muy bien...mmm... entonces nos vemos el lunes – dijo Maes cuando se dio cuenta que nadie comentaba algo más.

- sí, hasta el lunes - reafirmo Roy tomando las bolsas de su carrito y alejándose de allí.




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- ¿y, que tal te parece Ed? - Una sonrisa cómplice se posó en la boca de tu amigo .Había notado lo extraño que te habías comportado frente al rubio y el sonrojo que el otro había mantenido durante su pequeña conversación. Además que fuera de eso te habías mantenido callado desde que los dejaron atrás.

- ¿sobre qué? – te miró y supiste de que hablaba. - Cállate Maes – a veces no te era muy agradable lo perceptivo de tu amigo. Sabías que algo en él había llamado tu atención, no sabías que, pero estabas dispuesto a investigarlo.

-Amigo, no me vas a decir que no has notado como te mira ¿o no? Es curioso-

-no es nada – insististe - dejemos el tema de lado, ¿sí?-

-claro – dijo Maes al notar lo serio que te habías puesto, pero aun así una sonrisa apareció en su cara.

En verdad que necesitabas detenerte a pensar profundamente en todo lo que se te había metido en la cabeza desde que conociste a Edward, que chico tan raro, tan ...extraño y más aún, lo extraño era lo bien que te sentías en su presencia.








Continuara



Notas finales:

Gracias por sus comentarios .

Hasta el proximo Cap. n_n


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