Bien dicen que el tiempo pasa volando, y más para aquel que desesperado se encuentra.
-Dos semanas – susurra la joven frente al espejo- dos.
Su cara es humedecida por sus manos cargadas de agua de la llave, el maquillaje luce esparcido por culpa del agua. Dos semanas han pasado para ella que esperaba encontrar a su amor, y que por cierto no ha encontrado nada.
-¿Narsha? – golpean la puerta, sabe quién es, pero aun así no responde.
-Tonta- susurra, y es cuando sus lágrimas amenazan con surgir de nuevo que otras manos cargadas de nuevo mojan su cara.
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-Plop – GaIn, es ahora quien frente a un gran espejo y sumergida en la inmensa tina se observa. Juega a su es con una pequeña pelota que flota en el agua.
El agua hace su trabajo pronto, la deja inmóvil, la deja pensando, se cuestiona a sí misma.
-¿Quién es el amor de tu vida GaIn?- casi, casi escucha a la voz ficticia repitiendo esa pregunta – ¿Qué es lo que sientes? – se encoje en la bañera, sus rodillas son rodeadas por sus brazos - ¿a quién amas de verdad?
Esconde la cabeza entre sus brazos, en silencio. Una imagen viene a ella. Una joven que llora en sus brazos. Una extraña sonrisa en su rostro.
-No terminaras sola tonta – el vapor y el agua tibia le hacen querer recostarse, y así lo hace- yo estaré contigo – y sin más se desliza, su cuerpo es totalmente cubierto por el agua. Un mundo paralelo aparece ante ella a través de una fina y borrosa capa de agua. Y se imagina entonces un mundo perfectamente incorrecto, donde el amor de su vida no es JiHoon.
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-¿Estas mejor? – Miryo sonríe a quien se encuentra en el sofá.
-Mucho mejor – Narsha sonríe enseñando su teléfono, en la pantalla la imagen de un muchacho sonriente. – Su nombre es Jeremy. Saldré con el hoy.
-¿Uh? ¿Otro? ¿Y de dónde lo conoces? – Miryo sonríe débilmente, su amiga parece que no puede entender que el amor aparece cuando quiere y considera el momento, no cuando nosotros queramos recibirlo. Acaricia inconscientemente el anillo en su dedo. Regalo de la persona que el amor puso en su camino.
-Es un fan – contesta Narsha, de la forma más inocente posible.
-¿Un fan? –el grito en la puerta las hace voltear a ver, GaIn ha soltado incluso el café que en mano traía - ¿estás loca?- Narsha y Miryo le miran asombrada, la madura entiende, la infantil no.
-¿Qué tiene de malo? – pregunta.
-Es un fan Narsha. Puede hablarte bonito y lo que quieras. Pero no sabemos sus verdaderas intenciones contigo. Podría hacerte daño. Es simplemente peligroso – GaIn está más seria de lo normal. Narsha borra su sonrisa por un segundo. Se levanta de su lugar y su sonrisa regresa.
-No sabré sin intentar – guiña el ojo y GaIn parece enloquecer.
-Narsha ¡No es correcto!, ¡NO- LO- HAGAS!
-Sinceramente, tampoco pienso que sea buena idea – dice Miryo mientras impide que GaIn se acerque a Narsha con claras intenciones de sacudirla.
-¡Así es! ¡NO-LO-HAGAS! – GaIn está furiosa y es notable. El problema es que ni ella sabe realmente la razón. O mejor dicho, aun no es admitido por su persona.
Hay silencio en la sala, la respiración agitada de GaIn es lo único notable y es por que ha estado gritando, Miryo se encuentra entre ambas y Narsha ha bajado la cabeza. Y sin más esta última se da la vuelta dirigiéndose a la puerta, decidida a salir y ya, y justo antes de completar su acción es que se arrepiente y mira a verlas sonriendo con pena.
-Solo quiero ser feliz.
Y dejando a dos chicas en aquel salón completamente en silencio, la joven desparece. Por una noche incierta.
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Así es que dos semanas pasan. La espera de Narsha ha parecido dar frutos, ella está feliz, al parecer las intenciones de Jeremy son buenas.
Casi todas sonríen.
“CASI”, porque una está más seria de lo normal, va a casarse pronto y aun así su felicidad supuestamente desbordante está más apagada que un foco quemado.
Son GaIn silenciosa en un sofá muere por dentro.
Es el día antes de su boda, y hoy todas saldrán a festejar ¿No se supone que debería estar contenta?
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-Entonces, el canguro le dijo JAJAJAJAJAJAJA – Miryo ríe a carcajadas acompañada de JeA. Es claro que ninguna sabe de qué se ríen, pero ambas lo hacen. El alcohol ha surgido efecto.
-SKDSKFISLGIDODFJDN- Narsha balbucea con la cabeza apoyada en la mesa, también ha bebido demasiado. Mientras hace esto es observada silenciosamente.
Son GaIn silenciosa mira a la mujer frente a ella. Observa detenidamente todo lo que está a su alcance, sintiéndose segura de no ser notada.
Varias horas de la noche transcurren y Miryo y JeA como pueden se levantan para retirarse, Narsha duerme en el sofá, el apartamento es de GaIn.
Silencio, nadie más que ellas se encuentran en el lugar. Una dormida, otra mirándole.
De pronto un ligero movimiento alerta a GaIn, Narsha despierta. Aún sigue ebria y no consigue el equilibrio pero ahora puede hablar mejor.
-¿Todas se fueron?
GaIn no contesta, su silencio desespera a Narsha. Lo que esta última no sabe es todo lo que el alcohol está haciendo en Son GaIn, sus sentimientos inadmisibles están saliendo a la luz. Una bomba a punto de explotar, eso es GaIn.
-¿GaIn? ¿Pasa algo?
El silencio vuelve, pero Narsha no tiene más oportunidades de preguntar, porque sus labios son tomados con fiereza, sorprendiéndola. El beso le sorprende, pero tampoco hace por evitarlo, culpa al alcohol, pero sabe que más que el alcohol ella misma lo desea.
Ambas se besan, ambas contra el tiempo, ambas contra los límites, ambas contra lo correcto. Se besan sin más. Se desean una a la otra.
Y es por este mismo deseo que pronto la ropa desaparece y las manos de una recorren el cuerpo de la otra. Demostrándose a la vez que es lo que ambas desean.
Hay gemidos en la habitación, lo que empezó con un beso término siendo amor. Ambas recuperaron la cordura en medio de lo que pasaba, el alcohol desapareció de su sistema. Pero el amor, aun siendo una vil droga, nunca desaparece. Es adictivo, es fuerte, es necesario. Es asesino.
Ambas con la idea de culpar al alcohol al despertar continúan lo que han empezado. Se dirigen palabras hermosas sin pena, se besan sin temor.
Pero, todo acaba tarde o temprano.
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Las noches suelen ser cortas para algunas personas. Suelen ser largas para otras. Y para otras más, las noches son simplemente un segundo de magia.
El despertador suena despertando a una chica que en casa conocidamente extraña se encuentra. Esta desnuda y consiente de lo que ha hecho. Siente su corazón latir mil veces más rápido. De amor, de dolor, porque ha descubierto lo que no quería descubrir.
Ha descubierto que el amor de su vida se casa hoy mismo.