Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Hombre de Arena por CheekyMint21

[Reviews - 275]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

AMORES MÍOS! Hi ^^ Cómo están? Yo muy bien, incluso después de recibir sus regalos y sus amenazas de muerte ¬¬ (Sí Kmmy Lee, recibí tu “hermoso” regalo) Y bueno, la verdad es qué… EXPLOTO DE LA FELICIDAD! En serio chicos, cada día qué entro aquí veo a más criaturitas leyendo mí raroso fic y eso… realmente se siente tan irreal:33 No tengo palabras para agradecerles todo el apoyo qué me dan, todos los reviews con sus opiniones qué me dejan y sobre todo la oportunidad qué me dan de seguir haciendo lo qué más me gusta y…

Matt: ¡Y todo a costa mía! *la mira de forma asesina* ¡¿Por qué eres tan cruel?! ¿Por qué no pueden ponerme en fics llenos de conejitos, arcoíris o unicornios? *se echa a llorar dramáticamente*

Por qué todas somos unas fanáticas del Yaoi con un lado masoquista y quién mejor qué tú para demostrarlo ^^

Light: Y espera a leer el capítulo de hoy *se lima las uñas con indiferencia* escribió…

¡HABLAS Y QUITO TU PARTE SEXOSA DEL FIC, YAGAMI! *Saca una bazuca y la apunta.

Light: *abriendo los ojos como platos* escribió algo tan hermoso qué no soy capaz de describirlo en palabras…

Mucho mejor ^^ *guarda la bazuca* ahora, ¿En dónde estaba?

Beyond: En la parte en qué me das más protagonismo cómo todas tus lectoras quieren y me dejas matar a Near…

¡Pero claro… QUÉ NO! ¬¬ Bueno, aunque me encantaría qué le sacaras las tripas a ése jodido albino todavía no he pensado en…

Near: No puedes sacarme de la historia porqué Mello y yo nos vemos mejor juntos qué con ése asqueroso pelirrojo anormal…

Matt: ¡¿QUÉ DIJISTE?! *Sus ojos se ponen negros y saca un cuchillo de su espalda* me siento inspirado, creo qué ayudaré a Cheeky a terminar éste fic…

*Se da una palmada en la frente* ¡¿QUIEREN DEJARME ESCRIBIR UNA *BEEP* INTRODUCCIÓN DECEN POR LA GRANDÍSIMA *BEEP*!

Mello: ¡¿CÓMO QUIERES QUÉ TE DEJEMOS EN PAZ SI SIEMPRE ESTÁS HACIÉNDONOS SUFRIR?! ¡TE ODIO! *Muerde su chocolate*

*Sonriendo más macabramente* ¿Ah, sí? *saca su laptop y se pone a escribir* ya veremos si odias…

Matt: ¡NI SE TE OCURRA! *Corre hacia ella con el cuchillo*

¡NOOOOOO! ¡¿POR QUÉ SI FUE MELLO QUIÉN… KYAAAAAAA! *Sale Cheeky corriendo con Matt persiguiéndola con expresión psicópata*

L: Niñatos… bueno, supongo qué tendré qué finalizar yo.

¡NOOOO! *Abraza a L tapándole la boca* lo hago yo… y ahora, antes de ser asesinada (Por 127463856373747373 vez ¬¬) he aquí mis dedicatorias:

+NMoon: Qué aunque no hayas dejado review, sé qué sigues ahí dándome todo tu apoyo (Y muchas noche de pasión xD) y sobre todo siendo mi hermana del alma TE AMO! Por favor, sigue igual de sensual qué siempre y haciéndome afortunada con tu amistad. Besos para ti, mi sensual Galleta Indisciplinada XD.

+Neko-chan: MI NIÑAAAAA! T.T Siento tanto hacerte llorar, pero créeme qué lloramos juntas: Escribir esto es tan doloroso cómo leerlo y no es fácil hacer sufrir tanto a dos sensuales M’s a los qué todas amamos tanto:$ Gracias por tu apoyo (Aún y cuándo te hago llorar XD) y por estar siempre pendiente de mí fic, tomarte el tiempo de dejarme un review qué créeme: Siempre guardo con cariño en mi corazón. De veras, muchas gracias por tu apoyo incondicional y te repito qué tienes el mío, cuándo sea qué lo necesites y para lo qué sea qué te propongas. TE AMO, NEKO! Sigue igual de sexy qué siempre y besos para ti!

+lenkautatane27: CREATURITA DEL SEÑOR! ^^ Hola! Y bienvenida al Club de las Fujoshis Hambrientas de HardYaoi (Sí, cómo verás tengo problemas mentales muy serios xD) Primero qué nada GRACIAS! Por tomarte el tiempo de dejarme un sensual review qué se quedará por siempre en mi corazoncito y pues, qué te digo? Quizá soy una sádica a la qué le gusta sufrir con sus propias locuras XD Créeme qué es súper difícil ser tan cruel, no es mi intención pero es necesario, DISCULPA LAS LÁGRIMAS D: Pero te prometo qué más adelante habrá muchos momentos Kawaii y gaysosos qué vamos a disfrutar ^^ De nuevo, muchísimas gracias por tu review tan largo y precioso, créeme qué eres bienvenida a comentar cada vez qué quieras porqué tus opiniones siguen haciendo de esto un fic:33 MUCHÍSIMAS GRACIAS! De verdad por tu apoyo y tu cariño, BESOS!

+Kmmy Lee: *Aura sombría* Bueno querida… primero qué nada agradecerte tu regalo, fue un placer recibir tus muñequitos asquerosos, lo malo es qué… ¡YA NO LES TENGO MIEDO! :P Así qué, ni modo;DD Y bueno…

*Golpes en la muerta* qué es eso? O.o *Abre la puerta y se encuentra con un enorme paquete envuelto en papel de Matt y Mello y con un Listón de L Chibi* ¡¿PARA MÍ?! ¡KYAAAAA! ¡ADORO LOS REGALOS! ^^ *Empieza a abrirlo con toda la inocencia del mundo* ¿Eh? ¿Y esto qué es? ¿Otra muñeca?

Near: Te quedan diez segundos de vida… *enrollándose un mechón de pelo*

¿Y tú cómo sabes…? *se escucha una súper explosión y de la caja sale Kmmy Lee súper armada junto con la melodía de Jeff the Killer de fondo* Oh-oh… *retrocede aterrada* Bueno… fue un placer haberlos conocido… mis últimas palabras antes de morir *se escucha el clic de lar amas* es agradecerles de corazón todo su apoyo a todas los más de 5000 lectores, gracias por hacerme vivir un sueño en la realidad y pues, espero qué me sigan dando la oportunidad y agradecería sus reviews. ¡Ah! Y por favor, traten de hacer mi funeral de Death Note ¿Vale? *Se escuchan lo balazos* ¡KYAAAAA! ¡A leer! *ambas corren persiguiéndose la una a la otra en medio de balazos*

Capítulo 18.

OPV’s Matt:

Retuerzo el lápiz entre  mis dedos, tenso desde aquella conversación en la biblioteca qué resuena una y otra vez en mi cabeza. Me muerdo el labio y vuelvo la vista hacia el frente, intentando seguir de cerca la explicación del Señor Whistle acerca de luz y sus propiedades físicas pero todo intento de captar sus palabras es inútil: Se deslizan por mis oídos sin entrar en ellos, nada más como sonidos huecos. Un pequeño apretón en mi mano me hace dar un respingo en mi asiento y cuando miro a mí lado, Alex está mirándome con expresión confusa mientras desliza una pequeña nota hacia mi mesa.

“¿Por qué estás tenso? Y deberías prestar atención, el Sr. Whistle dijo qué dentro de dos días habrá un examen y estoy seguro de qué no has escuchado nada de la clase”

Trago grueso y le susurro en voz muy baja las palabras “Estoy bien” obteniendo nada más un suspiro por parte de Alex. “Diablos, tengo qué dejar de pensar en eso… pero no puedo” vuelvo a morderme el labio mientras miro una rubia melena un par de puestos por delante de mí y la conversación de nuevo vuelve a mi memoria.

-flashback-

Pego mi espalda más a la puerta, queriendo alejarme de inmediato. Beyond era uno de los chicos en Wammy’s que más me asustaban y realmente estar solo con él era algo qué simplemente podía imaginar en mis peores pesadillas. Veo que saca un bote de mermelada de fresa del interior de su viejo suéter blanco, y antes de preguntarme cómo rayos puede cargarlo ahí, lo abre y empieza a comérselo como un verdadero animal. Los ruidos qué produce con su lengua no hacen sino alterarme cada vez más, convenciéndome de qué en cualquier momento va a hacerme algo. “Mierda… tengo qué salir de aquí” pienso, viendo sobre su cabeza e intentando encontrar una salida pero no hay nada. El sudor me escurre por la frente y baja frío por mi espalda, pegándome la camisa al cuerpo y siento el pulso atronándome los oídos. Sus enormes ojos rojizos me estudian fija y atentamente, sin perder en ningún momento mi detalle mientras sigue comiéndose su mermelada con total tranquilidad mientras que destroza mis nervios con cada sonido. Finalmente no lo resisto más, no quiero enterarme pero no puedo seguirlo escuchando comer…

-¿V-Vas a matarme?-susurro, con mis labios temblando al pronunciar cada palabra.

Él deja de comer abruptamente, mirándome fijamente y estalla en sonoras y estruendosas carcajadas. Doy un respingo al escuchar su risa por primera vez: Chirriante, como un metal oxidado siendo raspado. Me aferro a la puerta con todas mis fuerzas, arañándola. “Si está riéndose no puede significar nada bueno” pienso, con un enorme nudo formándose en mi estómago. Se acerca más, tirando el bote vacío que se hace añicos en el suelo, erizándome todos los vellos de mi cuerpo.

-N-No, p-por fa-vor…-susurro, pero es demasiado tarde, toma mis manos por las muñecas y las pone sobre mi cabeza, separando mis piernas con su rodilla y finalmente hundiendo su nariz en el hueco de mi cuello.

Se me escapa un pequeño gemido al sentir la frialdad de su piel contrastando con lo ardiente de la mía, haciéndome estremecer de pies a cabeza. Siento como aspira con fuerza y me muerdo el labio, con mi estómago revolviéndose con furia ante su amenazante y peligrosa cercanía.

-Hmmm… qué rico hueles. A limones y miedo, una fragancia bastante inocente.-dice, separándose bruscamente y yo me desmorono en el suelo con la cabeza dándome vueltas. Lo escucho estallar en carcajadas de nuevo.-Cálmate Jeevas, no pienso hacerte nada. Al menos no todavía.-dice, extendiendo una pálida mano frente a mí rostro y guiñándome un ojo de manera siniestra.

Aún aturdido, le doy la mano estremeciéndome de nuevo al sentir su temperatura tan fría y me alza de un tirón, pegándome a su cuerpo frío como el témpano. Tiemblo de pies a cabeza, con el corazón aporreándome el pecho.

-Ahora… veamos qué tenemos aquí.-dice, con su aliento dulce chocando contra mi rostro y sin más arrojándome hacia la banqueta del piano.

Las teclas suenan con un estruendo cuando apoyo mis brazos en ella, intentando no caer de nuevo al suelo. Tengo todo el cuerpo tembloroso y vuelto una gelatina y el pulso por los aires. No puedo apartar la mirada de sus ojos tan rojos mientras se acerca lentamente con andar felino, como un León acechando a su presa antes de devorarla de un solo mordisco.

-¿Q-Qué v-vas a ha-hacer c-conmigo?-le digo, tragando grueso y aferrándome con más fuerza al piano y sintiendo la bilis subiéndome por la garganta.

Se acerca, apoyando sus manos a ambos costados de mis piernas e inclinándose hasta que de nuevo apenas y hay espacio entre nuestros rostros. Beyond de verdad qué no sabía respetar el espacio personal, aunque claro, dudaba mucho qué a él le importasen las convenciones sociales lo más mínimo. Se acerca aún más si cabe, hasta quedar a la altura de mi oído y apartándome un mechón de cabello con dulzura, me susurra con su aliento escurriéndose por toda mi piel…

-Voy a ayudarte, Jeevas. A Keehl es a quién quieres, ¿No es así?-se me escapa un gemido al escuchar la mención del rubio y siento mis ojos llenándose de lágrimas.-Yo también quiero algo qué tú tienes… a tu castaño amigo. Para mí solito.

-¡M-Madre mía!-digo en apenas un susurro, abriendo los ojos como platos al escuchar el nombre de Alex y a mi memoria vienen sus ojos llenos de terror al nombrar a Beyond.-N-No…

-Sssht.-dice poniendo un gélido dedo sobre mis labios. Me quedo de una pieza.-Tranquilo, él y yo seremos muy buenos amigos… cómo antes.-dice y ríe en mi oído con su risa ronca y extraña.-¿Qué te parece si hacemos un trato Jeevas? ¿Eh?

Giro el rostro, topándome con sus duros rubíes mientras una sonrisa gatuna y siniestra le atraviesa el rostro. Estoy en shock, es demasiado para procesar. “Beyond Birthday… ¿Ayudándome a mí?” pienso, sin dar crédito a lo inverosímil de la situación y sin mi corazón relajándose. ¿Podría confiar en él? ¿Qué motivos había detrás de su bizarra propuesta? ¿Acaso sabía él algo qué yo no? Mi cabeza empieza a inflarse de preguntas qué soy incapaz de procesar.

-¿Por qué estás haciendo esto?-le digo, mi voz extrañamente calma y sin titubear.

Su sonrisa se ensancha aún más y la expresión de su rostro se vuelve psicópata. Contengo un grito con toda mi  fuerza de voluntad.

-Por qué es estoy aburrido.-responde simplemente, y finalmente se aleja. Empieza a encaminarse hacia la salida, caminando con sus pies desnudos sobre los cristales rotos en el piso como si nada. Me estremezco al ver como sus pisadas se tiñen de carmesí-Te daré tres días para pensarlo, Jeevas y por cierto…-dice, volviéndose a verme por encima del hombro con una mirada qué no supe interpretar.-Si el fuego y hielo se enfrentan y de por medio hay océano… ¿Quién crees qué ganaría?

Y dicho esto, se aleja riéndose mientras yo me quedo sentado más confundido qué nunca.

-Fin del Flashback-

“Tres días…” pienso, con las palmas sudorosas y mordiéndome el labio. Tres días que se cumplían ahora, y yo aún no había decidido nada porque ni siquiera era capaz de procesarlo.

-¡Mail Jeevas!-Escuchó mi nombre en un bramido, dando un brinco en mi asiento.

Salgo de mi trance y vuelvo la vista enfrente, solo para toparme con un enfurecido Señor Whistle con el rostro enrojecido y mirándome fijamente. Todas las miradas de mi clase están clavadas en mí (A excepción de una mirada turbia y azulina) y puedo sentir como mis mejillas arden ante el escrutinio.

-Muy bien Señor Jeevas, ya qué estaba prestando tanta atención en la clase… ¿Podría explicarme de forma breve y concisa la teoría corpuscular?-me dice, sonriendo de manera triunfal.

Trago grueso, pestañeando y presionando a mí cerebro para que intenté recordar algo de lo qué el Señor Whistle ha dicho en toda la clase pero es en vano: Lo único qué soy capaz de recordar son un par de ojos rojos a la espera de mi respuesta. Siento los segundos pasar y las miradas de mis compañeros encima no hacen sino empeorar las cosas.

-¿Señor Keehl? ¿Quiere ayudarle al Señor Jeevas? Ya qué ambos han prestado atención a la clase en igual medida.-dice, y las miradas son enfocadas en el rubio.

-No, gracias.-dice Mello, insolente como siempre y sin dejar de garabatear en su libreta.

Sonrío, “Siempre el mismo” pienso y la melancolía regresa de nuevo ante el recuerdo de su ausencia y el anhelo de su compañía. Veo el rostro del Señor Whistle enrojecer más pero justo en ése momento suena la campana anunciando la hora del descanso y mi cuerpo se pone tenso, ¿Vendría Beyond a buscarme para qué le diera mi respuesta? “Quizá no, parece ser qué prefiere la oscuridad de la noche tal cuál vampiro” pienso, recogiendo mis cosas.

-Mail, Mihael… ambos quédense un momento después de clase, por favor.-dice el Señor Whistle, dejándome helado ahí mismo.

Alex me mira pestañeando y yo simplemente asiento, indicándole que está bien. Él me dirige una última mirada preocupada y finalmente sale del salón dejándonos a mí, a un rubio y a un serio profesor en él. Mis entrañas comienzan a retorcerse al tenerle tan cerca de nuevo y no era para menos: Llevaba tres días ignorándome excelentemente. Mi corazón se acelera cuando se posa a mí lado, cruzándose de brazos y con su típica actitud desinteresada mientras el Señor Whistle está viéndonos fijamente.

-Chicos, sé que a veces es normal aburrirse en clase y dejar de prestar atención, pero últimamente ustedes parecen estar desconectados de todo. ¿Ocurre algo?-pregunta, en forma un tanto paternal.

-Pues aparte de que está haciéndome perder mi tiempo y diciendo estupideces, nada.-dice agresivamente Mello, clavándole su mirada turbia al hombre frente a nosotros.

-Mihael, estás ganándote una visita…

-…a la oficina de Roger, eso es pan de cada día. ¿Algo más? Detesto perder mi tiempo.-interrumpe de nuevo y todo mi cuerpo se estremece: Incluso extraño su agresividad.

Le miro fijamente y el aire sisea entre mis labios: Mello lucía terriblemente mal. “¿Cómo no me he dado cuenta?” pienso, con mi corazón inflándose con preocupación. Lo estudio con fijeza, estremeciéndome con cada nuevo detalle que encuentro: La piel más pálida, al menos 5 kilos más delgado de lo usual, el cabello que antes era brilloso y sedoso, ahora estaba lustroso y excesivamente revuelto. “Está vuelto un estropajo… Dios mío, Mello, ¿Qué tienes?”

-¿Y tú qué imbécil?-me empuja hacia atrás, mientras las lágrimas se deslizan por mis mejillas al ver el peor cambio de todos: Sus ojos.-¿Por qué demonios estás viéndome así? ¿Quieres qué te cambie ésa estúpida mirada lastimera? ¿Ah?

Se acerca violentamente hacia mí, tomándome del cuello de la camisa y acercándome a sus glaciares ojos. No puedo resistirlo, empiezo a temblar de solo contemplar la frialdad tan cruel que los consume… apartándolo de mí, destruyendo al Mello que tanto quiero.

-¡Mihael Keehl, a la oficina de Roger!-ruge el Señor Whistle, poniéndose de pie abruptamente y sacándome de Mello de encima.

Su cuerpo se interpone como una barrera entre él y yo, como si ya no hubiese suficientes en el medio. “¿Quién te ha hecho esto? ¿Quién te ha forzado a convertirte en un moustro?” pienso, cubriéndome la boca y retrocediendo ante el odio encerrado en su mirada que es violentamente descargado sobre mi persona cada vez que le miro. Las lágrimas no dejan de brotar ni mi corazón deja de estrujarse cada vez más al contemplar al ser humano tan destruido que tengo al frente.

Me mira una última vez, y ahí, por una fracción de segundo… un destello en sus ojos azules; un pequeño trozo del antiguo Mello queda visible ante mis ojos. Abro los ojos con asombro sin dar crédito a la visión, pero justo en ése momento se da media vuelta, llevándose consigo mi segundo de esperanza.

-Al diablo…-masculla, antes de sacar una barra de chocolate y mordisquearla sonoramente mientras se aleja de mí lado.

El Señor Whistle se relaja soltando un suspiro y se vuelve lentamente hacia mí, mirándome preocupación y apoyando una mano sobre mi hombro.

-¿Te encuentras bien, Mail?-me pregunta, y no tengo ni idea de cómo responderle.

¿Me encontraba bien? ¿Podría decirse qué estaba bien después de haber perdido a la persona qué más quería? ¿Teniendo las palabras de Beyond rondando por mi mente? ¿Sintiendo aquel dolor insoportable en mí pecho ante su ausencia? ¿Sintiendo en lo más profundo de mí ser qué debía ir a rescatarle de quién fuese qué le estuviese haciendo esto?

-No.-digo simplemente, con dos simples letras encerrando todo el dolor en mí interior.

Sin esperar contestación alguna, me retiro del salón ante los llamados del Señor Whistle y me encamino a paso decidió al patio principal buscando un par de ojos rojos y ahí, en un rincón oscuro y con un pote de mermelada que le escurre por la barbilla aparentando sangre.

-¡Matt!-escucho los llamados de Alex que se acerca, pero no me detengo: He tomado una nueva resolución. Sus ojos rojos se deslizan sobre mi persona y aunque me estremezco, no pierdo firmeza. Alex se queda anonadado.-¡Espera!-me tira del brazo.-¿A dónde vas?

-A hablar con Beyond.-le digo, encogiéndome de hombros mientras me cruzo de brazos y desvío la mirada: Dicho en voz alta suena más como una locura.

Alex abre sus azules ojos de par en par y se vuelve a ver al aludido, y luego de un estremecimiento me mira con horror.

-¿Acaso te has vuelto loco? ¡Ése tipo no tiene buena pinta!-me dice, aferrándose a mí brazo mientras niega frenéticamente con la cabeza.

-Alex, ya sé qué… suena a locura, pero de verdad: Él no es tan malo.-incluso soy incapaz de convencerme a mí mismo: Beyond me aterra hasta la médula.

De nuevo mira al chico de los ojos rojos, sin dejar de estremecerse y dando un suspiro, toma mi mano con fuerza.

-Iré contigo, no te dejaré solo.-me dice, dándome una sonrisa y de nuevo el parecido de sus ojos me aturde.

Estoy a punto de aceptar encantado cuando las palabras de Beyond vuelven a mi mente: “Quiero al Castaño” y sé que no puedo llevar a Alex conmigo ya que él está implicado de por medio. “Dios, es verdad… no me había detenido a pensarlo: Debo, técnicamente, entregarle a Beyond a Alex con moños y envuelto en papel de regalo.” Trago grueso y contemplo al chico tan dulce que me ha apoyado desde el momento en qué llego aquí, y me doy cuenta de que no puedo ofrecérselo a Beyond para que probablemente se lo use en algún ritual satánico o algo así. Miro nuestras manos unidas, aún en su extraña y vacía calidez… ha estado conmigo y no puedo olvidarme de eso. Frunzo el ceño.

-No.-le digo, fingiendo la mejor sonrisa qué puedo y con mi pecho llenándose de culpa. Alex me mira contrariado.-No, en verdad… puedo ir yo solo.

-Ni loco, Matt. Podría…

-Escucha, si te preocupa tanto… puedes observarme desde aquí, sólo en caso de que ocurra algo.-“Y le pido al cielo qué no ocurra” pienso, estremeciéndome.-no estaré solo.

Me mira entrecerrando los ojos y finalmente da un suspiro.

-De acuerdo… no sé qué sea lo qué estés ocultando, pero no preguntaré. Ten cuidado, ¿Vale?-me pide y se inclina dándome un beso en la mejilla.

Me quedo estático y totalmente colorado ante la inesperada muestra de afecto… al igual que el vacío que me deja y el sentimiento de haber vivido lo mismo antes. Un flash pasa delante de mis ojos trayendo consigo un dolor de cabeza atroz que me obliga a arrojarme al suelo, sujetándome con fuerza la cabeza e intentando no gritar. Y lo veo claramente: De nuevo soy yo, en un cuarto blanco y con ropas de hospital… con alguien a mí lado, sólo distingo… sus ojos azules… pero nada más. Me ha dado un beso en la mejilla.

-¡Matt! ¡Matt, ¿Qué ocurre?! ¡Matt!-chilla Alex a mi lado, tomándome entre sus brazos y cierro los ojos con fuerza hasta que el dolor abandona mi mente tan deprisa como vino.

Tomo aire varias veces, intentando calmarme mientras las lágrimas descienden por mis lágrimas y lucho por aferrarme al recuerdo, pero parece irse desvaneciendo con el paso de los segundos. La impotencia y la frustración invaden mi pecho y aprieto las manos en dos puños.

-Matty, ¿Estás bien? ¿Quieres ir…?

-¿A la enfermería?-termina la frase por él una voz ronca y cuando alzo la vista, me encuentro con dos rubíes y una sonrisa macabra.-Yo me encargo de eso… Alex.

El castaño tiembla con violencia y me estrecha más fuerte entre sus brazos en ademán protector, mientras Beyond que parece brillar bajo el sol debido a lo blanquecino de su piel sigue inmóvil devorándolo con los ojos. Los miro fijamente, ¿Acaso me había perdido de algo? Porque pareciera que chispas volaban por todas partes alrededor de éstos dos. Beyond extiende una mano ofreciéndomela y Alex me aprieta con más fuerza.

-Alex, está…-empiezo, pero me quedo de una pieza en cuanto el castaño me dirige una mirada firme y dura, haciendo temblar mi corazón ante su similitud con el rubio.

-No. No confío en él… de hecho, no me agrada nada.-dice y me quedo boquiabierto al ver cómo le dirige una mirada de desagrado a Beyond que ensancha su sonrisa.

Intento zafarme de su agarre pero él parece poco dispuesto a soltarme. Doy un enorme suspiro.

-Beyond, ¿Me ayudas?-le digo, y el castaño se vuelvo a verme atónito.

-¡Matt!-exclama, con expresión herida y luego sus ojos vuelven a ser duros.-Estás loco si crees qué… ¡Hey! ¡Suéltame!-dice, cuando Beyond desliza sus brazos entorno a su cintura y lo aleja sin esfuerzo alguno de mí.

“Uau. Beyond en verdad es fuerte para ser tan delgado…” pienso sacudiendo la cabeza mientras me levanto del suelo tambaleándome, aún con la cabeza revuelta y el sabor de ése recuerdo en mi mente. Veo como Alex sigue revolviéndose en los brazos de Beyond y éste simplemente le mira… ¿Fascinado? “Pues vaya qué es una mirada aterradora” pienso, tragando grueso y más que nervioso al pensar para qué querría a Alex.

-Emmm… creo que ya podemos irnos. Y de paso, también podrías soltar a Alex, Beyond.-le digo, mordiéndome el labio, muerto de nervios.

El aludido obedece, no sin antes pasar su lengua de forma obscena por la mejilla de Alex y dejarlo caer al suelo. Una sonrisa traviesa, macabra, gatuna y quién sabe qué otras cosas escalofriantes más se extiende por su rostro mientras mira al castaño en el suelo sobándose la cabeza. Se vuelve a verme guiñándome un ojo y avanza hacia mí…

-¡Matt! ¡No dejaré qué te vayas con él!-dice Alex, halándome de vuelta y posándome detrás de su espalda.

Suelto un suspiro con frustración, echando un vistazo a mí alrededor y dándome cuenta de qué estamos atrayendo demasiado la atención y en la terraza del segundo piso… alcanzo a distinguir unos mortales ojos azules qué miran todo atentamente, con una rabia impresionante y… por un segundo, me parece ver una pizca de dolor en sus ojos. Mi corazón palpita al sentir su vacío y sin poder resistirlo un minuto más, estoy dispuesto a irme corriendo tras él… hasta que claramente veo como dos pálidos brazos se enroscan en su torso, abrazándolo de manera posesiva. Mi corazón se parte ahí mismo y acaba de hacerse pedazos al ver como Halle, se acerca a su mejilla a punto de darle un beso de no ser porque él se vuelve y tomándola con fuerza del rostro, le estampa un salvaje y fogoso beso en los labios. Como todo un idiota, me quedo mirando la escena, dejando que se deslice por mis ojos, grabándose en mi cerebro y finalmente clavándose en mi corazón como un filoso cuchillo.

-¿Qué mierda…?-dice Beyond a mí lado, contemplando con gesto sombrío la escena.-Esto es definitiva no estaba en mis planes…

-Ay, no… Matty, tranquilo…-empieza a tranquilizarme Alex, poniendo su mano sobre mi hombro mientras las lágrimas inundan mis ojos.

Y junto con mis lágrimas, me embarga algo más. Algo que se enciende en mi interior, algo que hace que mi corazón palpite y con cada latido, una ola de calor irrefrenable recorra mis venas achicharrándolas con su calor tan intenso. Algo tan profundo, tan amargo, tan difícil de contener qué ni siquiera me esfuerzo por hacerlo. Y en un rincón oscuro, frente a un espejo veo como estoy parado en frente a un espejo y me es devuelto el reflejo de un chico de ojos negros con sangre sobre él. Y sonríe.

Sigo aquí.

Es todo lo qué dice, antes de que me eche escaleras arriba.

¿Mi objetivo?

Matar a Halle Lidner.

-¡Matt, NO!-chilla Alex, antes de que tome a Halle por sus cabellos.

POV’s Mello:

Me quedo observando la escena estático, incapaz de apartar la mirada… y sintiendo como el dolor y la furia me corroen lentamente las venas. “¿Esperabas otra cosa? Tú mismo fuiste él que decidió ofrecérselo en bandeja de plata al maldito castaño de mierda…” me dice mordaz mi consciencia, haciéndome apretar con más fuerza el barandal entre mis puños y deseando qué fuese el cuello del causante de toda ésta mierda: Near, el maldito albino hijo de puta qué… qué me había reducido a poco menos qué su puta personal. Abro los ojos como platos al ver como Beyonde se acerca a Matt y se me acelera el corazón: Si el muy desgraciado abre la boca… niego con la cabeza, incapaz de siquiera considerarlo.

-¿Mello? ¿Acaso no tienes algo qué hacer, querido?-escucho una voz cantarina y escurridiza en mis oídos, por un intercomunicador… el último de sus malditos caprichos.

Aprieto con más fuerza el metal entre mis manos, mientras alzo la vista topándome con el albino al otro lado… jugueteando con algo pequeño y brillante entre sus blanquecinas manos. El corazón se me sube a la garganta al darme cuenta de lo qué es: Un arma. Miro hacia abajo horrorizado en donde Matt sigue entre los brazos del castaño y Beyond está con ellos.

-Near… no, por favor… te lo suplico…-le susurro, sintiendo un enorme nudo en la garganta y las lágrimas agolparse tras mis ojos.

Lo veo clavarme su mirada libre de cualquier emoción mientras carga el arma y apunta directo a la cabeza de Matt. Me aferro con fuerza al barandal, sintiendo como mi cabeza arde del pánico que me recorre el cuerpo entero.

-Near… por favor, te lo ruego: Esto no era parte de nuestro acuerdo.-veo como sonríe y aferra con fuerza el arma, listo para halar el gatillo.-¡Te lo suplico!-le digo en apenas en un susurro, sin poder encontrarme la voz en la garganta.-Por favor… te juro qué haré lo qué sea, pero por favor, no le hagas daño…

Alza su mirada, atrapándome en la frialdad de su invierno y finalmente aparta al arma de la cabeza de Matt y dejo salir un suspiro tranquilo. Sonríe de nuevo con ésa sonrisa demente, psicópata… la misma sonrisa que tanto odio, la sonrisa qué me ha hecho pedazos y está destrozándome.

-Muy bien…-dice su voz por el intercomunicador, suave como si no hubiese estado a punto de matar al ser qué más amaba en éste mundo.-Quiero qué destruyas a Mail Jeevas y qué lo alejes para siempre de ti. Me perteneces, Mello y si no lo haces…-me mira fijamente, mientras vuelve a cargar el arma.-Yo mismo me encargaré de sacar a ése problema del medio.

“No puedo…” dice automáticamente mi consciencia, mientras pestañeo e intento apartar las lágrimas pero es imposible: Salen precipitadas de mis ojos, rompiéndose junto con el último pedazo de mi ser. Mis labios tiemblan y de nuevo siento qué no puedo respirar: Jamás en mí vida podría hacerle daño a Matty, ¿Acaso no era suficiente ya? ¿Por qué Near no dejaba a Matt tranquilo de una maldita vez? “Pero si no lo hago…” pienso, mientras de nuevo alzo la vista empañada topándome con la mirada de Near que está a la espera de una respuesta y sé que su paciencia es corta. Trago grueso, sintiendo el ácido del dolor calcinarme por dentro.

-¿Qué tengo qué hacer?-le digo suavemente, apenas teniendo la voz necesaria para pronunciar las palabras que me condenarían para siempre.

-Haz escogido bien, siempre supe qué eras un chico inteligente…-dice, con su voz erizándome todos los vellos del cuerpo.-Bien, ahora escucha con atención y sigue todas mis indicaciones al pie de la letra, ¿Queda claro? Si fallas, quiere decir qué no me amas lo suficiente para esforzarte…

“Eso es porque no te amo” pienso, con todo mi cuerpo temblando ante el repudio de ésa idea. Miro a Near de nuevo, con odio… con toda la ira de la qué soy capaz pero sé que en su mente enferma dónde hay odio el solo ve amor.

-Entiendo. Haré todo lo qué me pidas, exactamente cómo me lo pidas.-le digo, sintiéndome terriblemente humillado ante su sumisión tan cruel.

-Detrás de ti está Lidner y aunque me parece asquerosa… es necesaria. Está bajo el efecto de una droga, por lo qué no tiene idea de cuál es su nombre. Vas a llamar la atención de ése pelirrojo asqueroso y cuando lo hagas, quiero qué beses a Lidner con pasión y… si logras convencerme, pueda qué deje tranquilo a ése pedazo de basura, ¿Entiendes lo qué te digo, Mello?-dice, y puedo escuchar su risa tétrica junto con su fragancia a bebé siendo arrastrada por el viento.

Miro sobre mi hombro y alcanzo a ver a Lidner dando vueltas en una habitación, totalmente ajena a la realidad. Contemplo su imagen horrorizado, ¿Habría algún límite para la locura de Near? ¿Para su capacidad de destrozar a las personas a mí alrededor?

-Sí, atraigo su atención y le beso en su cara para convence…-empiezo, pero su voz ésta vez dura me interrumpe.

-No, Mello: Convénceme a mí, no a él. Pruébame qué vas a hacer lo necesario para qué sigamos juntos…-dice con voz suave, pausada y firme.

Me inclino hacia delante sintiendo el asco golpearme con fuerza y con mi estómago queriendo regurgitar de nuevo la poca comida qué había consumido… pero nada salía; el enorme nudo en mi garganta no me lo permitía. Cierro los ojos con fuerza mientras las lágrimas se deslizan en silencio ante la imagen tan desgarradora, el escenario tan sucio y la traición tan dolorosa qué debo cometer y todo, irónicamente, con el fin de seguir preservando su vida. “Perdóname, Cachorro…” pienso, tragando grueso e irguiéndome a duras penas.

-Muy bien. Lo haré.-le digo firme, con mi corazón estremeciéndose dentro de mi pecho.

-De acuerdo, estaré observándote atentamente… te amo, Mello.-dice, y finalmente corta la comunicación.

Respiro con fuerza, tratando de concentrarme… pero el dolor me lo impide, lo siento en lo más profundo de mis entrañas y congelarme el pecho con fuerza. Mis manos tiemblan y a mis espaldas escucho a Lidner cantando, recordándome segundo tras segundo lo qué debo hacer a continuación. Miro a Matt, entre los brazos se Alex discutiendo… con su ceño fruncido, con sus preciosos ojos verdes llenos de decisión y fastidio a la vez y ésa pequeña nariz salpicada de pecas arrugarse. La misma expresión que tantas veces admiré, contemplé y de la que finalmente acabé enamorándome. “No puedo permitir qué nadie te haga daño… incluso aunque sea yo quién deba romper ésa promesa” pienso, con el sudor deslizándose por mi espalda y el pulso atronándome los oídos en forma de un pitido insoportable.

Después de tanta pelea con Alex, lo veo dar un último suspiro cargado de frustración y finalmente, alzar sus ojos que chocan contra los míos deteniendo el mundo a su alrededor. Observo sus brillantes y enormes ojos esmeraldas, perdiéndome en ellos y deseando no salir nunca más. Contemplo su brillo tan especial y único, sus rojizos cabellos danzando con el viento, sus pecas en su rostro delicado e inocente, ésas dulces mejillas rosáceas… todo en él está hecho de la más pura y delicada inocencia. “Una inocencia qué debo preservar, aún y aunque me cueste la vida” pienso, mientras mi corazón grita y se desangra por regresar a su lado cuando es claramente imposible. “Te quiero, Matt… por favor, no me odies” pido internamente, sabiendo de antemano qué eso es imposible de pedir después de lo qué voy a hacerle. Sus ojos siguen clavados en mí, atentos y cargados del mismo dolor qué le he ocasionado. No puedo soportarlo más, es mejor terminar con todo de una buena vez. Doy un suspiro, volviéndome a ver a Lidner que sigue perdida en su mundo de ensueños.

-¿Halle? Ven…-le digo, e inmediatamente obedece.

-¿Mami? ¿Eres tú? Mami… te extraño tanto.-dice, encaminándose hacia mí con sus ojos apagados por la droga. Mi corazón se contrae al verla así, al ver lo qué la maldad de Near puede ocasionar.

Me rodea entre sus brazos con fuerza y soy consciente del pequeño gemido abajo y los penetrantes ojos qué no dan crédito a su visión. “Perdóname… por favor, Matt, perdóname” pienso con mi corazón estallando en mil pedazos mientras tomo a Lidner de la cintura, pegándola lo más que puedo a mi cuerpo y finalmente le doy un beso. El vacío que siento al sentir sus labios contra los míos, sólo es comparable con el vacío qué siento al entregarle mi cuerpo a Near. Sólo frío, sólo huecos sin llenar… y aún así, trato de imaginarme qué es aquel sueño, que el fuego me consume pero claramente se ha extinguido. Las palabras del albino resuenan en mi cabeza junto con la imagen de su persona apuntándole a Matt con una pistola… dispuesto a arrebatarle la vida sin flaqueza alguna y beso a Lidner con más furia, con más deseo y de una forma más carnal mientras todo mi cuerpo se estremece con asco.

-¡Matt, NO!-escucho el chillido de Alex abajo y me separo aterrado, alzando las cejas y lo qué pasa a continuación…es demasiado para procesarlo correctamente.

Cuando giro mi cabeza, lo único que alcanzo a ver es a Lidner ser arrancada con fuerza de mí lado y rebotar en el suelo con fuerza mientras un cuerpo pequeño se monta sobre ella y empieza a arañarle la cara.

-¡Hija de puta! ¡No vuelvas a tocarlo, maldita hija de puta!-escucho su voz chillando, desgarrándome los oídos pero soy incapaz de reaccionar.

Escucho la conmoción estallar abajo, los gritos de auxilio y finalmente veo a un castaño precipitarse con rapidez a la escena, con su rostro totalmente pálido seguido de un moreno de ojos rojizos qué mira todo atentamente, como viendo un programa de televisión mientras una sonrisa se dibuja en su rostro. Miro a Matt tirarle los cabellos a Lidner, darle de cachetadas, gruñir y es cuando finalmente me doy cuenta de lo qué está pasando: Se ha activado. Ni siquiera me detengo a pensar en cómo carajos pasó eso, simplemente me lanzo tras él intentando apartarlo de una casi muerta y drogada Lidner que yace en el suelo con el rostro ensangrentado.

-¡Déjame! ¡Déjame! ¡Déjame, maldita sea!-grita Matt, retorciéndose entre mis brazos mientras suelta patadas al aire y resopla tal cuál toro furioso.-¡Yo sí la mato! ¡Maldita puta!

Estoy anonadado: Matt jamás, jamás… JAMÁS ha insultado a nadie de la forma en qué lo ha hecho con Lidner en los últimos dos minutos. Sigue revolviéndose y no me queda de otra más que alejarlo de ahí mientras el auxilio para Lidner llega en ése instante. Matt sigue pataleando mientras lo llevo a un cuarto vacío y cuando lo dejo en el suelo, me mira colérico y con su respiración aún agitada. Lo observo con pánico, viendo la ropa revuelta y sus dedos llenos de la sangre de Lidner y finalmente, suelto un suspiro de alivio al ver qué sus ojos siguen de ése precioso color verde qué tanto amo. “Entonces… ¿Qué demonios ha sido eso? Un… ¿Ataque de celos?” pienso, sin podérmelo creer.

-¡¿CÓMO PUDISTE BESARLA?! ¡TE ODIO! ¡MALDITO PUTO!-chilla, arrojándose hacia mí y tumbándome al suelo.

Siento sus manos enrollarse en el cuello de mi camisa y zarandearme con violencia, pero absolutamente nada comparable a la furia asesina cuando el suero en su sangre estaba activo. Esto incluso era patético, casi infantil. Trato de sacármelo de encima, pero… tenerlo encima de mí me enciende de pronto y no quiero, mi mente no reacciona al sentir el calor de su cuerpo contra el mío. Luego de varias sacudidas, finalmente deja caer ambas manos a los costados… derrotado y sus hombros se sacuden con violencia. Siento sus lágrimas caer sobre mi abdomen y me siento menos qué una mierda.

-¿Por qué…?-dice en un susurro, en medio de leves sollozos que se me clavan en el corazón.

Aprieto las manos en dos puños, lleno de frustración. “Cómo quisiera decírtelo… pero sólo estaría arriesgando tu vida” pienso, tragando grueso y recurriendo a toda mi fuerza de voluntad para no estrecharlo entre mis brazos y suplicarle perdón por todo el sufrimiento qué estoy causándole… por su propio bien.

-¡Respóndeme, maldita sea!-vuelve a tomarme del cuello de la camisa, agitándome mientras tiembla con violencia y soy absorbido por el dolor qué atraviesa sus ojos.-¡¿Por qué estás haciéndome esto?! ¡¿POR QUÉ?!-grita, hiriéndome cada vez más con su mirada llena del más profundo de los sufrimientos.

Me clavo las uñas en las palmas con fuerza, mirándole de la manera más dura qué soy capaz y aún y pese a la quemazón en mi garganta, soy capaz de pronunciar las siguientes palabras con la misma gélidez qué Near…

-Por qué yo te odio. Siempre lo hice.-le digo lentamente, viendo su alma fragmentarse a través de sus ojos en una expresión qué jamás podré sacar de mi cabeza.

Sus manos reducen lentamente la presión en torno a la tela de mi camisa, sus manos impactan contra el suelo en un ruido sordo mientras lentamente la vida escapa de sus ojos y se mezcla con el horror y el vacío. Mi corazón se estruja con fuerza y la quemazón que me consume en éstos instantes, el frío insoportable se riega a cada parte de mi cuerpo forzándome a permanecer impávido y seguir viendo la muerte apoderarse de sus ojos.

-¡Matt!-escucho la voz del castaño por encima de los latidos de mi corazón resonando en mis oídos, apagándose junto con los ojos de Matt…-Matt, Dios mío, ¿Estás bien?-el castaño corre a su lado, tomando sus manos entre las suyas y estremeciéndose, sin importarle mi presencia.-Madre mías, Matt estás frío como un muerto…

Y ahí está: Finalmente el frío le ha extinguido. La llama de la esperanza se ha apagado, junto con los latidos de mi corazón. Matt sigue viéndome de forma ausente, con la misma expresión vacía después de tan duras palabras.

-Sácamelo de encima… me repugna estar a su lado.-le digo, hundiendo más el puñal en mi carne y en la suya, haciéndonos más pedazos a ambos.

Alex me mira atónito, sin dar crédito a lo qué ve y escucha pero luego y sin decir palabra alguna, toma a un inerte Matt entre sus brazos llevándose el poco calor qué le queda junto con él y causándome la peor de las envidias. Aprieta los labios y apoya la barbilla sobre la cabeza del pelirrojo, como muchas otras veces hice yo… quebrándome más.

-Vete, Mello… ya le has hecho suficiente daño.-me dice, mirándome con odio por sus orbes azules y no puede estar más en lo cierto.

Me doy media vuelta, topándome con Birthday que está en el umbral de la puerta mirándome seriamente… con una expresión de ultratumba a la vez que en sus ojos hay una pequeña chispa de diversión. Paso por su lado, sintiendo su olor a mermelada y su fría aura rozarme… y sin embargo, sin sentirla realmente ya qué la mía es igual. Cuando estoy lo suficientemente lejos, me dejo caer sobre el suelo, apretando los puños y cerrando los ojos con fuerza; conteniendo a duras penas los gritos de agonía ante el dolor que tira de mi cuerpo de un lado hacia otro. “No me odies… te lo suplico, por favor…” pido internamente, sollozando en silencio y sintiendo mi cuerpo descoserse como un saco roto. Levanto la vista de pronto, al escuchar los aplausos y topándome con un albino que me mira con una sonrisa psicópata y una maldita expresión de suficiencia en su rostro que desprecio tanto.

-Felicidades, Mello. Mail seguirá vivo y me complace saber qué no es cerca de lo qué es mío…-dice, arrodillándose a mí altura… recordándome qué eso es lo que soy: Su sumiso, su consolador, su juguete al qué jamás dejará ir.

Se acerca, tomándome de la barbilla mientras me estremezco de asco ante su contacto.se inclina y estampa sus fríos y asquerosos labios contra los míos…

-Ahora eres mío… para siempre.-dice, riendo bajito con aquella risa infantil y siniestra, que se mete bajo mi piel haciéndome sentirme sucio y humillado.

Nunca en mí vida ésas palabras me habían parecido más ciertas.

Estaba atrapado con Near.

Para siempre.

POV’s Matt:

Lo veo alejarse… sin volverse a verme ni una sola vez, como si no fuese consciente de todo el dolor que acababa de ensartar dentro de mí pecho con simples palabras. Sus rubios cabellos son lo último que veo de él, flotando y brillando en el aire. Fuerte. Imponente. Y más letal de qué nunc antes le conocí. Beyond lo sigue con su mirada hasta que pierde, y es entonces qué me doy cuenta: Ése no es Mello… el verdadero sigue ahí, debajo de todo ése hielo. Y es mí deber encontrarlo, es mí deber rescatarle y traerlo de vuelta a mí lado. Mi corazón late y con cada latido, envía dolor a mí cuerpo… pero a la vez me da fuerzas, me recuerda que sigo vivo. Y que debo encontrar a Mello a toda costa. Miro a Alex, cuyos ojos están envueltos de lágrimas… la exacta copia de los ojos del rubio, de no ser porque les falta potencia y turbiedad. Los mismos pensamientos invaden nuevamente a mí mente, taladrándola con la fuerza de la duda y la culpa. “¿Qué estoy dispuesto a arriesgar? ¿Qué soy capaz de sacrificar para traer a Mello de vuelta?” pienso, mirando con fijeza ésos ojos azul cielo representando la persecución del pasado y la fuerza del anhelo. Me vuelvo a ver a Beyond, cuyo cabello flota en el viento mientras su mirada sangrienta está fija en un punto en el vacío. El cielo está gris, las campanas suenan y se escucha el canto de los pájaros en el cielo. Mi corazón palpita, mis ojos se cierran y finalmente veo la elección frente a mis ojos ante el recuerdo de un pequeño niño diciéndome qué tiene frío.

-Beyond…-le digo, y mi voz suena firme y poderosa.

Su mirada rojiza se clava en mí por breves segundos, hasta qué brilla y una sonrisa se extiende por su rostro. Alex me aprieta más contra su pecho, pero ya no lo necesito más. Me suelto de su agarre, caminando hacia Beyond mientras siento como la chispa de la guerra se enciende y prende fuego a todo mí ser… más fuerte, ardiente y brillante de lo qué fue jamás. Beyond extiende una pálida mano hacia mí y la tomo sin titubeos.

-Acepto.-le digo, mientras un relámpago suena e ilumina su rostro sombrío.-Voy a recuperar a Mello.

Su risa se mezcla con la tormenta.

Y el fuego se desata.

 

Notas finales:

*Sale L detrás de la cortina*

L: Bueno, ya qué al parecer estalló la Tercera Guerra Mundial *se escuchan balazos de fondo y se ve a Kmmy Lee y a Cheeky con bazucas* me toca a mí cerrar esto… *saca un portátil y se pone a leer*

Light: Déjala qué se muera en paz y mejor vamos a comer dulces en su funeral *sonríe perversamente*

Beyond: ¿Alguien dijo algo acerca de Muertes? *se asoma detrás de la cortina*

L: No sean tan malos, ella no es…

Light: ¡A ti no te ha puesto a ser un asqueroso Uke en su fic! *se cruza de brazos molesto*

L: Pero tú eres el Uke y no te quejas…

Light: *Sonrojándose y tapándole la boca* ¡Ye entendimos! ¡No tienes qué decirlo en público!

Beyond: Bueno, cómo sea. Agradecerles su poyo en éste fic para esta loca qué pasó a ser un cadáver hace mucho… Muchas gracias por leer y… *se escuchan sonidos de besuqueos* y dejen reviews mientras yo veo a éstos dos *beep* entre ellos.

*Se cierra el telón*

¿Fin?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).