Olvidarte
Aproximadamente unas dos semanas llevaba el famoso grupo Sharingan en Japón. Uno de sus cantantes caminaba de acá para haya en su habitación de hotel, lo interesante de eso era que su tonto y loco hermano mayor y los idiotas de sus compañeros estaban en distintas partes del hotel. Se sentía a gusto, desde que Sai comenzó a llevar a chicas para pasar una gran noche romántica con él, rompió todo lazo que los unían como primos y ahora se encontraba muy separado de su grupo. Anteriormente su primo no hacía mucho problema en las giras pero desde que lo llevaron al mundo del vicio y puro sexo siempre que venía cansado de un agotador día de trabajo en el estudio tenía que aguantar los insoportables gemidos y gritos que pegaba Sai. Bueno eso se repitió por meses hasta que exploto, así que ahora podía disfrutar de su tranquilidad en Kyoto.
El azabache dejo sus pensamientos de lado al escuchar su móvil sonar, le quito la tapa al teléfono y movió con su dedo en línea recta donde se encontraba el iconito llamada y contesto tranquilamente…. Frunció el seño al saber que era Itachi la persona que lo estaba llamando y mientras se tiraba al sillón de la sala prendió el televisor para poder concentrarse en otra cosa que no sea su hermano.
— ¡ey! Sasu-chan Naruko me hablo hace unos minutos por teléfono
— ¿se puede saber que hace esa loca hablando contigo?
—jaja hermanito, ya maduro
—Itachi… en seis cortos años una persona no madura y menos Naruko
—haha puede ser… como sea ya que no me quieres en tu habitación te diré que hoy el grupo tomara un descanso y quedamos en salir y tomar unas copas ¿vienes?
—no tengo ganas
—mierda ¡ahora ni sales con nosotros! No seas orgulloso, prometo que-
—te dije que no… adiós
—¡no! Espera sas-
Ese fue el fin de la conversación, Sasuke había cortado la llamada un poco aburrido, joder sí que le aburría hablar con su hermano.
Por su parte, prefería quedarse en el hotel, desde hace tiempo no tenía ganas ni de convivir mucho con el grupo, aunque fuera el segundo al mando y el cantante principal, prefería quedarse al margen como lo hizo hasta ahora. A sus cortos veinte tres años de edad extrañaba muchas cosas que le fueron arrebatadas en el pasado por un idiota sueño de ser un cantante reconocido. Ahora entendía porque muchas personas especializadas en el tema casi siempre se drogaban y salían a bailan, terminaban con sus novias y hasta tenían hijos fuera de su existencia. Estaban aburridos con esa vida, aunque sus fans y las cartas que le llegaban diciendo tener un don para la música lo ponían de buen humor además de ser cantante, hubiera preferido continuar sus estudios y uno de esos era ingresar a la universidad.
Desde muy chico sabía que iba hacer un gran cantante pero a medida que fue creciendo ese sueño se convirtió en realidad. Muchas cosas cambiaron a sus diecisietes años. Ese fue el día en que la escuela secundaria a la que iba hacia un corcuso de canto o de baile, habían distintas etapas que fue pasando con facilidad. Sin darse cuenta había sido el ganador de dicho concurso, la canción había sido genial y el show igual. En realidad la etapa final consistía en dos puntajes, baile y canto. No fue muy sencillo aprenderse los pasos que su hermano le enseñaba, el cabrón siempre le metía algún truco mucho más difícil que otro, pero al fin y al cabo gano el dicho concurso. Al otro día (sábado) un productor musical lo había ido a ver. Desde aquel día, desde que ese tipo pelado llego a su casa su mundo cambio drásticamente.
Los primeros tres meses fueron divertidos, pero cuando consiguió ser alguien en el género musical Japonés, grandes patrocinadores llegaron a él cómo avispas. Uno de ellos, Orochimaru, fue quien le consiguió su primera gira, recorrió por dos largos meses casi toda Europa, shows cada día, sin descanso, ya lo comenzaba agobiar, pero ¿eso era lo que él quería no?, esa pregunta cruzo por su cabeza muchas veces y cuando Orochimaru le propuso organizar un grupo a la primera persona que le pidió ayuda era a su hermano, Itachi tocaba la guitarra desde los doce años, era un gran bailarín, así el grupo de un solista se convirtió en un grupo de cinco personas. Itachi era el líder, Sasuke el siguiente, luego se encontraban los mellizos y Sai. Este último fue por Itachi que entro.
Un año, un año era exactamente que estuvo para convertirse en uno de los grandes ídolos del Japón, Europa y hasta América. Podría decirse que su música llego a oídos de grandes empresas multinacionales y la plata caía como lluvia, cada día tenia mas y mas, ni siquiera podía contarla. Guardarla en un banco era lo correspondiente, claro si los malditos bancarios le robaban su dinero ahí estaban sus abogados. Jah ahora ya le era muy divertido recordar aquellos tiempos, esos hermosos tiempos de juventud que no pudo vivir con la persona que más quería en el mundo.
Sasuke Uchiha, el multimillonario cantante japonés, él ídolo de todos, él rompe ovarios del siglo ya tenía el corazón de una persona mucho antes de que su fama aumentara. En la escuela lo era, no solo por lo atractivo, sino por su egocéntrico y orgulloso mal humor, él alumno preferido de los profesores, ese era él. Muchas chicas babeaban cuando le hablaba pero tan solo eran tiempos locos, donde la juventud iba de fiesta en fiesta fingiendo enamorarse de alguien imposible.
Ahora en las revistas salían muchos chismes suyos, pero uno, su secreto más profundo no estaba en revistas, sino que estaba dentro de él, dentro de su corazón y dentro del corazón de alguien mas. Ambos sabían desde mucho tiempo lo que eran y lo que sentían. Uchiha Sasuke tuvo millones de novias, solo para aparentar algo que no era, pero la verdad era que el reconocido modelo y conquistador cantante era un maldito marica… bueno si es que así se le podría llamar, Sasuke nunca se definió como bisexual, nunca miro a las chicas del mismo modo que miraba las curvas y los culos de los chicos, y si que los miraba, y más el de su mejor amigo. El dobe era tan despistado que nunca se dio cuenta que a los catorce años Sasuke le fotografiaba el trasero, nunca se dio cuenta los manoseos que le daba en el pecho y sobre su miembro cuando Sasuke se quedaba en su casa y dormían en la misma cama.
Pero todo un día tendría que salir a la luz, Naruto nunca aparento ser otra cosa, a él le encantaban las tetas, era amantes de las conchas y las tetudas mujeres que veía en fotografías y en videos porno, pero nunca, repito NUNCA se imagino que Sasuke pudiera hacerlo sonrojar con un simple guiño de ojo.
— ¡pendejo! —el grito lo saco de si, conocía la voz chillona esa, oh por dios, la conocía muy bien… cuando pensó que ya no volveria a oírla nunca más, ahí estaba de nuevo para molestarlo e irritarlo como siempre. ¿Acaso la chica tenia nuevas cuerdas vocales? —
— ¡¿no puedes dejarme tranquilo Naruko?!
— ¡abre la maldita puerta Uchiha-marica! —si, esos eran los comentarios que la maldita Naruko le daba cuando supo que era Gay. Como odiaba a esa tipa. —
— ¡tks! —bufo molesto mientras se acercaba a la puerta y la abría con todo. Sin percibir que la rubia ya había entrado como alma que lleva el diablo. Sasuke lo único que pudo hacer es cerrar la puerta nuevamente mientras miraba a Naruko de reojo. —
— ¡holi! Sasu-marica cuanto tiempo —la chica sonrió tranquilamente a la vez que se sentaba en el sofá de su amigo, ella sintió como una fuerte y peligrosa aura oscura quisiera matarla pero sin darle importancia le pego levemente al sofá, como si invitara al azabache a sentarse. Nunca pensó que el bastardo lo hiciera, es mas pensó que comenzaría con sus nuevos insultos hacia ella— jaja ¿Cómo pasan los años no?... yo te recortaba un poco mas sonriente, cuando estabas con mi hermano se te notaba más alegre ¿Qué te ocurrió sasu-bastardo?
—Tú sabes lo que paso, no me vengas con jueguitos
—hmn… —sin darse cuenta la chica se puso seria, acomodo su pantalón blanco y mientras sacaba su celular largo una pequeña risita con un poco de nostalgia— Naruto te extraña ¿sabías?
—…
—jeje cuando te escuche en la radio nunca imagine que fueras tu
—nadie lo sabia
—no te creas… Sakura ¿te acuerdas de ella? —el Uchiha asintió— bueno fue la primera en salir del barrio, luego la siguió Ino y claro, después siguió mua
—haha ya lo veía venir, ellas siempre fueron unas acosadoras
—sip… —y de nuevo volvió el silencio, después de seis años sin hablar con el azabache se sentía idiota, ella siempre lo molestaba y vivía gritándole, en realidad ella y su hermano eran los que más le hablaban a Sasuke, lo conocían al pie de la letra, pero el tiempo hace que una persona cambie y aunque muchos digan que Naruko sigue siendo la misma chica despreocupada y idiota que era antes se equivocaban, se notaba que se había vuelto más seria y responsable. Claro, desde la muerte de Minato seguramente fue haciéndose más fría. —
—Naruto, ¿él como esta?
— ¿cómo crees?...él está bien aunque no tanto como lo estaba cuando tu y él… bueno ya sabes
—éramos novios. ¿Tanto te costaba decirlo?
—no soy homosexual Sasuke
—eso no tiene nada que ver… sigues siendo una-
—yo fui la primera en aceptarlos así que ahora no me vengas con eso ¿sí? No tiene nada que ver, todavía veo a Naruto como mi hermanito, no aceptaba que de un día para otro el señorito viniera contigo tomados de la mano para presentarte como su novio.
—pff y si supieras lo que hicimos
—¡¿te atreviste a tocarlo?!
—solo un poco
—¡¡reza por tu vida maldito pendejo abusador de hermanos, muerto viviente salido de otra dimensión!!
Aquella pelea había durado unos simples diez minutos llenos de insulto y patadas llenas de odio por parte de Naruto. Sasuke solamente se reía, la chica no había cambiado en absoluto, se veía más seria, eso sí, pero su forma de ser seguía siendo la misma e idiota.
Luego de una hermosa visita Sasuke se echo a su cama, dejando caer todo su peso sobre ella se durmió al instante. Nunca supo cuando se despertó ni a qué hora pero cuando se levanto noto como su habitación estaba toda desordenada, había ropas en el suelo, unos pocos libros y casi todas sus partituras con las letras de sus canciones tiradas en el suelo. Se levantó perezosamente y comenzó a levantar todo lo que yacía en el suelo. Alrededor de media hora el olor a un desayuno casero entro por sus fosas nasales obligándolo a salir con la ropa que había dormido, abrió la puerta de su habitación y caminó lentamente hasta la cocina. En solo unos tres segundos el olor se hizo más fuerte y apetitoso, hacía mucho tiempo que no comía algo preparado con sus propias manos, el trabajo muchas veces no lo dejaba ni dormir por cuatro o cinco días seguidos.
— ¡oh! Buenos días dormilón
Okay eso ya no era normal, el sueño le estaba afectando, al frente suyo estaba ni más que Naruko con una mano en la hornalla de la cocina y otra sosteniendo una pequeña cuchara para dulce.
— ¡¿Qué coños haces en mi casa?!
—calma… yo solo vine porque alguien no quería verte
La mirada de Naruto sencillamente paso hasta el comedor, la cocina estaba separada por unas columnas, ella sonrió tiernamente al ver que su hermano bajaba la mirada al no ser notado por Sasuke. Naruko estuvo a punto de decirle que girara pero su hermano gano y largo un simple hola que fue escuchado por los cuatro oídos penetrantes en el lugar.
Oh, cuando tiempo que Sasuke deseaba escuchar esa voz, seis años… fueron los seis años más largos de su vida, pero al frente suyo se encontraba su gran amor, al que tuvo que abandonar por cumplir un tonto sueño de niño, uno que le trajo desgracias para su vida, pero era aquel que ahora lo ayudaba a volver a ver al amor de su vida. Cuando Sasuke lo inspecciono con la mirada se quedo quieto al darse cuenta que sobre pasaba a Naruto por unos simples tres centímetros de mas. En la secundaria le sacaba media cabeza y ahora tan solo era más algo por unos cortos centímetros. Las mejillas sonrojadas de Naruto aumentaron cuando fue apresado por los fuertes brazos de Sasuke.
Ese contacto era tan único que lo único que pudo hacer fue corresponderlo, seis años sin el abrazo de su novio lo atormentaron, seis años llorando en silencio por el imbécil de Sasuke que había preferido seguir su carrera como músico y abandonarlo con una simple palabra “terminamos” hacía mucho tiempo que eso había pasado. Y ahora que lo tenía junto a él nuevamente, no sabía qué hacer.
—nos vemos en casa hermano
Naruko salió de la casa rápidamente, sabía lo que ocurría allí, y le daría mucha risa ver llorar a Sasuke y es por eso que se iba, antes de estar riéndose como maniática prefería irse para no arruinarle las cosas a su hermano.
Cuando Naruto tranquilizo y deshizo el abrazo de Sasuke lo miro a los ojos, tenían algunas ojeras pero eso lo hacía ver un poco más atractivo. Su cabello lucia despeinado y eso lo llevo años atrás cuando habían comenzado su relación.
Se podía ver a dos jóvenes durmiendo en una misma cama, la noche anterior había sido una locura, habían profanado su amor de una manera tan excitante que hasta podrían protagonizar una película porno gay, seguramente serian famosos, de eso estaban seguros. El primero en levantarse había sido Naruto, el dolor en la parte trasera le dolía hasta el corazón, eran puntadas demasiado fuertes, no tanto como la primera vez que Sasuke y él lo hicieron, tal vez eso se debió a que lo había preparado de una manera tan sensual y única que no se había dado cuenta que en su primera vez el azabache había tardado siete minutos y prepararlo por completo, claro había utilizado cuatro de sus dedos y luego fue su lengua y claro un poco de lubricante porque a Naruto no le gustaba que le metieran químicos dentro, lo hacían sentir como un experimento. En cambio la de ahora solo había utilizado sus dedos y solamente dos de ellos, lo que más odiaba de Sasuke era que su maldito pene crecía cada vez más y siempre lo hacía más adentro que antes. Era un maniático pero igual lo amaba.
En cuanto Naruto se sentó en la cama un gritito se le escapo haciendo despertar al azabache que se levanto rápidamente para auxiliar a su novio por si se había golpeado con algo. Pero en cuando se levanto Naruto lo miraba muy atentamente, se sentía extraño por eso porque el dobe se largo a reír después de tres segundos observándolo.
—jajaja Sasuke tu cabello está loco
— ¿eh? —sí, de tan rápido que se levanto tan lento se miro a su espejo, su cabello estaba desordenado, su frente con sudor viejo y sus cabellos pegados a ella, se vió detenidamente en el espejo y su cuerpo era un asco. Sudor pegado a su cuerpo y por ultimo su pene, este era lo peor, tenia semen pegado sobre él. Estaba hecho mierda. Y sabía perfectamente que Naruto nunca olvidaría tremenda escena.
Aquel recuerdo quedo guardado en su mente, fue un día especial porque en esa tarde habían ido a la casa del blondo para presentarlo como novio, en ese tiempo el padre de Naruto vivía y agradecía de corazón que se haya ido dándoles sus bendiciones y su aprecio. Sasuke creyó que la que más difícil de convencer había sido Naruko porque ella siempre insulto al azabache y prohibió su noviazgo. Claro que con el tiempo eso cambio y gracias a ella ahora tenía a su dobe en brazos.
—Lo siento, no pude contenerme…
—No importa —de un movimiento rápido Naruto empujo con toda su fuerza a Sasuke hacia adelante, sin dudarlo su puño quedo plantado sobre toda la cara del azabache. Le había golpeado como se lo merecía, según Naruto. Pero en vede parar, siguió nuevamente, esta vez fue en las dos mejillas que su puño dejo marca—
— ¡¿y eso que mierda fue?!
—Te la debía idiota
¿Qué más daba partirle la cara al idiota malhumorado que lo abandono por años? Con gusto Naruto hubiera acabado con su bella cara ese día, lamentablemente aquella mañana había pasado mucho más rápido de lo normal. El rubio no sabía si era porque Sasuke estaba loco y obsesionado por violarlo desenfrenadamente contra la mesa de la cocina o porque la tierra estaba completando todas sus vueltas en diez días. Ninguna de esas supersticiones eran coherente, bueno la única que era más correspondiente a la situación… podría decirse que estaba en la cabeza del menor.
Naruto Y Sasuke tuvieron una larga y a la vez corta relación en la secundaria, al principio ninguno cedía para confesar sus sentimientos, pero entre violaciones y tentaciones por parte de los dos sus sentimientos fueron correspondidos. Pero la avaricia y lujuria de ser alguien en la vida y conseguir todo con un simple chasquido de dedos se apodero de Sasuke. La fama lo alejo de la única persona que amó en todo el mundo, él único que le devolvió la alegría y lo saco que la oscuridad en donde estaba metido, las discografías y representantes de Sasuke lo alejaron del rubio, sin aviso alguno, Naruto había experimentado aquella palabra tan famosa… “tristeza”. No le costó mucho superar la ida de Sasuke pero le era doloroso recordar aquellos momentos en donde se unían y se transformaban en uno o hasta cuando peleaban a muerte por quien sería el pasivo en su próximo encuentro.
Ahora podemos decir que los roles ya están identificados para cada uno, la vida los volvió a unir de nuevo, permitiéndoles expresar su amor por canciones y hasta pequeñas frases.
Sasuke al final de su temporada como cantante decidió entrar a la Universidad para volver estar al pendiente de todo lo que la vida le había robado, le costó pero logro entrar con excito. La relación con su dobe siempre era igual, el día que daba el ultimo concierto del año, anuncio su renuncia del grupo para convertirse en solista. Por lo menos así podría llevar al dobe a donde quiera que vaya y aparte, le serbia mucho para componer grandes y excitantes canciones (como él las solía llamar).
Después de todo su vida no termino tan mala como él creía. Tenía el amor de su dobe, un hermano loco queriéndose violar al primo de Naruto. ¿Qué más podría pedir?
<FIN>