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Afectuoso por Miss DFertaine

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Notas del fanfic:

¡Hola!

Sí, regresé después de un mes ya cuando el campeonato mundial ha acabado pero que más da, mientras pueda seguir escribiendo cosas gays de estos chicos y compartirlo con ustedes, no hay porque preocuparse de que la season actual de League esté por terminar y una nueva esté por entrar y con ella más LCS y más bromance de los chicos, ahora que tengo un montón de tiempo libre y tengo la inspiración a tope, me pondré a escribir más, ¡lo prometo!

Les traigo un adelanto de lo que viene, un Dyrus/Bjergsen es seguro y se preguntarán: "¡Yamii! ¿Cómo es posible eso si Dyrus ya está con Sneaky?" Bueno ya lo descubrirán AJAJAJAJA >:D

Bueno, alguien me pidió un xPeke/Faker, la verdad es que a xPeke me encanta verlo con Cyanide pero no hará daño hacerle alguna travesura al coreano bello que es Faker después de todo ambos aparecieron junto a Toyz en la presentación de la copa y en el All-stars 2014 hubo una imagen rondando de xPeke pidiendo un beso, la traeré cuando traiga el proyecto y bueno, eso es todo, no más spoilers(?), ¡ni nada! Sin más espero que disfruten mucho de este escrito así como yo disfrute de escribirlo.

Ninguno de los personajes aquí me pertenecen parcial o totalmente, no busco ningún fin lucrativo con esta obra. Muchas gracias a mi musa Cherry que como siempre está ahí para salvarme y muchas gracias también a la mejor beta del mundo, Karen que siempre tiene tiempo para mí y mis cosas gays :'D ¡Las amo chicas!

¡ENJOY IT!

Notas del capitulo:

* Flashear contra los muros: El flash es un hechizo de invocador que puede tener cualquier jugador a partir de el nivel 12 el cual te permite "brincar" de un punto a otro en una determinada área marcada por el cursor y se puede brincar muros pero se debe estar lo suficientemente cerca del muro para poder brincarlos, de otra forma, gastas el hechizo pero te estrellas en el muro y no pasas éste.

 

 

Corea del Sur les daba la bienvenida con la esplendorosa Seúl iluminada de pies a cabeza y con el frío viento golpeándoles la cara. El otoño se encontraba cercano y rápidamente comenzaba a sentirse hasta en la punta de los pies, con bufandas, guantes y gorros. Cloud 9 salió del gran aeropuerto al que habían arribado y fueron interceptados por los responsables del departamento en el que vivirían por el resto de su estancia en el país. Acompañados por algunos miembros del staff de Riot, abordaron una camioneta y fueron llevados hasta el lugar correspondiente.

 

Un alto edificio de grises tonalidades y grandes ventanales fue su destino, a unas cuantas cuadras de la estación del metro y rodeado de tiendas de autoservicio, pequeños negocios de comida entre otros, proporcionaban facilidad a los chicos estadounidenses de mantenerse bien alimentados —lo cual era la segunda prioridad en sus vidas después de jugar League—.

 

Su departamento se encontraba en el séptimo piso y colindaba con el departamento de un equipo de coreanos que se dedicaban a jugar Counter Strike, por lo tanto, no debían porque preocuparse de gritar durante la madrugada y recibir reprimendas de los vecinos.

 

Cho Jung-In era el encargado de Cloud 9 en Corea, sería su guía y su maestro de idioma, representaría al equipo en las reuniones con el staff de Riot Corea y serviría de traductor por si llegase a ser necesario. El hombre alto de delgada complexión les dio la bienvenida en ambos idiomas y explicó su función en el lugar, les explicó todo lo relacionado con el departamento, acerca de que la renta estaba cubierta y que los gastos de luz, internet, gas y agua serían pagados por Riot y no tendrían por qué preocuparse por ello. Les dio una rápida lección de coreano enseñando las frases básicas para poder comunicarse y después de escribirlo todo en una libreta, les explicó que el país estaba influenciado por el inglés por lo que no sería muy difícil encontrar quien hablara el idioma y pudiera atenderlos sin complicaciones y finalmente, les enseño la ruta que debían seguir para cuando Riot lo necesitara, pudieran ir hasta el edificio aunque regularmente serían recogidos por un auto pero por si llegase a haber complicaciones, tendrían un plan secundario.

 

Con una sonrisa y una pequeña inclinación, el hombre se retiró y dejó al equipo ponerse cómodo. Se sentaron en la pequeña sala y comenzaron a organizarse, primeramente, repartirían las habitaciones, cenarían, enseguida se dedicarían a desempacar y una vez terminado eso, dormirían hasta estar totalmente descansados y tan pronto todos estuvieran listos entrenarían individualmente en el servidor de la región, tal y como lo hacían en Estados Unidos.

 

Sneaky se levantó después de cenar y con pocas energías debido al largo viaje de trece horas y algo más, tomó sus maletas y comenzó a acomodar su ropa en su lado del armario de la habitación que compartiría con Meteos, quien tan pronto había tocado el mullido sillón había caído dormido, abatido por el vuelo. Tan pronto terminó, tomó su pijama, su toalla, el cepillo de dientes y la pasta de menta para encerrarse en el baño —que maravillosamente tenía una bañera— y después de preparar el agua, se desvistió y se metió entre las burbujas que se había dado el lujo de agregar a su baño relajante; sentado y con los ojos cerrados, comenzó a masajearse la parte baja de la espalda, no le dolía tanto como cuando despertó en la cama de aquel hotel pero la molestia persistía, aunque era algo de lo cual no podía y no quería quejarse. Sonrió al recordar su rostro al despedirse y dejó escapar una risa de la cual debía avergonzarse al escuchar en su mente las últimas palabras de aquella persona.

 

Las imágenes y las sensaciones de la noche anterior regresaron a su mente y de pronto el agua se sentía demasiado caliente y su respiración comenzaba a acelerarse, el fuerte sonrojo en su rostro delataba que había más que disfrutado de los eventos, lo suficiente como para tenerlos bien grabados y provocarle una erección en cuestión de segundos y es que había sido tan placentero que deseaba poder volver a sentirlo desde el primer beso que había recibido.

 

Se llevó las manos a su entrepierna bajo el agua y sin pudor alguno comenzó a acariciarse el erecto pene, cerrando los ojos y soltando pequeños pero prolongados gemidos, concentrándose lo máximo posible para traer hacia sí todos los sonidos y sensaciones y de pronto, en su oído pudo sentir su respiración, gimiendo su nombre y por instinto movió las caderas ansiando ser poseído, pero no podía hacer más que reemplazarlo por sus dedos y complacerse a sí mismo. Se mordió el labio acallando sus gemidos que comenzaban a salirse de control y en poco tiempo, eyaculó doblando las piernas y mirando hacia el techo deseando poder estar entre sus brazos pronto.

 

Cuando el blanco se desvaneció de su mirada y regresó a sí mismo, el agua comenzaba a tornarse fría y eso le urgió a salir de la bañera y darse una rápida ducha, se vistió y se lavó los dientes, salió del cuarto de baño y sin mirar a sus compañeros se metió en la habitación y cerró la puerta. No tenía idea de si había sido demasiado ruidoso y no tenía la intención de averiguarlo así que simplemente, después de verificar que Meteos estaba bajo las sábanas y más dormido que Azir bajo las arenas de Shurima, apagó la luz y se acostó con una sonrisa en el rostro.

 

Sólo tres días debía esperar.

 

 

. . .

 

 

Desafortunadamente para Sneaky, el segundo día  de su estancia en Corea se la pasó en la cama con fiebre y con una caja de pañuelos al lado, el brusco cambio de temperatura le había afectado y había terminado con un resfriado lo suficientemente fuerte como para tumbarlo en la cama y no permitirle siquiera prender el ordenador, lloró internamente y espero que para cuando Dyrus llegara en dos días, estuviera mejor y pudiera recibirlo en el aeropuerto.

 

Mientras se debatía entre tomar muchas pastillas y jarabes o aceptar la propuesta del médico de recibir tres inyecciones y tener una recuperación más pronta, su celular comenzó a sonar indicándole que un mensaje de texto le había llegado, tomó el aparato electrónico y con algunos toques el mensaje se abrió y pudo ver el nombre del remitente: “Marcus.” Una sonrisa se apoderó de él y la calidez en su pecho volvió a aparecer, los pequeños pero significativos mensajes que recibía de Dyrus le alegraban tanto el día que incluso la depresión causada por el no poder jugar League of Legends se desvanecía.

 

Si tenía que admitir algo, era que no esperaba que Marcus fuera tan afectuoso, el top-laner más temido de Norteamérica era serio y de carácter frío pero cuando se trataba de personas que eran cercanas a él, era más amigable y abierto, era como ver a dos personas diferentes; en un momento era frío y reservado con los  demás y en el siguiente te regalaba una sonrisa y decía alguna broma y al parecer, él era de las pocas personas que podían ver una tercera fase del moreno. De alguna forma, saber que podía ver el lado más romántico de su novio —aunque había dicho que era su puta y no su novio— le hacía sentirse muy especial y como no hacerlo si aunque le dijera al mundo entero su comportamiento e insistiera que es verdad, nadie lo creería y sabría que era privilegiado de verlo y sentirlo, sólo para él.

 

Sonrió ante las palabras de preocupación desplegadas en la pantalla después de decirle que tristemente había enfermado, no podía jugar en el servidor coreano por órdenes del médico y que necesitaba un abrazo inmediatamente, porque él también era demasiado meloso cuando se trataba del amor aunque quisiera negarlo una y mil veces y al final siempre terminara aceptando su “debilidad”. Un día y quince horas después, Dyrus llegaría al mismo aeropuerto y le prohibió ir a recogerlo si su salud no mejoraba y que si le desobedecía, terminaría castigándolo. Si era el tipo de castigo que recibió en el hotel aquella noche, bueno, él no se negaría a recibirlo e incluso llegaría una hora antes pero si a castigo se refería a una restricción, entonces, ahí ya no se apuntaba al juego, su necesidad por sexo era más clara que el agua en la que se masturbó la noche anterior.

 

Cerró los ojos y trató de quitar esos pensamientos de su cabeza, no quería lavar las sábanas en la mitad de la madrugada y ser la persona más obvia del universo. Lentamente respondió el mensaje deseando poder recuperarse lo más rápido posible y llamó al doctor para decirle que había tomado una decisión aunque sus glúteos se lo reclamaran después, pero de que recibiría a Dyrus, lo recibiría.

 

 

. . .

 

 

Tirado en su cama lloraba silenciosamente mientras aquella aura de depresión invadía poco a poco el departamento que incluso sofocaba a sus compañeros y les hacía flashear contra los muros en el juego*. Las inyecciones no fueron lo suficientemente poderosas para mejorar un poco su enfermedad en 39 horas y perdió la oportunidad de recibir a Dyrus cuando llegó al país, le llamó diciéndole que lamentaba no haber estado ahí pero el mayor insistió en que había sido lo mejor porque aunque quisiera verlo, besarlo y abrazarlo, no deseaba que la enfermedad empeorara pues había arribado de noche y el frío azotaba más fuerte sobre la ciudad. Suspiró abatido y se dejó llevar por el cansancio y la voz que le susurraba por el teléfono.

 

Cuando abrió los ojos, Meteos estaba sentado en la orilla de su cama con una sartén y una pala de cocina en las manos.

 

— Púdrete Meteos, déjame dormir, ¿qué no ves que estoy muriendo? —Con voz ronca y apenas audible, se removió bajo las sábanas y se tapó la cabeza, si iba a pasar sus últimas horas de vida enfermo, mejor desperdiciarlas en sueños con el amor de su vida.

 

— Ah, estás despierto… Fallé. —El rubio alto se levantó y miró con decepción los utensilios de cocina en sus manos—. No mueras, mejor prepárate para salir, hay reunión en Riot, la camioneta estará aquí en una hora. —Y con la decepción en el rostro salió de la habitación  dejando a un débil Sneaky en su cama debatiéndose entre salir de la cama, darse un baño e ir a Riot donde seguramente vería a Dyrus o tenía la opción de quedarse ahí, fingir que estaba muerto y esperar a que sus compañeros se fueran para poder salir y comer todo lo que encontrara en el refrigerador, después escapar a la casa de Solomid, asaltar su nevera también y esperar al top-laner. Cualquiera de las dos terminaba con él en brazos de Dyrus, pero viendo su condición y analizándolo bien, no quería caminar y viajar en metro así que mejor se prepararía para ir a Riot en la camioneta que mandarían, pero antes, quince minutos más.

 

Quince minutos era lo que tenía para darse un baño y prepararse. Cuando pensó en el tiempo, no se refería a dormir hasta quince minutos antes de la hora, tuvo que bañarse en menos de diez minutos y vestirse en un abrir y cerrar de ojos, debían anotarlo en los libros de los records o algo, había hecho una rutina completa en menos de quince minutos y ahora sólo le daba los últimos toques a su cabello, seco gracias a una maravilla llamada secadora. Justo cuando se puso su bufanda para salir, el teléfono sonó y Jack, el manager, les dijo que el transporte había llegado. Apagando las luces y cerrando la puerta del departamento, el equipo subió al elevador para ir a su destino.

 

 

. . .

 

 

Después de un viaje de veinte minutos, llegaron al edificio de Riot Corea, siendo recibidos por algunos miembros ya conocidos del staff que trabajaban en Estados Unidos y que habían viajado para poder organizar el evento más importante del año. Los hicieron pasar a una gran sala de conferencias donde se encontraron con Solomid, LMQ, Fnatic, Alliance y SK Gaming, los equipos de la liga de Norteamérica y la liga de Europa que calificaron para el campeonato mundial. Se acercaron hasta sus lugares y tomaron asiento entre TSM y LMQ, Sneaky jaló el brazo de Lemon para evitar que se sentara en la silla que estaba al lado de Dyrus, y aunque rompía la típica formación de top-jungla-mid-tirador-soporte, podía poner de excusa su enfermedad. Se sentó y sin más, recargó su cabeza en el hombro de Dyrus quien sólo lo miró y aprovechando la cercanía y que las luces habían bajado para que la presentación y conferencia diera inicio, besó su frente cariñosamente, tratando de demostrar por ese gesto que estaba muy preocupado por su salud.

 

No había hecho nada más que caminar al elevador y del elevador hasta la sala donde estaba actualmente y sentía que había escalado el Everest en una noche y por más que había intentado mantenerse despierto, no lo logró, perdiéndose toda la fase de grupos que estaba planeada para la eliminación y selección de los 8 equipos para los cuartos de final. Cuando despertó fue gracias a otro beso de Dyrus y a que Lemon lo zarandeó un poco. Se enderezó y se talló los ojos y sorbió la nariz, al parecer dormir una hora no había hecho más que dejarlo aún más cansado.

 

— Sneaky, Hai y yo iremos a cenar a un pequeño restaurante cercano que nos recomendaron, ¿quieres venir? —La idea sonaba tentadora pero realmente no tenía ni las fuerzas ni las ganas para ir a ningún lado, él solo quería llegar a su cama.

 

— No, realmente me siento mal y quiero dormir.

 

— Está bien, como todos iremos a diferentes partes, no nos prestarán la camioneta de regreso a casa. —Sneaky se levantó de su silla y vio el camino a la puerta alargarse diez metros. Los demás jugadores se encontraban despidiéndose y algunos otros planeaban ir a cenar juntos entre ellos, Solomid—. Toma el metro y cuando llegues a casa, aunque el médico no te lo haya recomendado, toma una de las pastillas que están en mi maleta gris, te ayudará a dormir bien.

 

Con un asentamiento y dejando de prestarle atención a todas las voces que  lo rodeaban, se dirigió al elevador y a la salida del edificio, sabía cómo llegar hasta el metro, en que estación bajar y que dirección tomar para regresar a casa, sólo esperaba no quedarse dormido y perderse. Cuando llegó a las puertas de cristal, una voz en particular lo llamó por su nombre, se dio la vuelta y la alta figura del hombre al que amaba se acercaba hasta él.

 

— ¿Irás solo a comer, Zachary? —El moreno le tomó las manos y acarició el dorso de estas con sus pulgares.

 

— No, quiero ir a casa a dormir, estoy muy cansado y quiero llorar. —Se soltó del agarre y rodeó el torso ajeno con sus brazos y buscó la calidez que podía darle el top-laner.

 

— Vamos juntos a cenar un buen caldo de pollo para que te mejores pronto y no llores, ¿sí? —Acarició sus rubios cabellos y con su otro brazo rodeo el tembloroso cuerpo de su amante. Un ligero asentimiento y el restregar de su cabeza en su pecho fue todo lo que recibió, sonrió ante la actitud del tirador y comenzó a caminar obligando al otro a hacerlo hacia atrás mientras lo guiaba fuera.

 

A una cuadra y media del edificio, había un pequeño restaurante de largos ventanales y gran variedad de plantas en los pequeños balcones, entraron y fueron guiados hasta una de las mesas más cercanas a la pequeña chimenea con la que contaba el restaurante. El lugar era pequeño pero muy cálido y tranquilo, el verde olivo en los manteles resaltaba en el ambiente dorado que la decoración del lugar tenía y el rojo del fuego que se reflejaba lo hacía lucir aún más.

 

Dyrus pidió la orden en inglés antes de preguntar si podían comprenderlo a lo que la mesera sonrió, asintió y tomó la orden de los chicos y se retiró con una leve inclinación para minutos después llegar con una charola y entregar el pedido. Durante la cena, intentó hacer que la conversación no fuera nula pero tampoco tan prolongada pues no le haría mucho bien al tirador que sólo reía bajito y le respondía con monosílabos y una que otra corta frase. Por lo menos se le veía más animado.

 

Le había contado que no podía jugar League y que se la pasaba gran parte del día en su cama durmiendo o leyendo algo en su celular y tomando en cuenta que jugar era una de las cosas más esenciales en su vida, se le notaba lo deprimido que estaba hasta en la voz así que lo mejor era verse y poder cuidar de él y aunque sus compañeros lo hicieran, no era lo mismo recibir el cuidado de un amigo al cuidado de un amante, así como este no era igual al cuidado que podría dar una madre.

 

Lo miró levantarse e ir al baño mientras él se encargaba de pagar la cuenta y recibir de la mesera unas mentitas, miró a la mujer y esta le sonrió para decirle en un vasto inglés que cuidara del chico que le acompañaba. Asintió para asegurarle que así sería y cuando Zachary se les unió, le entregó su chamarra, sus guantes y bufanda y salieron del lugar dando las gracias por la comida.

 

De camino a la estación, la distancia entre sus cuerpos era lo más corta que podían permitirse sin tener que abrasarse, sin decirse palabra alguna y con el bucillo de las calles rodeándolos, caminaron a paso lento para disfrutar de la compañía del otro pues sabían que dentro de poco se separarían y no sabrían hasta cuándo podrían verse de nuevo. Llegando a la estación, compraron los boletos y abordaron el metro que los llevaría hasta la zona donde se encontraban sus actuales casas, bajaban en la misma estación y caminaban por el mismo camino pero la casa de Cloud 9 estaba una cuadra más lejos que la de Solomid pero Dyrus estaba dispuesto a caminar esa cuadra dos veces con tal de asegurarse de que Sneaky llegara a casa y durmiera el resto de la noche.

 

En el casi vacío vagón, se sentaron en los asientos casi en el final de éste e inmediatamente cuando Dyrus se había acomodado, Sneaky se recostó sobre su lado y le tomó la mano con las suyas para obligarlo a abrazarlo por los hombros. Por cada minuto que pasaba, el frío se volvía más y más intenso, le habían contado de lo horribles que eran los otoños e inviernos en esta parte del mundo pero no esperaba que realmente fueran tan intensos. Como en EU vivían cerca de la playa, el frío no era una de sus grandes preocupaciones, pero el cambio climático podría afectar a cualquiera de los jugadores tal y como lo hizo con Sneaky por lo tanto todos tendrían que tomar sus precauciones para no terminar en la cama.

 

Al escuchar el nombre de la próxima parada, dejó de mirar fijamente por la ventana y dirigió sus ojos a la persona que estuvo abrazando durante todo el camino esperando compartir un poco de su calor corporal. Para su no gran sorpresa, el menor estaba totalmente dormido y por más que le susurró y lo movió para despertarlo, el otro sólo se restregaba en él y seguía durmiendo. Miró a su alrededor tratando de idear algo, si no se bajaban en la próxima estación, no sabría a donde irían a parar, su única opción era tomar al menor en sus brazos y caminar hasta el departamento, ya lo había hecho una vez, una segunda no le haría nada, sin embargo se le ocurrió una mejor idea y se levantó de su asiento para después arrodillarse frente a Sneaky y con ayuda de una chica que iba en el mismo vagón lo montó en su espalda y después de dar las gracias, bajó en su estación y comenzó a caminar en dirección a el departamento de Solomid. Había decidido que lo mejor era no exponer a Zachary por mucho más tiempo al frío ambiente y llevarlo a su casa sería lo más práctico, rápido y fácil para todos.

 

En su camino, pensó en que podría hacer por su novio para que este mejorara pronto y pudieran jugar, salir y disfrutar de esta gran oportunidad que LoL les había dado, juntos. Deseaba poder tomar su dolor, su tristeza, su aburrimiento, todo para verlo feliz de nuevo hablándole de lo mucho que le emocionaba poder jugar en el servidor asiático y tener la oportunidad de enfrentarse a los más grandes jugadores de la liga y quien sabe, probablemente ganarles en las partidas, quería ver ese brillo en su mirada no opacado por las ojeras bajo sus ojos y la depresión de no poder jugar. Deseaba abrazarlo, besarlo y hacerle el amor hasta que ambos pudieran satisfacer la necesidad de sentirse conectados de todas las maneras posibles, deseaba protegerlo y nunca dejar que algo le pasase. Él estaba dispuesto a hacer todo lo que Zachary le pidiera a cambio de su amor. Sólo eso.

 

Entró al edificio e hizo una pequeña inclinación con la cabeza al guardia de la noche quien le sonrió y abrió el elevador, presionando el botón de su piso, le dio las gracias y las puertas se cerraron. Miró sus reflejos y pudo ver la calma que invadía el rostro de Sneaky; él no había podido estar con el menor en los primeros días de su enfermedad pero Lemon le había comentado que durante las noches, Sneaky se quejaba y no podía dormir debido a la congestión nasal y la constante molestia en su garganta teniendo como resultado un poco descanso y menos probabilidades de mejorar pronto, pero al parecer, el caldo había ayudado y ahora se veía tan relajado que esperaba no perturbar su sueño al recostarlo en su cama.

 

Con cuidado abrió la puerta del departamento para encontrarlo vacío, sus compañeros iban a ir a cenar y no regresarían hasta más tarde. Aventó las llaves a la mesa y caminó hasta la habitación que compartía con WildTurtle y con cuidado se sentó y recostó a Sneaky en su cama, le quitó los zapatos y los pantalones, no sin antes prender la calefacción —a la cual no le veía un uso pero al final sí que la iba a ocupar y mucho— le quitó los lentes, la bufanda, los guantes, el gorro, la chamarra y la sudadera que traía puestos e inmediatamente lo cubrió con las colchas, después fue al closet y sacó de ahí un edredón extra y lo puso sobre las demás mantas que cubrían al rubio.

 

Salió de la habitación apagando la luz y fue al baño, se lavó los dientes y de regreso, se quitó los pantalones, la chamarra, la sudadera y se metió a la cama para enseguida abrazar el cuerpo de su amante pegándolo lo más que podía a su cuerpo, enredando sus piernas y atrayendo su cabeza a su pecho. Comenzó a acariciar su cabello y al oído le susurró lo mucho que esperaba poder verlo reír con tanta energía de nuevo, ver el brillo en sus ojos cuando hablaban de algo que le apasionaba tanto, tomarse de las manos por horas, poder sentir sus labios de nuevo y su lengua danzando con la suya, recorrer cada centímetro de su cuerpo con sus dedos y sentir la calidez de su interior, poder cuidarlo como deseaba hacerlo desde el primer beso después de su primera vez en el hotel.

 

Con el deseo de verlo mejorar y con el sonido de su propia voz susurrándole lo mucho que lo amaba, el mayor se quedó dormido al calor de sentir que con Sneaky se encontraba su hogar.

 

 

. . .

 

 

Cuando WildTurtle abrió la puerta de su habitación se preguntó seriamente si Dyrus había aumentado de alguna forma su masa corporal pues el bulto en su cama no era ni por lo más mínimo común.

 

— ¿Dyrus ya está durmiendo? —Bjergsen se acercó y sobre el hombro de Jason vio lo mismo que el tirador, confundidos se miraron a los ojos, prendieron la luz y después de meditarlo bien, se acercaron hasta la cama del top-laner y se asomaron en la cabecera de ésta.

 

Jason sonrió de lado al ver a Sneaky tan cómodo en el pecho de Dyrus y se dijo así mismo que ya era hora, su mutua atracción era tan obvia que incluso pensaba que Faker-senpai lo había notado.

 

— Creo que esta noche dormiré en tu cama, Bjergsen-san. —Miró hacia donde estaba el danés pero el lugar estaba vacío. Se preguntó a donde había ido y como es que no lo había escuchado salir de la habitación. Se encogió de hombros y apagó la luz y cerró la puerta de la habitación donde la feliz pareja dormía y enseguida se encerró en el baño para cambiarse e ir al cuarto donde Bjergsen y Amazing dormían y donde tenían una cama extra —no sabía porque Locodoco había escogido un lugar con tantas camas, pero luego lo averiguaría—. Bjerg, dormiré aquí por hoy así que ámame. — El danés que ya estaba recostado no dijo nada y Jason levantó una de sus cejas ante la indiferencia del otro pero decidió no darle importancia y poniendo la alarma en su celular, se acostó y cerró los ojos extrañado por el repentino ambiente que inundaba la habitación, tan incómodo y… deprimente.

 

 

. . .

 

 

El insistente sol deseaba verlo de pie pero no quería dejar por nada del mundo la calidez que le rodeaba, era todo tan cómodo que podría dormir el resto de su vida ahí, abrió los ojos para mirar un poco a su alrededor, no sabía cómo había llegado ahí ni lo que había pasado con Dyrus la noche anterior, sólo recordaba haberse recostado en su pecho en su viaje por el metro y el quedo sonido de aquellas palabras que le susurraron al oído, ¿había sido un sueño? Esa voz fue tan amable con él…

 

Miró hacia arriba para encontrarse una vez más con el rostro varonil que se encontró la mañana de uno de los días más felices de su vida y como ese día, acarició la mejilla del hombre al que quería e ignorando el hecho de que no estaba en su cama y que su celular parpadeaba en la mesilla de noche, volvió a acomodarse en el pecho del otro y cerró los ojos contento.

 

Cuando abrió los ojos de nuevo fue al sonido de la misma voz susurrándole al oído un dulce: “Te amo” y su corazón saltó con tanta emoción que creía que Marcus lo había sentido también. Miró al moreno y un beso fue lo que le dio la bienvenida al mundo de los despiertos. Extrañaba tanto esa sensación de sus labios juntos que se aferró al ancho pecho y deseó que nunca se separaran, pero la falta de aire los obligó a hacerlo y lo único que hicieron fue sonreírse y juntar sus frentes.

 

— Yo también te amo. —Fue lo que le susurró después de un corto beso—. Gracias por todo.

 

El otro sólo sonrió y volvió a besarlo profundamente, se abrazaron e iban a regresar a dormir cuando Lustboy tímidamente tocó y entró a la habitación.

 

— Chicos, el desayuno está listo. —Y cerró la puerta para darles la privacidad que merecían.

 

Salieron del cuarto, vestidos y hambrientos y Sneaky saludó al resto de los chicos de Solomid, a excepción de Bjergsen que no estaba y según Amazing, había dicho que iría a correr a los alrededores.

 

— Vaya, Sneaky, te escuchas mucho mejor que ayer. ¿Qué te hizo este hombre que hasta la voz te regresó? —Locodoco comenzó a molestarlos y el mencionado sólo se sonrojó.

 

— Loco. —Le llamó la atención Regi que a pesar de que se había reído, sabía que estaban a punto de desayunar y no era agradable del todo hacer ese tipo de insinuaciones.

 

— Está bien, lo siento mucho. Pero realmente te ves mejor, Jack me dijo que no habías podido dormir en los últimos días pero al parecer ayer no fue el caso y esa es una buena señal.

 

— Gracias, me siento mucho mejor. —Le sonrió al coreano y agradeció a Lust por el plato de comida que le había entregado.

 

— Me alegra mucho, todo tu equipo parece deprimido por tu enfermedad y que decir de Dyrus, ha estado preocupado por ti todo este tiempo. —Se incorporó y se acercó hasta el rubio para susurrarle—. Aunque no quiera admitirlo.

 

— Lo sé. —Ambos rieron y miraron al mencionado quien sólo veía la televisión y comía sin prestarles atención. Sin más comenzaron a comer y una vez terminaron, se despidió de los chicos y salió de la casa con Dyrus quien lo llevó hasta su propio departamento.

 

En la entrada de éste, se miraron por unos segundos e inmediatamente se abrazaron para después darse un prolongado beso y finalmente juntar sus frentes.

 

— Voy a extrañarte. —Le dijo al más alto quien volvió a besarlo.

 

— Vendré a visitarte cuando pueda. —Las prácticas estaban por comenzar y el tiempo de ambos iba a consumirse pero harían lo que estuviera en sus manos para que pudieran estar juntos unos momentos, sólo eso necesitaban. Se despidieron y antes de que Dyrus se diera la vuelta para irse, Sneaky le jaló el brazo y le hizo inclinarse.

 

— Gracias por dejarme ver tu lado más afectuoso, te amo.

 

Y le depositó un beso en la mejilla y sin más lo soltó para entrar a su departamento y con un ademán, se despidió de él. Marcus sólo sonrió de lado y siguió su camino, probablemente sea al único al que le había mostrado este lado de su ser y estaba feliz de hacerlo así.

 

 

Fin ‘

Notas finales:

Espero que les haya gustado mucho, es algo gay, lo sé pero no puedo evitarlo, son demasiado bellos -llora- Lo más seguro es que regrese en una semana con un nuevo fic y trabajaré simultáneamente varios proyectos de la serie para que pueda tenerlos más rápido y puedan disfrutarlos por lo menos antes de los campeonatos de invierno/primavera. Siguen habiendo grandes cambios en los equipos de NA de EU e incluso los de Corea por lo que tenemos más personajes con los cuales jugar ¡YAY!

Sin más, espero que pronto esté llegando al punto donde Sneaky es Sneaky y Dyrus es Dyrus en cuestión de personalidades, me falta, sí, pero seguiré trabajando en ello, deséenme suerte por favor :'D

Muchas gracias por leer, saben que la bandeja de reviews está abierta para cualquier tipo de comentario, crítica, sugerencia y explosivos, cuídense mucho y tengan un bonito día :>

¡Hasta el próximo fic!


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