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Wish you were here por dinohyun

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Notas del fanfic:

Dinorris

Notas del capitulo:

Dinorris

Puedo ser dura, puedo ser fuerte
Pero contigo no es así en lo absoluto
Hay un chico que le importa una mierda
Detrás de esta pared, por la que tu solo atraviesas

—No quiero volver a saber de ti, no volveremos hablar— Dijo el joven, estaba muy molesto. Pretendía alejarse de la persona que quería.

Luego de decir esas palabras, esperaba que el otro dijera algo, pero no fue así. A pesar de ser duro, de poner la barrera de la distancia, deseaba que el otro rompiera esos muros y no lo dejará ir.

“Esto terminó”

Pensó para si mismo, el orgullo se apoderó del y así terminaba una linda historia de amor.

Y recuerdo todas esas cosas locas que dijiste
Las dejaste corriendo por mi cabeza
Siempre esta ahí, estas en todas partes
Pero ahora mismo, desearía que estuvieras aquí
Todas esas cosas locas que hicimos
No pensé en ello solo se fueron
Siempre estas ahí, estas en todas partes
Pero ahora mismo, desearía que estuvieras aquí

Había pasado un día, miraba su celular esperando si el otro cedía y lo buscaba primero. Solo podía estar en su cama, pensando, extrañando los momentos que habían pasado juntos. Aquellas locuras que solo los dos hacían.

FLASHBACK

—Dino— Dijo el menor mientras veían una película y comían helado.

— ¿Morris? — Su tono fue interrogativo.

—Dino— Insistió buscando su atención.

— ¿Qué pasa?— Preguntó sin dejar de mirar la televisión.

—Dino, ¡mírame!— Esta vez le jalaba el brazo.

El joven lo miró y cuando giró su rostro el menor le untó la mejilla de helado, comenzó a reir, ya había conseguido su atención.

—Dinito…— Lo miraba como si hubiese hecho una travesura, mientras con su dedo índice le untaba helado en la nariz.

—Es mi turno— Dijo el mayor sacando una gran cantidad de helado y echándosela en todo el rostro.

El menor comenzó a reír mientras el  otro se lanzaba sobre el y le hacia cosquillas. Dino lo tumbo en el sofá y lo tomo de ambas muñecas sin dejar que se moviera. Se fue acercando poco a poco y con sus labios quitó todo el helado de su rostro, hasta que quedo muy cerca de sus labios.

—Dino…— Dijo nervioso el que estaba abajo, sus mejillas se comenzaban a sonrojar.

—Morricito, te besare— Posicionó sus labios en los ajenos y fue dando un cálido beso, suave y tierno a la vez.

FIN FLASHBACK

Sonrió, tras ese recuerdo quiso enviarle un mensaje y decirle que lo necesitaba, pero, lo vio conectado y se arrepintió. Se tapo completamente y se durmió.

 

Maldición, maldición, maldición lo que haría para tenerte aquí, aquí, aquí
Desearía que estuvieras aquí

 

Era el tercer día, estaba ansioso, necesitaba verlo. Se levantó de su cama y se puso su mejor ropa, como cualquiera hubiera dicho, buscaba verse guapo. Salió desde su casa con dirección a la cafetería que solían ir juntos, posiblemente y lo más probable era que lo vería ahí.

Llego hasta el lugar, con unas grandes gafas de sol, pese a que el día estaba nublado. Se sentó y pidió un café, tomó un gran libro y cubrió su rostro.

Al pasar unos minutos la campa de la puerta sonó, su Morris estaba entrando junto a unos amigos; “Maldición”, pensó para si mismo, el estaba solo. De seguro el menor podría pensar que no tenía compañía.

Se tapó aún más con su libro y comenzó a seguirlo con la mirada, cada movimiento que daba. Pendiente si abrazaba a alguien, pero el menor solo sonreía, su risa típica y fuerte.

— ¡Ja!, pareces feliz, creo que ya no me necesitas. De seguro esos amiguitos y tu se burlan de mi— Musitó mirando como un espía.

— ¿Señor? — Dijo la mesera llegando con su café.

— ¡Señor!, ¿Cuál señor? — Dijo en un tono muy alto.

Su voz hizo que los demás miraran, y su rostro se volvió totalmente rojo. Llevo su mano para tapar su boca, dejó el dinero del café y salió casi corriendo del lugar. Sentía que Morris lo estaba mirando.

Me encanta tu forma de ser
Es quien soy, no tienes que esforzarte
Nosotros siempre decimos, di las cosas como son

Y la verdad es que realmente te extraño

Ya había pasado una semana, no había salido de su casa. Realmente no quería otro escándalo como el de la cafetería, donde quedo como un completo idiota.

Se tiro en el sofá y prendió la televisión, estaban pasando Bones. Sonrió recordando que era la serie favorita de su querido chico. Suspiró e inmediatamente apago el aparato. Se volvió a sentar y tomo una foto de ellos que estaba a su alcance. La miraba como si estuviera mirando en vivo, como si esa foto tuviese vida.

Cogió su celular y sin pensarlo muchas veces para no arrepentirse, le marcó.

—Morris— Dijo una vez que este le respondió— Quicas debería decir las cosas como son— Hizo una pausa y suspiró— Te extraño.

Todas esas cosas locas que dijiste
Las dejaste corriendo por mi cabeza
Siempre esta ahí, estas en todas partes
Pero ahora mismo, desearía que estuvieras aquí
Todas esas cosas locas que hicimos
No pensé en ello solo se fueron
Siempre estas ahí, estas en todas partes
Pero ahora mismo, desearía que estuvieras aquí

Era esa misma tarde, le había pedido a Morris que lo viniese a ver, este dijo que si. El mayor acomodo todas las cosas bien lindas, no quería que el otro pensara que se había convertido en un desastre.

—Dino— Dijo el menor una vez que este le había abierto la puerta.

—Morris…— Llevó su mano hasta la nuca— Pasa— Dijo encogiéndose de hombros.

Tomaron asiento, en ese mismo sofá que tantas locuras habían hecho. Ninguno decía nada, solo se miraban y soltaban una que otra risa.

—Fui un idiota, nunca quise decir lo que dije— Comenzó el mayor— Yo solo quería tu atención.

—Dino…— Sonreía— Yo también lo siento.

—Te extraño demasiado, extraño tu presencia…Morris, te necesito— Dijo bajando su mirada.

—Dino, abrázame— Dijo el menor muy emocionado.

Tal como lo pidió el otro, Dino lo abrazó muy fuerte. Parecía que quería pegarlo a el y los latidos de sus corazones latían muy cerca.

No, no lo quiero dejar ir, solo quiero hacerte saber,
Que nunca quiero dejarlo ir, ir oh, oh
No, no lo quiero dejar ir, solo quiero hacerte saber,
Que no quiero dejarlo ir, ir, ir, ir...

—No quiero dejarte ir…cuando me pongo tonto no se lo que digo— Dijo el mayor aun teniéndolo entre sus brazos.

—Yo también soy un tonto por no detenerte— Contestó el menor— Te extrañé mucho dino, mucho, mucho.

 



Maldición, maldición, maldición lo que haría para tenerte aquí, aquí, aquí
Desearía que estuvieras aquí

Comenzaron a sonreír, estaban felices de estar juntos nuevamente. El mayor lo separó un poco y le tomo de las mejillas.

—Sabes, lo único que deseaba era que estuvieras aquí— Dijo mirándolo a los ojos, su mirada era la más pura y llena de amor.

— ¡Dino! — Dijo sonrojándose— ¿Por qué te fuiste corriendo de la cafetería? — Preguntó riendo.

— ¡Calla! — Ese no era yo— Respondió avergonzado.

—Te quiero Dino, te quiero mucho.

—Yo te quiero más.

Le dio un tierno beso y volvió abrazar, sabiendo que el menor amaba sus abrazos y sentirse protegido por el.

Notas finales:

Dinorris


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