Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Para entretenerte (TaoRis One-shot) por Ranamai

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disfruten y las amoo

Notas del capitulo:

Kris es un hombre sensualooon :3

 

El mejor estudiante. De toda la promoción de la maestría era el mejor estudiante. Mis años en la universidad de mi ciudad y en una americana no habían sido en vano. Ahora, cumpliendo mis sueños en una tercera universidad podía darme por satisfecha. Durante los últimos tres años había estado estudiando en la universidad nacional de Beijín en el departamento de estudios internacionales y ahora me graduaría como la mejor estudiante. Las cosas no podrían estar mejor, había regresado a mi tierra.

 

-Claro que podrían estar mejor- dice mi mejor amigo.

-¿Cómo? Todo es perfecto, las cosas que había soñando se están haciendo realidad.

-Pero no tienes algo que necesitas- responde fastidiando.

-¿Y eso que será?

-Amor… y sexo.

-¿Perdón?- digo escupiendo mi café por el ataque de risa.

-Querido ¿cuándo fue la última vez que lo hiciste?

-Esa no es una buena pregunta.

-Desde que tu novio… el coreano ese tuvo que regresar a su país no has tenido a un hombre de verdad en tu cama.

-Baja la voz- digo sonrojado.

-Por el amor de dios… Tao, se te ve en la cara, la gente no necesita que lo diga.

-Idiota- se ríe de mi

 

Recojo mi bolso y mis cuadernos después de que se acaba la clase. Hago caer algo de mi  estuche y cuando estoy a punto de recogerlo, una mano se adelanta y me entrega un lápiz.

-Casi golpeas tu cabeza- dice sonriendo.

 

No

 

Esto no me puede estar pasando. La única persona que puede alborotar mis hormonas y con la que no quería encontrarme justo antes de ir a preparar todas mis cosas está parada frente a mi con su cuerpo, peinado, sonrisa y existencia perfecta.

 

-Muchas gracias, Wu Fan- digo intentando no mostrar mis cachetes más rojos que la nariz de Rodolfo el reno.

-Quería invitarte hoy- dice tranquilo.

 

Wu Fan es uno de los más conocidos e importantes estudiantes de esta universidad. No solo es un maldito genio engreído, también tiene mucho dinero y un estilo de casanova que hace que mujeres (y hombres) supuestamente maduras (o heterosexuales) actúen como adolescentes alocadas cuando pasa con su ropa y gafas de marca por los pasillos.

Yo tengo un poco más de amor propio y solo grito de emoción cuando estoy en mi habitación y nadie más puede ver que abrazo mi almohada chillando histérico porque ese día me sonrió o me invitó un café.

-¿Una invitación?- pregunto sorprendido, ya que jamás habíamos pasado de una charla de más de veinte minutos.

-Deberías sentirte muy especial- dice con ese tonito irritante y malditamente sensual que tiene, empiezo a enojarme… pero el continúa con su habladuría- Eres la primera y única persona de esta universidad a quien llevaré a ese lugar.

-Apuesto a que le dices eso a todo el mundo- le miro molesto e intento caminar, pero me detiene.

-En tu departamento esta noche, a las 11.

-¿Quién dice que iré?

-Yo- dice sacando su celular y anotando mi nombre para guardar mi contacto. No se cómo lo hizo, pero repentinamente yo había anotado mi número y el se iba con una sonrisa de satisfacción.

 

Cuando llegué a mi departamento mis obligaciones me hicieron olvidarme de todas estas tonterías. Cuando vi el reloj eran las diez y media. Me mordí el labio. ¿Media hora sería suficiente? ¿Realmente llegaría? ¿Sería verdad o solo una excusa? Si quería una cita ¿por qué era tan tarde? ¿qué era ese lugar?

Seguía haciéndome preguntas así mientras me arreglaba, quería luchar contra mis ganas de lucir bien para él, pero no podía.

Unos golpes en la puerta me distrajeron, era él.

 

Imposible.

 

Un traje negro en sus casi dos metros de altura, camisa blanca sin corbata. Su cabello rubio peinado y despeinado al mismo tiempo muy moderno y sus labios gruesos en un gesto de seriedad, pero con ese brillo intenso en la mirada que me hacía saber que estaba jugando.

 

-Te estas arreglando- dice con su potente voz, antes de hacer una reverencia y entrar cerrando la puerta.

-Wu Fan- digo no se como.

.Seré Kris para ti esta noche- responde sonriendo de lado. Perfecto, adiós a mis neuronas.

 

Todo pasa demasiado rápido. Me mira de pies a cabeza, acomoda un poco de mi cabello, desabotona un poco mi camisa, vuelve a sonreír y cuando considera que estoy listo me hace un gesto para que empiece a caminar y como voy muy lento para su gusto, me da una nalgada para apurarme. Ni siquiera puedo enojarme, estoy en estado de shock.

 

Su deportivo está afuera, nunca le había visto con ese auto. Durante el viaje no dice nada, solo me mira divertido y con lujuria.

Me doy por vencido.

No puedo contra esto

Es tan distinto… tan acelerado… tan… caliente.

 

-Tú me conoces- dice de repente- Soy un hombre trabajador y siempre doy todo de mí. Soy un buen estudiante, un buen hijo, un buen profesional. Pero hay otras cosas aparte de eso ¿sabes? A veces necesito entretenerme un poco.

-¿Salir con amigos? ¿Divertirte?- pregunto casi hechizado por como se ve en este momento.

-Algo así. Llegamos

Las calles del centro de Beijín tienen gente todo el día, realmente no hay donde poner un pie. Me pregunto que tipo de lugar es a donde vamos.

Me quedo realmente sorprendido. Es una puerta gris en uno de los callejones. ¿Este es el lugar tan especial? El ha tomado mi mano y busca sus llaves. ¿qué es lo que pretende? Supongo que es capaz de sentir mi tensión.

-No debes preocuparte, jamás te hiciera daño de verdad- me jala dentro y puedo sentir la diferencia. Todo es lujoso por aquí y puedo escuchar música.

 

Es como una discoteca subterránea, ya nada puede sorprenderme en este país.

 

-Tienes que hacer todo lo que te diga, no hables con extraños, no te separes de mi, no te salgas a ningún lado. Tengo que saludar a un par de personas y decirles que estoy aquí.

-Wu…- antes de que pueda continuar el me ha jalado a él y me está besando. Puedo sentir como muerde mi labio un poco fuerte y aprovecha para profundizar el beso. Su brazo está en mi cintura y ya no hay nada de distancia entre los dos.

-Aquí me conocen como Kris, así que no digas ese nombre de nuevo- dice sonriendo. No digas nada hasta que lleguemos ¿si? ¿por favor?

Otra vez esa mirada de niño pícaro y bueno.

¿Qué más puedo hacer? De todas formas estoy aquí ya.

Está conversando con unas personas, estamos en el segundo piso del lugar, abajo la gente esta bailando en una marea de brazos y piernas moviéndose con música a todo volumen. Estoy parada en la baranda, cuando siento sus grandes brazos abrazarme desde atrás. Su barbilla queda a la altura de mi hombro.

 

-Bienvenido a mi reino- dice riendo.

-¿Este lugar es tuyo?- pregunto sorprendido.

-Entre otros- dice riendo nuevamente.

-Realmente debes tener mucho dinero.

-Un poco- me gira para verme y se muerde el labio. Esto no es bueno.

-¿Vamos a bailar hoy?- pregunto

-No… te lo dije… hoy quiero llevarte a un lugar donde no he llevado a mucha gente.

-¿No es aquí?- pregunto sorprendido (otra vez)

-No, es ahí- dice señalando una puerta al otro lado del salón.

-Estamos en una discoteca Wu…Kris… ¿qué podríamos hacer en ese lugar que sea más divertido que bailar?

-Créeme que te sorprenderías- dice feliz acercándose a mi oído.- Vamos a estar ahí hasta que grites mi nombre.

 

Apenas soy capaz de sentir como su mano envuelve mi muñeca. Estamos parados a las afueras de esa habitación mientras el vuelve a buscar sus llaves.

 

-Solo te advierto. Cuando hayamos empezado ya no podré parar y tú tampoco. Así que… aguanta hasta que se acabe- dice guiñando su ojo.

-¿Acaso eres Dorian Grey y este tu cuarto rojo del dolor?- digo rodando los ojos.

-No me gusta el rojo- susurró a mi oído y sentí como perdí todas mis fuerzas.

 

En realidad no le gustaba el rojo. Le gustaba el blanco y el negro… no se si eso era bueno o malo. Era un departamento muy lujoso. Si subías las escaleras era posible ver que estábamos en el mismo centro de la parte nueva y moderna de la ciudad. El departamento tenía conexión con la discoteca solo con la puerta, pero el material evitaba que la música y el ruido pudiera filtrarse.

 

-Esta es mi casa. Es la primera vez que traigo a alguien aquí. Generalmente se quedan afuera.

-T…tu… ¿tú casa?

 

Era conocido, el galán más atractivo de la universidad… todo un desgraciado que se divertía con todas las mujeres (y hombres) que le daban la oportunidad jamás… JAMÁS las llevaba a su casa. Era un lugar prohibido.

No se sabía mucho de Wu Fan además que tenía mucho dinero y era muy inteligente.

 

-¿Quieres tomar algo?- me pregunta

-¿Quieres emborracharme?- pregunte mientras me hacía la que curioseaba en la sala.

-Ok… que sea sin alcohol- dice tranquilo desapareciendo con camino a la cocina. Yo podía estar callado, pero en realidad estaba temblando. No tenía idea de lo que hacía aquí y para que me quería.

 

Bueno, sabía que WuFan tenía la mala manía de estar con alguien una noche y olvidarla para siempre. Yo no quería eso, pero su colonia tenía un olor delicioso, su mirada prácticamente me comía entera…. Y…. Pues bueno, no hay como negar que tenía su atractivo.

 

Ok…. El tipo estaba más bueno que el pan con nutella.

 

-Tengo vino y tequila- dice asomándose desde la cocina.

-Tequila- respondo sin pensar y me avergüenzo por eso.

-Que sea vino

 

Ok…

Si sabía para que me quería, pero no estaba muy seguro de querer lo mismo.

Ok

Si sabía que quería que me haga lo que quisiera, incluyendo eso de no salir hasta gritar su nombre… pero estaba asustado, muy asustad.

Con dos copas en una mano y con mucha elegancia, puso música instrumental y se sentó a mi lado. Me miraba de manera extraña y cuando ambos terminamos de beber la copa, de nuevo me jaló con él.

 

-Vamos a bailar un rato.

 

Y con bailar se refería a su club privado, lleno de gente, donde prácticamente me acorraló entre su cuerpo y el de los demás.

Cuando ninguno de los dos podía seguir bailando, regresamos disimuladamente a su casa y poco me faltaba para tirarme sobre el sofá y sacarme los zapatos.

 

-¿Cansada?- pregunta secándose un poco de sudor. Maldito

-Tu cara de pervertido me da miedo- respondo sin pensar y me sonrojo.

-En realidad, digamos que no eres mi estilo- le miro ofendida y más roja aún

-¿Perdón?- la frase me salió extrañamente “diva” pero sus palabras me estaban hiriendo.

-Digamos que soy un hombre un poco difícil de satisfacer.

-¿Qué insinúas con eso?- digo parándome, tenía alcohol todavía subido a la cabeza, pero no estaba para tolerar este tipo de cosas.

 

En un movimiento rápido, me acorraló (nuevamente) contra la pared y a centímetros de mi rostro estaba el suyo, evidentemente molesto.

 

-Suéltame- dije fingiendo seguridad en mi mismo

-¿Sabes en lo que te has metido pequeño?- demasiado cerca… DEMASIADO CERCA.

-Quiero irme- respondí indiferente

-Bebe- de quién sabe dónde, sacó otra copa de vino y la puso prácticamente en mi cara.

-No gracias, es hora de irme.

-¿Realmente quieres irte? Yo esperaba hacer que te diviertas esta noche- dice mirando para otro lado. Tenía ganas de besarlo, pero mi orgullo fue más fuerte. Tomé la copa, le di un sorbo y seguí mi camino para tomar mis cosas y salir. Antes de abrir la puerta, me giré para decir la primera tontería que saliera de mi boca, pero el estaba un paso más adelante.

Tomó mi rostro solo con una mano y me estampó el beso más increíble de la vida.

Sin aliento, le miré totalmente sorprendido.

 

-¿Podrás manejar lo que voy a hacer?- me miraba seductoramente y yo tenía todo menos palabras. Me miró por unos segundos- Entonces yo me haré cargo, esto será nuevo querido. -Mi cuerpo estaba inerte.

 

Empezó a desabotonarse la camisa mientras me miraba. Oh por todos los camarones, esto no estaba bien para nada.

-¿Te gusta lo que vez?- pregunta casi divertido. Perfecto, ahora estaba muda.

 

Mis manos temblaban, yo lo hacía. Mis uñas se clavaban en el sillón de su sala. La camisa estaba totalmente abierta mostrando sus abdominales, sus marcados y apetecibles abdominales.

Sin darme cuenta, habíamos subido dados de la mano a su habitación. La cama era enorme. Todavía con la camisa abierta pero en su cuerpo, desabotonó mi camisa sin que me diera cuenta, puse mis manos en mi pecho como protección y el soltó una risa que podría calificarla hasta como dulce, cerró sus ojos y meneó la cabeza ¿sonrojado?

 

Su mano envolvió mi muñeca otra vez y delicadamente me colocó sobre la cama. ¿Es normal que mi cerebro y mi lengua se hayan desconectado permanentemente para ese momento? No había soltado palabra y el solo hablaba y hablaba.

 

-Nos vamos a divertir hoy- dice a mi oído, prácticamente sobre mi. ¿A qué hora llegó? Sonrió de nuevo y estoy más que segura que fue porque yo no dejo de temblar… ¿cómo demonios puedo estar con la ropa interior suelta con todo el resto de prendas en su lugar? Fácil…

 

Kris

 

-Esta bien, todo está bien- dice acariciando mi cabello. Ahora estamos abrazados en la grande y cómoda cama, entrelazando nuestras piernas.- Cierra tus ojos, no tu mente querida.

-Para mañana, tu te habrás olvidado de mi- digo triste, por primera vez soy capaz de hablar y me sale eso.

-No, si estás en mi casa.

-Nunca has traído a nadie- digo casi dolido

-Por eso.

 

En un movimiento rápido está sobre mi de nuevo y por su mirada se que de esta no voy a escapar. Mi cuerpo entero está tenso por los nervios y se que el puede notarlo.

 

-Se que sabes que puede ser doloroso, pero si hacemos las cosas bien solo podrás sentir placer… ¿qué dices?- Sus palabras en vez de asustarme me convirtieron por completo.

 

Los besos y las caricias estaban de más. Literalmente me estaba haciendo gritar su nombre. No se cómo, pero cada vez que abría los ojos uno de los dos tenía una prenda menos de ropa.

No era violento, pero tampoco era suave y delicado. Nuestros cuerpos giraban, iban y venían entre abrazos, besos, caricias, mordiscos y necesidad… demasiada necesidad.

Estaba besando mi cuello y yo intentaba no clavar mis uñas en su piel cuando sentí que todo iba a concretarse. El terror se apoderó de mi y mi cuerpo (que ya estaba relajado para ese momento) se volvió a tensar violentamente.

Obviamente el se dio cuenta enseguida y alzó la mirada para encontrar la mía. Parecían horas y su mirada en vez de estremecerme, asustarme o algo así… me dio simplemente seguridad. Seguridad de que lo que estaba pasando estaba bien de alguna manera.

Si bien el dolor inicial no fue muy cómodo, el paso del tiempo y sus movimientos fuertes y constantes hicieron que mi mundo se diera la vuelta.

 

Definitivamente entendía eso de “ver estrellas”

 

Nuestro ritmo iba acelerándose y la habitación se llenaba de frases a medio terminar, nombres y gemidos en voz alta. Yo no se que estaba haciendo, pero el sí... y vaya que lo sabia.

 

Cuando unas cosquillas viajaron de la punta de mis pies hasta mi último cabello me di cuenta que había terminado, abrazándolo con fuerza y refugiando mi rostro entre su cuello y su hombro. En ese momento fue cuando el también terminó. Nos quedamos ahí y yo simplemente no me quería mover… estaba ahí… cómoda.

Pero el decidió que quería mirarme… y me tomó del rostro para darme un suave y dulce piquito, tan inocente que no parecía un beso post-pasión.

 

-Vas a quedarte a dormir ¿verdad?- preguntó casi triste. No eran palabras especiales, pero pude ver en su mirada que el significado era especial. Esto no era una simple noche de pasión.

 

Era fuerte…

 

Mucho más fuerte… y fue recién ahí cuando mi respiración empezó a tranquilizarse, acomodándome entre sus brazos para quedarme profundamente dormida.

 

-Te dije que no sería suave…-dice burlón

-Nadie te lo pidió- sonreí coqueto.

Notas finales:

Disfruten!!!!

Dejen review!!!!

Ámemenme...

Voten por Exo en los MAMA :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).