Prologo.
-Pero SoDam. Ya te lo dije! No puedo hacerlo!. Me niego a seguir intentandolo.
Jonghyun puso sus manos sobre su rostro con exasperacion y frustracion tapando la vergüenza que sentia al no poder con esas benditas ecuaciones. Su hermana se encontraba a su lado mirandole con un poco de pena mientras le consolaba, ella no era buena enseñando ese tipo de cosas y a él le eran muy dificiles de comprender. A este paso reprobaría el curso y le privarian de lo que mas le gustaba hacer. Sus clases de música a las que tanto amaba ir.
-Tranquilo Jong... relajate, no es tan dificil solo tienes que concentrarte. Así menos lo entenderas.
Un quejido más y su llanto es interrumpido por el timbre que comenzo a sonar.
-Espera aquí. Iré a atender la puerta.
De repente su hermana se encontraba notablemente nerviosa y ¿emocionada?
-Jinki! Crei que no vendrias. Pasa.
-SoDam. ¿Que tal? Perdon por molestar.
El menor solo escuchaba la conversacion de su hermana y aquel Jinki desde su habitacion.
-¿Estas ocupada? Te noto algo preocupada...
-Eh? No claro que no! para naada!
-En verdad? Gracias! En verdad necesito tu ayuda.
La mayor miro hacia el piso de arriba con cierto sentimiento de culpabilidad, Jonghyun tambien necesitaba su ayuda pues sabia que no podría solo con su trabajo y aún así dejo a cierto castaño solo en su habitacion y frustrado a más no poder.
Traidora.
Fue lo primero que penso Jonghyun al escuchar a su hermana ayudando al tal Jinki con sus planeaciones escolares mientras el, bueno el buscaba tutoriales en youtube para resolver esas malditas ecuaciones.
Capítulo 1
Lo único seguro en este mundo es la muerte. Todos iremos por ese camino.
Ni siquiera la vida es tan certera. ¿Quién te asegura vivir? Respiras pero, ¿Eso es vivir?
Hay personas que solo están para respirar, solo existen, viven sin vivir.
La lluvia era demasiado fuerte como para cubrirse de ella. Corría con el paraguas en la mano queriendo sentir más dolor del que tenía pues sentía que no era suficiente. No era suficiente ya que no logro hacerlo llorar. Deseaba con todos sus fuerzas que esas gotas de lluvia que corrían por su rostro fueran de agua salada pero no fue así.
No es que no le doliera, simplemente, su vida siempre fue tan, cotidiana, siempre en lo mismo, pocas cosas lo hacían sentir lleno y últimamente su vida había tomado un rumbo aburrido, nada lo hacía realmente feliz, no disfrutaba realmente su vida. Se sentía vacío. Y triste porque ni siquiera podía llorar, hace 18 años que nunca lloraba, después de la muerte de su madre. Y ahora tal vez perdería a su padre.
Entro a la casa, dejando el paraguas afuera escurriendo mientras veía como todos se encontraban ensimismados en sus propios pensamientos, a pesar de querer llorar de alguna forma agradeció aun tener su cordura.
-Tío, que pasa?
-No lo sabemos, ya no puede hablar y solo se queja, está sufriendo demasiado hijo!.- y dicho esto se lanzó a los brazos del castaño buscando algo de calidez y consuelo. Onew solo palmeo un par de veces y lo separo.
-Tranquilo tío, primero debemos llamar al doctor KiBum, el sabrá que hacer, tranquilo se recuperara.
El padre de Jinki había entrado en una crisis depresiva después de perder su pie y descubrir que el cáncer lo acechaba, dejo de comer, ignorando los preocupados rostros de sus seres queridos, y ahora, ahora solo se encontraba en un estado deplorable ya que no quiso someterse a tratamiento y sufría pidiendo solo la muerte.
Jinki entro a la habitación de su padre con una cálida sonrisa, sin una pizca de lastima en ella pues era lo que menos quería sentir hacia el hombre que lo amo con toda el alma, sabía que debía ser fuerte en estos momentos.
-¿Cómo te encuentras padre?
-¿A qué has venido? ¿Crees que ya moriré cierto? Deberías estar en casa, sé que tienes trabajo. –El hombre mayor hablaba con dificultad, apenas audible para su hijo.
-No te preocupes, lo he terminado antes de venir. –dijo callándolo, aunque en realidad mentía, y tendría que desvelarse la próxima noche si no quería perder su trabajo. –No morirás, eres más fuerte que esto. –sonrió sentándose a su lado.
Dos horas más en las que solo hablo con su padre, obteniendo como respuesta solo algunos gemidos y salió de aquella casa, fue a su departamento a tomar su maletín y corrió a casa de su amiga SoDam que estaba seguro le ayudaría con su trabajo.
Llego a aquella casa de dos pisos y toco esperando a que abrieran la puerta.
-Jinki! Creí que no vendrías. Pasa. –una chica delgada con cabello largo apareció frente a sus ojos.
-SoDam. ¿Qué tal? Perdón por molestar. –respondió como saludo mientras notaba que la chica se encontraba algo ansiosa.
-¿Estas ocupada? Te noto algo preocupada...
-Eh? No claro que no! para nada!
-En verdad? Gracias! En verdad necesito tu ayuda.
La chica miro hacia el piso de arriba, con un poco de nerviosismo, mientras iban al estudio a trabajar.
Ambos eran profesores de diferentes materias pero al fin y al cabo, un mismo trabajo.
SoDam era profesora de biología e historia mientras que Jinki enseñaba matemáticas y comunicación.
-¿Cómo sigue tu padre?
-Mal, ha bajado mucho de peso, y ya le es demasiado difícil soportar el dolor.
La chica solo soltó un suspiro al notar que Jinki no quería hablar mucho de eso.
De repente se escuchó algo en el piso de arriba, como si se hubiese caído una mesa, y un sollozo desesperado que asusto a ambos.
-¿Qué fue eso?
-¿Eh? Ohh tranquilo, debe ser mi hermano menor.
-¿Tienes un hermano?
-Si, se llama Jonghyun.
-¿Qué es lo que le habrá pasado? Deberíamos subir a ver…
-¿Qué?! Oh no te preocupes… es algo berrinchudo…
Habría seguido insistiendo si no fuera por la cantidad colosal de trabajo que aun tenia. Que para su sorpresa, gracias a la ayuda de la chica termino antes de lo planeado que inclusive les dio tiempo de cenar a buena hora.
-Espera aquí. Llamare a Jong para que cene también.-decía la chica alegre mientras subía las escaleras que llevaban al segundo piso.
-Jonghyun!!! Es hora de cenar, baja.
El mayor solo escucho un sonoro: ¡NO QUIERO!, así que decidió acercarse a ayudar y comenzó a escuchar una melodía tocada a piano, más bien teclado.
-¿Qué sucede? –se acercó a la chica.
-Te dije que era algo berrinchudo.
-¿Es tu hermano el que está tocando?
-Si, lo hace casi todo el tiempo, es un adicto a la música.
-Lo hace bastante bien. ¿Y porque está molesto?
-Ha reprobado 2 materias en este curso y está por reprobar una más, pero es demasiado difícil enseñarle si solo piensa en notas musicales. –respondió frustrada. –Hace un momento estaba ayudándolo pero fue imposible. Bajemos a cenar, comerá cuando tenga hambre.
Y dicho esto ambos profesores bajaron al segundo piso.
Mientras tanto un chico más joven se encontraba sonriendo un poco al haber escucho a alguien ajeno a su familia decir que era bueno.
-Onew… ¿Crees que podrías ayudar a Jong en matemáticas? Eres mejor que yo en ese aspecto.
-Claro, en verdad le es tan difícil?
-No tanto, es solo que no presta atención a nada que no sean sus “novias”
-Novias? –pregunto Jinki divertido
-Si, chica guitarra, mujer teclado, muchacha violín entre otras.
Jinki noto la cara de estrés de SoDam y solo termino riendo, jamás había conocido a alguien que tocara tantos instrumentos, ese chico llamado Jonghyun era un genio a sus ojos y se le hacía difícil creer que no podía con matemáticas.
-Además está peor ya que si reprueba este curso mis padres lo sacaran de la academia de música y del coro para que entre a regularización y en el mundo de Kim Jonghyun eso es matarlo en vida.
“Matarlo en vida”
Esas palabras de SoDam se quedaron en su cabeza, el prácticamente vivía de esa manera.
En eso escucharon como alguien bajaba las escaleras.
-SoDam, tengo hambre…
Lo que ambos profesores vieron fue bastante cómico, un chico con piyama de perro se encontraba en las escaleras con el cabello revuelto y los ojos hinchados, además de la voz ronca y las manos un poco rojas.
-Así que tú eres Jonghyun. Un gusto, soy Lee Jinki, trabajo con tu hermana. –decia el mayor sonriendo mientras se levantaba para saludarlo pero para su sorpresa el chico solo paso de largo llendo a la cocina dejando a Jinki con la mano estirada.
-ok… -dijo tomando asiento mientras SoDam lo miraba apenada. Se lo había advertido.
-Jong, deberías saludar, además la comida se ha enfriado ya que no bajaste cuando te llame.
-Y tú no regresaste cuando dijiste que lo harías.
SoDam no respondió. En eso tenía algo de razón, lo había dejado a su suerte pero recordó algo.
-Pero…pero te he conseguido un tutor! ¿Verdad Jinki?
Jinki abrió grandes los ojos, había aceptado a ayudar pero al ver la actitud del chico creyó que sería una broma y ahora salía con que no.
-¿Qué? Eh…
La chica puso una cara de súplica a la que el mayor no pudo negarse.
-Si… claro.
-Además, si repruebas sabes lo que mamá hará cierto.
Vieron como Jonghyun dejaba un vaso en la mesa completamente serio y agachaba la cabeza.
“¿Cuándo empezamos?” respondió con la cabeza agachada ocultando un sonrojo.