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Love in the Circus. por luky_luze

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Notas del capitulo:

Hi mina-san

Bueno... primero les presumo que mi primer fic en este foro ya cumplio un año *w* lo que significa que es tambien mi primer año como escritora en Amor Yaoi (18 de noviembre *-*)

Gomene, es que iba a subir ayer el cap pero esta cosa no me dejo u.u

pero aqui lo tienen *-*

Sin mas que decir

A leer!!

Una cosa diferente es el que él sea su amigo de la niñez y otra cosa es que ella lo viera como un muñeco que pudiera manipular. “¡Maldición! Esto no me parece nada divertido… a todo esto ¿Por qué debo yo de participar en esto? Incluso los mocosos de Himuro están en esto. Aun no entiendo como Akashi le permitió que todos estuviéramos en este estúpido numero…” pensó el moreno, gruñendo por lo bajo, mientras se cruzaba de brazos y fulminaba con la mirada a cierta peli rosa que hablaba animadamente con una castaña.

-Diviértete Daiki, con esa actitud tuya vas a hacer llorar a Satsuki- comento el peli rojo que estaba junto de él, de igual forma con los brazos cruzados, pero con una sonrisa divertida en la cara.

-Sigo sin entender cómo fue que Satsuki le hizo para convencerte a hacer todo esto- se quejó –además, ¿yo porque debo participar en esto?-

-Porque lo ordeno yo…- respondió el peli rojo, fulminando con la mirada al moreno –además, ¿no ves que Ryo está feliz por este número?- continuo, señalando al castaño que con temor trataba de avanzar con los patines que tenía puesto con la ayuda de Kise y de Takao, además de que tenía una linda sonrisa en la cara -¿Por qué no vas y lo ayudas? Estoy seguro de que si se trata de ti el no tendrá tanto miedo a caerse-

-No lo creo, el idiota de Kise lo está ayudando muy bien, además creo que Kuzanari no lo hace mal- respondió, observando detalladamente al castaño el cual lentamente dejaba de tener miedo al patinaje.

-Lo haces bien Ryo-chan… a este paso estaremos listos para el evento de la próxima semana- celebro el rubio, patinando con maestría tomando la mano del castaño el cual se sonrojo hasta las orejas por aquel comentario, algo que no pasó desapercibido el moreno.

-Mu-muchas gra-gracias Kise-senpai. Bu-bueno, yo antes era bueno con el patinaje pe-pero después tuve que dejarlo- respondió tímidamente el castaño, sintiendo la mirada intensa del moreno sobre él, haciendo que se pusiera nervioso y que casi perdiera el equilibrio.

-¿Tuviste que dejarlo? ¿Por qué Ryo?- pregunto el peli negro de ojos azules, tomando la otra mano del castaño, ciertamente esa era la primera cosa que sabía del de ojos color chocolate.

-Pre-prefiero no hablar de eso…- respondió Sakurai, desviando la mirada. Ambos, tanto el rubio como el peli negro acordaron en no insistir más sobre el asunto. Al parecer eso era algo demasiado íntimo para el castaño.

-¡¡¡Abran paso…!!!-

-¡¡¡Chipote con sangre, no respondo…!!!-

-Niños… ¿Qué les dije de correr con los patines? Pueden lastimarse- regaño el peli negro, sobándose la cien, mientras se cruzaba de brazos y detenía su andar con los patines. Bendita sea la hora en la que sus pequeños comían dulces y a Satsuki se le ocurrió darle esos patines.

-Tranquilízate Tatsuya, estarán bien… Raito y Yuki saben cuidarse solos- tranquilizo un rubio de ojos rojos, tomando al peli negro por los hombros mientras la mirada del padre se fijaba en el –a veces te preocupas demasiado por tus hijos-

-¿Y cómo no hacerlo si son lo único que tengo en la vida? Sin ellos mi vida se acaba-

-Yo pensé que también yo estaba en tu vida…-

-Franco, ya hemos hablado de eso…-

-Lo sé, lo se… pero no sabes lo frustrante que es verte sufrir por alguien que no vale la pena. Como odio a Murasakibara.

-Es el padre de mis hijos-

-Hijos que el mismo negó como suyos antes de que nacieran-

-No quiero hablar de eso…- concluyo el peli negro. No tenía intención alguna de pelear con el ojo rojo y sinceramente no estaba de humor para hablar de su ex novio –si me necesitan, estaré en el remolque, dile a los niños que no quiero que hagan ningún desorden mientras no estoy-

-Tatsuya yo…-

-Está bien Franco, sé que no era tu intención recordarme a Atsuhi. No te preocupes…-

-Himuro-san, Akashi-kun quiere hablar contigo- la voz a pasible del peli celeste interrumpió su conversación, estaba infinitamente agradecido por eso. Después de asegurarse de que el ojo gris se fuera a ver al heterocromático, el peli celeste se animó a acercarse al rubio de ojos rubí.

-No es bueno que presiones a Himuro-san, Ichinose-san. Mucho menos si se trata del padre de sus gemelos…- comento tan inexpresivamente como siempre el peli celeste, siendo observado con un poco de desdén por parte del rubio –sabe que lo digo por el bien de ambos-

-Pensé que odiabas igual que yo a Murasakibara- exclamo, cruzándose de brazos con un semblante serio y frio, completamente diferente del que siempre portaba cuando se trataba de Tatsuya o de los gemelos.

-Decir “odiar” es algo leve para describir lo que siento respecto a Murasakibara-kun- contesto el peli celeste -…pero no puedo decir lo mismo de Kagami-kun, Kise-kun e incluso Akashi-kun. Ellos tienen distintos conceptos de mi “amigo”-

-¿Lo consideras tu amigo después de lo que le hizo al “hermano” de tu novio?- pregunto molesto el rubio, imaginando una serie de barbaridades para el peli morado.

-Consideró que cinco años de distanciamiento entre esos dos fue suficiente para abrirles los ojos. Además… no dudo que Himuro-san perdone a Murasakibara-kun- continuo el peli celeste, sin temor alguno en sus palabras –no justifico las acciones de Murasakibara-kun pero tampoco justifico el hecho de que quieras aprovecharte de un corazón que no está del todo sanado, Ichinose-san-

-¿Quién está diciendo que me quiero aprovechar de Tatsuya?- pregunto ofendido el ojo rubí –yo lo que quiero de él es que me ame tanto como ama a ese idiota. Les demostrare que a diferencia de ese sujeto yo sí puedo amar a Tatsuya más que a mi propia vida- dicho esto, se alejó del peli celeste, dejándolo con más de una duda.

-Esto de los amores no correspondidos se está poniendo de moda en este circo- murmuro el peli celeste, patinando como sus piernas podían, ciertamente le costaba más que su propia rutina “Solo espero que Kagami-kun no le vaya tan mal como a mí” y como si sus pensamientos fueran una profecía, el sonido de algo cayendo lo trajo de sus pensamientos.

“Esto no puede estarme pasando…” pensó con frustración y pena el peli rojo, el cual estaba tirado en el piso, con algo extra en su cuerpo, mientras abrazaba a ese “extra” por razones de seguridad de ambos “Siendo sincero, pesa lo mismo que Kuroko…”

-¡¡¡L-lo siento!!! ¡¡¡Lo siento tanto Kagami-senpai!!! ¡¡Yo no quería caerle encima!! ¡¡Lo siento!!- gritaba, casi suplicaba en castañito de ojos color chocolate, haciendo un sinfín de reverencias para que el peli rojo lo perdonara. Este solo suspiro con paciencia, ciertamente Sakurai le parecía una persona demasiado noble y lindo porque no, pero no era de su gusto.

-Tranquilízate Sakurai, estoy bien no es como si pesaras la gran cosa- le restó importancia el de ojos color borgoña, levantándose del suelo en un salto, mientras se quitaba el polvo que tenía en la ropa -¿estás bien? ¿Te lastimaste?- pregunto, palpando con la mano la cabeza del castaño el cual se estremeció y se sonrojo agresivamente, todo bajo la “asesina” mirada de cierto moreno.

-E-estoy bien Kagami-senpai- respondió el castaño, sintiendo como un escalofrió penetraba su cuerpo todo por culpa de cierto moreno -¡¡¡Lo siento, no vuelvo a cometer ese error!!! ¡¡Perdón!!-

-Está bien Sakurai-san, no lo hiciste apropósito, fue un accidente- esa vocecita hizo que el castañito se pusiera más tenso de lo que estaba ¿los habrá visto?

–Kagami-kun, ¿Qué paso?-

-Mmm… bueno…-

-Lo que paso fue que Gami-chin y Ryo-chin tuvieron un accidente- comento el pequeño peli morado, pasando de lado de esa escena –sí, sí, y después de eso, Ryo-chan comenzó a hacer un gran alboroto- secundo el segundo peli morado, de la mano de su gemelo mientras giraban alrededor de la pista, haciendo una escena demasiado cómica para los que la estuvieran viendo.

-Eso puedo verlo niños, gracias…- contesto el peli celeste sonriendo tenuemente –pero lo que no entiendo es porque tuvieron ese accidente-

-Estábamos patinando con Ryo-chan cuando de repente se nos ocurrió aumentar la velocidad de nuestro andar cuando se nos salió de control y bueno…- dudo si debía continuar, pero después de tener la mirada intensa del moreno y de duda del peli celeste continuo –el pobre de Sakuraicchi salió volando. Lo único que pudo frenarlo fue el cuerpo de Kagamicchi-

-Comprendo…- murmuro el de ojos color cielo, viendo como el moreno de aura asesina se acercaba a ellos –lo importante es que nadie salió lastimado-

-Eso lo dices tú porque tu novio no salió lastimado- se quejó el moreno, alejando “violentamente” al castañito del peli rojo, el cual solo lo fusilo con la mirada –Ryo, vámonos, ya tengo hambre- tan luego dijo eso, lo tomo de la muñeca y se llevó a arrastras al castaño que con toda su alma intentaba no caerse por la brusquedad con la que era llevado.

-Es un idiota…- hablaron en voz alta todos los que estaban ahí, tanto el peli negro y el rubio de ojos color miel suspiraron con resignación mientras se cruzaban de brazos. Mientras el peli celeste asentía con la cabeza y el peli rojo gruñía aceptando lo que su novio le explico lo que ocurría entre esos dos. Ese bruto no entiende las indirectas, o si las entiende las mal interpreta para su convencía. Mientras los “pequeños” peli morados de 75 centímetros de altura veían a todos con un signo de interrogación en la cabeza ¿Qué fue eso?

-Bueno, fue divertido todo esto pero… ya tengo que irme, aún tengo que arreglar unas cosas con el sonido y la música para el próximo show, nos vemos en la hora de la comida- se despidió el peli negro, patinado hasta llegar a su “área” de trabajo, junto con una linda sonrisa que no se le ha borrado desde hace unas semanas.

-Cierto… aún tengo que ir a ensayar con senpai y ver cómo están los horarios de mi trabajo temporal. Nos vemos, Kurokocchi, Kagamicchi- de igual forma se despidió el rubio, patinando al lado contrario de donde se fue el de ojos azules.

-Nosotros también nos vamos, aún tenemos que hacer tarea que Tetsu-chan nos dio la clase pasada- comento Raito, abrazando por el cuello a su hermano menor –Rito-chin tiene razón, además no queremos preocupar a Muro-chin si no nos encuentra en el remolque. Nos vemos después- secundo su gemelo, quitándose los patines que tenía y ayudando a su hermano de igual forma a quitárselos. Se despidieron de la parejita, dejando al peli celeste y al peli rojo solos.

-Muy bien… dado que la loca de Momoi y la sádica de Riko no están y ya acabamos de hacer este dichoso numerito… ¿Qué quieres hacer Tetsu? Tenemos toda la tarde para nosotros- hablo el peli rojo, revolviendo los cabellos celestes de su novio, mientras hacía milagros para no caerse por culpa de esos patines. Ciertamente estaba sorprendido de que Kuroko no estuviera celoso por lo ocurrido con cierto castañito y con más razón por la forma en que los encontró.

El de ojos color cielo solo se quedó callado y por instinto se abalanzo a abrazar al peli rojo, el cual se sorprendió por aquella acción por parte del chico fantasma -¿ocurre algo, Tetsuya?-

-No quiero que te abracen…- murmuro quedito el peli celeste, pero siendo escuchado perfectamente por el peli rojo el cual no entendía aquello –yo soy el único que tiene derecho a ser consentido por Taiga-kun, ni Sakurai-san ni nadie más. Para eso están todos los demás- continuo el peli celeste, hundiendo su rostro en el pecho del peli rojo, aspirando su aroma –Taiga-kun es solo mío-

“Ya decía yo que era raro el que no estuviera celoso…” pensó el peli rojo, abrazando de igual forma al peli celeste el cual estaba levemente sonrojado –sabes perfectamente que yo solo soy tuyo, Tetsu…- contesto feliz el peli rojo, amaba a ese chico tan serio y a la vez tan tierno y expresivo.

-Quiero jugar con Taiga-kun…- murmuro el peli celeste, mientras el sonrojo de su rostro aumentaba considerablemente, esto obvio no lo vio el peli rojo, pues estaba perdido en esos ojos color cielo.

-Está bien, vamos por el balón de básquet y jugamos uno contra uno, ¿te parece?- se separó unos centímetros del pequeño fantasma para ir por la pelota, pero fue detenido cuando su playera era tirada por el peli celeste deteniendo su andar -¿Qué pasa Tetsu?-

-No me refería a ese tipo de jugar, Taiga…- murmuro seductoramente el peli celeste, enredando sus brazos al redor del cuello del peli rojo, obligándolo a bajar la mirada para poderlo tener frente a frente –quiero jugar contigo todo lo que sobra de la tarde…- susurro en sus labios, logrando su objetivo de sonrojar a su novio.

-Me gusta mucho la idea…- contesto el otro, tomando por la cintura al peli celeste, y después robarle unos cuantos segundos de oxigeno de los labios –solo te advierto que no me contendré. Ha pasado mucho tiempo desde que te toque la última vez- después de eso se quitó los malditos patines, odiaba andar así por todo el circo, en especial si tenía que llevar a Kuroko como lo tenía planeado.

-Baka- contesto el de ojos color cielo, abrazando por el cuello al peli rojo, dejándose llevar por este hasta su remolque -¿de quién crees que es la culpa? Taiga-kun ya no me quiere…- se quejó el peli celeste, haciendo un tierno puchero, mientras su lengua rozaba el cuello del más alto, estremeciéndolo al momento.

-Eres un manipulador… ¿lo sabias?- una risita divertida contestaba su pregunta. Esa iba a ser una tarde muy larga y entretenida para ambos.

*******

Bufo molesto, ¿Cuántas veces habían sido? Cinco, diez ¿quince? No las recordaba, lo único que recordaba es que le molesto hasta la coronilla el que el castaño fuera tocado con tanta familiaridad por ese peli rojo. No le gusto para nada aquello, pero lo que tampoco le gustaba era sentirse así… tan cabreado, tan molesto, tan… tan… ¿celoso? Celoso… pero ¿Por qué? Mejor dicho… ¿por quién? ¿Por Ryo? No… ¿o sí?

-Aomine-senpai, el baño está vacío. Puede ducharse…- la vocecita melosa y pastosa del castañito lo saco de sus cavilaciones. Bufo molesto por una última vez antes de ver con detalle a cierta personita que aunque compartían remolque, era demasiado tímido y se avergonzaba si alguien le veía desnudo, en especial si se trataba de cierto moreno.

-Iré a ducharme… en cuanto salga espero tener algo para comer, Ryo- comento el moreno, ayudando a cubrir el cuerpo del castaño con la bata de este. No supo cuando sus labios besaron la frente del castañito en una muestra de amor y afecto “¡¿Pero qué?! ¡¡Que acabo de hacer!!”

Antes de que pudiera decir algo Sakurai, corrió al baño a ducharse, dejando a un castaño confundido y con el corazón acelerado, además de sonrojado.

“A-Aomine-senpai m-me be-beso…. Estoy soñando, estoy soñando, esto no está pasando, esto no está pasando” negaba el de ojos color chocolate, muriéndose de vergüenza y pena “Pe-pero si Aomine- senpai hizo eso es porque… ¿sabe de mis sentimientos por él? ¿Y si solo lo hizo sin querer? No podría soportar el que me rechazara”

“¿Pero qué mierda acabo de hacer? ¿Por qué lo hice? No tenía que haberlo hecho. Si ya re por si Sakurai me tiene “miedo” ahora con esto le doy más miedo aun. No entiendo esto, ¡maldición!” pensó con frustración el moreno, entrando al agua de la ducha para aclarar sus ideas, vaya que lo necesitaba “Además… yo no soy gay, a mí me gustan las mujeres con pechos enormes, sí, eso es… solo me deje llevar por el momento, si solo fue eso. Conociendo a Ryo lo olvidara, al igual que yo” acepto, echándose agua al rostro “Aunque… sinceramente se veía lindo todo sonrojado por mi culpa” se recrimino a si mismo por aquel pensamiento, ¿Qué rayos pasaba con él?

***********

Mientras eso ocurría en el remolque de cierto moreno, en el remolque de cierto peli verde reinaba el silencio. En toda la extensión de la palabra, nunca había tanto silencio en aquel lugar, incluso el mismo se sorprendió por tanto orden y tanta paz. De una forma u otra eso le molestaba un poquito, solo un poco. De hecho no estaba acostumbrado a tanto silencio. Normalmente el lugar siempre estaba lleno de gritos y de gemidos por las “actividades” que ambos inquilinos del lugar siempre hacían. Se sonrojo de inmediato al recordar aquello ¿Qué pasaba con él?

Lanzo una mirada rápida al peli negro que tranquilamente estaba trabajando con su laptop, con los audífonos en esta, completamente concentrado en lo que estaba haciendo, además de que estaba ignorando al peli verde como si su vida dependiera de eso “Me molesta esto… generalmente soy yo el que lo ignora y me interesa un pepino lo que haga o deje de hacer entonces…” gruño molesto, mientras dejaba a un lado su libro y se sobaba la cien. Logrando por fin que el peli negro le diera la mirada, pero en vez de que fuera una linda e incluso ingenua y preocupada como siempre eran, la de esta ocasión era una molesta, casi con furia contenida.

-¿Te molesta algo, Midorima?- pregunto molesto el de ojos azules, enfocando su mirada seria al peli verde, casi fusilándolo en el acto –no me dejas concentrarme-

“¿Qué no lo dejo concentrarse? ¿Qué diablos le pasa a este? ¿Quién se cree? Además… ¿de cuándo acá Takao necesita de concentración?” pensó el peli verde –no creí que pensaras…- hablo el peli verde, aumentando la molestia del de ojos azules. Esto ya era el colmo.

-Si lo que quieres lograr es molestarme, lamento comunicarte que no lo estás logrando- contesto calmado el peli negro, volviendo su mirada a su computadora –además, pensé que es lo que tanto deseabas ¿no? Que dejara de molestarte-

-¿A qué viene todo eso?-

-No lo sé, dímelo tú. Fuiste tú el que empezó-

-Tks… a veces eres tan…- sus intenciones de seguir molestando a Takao se vieron interrumpidas al darse cuenta de que este no le prestaba la más mínima atención. Eso le molesto mucho, nadie lo ignoraba, ni siquiera Kuzanari -¿Qué tanto haces en tu computadora?-

-¿Te importa tanto? Hago mi trabajo. No me molestes- contesto con ironía y molesto el peli negro.

-Tú no trabajas aquí-

-Bueno ya ¿no? ¿A ti que te importa con lo que haga o deje de hacer? ¿Eh? No entiendo porque debo de darte explicaciones. Si sigo aquí es porque no tengo de otra ¿era lo que querías oír? ¿Cierto? Entonces déjame de molestar, demasiado tengo con estar aun viviendo contigo- reprocho molesto el ojo azul, intimidando con la mirada al peli verde el cual se estremeció por la forma en que Takao lo estaba viendo.

-¿Por qué estás tan molesto conmigo? Yo tampoco tengo la culpa de que Akashi nos dejara así a los dos, después de lo que paso entre nosotros- no recibió ninguna respuesta –contesta Takao.

-Eso mismo iba a decir yo…- murmuro el peli negro, desviando la mirada de su computadora, ahora enfocándola en el peli verde –tú no sabes lo frustrante y difícil que es estar viviendo en el mismo techo que la persona que alguna vez te mintió diciéndote que te amaba, que eras lo más importante para él. Para después simplemente decir “Yo no te amo, te estuve utilizando todo este tiempo. Además de que eres pésimo en la cama” ¿sabes lo que es que te rompan tus ilusiones y el corazón el mismo día y en menos de cinco segundos? ¿Lo sabes, Midorima?- encaro, sintiendo sus ojos húmedos –no… ¿tú que vas a saber? En tu vida solo estas tú, después tú y al final tú y tu maldita carrera- exclamo dolido, levantándose de su cama, cerrando la computadora, dispuesto a irse de ahí, no quería romperse a llorar por algo que el mismo intento que no pasara, mucho menos en frente del culpable de su tristeza –hazme un favor, déjame de molestar con estupideces y mejor dedícate a tus libros. A mí ya no me importa-

-Kuzanari…-

-En cuanto tenga el dinero, con o sin el permiso de Akashi me largo de aquí. Seguiré mi camino aparte estudiando lo que más me gusta. Después de todo… lo único que me amarraba a Teiko le intereso una mierda…- pensó en voz alta el de ojos azules, abriendo la puerta del remolque que compartía con el peli verde, tomando su dije que estaba colgando de su cuello viéndolo con melancolía y decisión. Importándole poco si dejaba con la palabra en la boca al peli verde, cerro de un portazo el remolque.

Esas palabras calaron en lo más fondo de su corazón y de su razón. Estaba en shock… ¿era enserio? No… de seguro era una estúpida broma o simplemente uno de los tontos juegos del peli negro… ¿cierto? Kuzanari no podía irse ¿o sí? No, claro que no, Akashi no lo permitiría. Takao era un elemento importante para Teiko, esto bien lo sabe el peli rojo, no lo dejaría ir tan fácilmente ¿no? Después de todo… él es emperador de Teiko, el absoluto, nadie abandonaba Teiko con vida.

-Recuerda Shintaro estas palabras “No siempre serás el centro de su universo”. El día que Kuzanari encuentre a esa persona que lo ame y valore por lo que es, será demasiado tarde para ti-

-¡Maldición…!- de nada le servían las palabras que el peli rojo le dijo hace más de dos semanas -¿no te cansas de siempre tener la razón… Akashi?- hablo al aire, sinceramente ahora no tenia de salir de su remolque. Comenzaba a dolerle la cabeza y extrañamente… el corazón.

*********

-¿Hablas enserio?- interrogo el peli negro de ojos gris, sentado frente a cierto peli rojo en la oficina de este con los brazos cruzados con su único ojo visible mostrando asombro e incredibilidad.

-Yo siempre hablo serio Tatsuya, no olvides que soy el emperador de Teiko y lo que digo y hago es absoluto- contesto con seriedad el peli rojo, recordando que Tatsuya era uno de sus subordinados que lo veían como una persona “suave”

-No digo que sea malo, al contrario pienso que con el tiempo te lo agradecerán…- continuo el peli negro, suspirando con resignación además de que veía que el heterocromática ya dejo de verle con mirada asesina -...lo que sucede es que veo muy reducido el hecho de que exista una desintegración por parte de alguno de nosotros. Bueno… quizás con el único que pueda que exista tal demanda es con Taiga y Tetsuya, pero de ahí en fuera con ninguno, incluso nosotros, en especial yo- continuo, sintiendo un poco pesado el ambiente.

-No digas algo que puedas cumplir, Tatsuya. Eso siempre me lo dijo mi padre antes de que muriera. Quizás ahora piensas en Teiko y en tus hijos, pero llegara el día en el que conocerás a una persona con la que decidas hacer tu vida independientemente de nosotros. Para cuando ese día llegue, no tendré más remedio que aceptarlo y dejarte ir con Raito y Yuki- explico el peli rojo, sonriendo sabiendo perfectamente que sus palabras se cumplirían en cuestión de tiempo.

-Lo dudo… después de lo de Atsuhi, me han sobrado las ganas de volver a enamorarme y de involucrarme con alguien amorosamente hablando- contesto tranquilamente el peli negro, cerrando un momento los ojos para intentar relajarse, ciertamente ese tema le incomodaba un poco.

-¿Enserio? ¿Y qué me dices de Franco? ¿No lo ves como veías a Atsuhi?- eso sí que lo desubico, al parecer todos estaban en su contra para obligarles a hablar sobre eso.

-Créeme que hay días en los que lo quisiera verlo cómo veía a Atsuhi, con ojos de amor y cariño. Pero después recuerdo que no quiero volver a salir lastimado por culpa del amor y se me pasa. Quiera admitirlo o no, sigo amándolo. Aunque sea un idiota- bromeo serio el peli negro, pues sinceramente ha querido abrirse de nuevo al amor, pero a causa de lo sucedido con el padre de sus gemelos lo veía complicado -¿Qué me dices tú? Pensé que eras el hombre que decía “Shuzo es el único que he amado en la vida, nadie remplazara su lugar” tal parece que te contradices en estos momentos ¿no, Seijuuro?-

-No tientes tu suerte Tatsuya. El que seas padre soltero no evitara que te haga pagar tu indiscreción con un escarmiento digno de recordar…- amenazo tétrico el peli rojo, cometiendo un asesinato más de los que se unían en la lista.

-Lo digo enserio Akashi… es la primera vez en estos años de la ausencia de Nijimura que te veo perder tu absolutismo y poder a causa de una persona. No quiero ni pensar cuando seas oficialmente la pareja de Kouki. El pobre no podrá con “ustedes” –comento, haciendo referencia a la otra personalidad que el peli rojo solía tener pero que últimamente no ha salido a la luz, específicamente desde que Furihata llego a Teiko. Cuando suceda eso, la tercera guerra mundial empezara en Tokio.

-Sabrá manejarlo. Además, el solo suele salir cuando estoy o están en peligro, lo hace en modo de protección. Kouki hasta ahora no ha presentado ser un peligro para mí, al contario, soy yo el peligro de ese castaño- comento orgulloso el peli rojo, un tanto dudoso por lo que su otro yo pudiera hacerle al castaño cuando salga a la luz. No quería pensar en eso. Es por ese otro yo que lo respetan en todos los lugares a los que Teiko asiste y llega para quedarse los próximos 3 meses.

Notas finales:

Gracias por leer!!

Me pone muy feliz saber que les esta gustando este fic nwn

Les agradezco chic@s eso es bueno

Un abrazo

Luky


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