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Love in the Circus. por luky_luze

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Notas del capitulo:

Hello mina-san!!

Aqui feliz porque hoy empezamos el ultimo mes de este año 2014

No se, creo que este año fue un tanto malo para mi, no lo digo por la escuela, mas bien por problemitas de la familia u.u

bueno, no mas royo y las dejo con el cap de hoy

me odiran, y me amaran? no lo se xD!

A leer!!!

Hubo una época en la que en su vida solo existía el mismo y nadie más en la tierra. Siempre vanidoso, siempre egocéntrico, siempre presumido. Alguien completamente diferente a lo que ahora es. Se fue de la casa de sus padres simplemente porque así él lo quiso. Nunca estuvo acostumbrado a estar rodeado de un ambiente familiar, o del cariño entre los integrantes de una familia. Alguna vez se llegó a considerar alguien frio y sin sentimientos. Alguien que no era capaz de siquiera mostrar una sonrisa sincera. Eso… cambio cuando llego a Teiko. En este circo le mostraron que una familia puede tener sus diferencias y conflictos pero siempre había un apoyo y cariño incondicional entre sus integrantes. Aquí le mostraron que debía trabajar duro para lograr sus intereses para tener un futuro próspero. Aquí… conoció ese sentimiento llamado amor…

-Senpai, es hora del ensayo de nuestra rutina…- sí, estaba perdida y profundamente enamorado de una persona y esta persona a su parecer correspondía sus sentimientos pero no hace el más mínimo esfuerzo para acercarse a él. Esta persona tiene por nombre Kise Ryota. Un inquieto y extrovertido modelo, que más que sea su pupilo, era su compañero del trapecio, uno de los mejores que pudo conocer.

-Está bien Kise, no hay que perder tiempo…- respondió el peli negro, sonriendo tenuemente al rubio el cual paso por desapercibido aquel detalle. Vaya que ambos eran lentos… a este paso ambos se quedaran en la Friendzone.

-Moe… etto… sen-senpai después de la rutina… ¿podríamos ir a dar una última vuelta por la ciudad antes de irnos? Me gustaría que Kasamatsucchi me acompañara a un restaurante que encontré. Es muy bueno… al menos eso es lo que dicen los que viven aquí…- invito avergonzado el rubio de ojos ámbar, deseando que el de ojos azules le dijera que si “Takaocchi tiene razón, debo apurarme a confesarme a senpai antes de que sea demasiado tarde”

-En otras palabras…- continuo el mayor, levemente sonrojado y apenado por lo que iba a decir -… ¿me estas invitando a cenar, Kise?- el mencionado asintió, avergonzado pero firme –está bien, siendo tú y conociéndote sé que el lugar es bueno. Acepto Ryota-

-¿Enserio senpai? ¡Viva! Le prometo que no lo decepcionare- alboroto el rubio, haciendo que al otro una sonrisa sincera se dibujara en su rostro. Así lo quería… tonto, infantil, inmaduro, inseguro, caballeroso, a veces irresponsable, pero eso si… con un gran corazón y sentimientos para dar. En especial si se trataba de una persona como lo era él. El rubio era completamente lo opuesto a él, en todos y cada uno de los sentidos pero… ¿Quién dijo que los opuestos no se atraen?

*****

Celos… una curiosa palabra. Tiene distintas definiciones si se trata de un hombre o mujer. Ciertamente era una palabra que hasta donde sabia no está en su vocabulario porque él no ha tenido la necesidad de pasar por eso. No envidiaba nada de nadie porque simplemente él ya lo tiene todo. Desde el momento en que nació ya lo tenía absolutamente todo, dinero, joyas… todo. En cuanto al amor… después de que su amor platónico no se concretó del todo, no ha vuelto a pasar por aquello, incluso a eso que los mortales como solía llamar a los demás “Celos” nunca los volvió a experimentar desde que se fue aquel que le robo por primera vez el corazón. En su vocabulario no rondaba esa palabra, es más consideraba aquello con un signo de inseguridad y de vulnerabilidad, algo que el siendo la cabeza de Teiko no era…

-Dime algo Shintaro… ¿Cómo le haces para controlar los celos que tienes ahora mismo?- aquella pregunta provoco que el medico escupirá el café que tenía en los labios ¿Qué diablos…?

-Cof…cof y-yo no estoy celoso de nadie, Akashi- contesto con dificultad el peli verde, viendo fijamente al peli rojo que no cambiaba su expresión seria, ni siquiera por aquel accidente de su amigo.

-¿Enserio?- hablo con ironía el peli rojo -¿entonces dime porque siento que quieres matar a alguien en estos precisos momentos?-

-N-no es verdad nonadayo- se quejó el otro, levemente sonrojado –yo no tengo ninguna necesidad de estar celoso además… ¿de quién lo estaría?-

-No lo sé… quizá de aquel “admirador secreto” que va tras de Kuzanari- respondió el peli rojo, quitándole importancia al asunto. Aunque le gustaba ver las caras que el peli verde al saber que alguien va tras de su ex novio. -Sinceramente, eso no me interesa en lo más mínimo- continuo el ojo verde, desviando la mirada. Por alguna razón se ponía nervioso al tener la mirada fría y calculadora del heterocromático en el.

-Yo creí que tu orgullo daría más pelea en este asunto, Shintaro- murmuro, viendo como sus palabras hacían efecto en su amigo –supe por Ryota que todos los días Kuzanari recibe ya sea una carta o una flor o un simple regalo de su admirador secreto ¿no te molesta eso, Midorima?-. Ciertamente ahora entendía porque su amigo tenía un humor de los mil demonios.

-Takao dijo que en cuanto tuviera el dinero que necesita, se ira de aquí. Un problema menos en mi opinión- mintió el peli verde, ahora por eso le dolía el corazón.

-¿Y no harás nada para evitarlo? En cuanto a mí, si eso es lo que desea Kuzanari, lo aceptare. Permitiré que se vaya- al ver la cara de asombro y desconcierto del otro continuo -¿esperabas que me interpusiera en las decisiones y en la vida de Takao? En todo caso, no soy su pareja así que no me afecta en nada el que se vaya. Sera un elemento muy importante para Teiko, pero si su felicidad no se encuentra con nosotros, no puedo hacer nada para detenerlo- reflexiono el peli rojo, notando como el semblante del médico cambiaba considerablemente.

-Pensé que te importaba más este circo, Seijuuro-

-Teiko fue fundado por nuestros padres solo como un simple capricho. Aun no entiendo cómo fue que mi padre logro convencer al tuyo y al de Nijimura pero lo hizo. Además… aparte de Teiko tengo otras cosas en que ocuparme y que tarde o temprano me hare cargo de ellas en su totalidad dejando a Teiko en segundo o tercer plano. En cuanto a mi concierne, todos y cada uno de los que viven y trabajan aquí tomaran caminos separados en busca de su propia felicidad y eso es algo que no pienso cortar. Mucho menos si se trata de la ex pareja de mi mejor amigo-

-Cuando pase eso…-

-Kuzanari tendrá a otra persona a su lado- le corto, arruinando toda esperanza que el peli verde tuviera para que Akashi retuviera al peli negro –y espero que para ese tiempo te hayas dado cuenta que él era lo mejor que pudo pasarte en la vida “Sino es que ya te diste cuenta, pero lo que pasa es que eres un cabeza dura” pensó, con una sonrisa de superioridad en la cara. -¿No te cansas de ser tan excéntrico?- se quejó el médico, levantándose de su lugar y yendo hacia la puerta de la oficina del peli rojo –un día de estos nadie te aguantara, incluso Kouki-

-Quizás tengas razón… pero estoy seguro de que Kouki me amara tal y como soy, con mis celos, mi absolutismo, mis celos, mi excentricismo, mi liderazgo, mis celos. Con todo lo que soy- respondió tranquilamente el peli rojo, dejando de lado sus pensamientos anteriores.

-¿No te has puesto a pensar que Furihata estará contigo por ser un Akashi? Todos y cada uno de los que trabajan aquí sabemos quién eres… ¿no crees que es sospechoso que de buenas a primeras él no conozca nada de ti?-

-Él sabe lo que tiene que saber sobre mí. En todo caso, me encargare yo mismo de que sepa de las consecuencias de meterse con el Emperador de Teiko- no entendía por qué el peli verde trataba de ponerle a dudar sobre el castaño.

-Te está volviendo una persona suave. No me gustaría que salieras lastimado como con Nijimura-

-¿Qué se supone que significa eso, Shintaro?- el peli verde salió de la oficina del emperador antes de contestar aquella pregunta. Ciertamente no le gustaba para nada lo que su amigo insinuaba de su “Chihuahua” mucho menos porque significaba mucho para el peli rojo.

****************

Hacia frio…

Pero a pesar de que estaban por terminar la tercera época del año, la cual se acercaba a su época favorita de toda la vida. Inevitablemente sus huesos comenzaban a helarse, tal parecía que estuviera en invierno, pero para eso solo faltaba un par de meses más. Suspiro… acerco su taza de té de manzanilla a sus labios y tomo un sorbo, ni con eso lograba calentar un poco su cuerpo.

-Nee… Muro-chin… ¿en qué piensas?- la voz de cierto grandote lo saco de sus pensamientos. Una sonrisa sincera se dibujó en su rostro. Con gusto acepto el abrazo en el que estaba envuelto ahora mismo. A veces ese chico sabia como sacar de su ser las sonrisas más sinceras y tiernas de su vida.

-En nada Atsuhi…- respondió tranquilamente, sintiendo como el agarre del peli morado aplicaba mayor fuerza -¿te portaste bien? ¿Hiciste todo lo que Akashi te ordeno que hicieras?-

-Sip Muro-chin…- respondió feliz el grandote -¿tienes frio Muro-chin?- pregunto “inocentemente” el ojo morado, respirando a propósito en el oído del peli negro, logrando sonrojarlo hasta las orejas –si quieres… puedo darte todo el calor que necesites…-

-A-Atsuhi…- respondió con nerviosismo, siendo puesto sobre la cama donde hasta ese un momento se encontraba tranquilamente bebiendo su té y leyendo un libro -…no podemos hacerlo. No sin “globito” ya t-te lo había explicado…- continuo, siendo víctima de la mirada intensa que el otro le estaba lanzando.

-¿Por qué no Muro-chin?- se quejó el peli morado, haciendo un puchero para el peli negro –Muro-chin es un hornito que pude hacer un bollo humano ¿verdad?- pregunto de manera infantil el alto, colocando su cabeza en el vientre del otro, poniéndole más nervioso de lo que estaba.

-Claro Atsuhi. Yo soy un “hornito” que puede hacer bebés, pero no puedo hacerlo solo…- continuo el peli negro, intentando explicarle el mensaje al otro -…para eso necesito de “algo” que sale de ti para poder tener un bebé-

-Hablas de semen, ¿verdad, Muro-chin?- a veces se avergonzaba del peli morado por ser tan directo en ciertos temas. El peli negro asintió avergonzado –está bien Muro-chin, no te daré de mi semen hasta que estés listo. Pero no sabes cómo me gustaría estar rodeados de dos o tres o más mini Muro-chin, corriendo tras de MI Tatsuya…- el grandote sabia como hacerle sonreír cálidamente. Un sentimiento de ternura inundó su corazón. Tanta inocencia y amor no podían ser verdaderos.

-Te amo, Atsuhi… eres muy tierno…- comento feliz el peli negro, abrazando el cuello del otro el cual de inmediato le abrazo posesivamente.

-Yo te amo más Muro-chin. Eres mi Muro-chin, mi Tatsuya. Mi hornito de bollos- respondió el peli morado, besando cálidamente los labios del otro que estaba en su nube color rosa.

¿En qué momento todo eso se volvió una cruel mentira? Un cruel juego… una dolorosa y horrible ilusión ¿en qué momento dejo de amarle? ¿Qué hizo mal? ¿Fue su culpa que saliera embarazado? Eso es… el tubo la culpa por no cuidarse también. Sabía que no podía dejarle tal responsabilidad al peli morado. Fue su culpa que el otro le rechazara cruelmente. Por su culpa estaba sufriendo por las consecuencias de su primer amor.

-…Tatsuya…-

A causa de su descuido perdió a su primer amor… perdió a la persona que realmente lo amaba por lo que era. Una persona común y corriente pero con un don que muy pocos comprendían…

-…Tatsuya, despierta…-

Un nudo en la garganta se formó al saber que el otro le abandonaría. Por simple reflejo y enojo le dio un puñetazo en la cara al más alto. Nadie se metía con su bebé mucho menos el padre que cruelmente lo rechazo antes de conocerlo…

-… ¡Tatsuya, despierta por dios santo! ¡No me asustes así! ¡Despierta por favor! ¡Tatsuya! ¡Tatsuya!-

-¿Eh?- murmuro desconectado de la realidad. Dos segundos pasaron para que al final se diera cuenta de que estaban sus hombros sujetados por las manos de cierto rubio de ojos rubís -… ¿Franco, que paso?- se llevó a la cara una mano, solo para percatarse de que estaba húmeda y sus mejillas sonrojadas por el llanto en el que estuvo envuelto.

-Dímelo tu…- respondió el otro, el cual ahora estaba tranquilo al saber que el de ojos grises estaba bien –pensé que ya no sufrías de ataques de ansiedad. ¿Qué fue lo que soñaste esta vez?- pregunto preocupado y un tanto molesto con el causante de que el peli negro estuviera así.

-La noche en que Atsuhi y yo engendramos a los gemelos…- respondió con tristeza y dolor en sus palabras, sintiendo como las lágrimas volvían a salir. En un momento de distracción, el ojo gris se arrojó a los brazos del rubio el cual por poco no lograba recibirle. El ojo rubí sabía que el peli negro estaba demasiado afectado por el asunto. Cinco años no lo han cambiado en nada.

-Ya no llores Tatsuya, estoy contigo. Nadie te lastimara…-

-Quiero creerte pero no puedo…- sollozo el peli negro, sacando todo el dolor que recordó a causa de ese sueño que más que eso, fue un cruel recordatorio de lo que paso con el peli morado -¿yo tuve la culpa, verdad Franco? Desde el principio sabía que no era correcto dejar a Atsuhi con esa responsabilidad. Fue mi culpa el que él me abandonada ¿verdad?

-¿Pero qué estás diciendo Himuro?- se molestó el ojo rubí, regañando al otro el cual solo se dedicaba a llorar en su pecho, alzando su rostro para verle a los ojos –tu solo tenías 16 años cuando te embarazaste de los gemelos, eras un niño por dios, no sabías nada de la vida. Mucho menos sabias que existía la crueldad disfrazada de falsa bondad y ternura. Tampoco sabias nada de métodos anticonceptivos, no al menos como se utilizaban correctamente y los apropiados para ti y ese “sujeto”-

-A veces me hubiera gustado no ser doncel, así quizá Atsuhi no se hubiera alejado de mi lado…-

-¿Te estas escuchando Tatsuya? ¿Estás dispuesto a cambiar a tus hijos por alguien que no supo valorarte a ti y a tu don? A alguien que no vale tus lágrimas ni tu sufrimiento. Por un estúpido inmaduro que se le hizo sencillo irse de Teiko para no cargar con la responsabilidad de ser padre. De alguien que te rompió el corazón-

-Pero…-

-Eres un idiota Tatsuya…- reprendió con ternura el ojo rubí, revolviendo el cabello del peli negro –odio tus malditos ataques de ansiedad. Hacen que cambies totalmente, ese no eres tú. El Himuro que yo conozco no diría tantas barbaridades además de que no se arrepentiría de tener a sus hijos por un idiota-

-Está bien, ya entendí el mensaje. Gracias Franco…- sonrió con ternura el peli negro, provocando que el otro se desubicara y se pusiera nervioso.

-¡¡¡Muro-chin/Oto-chan!!!- ese grito de preocupación por parte de sus gemelos cortaron por unos segundos la atmosfera en la que estaban el rubio y el peli negro. El primero estaba agradecido con los gemelos.

-¿Por qué lloras Oto-chan? ¿Te duele tu barriguita?- pregunto con toda la inocencia del mundo el mayor de los gemelos Himuro, abrazando fuertemente a su padre. Hasta ese momento el peli negro se dio cuenta de que sus pequeños estaban llorando de preocupación por el.

-¿Te cayó mal la comida de Momoi-chin? Si es así le pediré a Gami-chin que me dé un pedazo de pastel para ti- secundo Yuki, de igual forma que su hermano, abrazando fuerte a su padre. Después de unos segundos, ambos gemelos con los ojos rojos y llorosos comenzaron a llorar por el peli negro.

-Estoy bien mis amores, dejen de llorar… no me duele nada Raito estoy bien cariño, y no Yuki no quiero pastel en estos momentos, pero gracias por la invitación mi pequeño…- respondió tranquilamente el peli negro, abrazando con cariño y amor a sus gemelos, intentando con todo su ser no llorar enfrente de sus niños. Le partía el corazón ver a los pequeños peli morados tristes y llorosos por su culpa.

-Ya no lloren, le parten el corazón a su padre- continuo el rubio, ayudando a los gemelos a limpiar sus lágrimas –les prometo que si paran de llorar, le pediré a Kagami y a Sakurai que me den doble porción de postre para ustedes ¿les parece?- con esa propuesta los menos dejaron de llorar, y ahora se lanzaban al de ojos rubí abrazándolo y tirándolo sobre la cama.

-¡¡¡Franco-nii-san/Franco-chin es el mejor!!! –con eso los tres lograron que el ojo gris sonriera ampliamente. Definitivamente no cambiaría a sus hijos por nada, incluso Murasakibara. Por él podía hacer lo que quisiera con su vida.

***********

-¿Por qué tardas tanto con esa cena, Bakagami? ¿No ves que ya tenemos hambre todos los que estamos aquí?- grito “molesto” cierto moreno, con todas las intenciones de molestar al otro y hacer enojar un poquito al peli celeste el cual prácticamente lo fulminaba con la mirada.

-¡No molestes Aomine! Si “alguien” supiera cocinar y hacer sus cosas por si solo y no dependiera de cierta persona que conozco terminaría más rápido. Sakurai y yo no nos damos abasto…- contesto el peli rojo, salteando algunos vegetales en el sartén.

-Tiene razón Kagami, si aprendieras a cocinar como Sakurai, ellos terminarían más rápido Aomine- apoyo el peli verde, “sin apartar” la mirada de su lectura. Más específicamente de cierto peli negro de ojos azules que estaba sonriendo felizmente por tan peculiar discusión.

-Lo dice el que ni por error sabe lo que es un plumero- exclamo el moreno, viendo como el otro se molestaba.

-Tiene razón Midorima-kun, Aomine-kun, tú vives con Sakurai-san las 24 horas del día. Ya es tiempo de que aprendas algo de él ¿no crees?- intervino el peli celeste, tomando un sorbo de su malteada de vainilla.

-No lo apoyes Tetsu…- se quejó, cruzándose de brazos.

-Si quieren, puedo ir a apoyar a Taiga-kun y Sakurai-chan…-

-¡¡NO!!- gritaron todos los presentes, excepto el peli celeste y cierto peli negro de sonrisa tétrica.

-La última vez que cocinaste casi me muero de la infección estomacal que tuve. Agradezco tu ayuda pero yo paso Momoi- exclamo con temor el peli verde, cerrando su libro y poniéndolo sobre la mesa.

-Apoyo al cuatro ojos Satsuki. Tú no tienes talento para la cocina- Con cada palabra, la peli rosa se deprimía y se hundía en su “desgracia” faltaba poco para que se pusiera a llorar por lo que pensaban sus amigos de su comida…

-Eso es algo muy cruel Dai-chan-

-Tiene razón Momoi, a una mujer no se le dice eso- secundo una castaña, un tanto molesta por la situación.

-La cocina tampoco es tu punto fuerte, Riko-chan- exclamo el ojo de halcón, sintiendo la mirada filosa de la mencionada sobre él. Estaba seguro de que iba a morir ahí.

-¡¡QUE DIJISTE TAKAO!!-

-Ya, ya, Riko no le hagas caso- tranquilizo el peli negro de lentes –sabes que lo dice en broma. Tu comida es lo mejor que he probado en mi vida- continuo, con un notable sonrojo en la cara.

-Hyuga tiene razón, a mí me encanta la comida que Satsuki prepara- secundo Imayoshi, viendo con ojos de amor a la peli rosa, mientras los demás ahí presente los veían con horror.

-Gracias Shouichi. Ya ves Dai-chan, mi comida no es mala. ¿Por qué no eres como Imayoshi?-

-Porque yo no quiero morir a los 25 años. No al menos por culpa de tu espantosa comida-

-Cálmense todos- ordeno el peli rojo heterocromático, con un castañito perdido en su lectura de tras suyo –de nada sirve hacer llorar a Satsuki si la cena aún no está lista. Shintaro y Tetsuya tienen razón Daiki, no siempre vas a depender de Ryo, no siempre él te preparara tu comida ni te arreglara tu habitación. Va siendo hora de que comiences a independizarte un poco de el-

-Eso es…-

-Por favor Aomine-senpai, no discuta con Akashi-san- intervino el castañito, saliendo de la cocina con un plato de ensalada y pan recién hecho –para mí no es una molestia hacer de comer a senpai, mucho menos arreglar su habitación- tan luego dijo eso salió disparado a la cocina, no quería sufrir un interrogatorio completo por parte de todo Teiko.

-No suelo decir esto pero… Akashi tiene razón, un día de estos Sakurai no querrá saber nada de ti ni de tus pésimos modales en la mesa mucho menos de tu maldito habito de romper todo lo que tocas- secundo el de ojos color borgoña, trayendo una olla de sopa de miso recién hecha. El moreno solo gruño molesto ¿Por qué tanta insistencia en el asunto? Después de meditarlo por un rato concluyo que esos cuatro tenían razón ¿Cuándo fue la última vez que toco una escoba? Mejor dicho ¿Cuándo fue la última vez que entro a la cocina? Desde hace tres años que Sakurai entro al circo él no ha tenido la necesidad de hacer algo que no sea prepararse para su acto. Ciertamente comenzaba a molestarle que lo consideraran un parasito.

Mientras el moreno se debatía internamente y se hundía más en sus propios pensamientos, cierto peli celeste observaba con atención a su amigo heterocromático pues este no dejaba de analizar cada movimiento que hacia cierto castaño de ojos claros. Para el de ojos color cielo la mirada que estaba poniendo el peli rojo en esos momentos al pobre de Furihata lo estaba incomodando un poco, algo realmente complicado en el que sucediera pero para el castañito no resultaba el mismo efecto, es más pareciera que no se “intimidaba” tan fácilmente por el emperador.

-Akashi-kun- llamo quedito, mientras tiraba de la ropa del peli rojo para no llamar la atención de los demás en especial del castaño que no dejaba de lado su lectura –no creo que funcione en Furihata-san tu técnica de “conquista” en el no causa ningún efecto tu mirada intimidante, tampoco el ojo del emperador te ayude con el- murmuro bajo el fantasma, viendo al peli rojo el cual desvió su mirada del castaño y ahora la enfocaba en él.

-Yo no estoy tratando de conquistar a nadie, Tetsuya…- respondió el peli rojo, afilando su mirada en el inocente peli celeste –solo estoy marcando como de mi propiedad a Kouki. Algo sencillo en mi opinión-

-Aun no es tu pareja y ya lo estás marcando como algo de tu propiedad, Seijuuro-

-Digo lo mismo de ti, Franco-

-Ya, ya no empiecen a discutir- intervino el de ojos grises, ayudando a sentar a sus gemelos mientras que él y el rubio se sentaban en sus respectivos lugares –pero tiene razón Tetsuya, si lo que quieres es que te haga caso o que se dé cuenta de tus sentimientos por él, deja de tener ese aire de asesino serial y acércate a él como es debido. No todos captan las indirectas y las señales a la primera ¿verdad, Daiki?-

-¿Huh?- pregunto el moreno con la boca llena, mientras un poco de la comida que tenía se salía de sus labios ¿Qué diablos hizo ahora?

-El caso de Aomine-kun es muy diferente del de Akashi-kun- continuo el peli celeste, cruzándose de brazos mientras el peli rojo de ojos borgoña le traía otra malteada de vainilla –el primero es un idiota que no se da cuenta por mas señales le estén dando y Akashi-kun es… es Akashi-kun, le cuesta expresar lo que quiere y cuando lo hace por lo general siempre parece que es una orden. Yo sugiero que el empiece con algo sencillo y después se valla abriendo camino-

El tiempo siguió corriendo en esa peculiar plática. Sinceramente el castaño de ojos color chocolate no entendía mucho de lo que es que estaban hablando, pero si entendía que tenía que ver con él. Algo que comenzaba a incomodarle ¿de qué se habían perdido?

-Ha todo esto… ¿Dónde está Kise-chin y Matsu-chin? No los he visto en toda la tarde- pregunto el pequeño peli violeta, agradeciendo por la comida junto con su familia.

-Yuki-chan tiene razón, ¿Dónde están?- secundo el peli negro de ojos azules, viendo hacia otro lado que no sea donde está el peli verde.

-Kise invito a Kasamatsu a cenar, ya era hora ¿no?- contesto quien menos se lo esperaban: Aomine.

-¿Por qué lo dices, Daiki?- pregunto por “curiosidad el heterocromático. No entendía el como el moreno podía conocer tal cosa, es más… que pudiera saber con qué intenciones el rubio se llevó a su senpai a cenar.

-¿No es obvio? Se lo llevo para cog...-

-Aomine-kun- regaño el peli celeste. Ese no era el lugar ni el momento para decir esas cosas, mucho menos frente dos niños de 5 años.

-¿Qué? Me dirán que el idiota de Kise es un santo. Por favor… si a leguas se nota que esta cacheteando las banquetas por su senpai. Deberían de ser más observadores en ese sentido-

“…Mira quien lo dice. Definitivamente es un idiota…” todos ahí presentes tuvieron el mismo pensamiento. Excepto ciertos castañitos que no entendían ni pio de lo que estaban hablando y dos niños que a su corta edad no comprendían de esas cosas.

-Oto-chan…- llamo la atención del ojo gris el pequeño Raito-¿Qué es eso de “cacheteando las banquetas”? ¿Por qué Aomine-chan dijo eso?- pregunto con toda la inocencia que solo un niño lleno de amor podría tener.

-Eso…- dudo si debía explicarle a su pequeño el significado de eso –mejor que te lo explique Franco- suplico con la mirada al ojo rubí el cual solo lo vio y atino a ver al pequeño peli morado.

-Te lo explicare cuando tengas 15 años…- ciertamente no quería provocarle un trauma innecesario al menor –solo que para ese tiempo, lo llamaras “enamoramiento”. No le hagas caso al lenguaje coloquial de Daiki-

-¿Y que es “enamoramiento”, Franco-chin?- pregunto curioso Yuki. Ciertamente la conversación le estaba llamando la atención.

-Ya les dijo Franco que se los explicara cuando cumplan 15 años. Aun son unos bebés y no entenderían de esas cosas- repitió con toda la paciencia del mundo el peli negro. Ciertamente sus niños aun eran muy pequeños para que conocieran de esos temas. Con eso daba por terminada la conversación. No había día en el que sus gemelos no le recordaran a Murasakibara.

*********************

***Pasajeros con procedencia de Tokio a la ciudad de Osaka, les damos la bienvenida. Favor de pasar por la puerta 31***

A paso lento caminaba por los pasillos del aeropuerto. Con una gigantesca bolsa de papas fritas en el brazo y el otro su maleta veía con atención el lugar. Hacía tiempo que no iba de “visita”, no ha cambiado en los últimos cinco años. Mientras abría la bolsa de papas fritas y comía de estas, recuerdos que hace tiempo pensó que ya no tendría ahora están más presentes que nunca. El decidió irse porque tenía que hacerlo, no quería que saliera lastimado por asuntos que a él no le correspondían. Eran solo de él, no tenía que involucrarse, por eso fue que tomo la decisión de salir de su vida así como él había entrado en la suya: abruptamente.

-…Ahora ya nadie nos separada… Muro-chin. Juro por mi hijo que te recuperare y aplastare a quien se atreva a interferir en mis planes-

Notas finales:

Gracias por leer!!

Ahora contestare sus RR y escribire un poco de este fic ando seca del cerebro, aprovechando que la señora inspiracion no se pone de nena xp

Nos leemos luego

un ABRAZOTE psicologico

luky


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