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Love in the Circus. por luky_luze

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Notas del capitulo:

Buenas noches mina!!

Aqui les traigo el cap nueve de este fic, espero les guste

me tarde un poquito en escribirlo pero lo hice con mucho cariño para ustedes

Sin mas que decir...

A leer!! 

Nos vemos abajo n.n

Se consideraba una persona celosa… si, hasta cierto punto. Celos de su trabajo, celos incluso de su mejor amigo pero… ¿de tu ex novio? ¡Por supuesto! Lo admitía por más que su orgullo se encargara de negarlo. Tenía un límite, y ese límite estaba llegando a su fin por culpa de ese ESTUPIDO RUBIO como en su mente le llamaba a Miyaji. ¿Por qué tuvo que meterse donde no lo llamaban? Takao era suyo. No solo por el hecho de que junto con el peli negro vivió una serie de fortunas y des fortunas, tampoco por el hecho de que le pidió que fuera su novio el día de su cumpleaños, lo sabía perfectamente porque la misma Oha-san lo había predestinado permanecer a su lado. Además… conocía tan bien al otro que estaba completamente seguro que su corazón seguía latiendo por él.

-No lo sé… supongo que no estaría mal pero… ¿y si no le agrada a Akashi?- la voz del peli negro lo trajo de sus maldiciones internas ¿Qué estaba haciendo?

-No entiendo de que te preocupas Kuza-chan… eres excelente en tu trabajo y lo que haces. No creo que a Akashi le moleste que lo hagas. Eres el encargado del ambiente y la música después de todo- ¿Qué estaba haciendo Miyaji con Takao?

-Pero…-

-Takao…- llamo el médico, entrando a la conversación de esos dos.

-Shin-chan…- exclamo el peli negro -¿ocurre algo?- pregunto, desviando su atención del rubio y ahora enfocándola en el peli verde.

-Nada… Kise quiere saber si ya vas a acabar con tu trabajo. Quiere que estés presente en el interrogatorio del amigo de Sakurai- mintió con todos los dientes, lo que sea con tal de que no esté más tiempo junto del otro.

-Ahora voy…. Entonces… ¿Cómo quedamos Kiyo-chan? ¿Empezamos con Burn it down o con Somewhere I Belong?- continuo, viendo fijamente al rubio haciendo enojar al otro.

-Sigo creyendo que debes empezar con Guilty all the same…-

-Lo que queremos es llamar la atención del público, no asustarla con un solo de batería y guitarra-

-Ni tu ni yo, ¿y si comienzas con In the end? Creo que tiene lo que buscas-

-Castle of Glass y Final Masquerade tampoco son mala opción ni se escuchan mal-

-No estamos llegando a nada Kuza-chan-

-Es lo que digo…- comenzando a reír al ver que no estaban concretando nada. Era la primera vez que se sentía tan… libre, tan entusiasmado por algo que en verdad le gustaba y no porque solo se trate de su trabajo. Aquello no lo pasó desapercibido en peli verde ¿Qué tenía Miyaji que hacia reír tan efusivamente a Kuzanari? Lo que sea… no le agradaba para nada.

-¿De qué rayos hablan?- exigió saber el peli verde, pues desde que empezaron a hablar esos dos no había entendido ni pio de su conversación.

-De trabajo Shin-chan, de trabajo…- respondió tranquilamente el peli negro, ignorando las rabietas del otro.

-No es nuestro problema que no conozcas de música moderna, Midorima- se burló el rubio, viendo con cara de pocos amigos al médico.

-Ahora me entiendes… eso es lo complicado de haber tenido a alguien tan clásico y aburrido como Shin-chan como novio- continuo el peli negro, viendo con resignación al otro –por más que trataba de explicarle de bandas y música de ese estilo no lograba entenderme ni comprenderme-

-Es una lástima Kuza-chan- murmuro el rubio, abrazando por los hombros al peli negro –cualquiera quisiera tener un novio como tú. Alegre, divertido, moderno… todo lo que alguien busca en una persona-

-Eso ya no importa…. Te sugiero algo. Vamos a ver a Ryo-chan y a su “amigo” y terminamos esto después. ¿Sabes? Ya se me fueron las ganas de seguir viendo la música para el show- comenzaba a deprimirse por algo que no valía la pena.

-Te comprendo…- ayudando al peli negro a levantarse y dirigirse al comedor donde estaban todos los demás reunidos -¿en serio crees que ese hombre es el tutor legal de Sakurai?- pregunto, para desviar de sus pensamientos deprimentes al otro.

-Lo dudo mucho… sinceramente Wakamatsu-san ve con otros ojos a Ryo-chan. Eso es algo que nadie paso por desapercibido. Supongo que está enamorado de él pero aún no se ha dado cuenta de eso-

-Creo que tienes razón Kuza-chan-

Mientras estos dos iban platicando del castaño, el medico se quedó pasmado al escuchar tales declaraciones del de ojos de halcón. Él era… ¿anticuado? ¿Aburrido? Si, admitía que nunca considero música lo que Takao escucha y pone como su himno, pero nunca pensó que el peli negro pensara eso de él. “Por algo estuvo contigo ¿no?” las palabras del modelo comenzaron a llegar a su mente “Haz un pequeño intento y recuerda que fue lo que le gusto de ti a Kuzanaricchi para que estuviera contigo. Veras que en cuestión de tiempo lo tendrás de nuevo a tu lado. No pierdas la fe Midorimacchi”

¿Perder la fe? Si ya la tenía perdida desde hace meses. Con mayor razón al no recordar que fue lo que hizo para tener a Takao a su lado desde el principio. ¿Hipnosis? ¿Horóscopos? ¿Magia? ¿Suerte? ¡No! No hizo ninguna de esas cosas para que el peli negro estuviera a su lado. Entonces… ¿Qué fue? “Piensa Midorima, piensa ¿Qué hiciste para que alguien tan extrovertido, alegre, divertido, lindo, tierno, adorable y sobre todo desesperante como lo es Takao Kuzanari fuera tu novio? ¿Qué?” se frustro al no tener nada concreto. Bufo molesto, ¿Por qué no lograba recordar algo tan importante como eso?

“Supongo que… sino logro recordar que fue lo que hice para que Takao se fijara en mi… tengo que cambiar ¿no? Digo… quizá si consigo cumplir sus expectativas puede que tenga una oportunidad con el ¿verdad?” pensó, caminando hasta donde estaba el comedor, pues necesitaba despejarse un momento de sus problemas “Pero la cuestión es… ¿Cómo lo hago? ¿Qué hago? Peor aún… ¿Cuáles son las expectativas de Kuzanari? Maldición… esto es más difícil de lo que pensé. Tendré que pedirle ayuda al idiota de Kise, quizá él pueda ayudarme con esto, después de todo, es su mejor amigo ¿no?” con un nuevo plan en marcha, decidido a conquistar al peli negro, camino con paso firme hasta llegar donde todos estaban reunidos. Se sorprendió al ver que el comedor estaba en silencio total, es más, el silencio incomodo estaba al orden del día.

********************************

“¿Quién se murió? ¿De qué me perdí?” pensó cierto peli rojo al ver que el comedor estaba completamente callado, algo realmente raro en un circo como Teiko. Un escalofrió recorrió su espina dorsal al ver al temeroso Sakurai sentando cara a cara con cierto heterocromático, con un rubio y cierto castaño a sus lados respectivamente. Comenzaba a compadecerse del chico. Y esperaba que no haya hecho nada grave.

-Etto…- se atrevió a hablar, rompiendo con aquella pesada atmosfera. Se sonrojo al tener todas las miradas sobre el –Sakurai… necesito que me ayudes en la cocina ¿podrías venir conmigo, por favor?- el castañito brinco como gato asustado al ser llamado.

Al tener la autorización del emperador para que pudiera levantarse de su lugar, rápidamente se fue con Kagami a encerrase ambos en la cocina. Uno tenía pánico, el otro no sabía de qué rayos se había perdido para que todos en ese lugar estuvieran tan ordenados y quietos.

-Empecemos de nuevo…- murmuro el peli rojo, viendo con mirada filosa al rubio de ojos grises -¿Quién eres? ¿Y cómo es eso de que eres el tutor legal de Ryo?- exigió el emperador.

-Como dije…- continuo el otro –me llamo Wakamatsu Kosuke. Tengo 27 años y como tú mismo dijiste, soy el tutor legal de Sakurai Ryo- contesto tranquilamente el rubio. El castaño se alarmo al ver como el peli rojo comenzaba a buscar sus tan amadas tijeras para encajárselas al otro, tomo la mano del emperador para que se tranquilizara y no hiciera algo que por supuesto alarmaría a Sakurai. El otro frunció el ceño, pero se calmó, no quería que el castaño se enojara con él.

-Por favor…- pidió quedito y apacible el castaño -…lo que Sei-kun quiere saber, así como todos los presentes es ¿Cómo alguien tan joven como usted es tutor legal de un jovencito de 18 años como lo es Sakurai-san?- continuo, sintiendo como el agarre del emperador se volvía mas fuerte ¿Por qué?

-Oh eso…- exclamo, sonrojándose por como el castaño le había pedido tan amablemente una respuesta. Podía sentir una mirada asesina sobre él, por el peli rojo, claro –supongo que… Ryo aún no les dice ¿cierto?-

-¿Qué cosa?- exigió el emperador.

-¿Es malo?- pregunto el modelo, interesado por el castaño.

-¿Feo?- continúo la peli rosa.

-Depende de que ojos lo miren…- contesto el rubio un tanto sentimental.

-¿Puede explicarse, por favor?- pidió Furi. Calmando a todos los presentes.

-Es una historia larga y triste…- dudo, pues no creía que el fuera el indicado para contarla –Ryo… desde siempre fue muy unido a sus padres. Los amo y quiso muchísimo. Los tres eran muy unidos, en especial con su madre. Era la luz de sus ojos, su ángel caído del cielo, según las mismas palabras de él. Cuando cumplió cinco años… ella murió a causa de un accidente automovilístico. Viajaban en un taxi y cuando menos se lo esperaron, fueron impactados por otro conductor. Para cuando Ryo despertó, estaba en el hospital junto con su padre. Su madre murió a cambio de la vida de su único hijo. Jamás se atrapo al responsable del accidente que dejo dos muertos, el conductor del taxi y la madre de aquel inocente niño. Desde ese momento algo cambio en Ryo-

-Eso es algo triste…- murmuro el peli celeste, con su cara inexpresable pero sentimental.

-Para cuando cumplió 6 años…- hablo el rubio, llamando la atención de todos –la situación de Ryo ya era muy diferente. La relación con su padre ya no era la misma, al igual que él. Su padre comenzó a sumirse en el alcohol, las drogas, su vida se volvió un martirio para ambos sin su madre y esposa a su lado. El pobre de Ryo tenía que vivir con él porque era lo único que tenía en la vida. Un día llego de la escuela solo para darse cuenta de que su padre lo había abandonado. No lloro, ni grito. Solo… solo, se sintió solo… más solo que un perro. Alguna vez llego a pensar que fue por su culpa que los seres más importantes y valiosos para el en su vida lo habían abandonado. Llego a sentirse una molestia, algo innecesario, un estorbo para los demás…- narro con un nudo en la garganta, no podía imaginarse el en la misma situación –era un niño por dios santo… ¿Cómo alguien tan inocente y puro podía pensar eso de sí mismo? Un niño, un alma pura, frágil, vulnerable ¿un estorbo?- las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos –Ryo no es una molestia, nunca lo ha sido, jamás lo será- lloro de impotencia.

-Para cuando lo conocí él ya tenía 8 años, me parece admirable que dos años estuvo completamente solo, además de que sobrevivió por su cuenta, sin dejar la escuela de lado. Mi madre y yo llegamos al vecindario sin saber nada de su pasado. Él nos dijo todo lo anterior cuando cumplió 12 años. A mi madre se le partió el corazón al ver a ese castañito tan lindo, tan puro y bueno solo, trabajando para sobrevivir además de que tenía que ir a la escuela. Así que un día decidimos adoptarlo, hacerlo parte de nuestra familia. Tardamos más en papeleo y todo eso que en encariñarnos con él. Continuo trabajando pero ya no para mantenerse, sino para comprarnos obsequios, lo que quisiéramos. Nosotros jamás le pedimos que hiciera tal cosa, nunca quisimos nada de él que haya sido de su dinero pero él lo hacía de todos modos. Pienso que él lo hacía para agradecernos por haberlo salvado de su soledad-

-Y yo que pensaba que el pobre diablo era yo…- murmuro Kasamatsu, llamando la atención de todos, en especial del modelo –admiro al muchacho. Es más fuerte de lo que pensábamos-

-Apoyo a Yukio…- secundo Tatsuya –tras aquella personalidad temerosa hay una persona fuerte y admirable-

-Ryo no era así…- comento Wakamatsu –él era… alegre, seguro de sí mismo, de sus palabras, de sus acciones, era feliz, y eso se veía en sus ojos. Nunca le tuvo miedo a nada, ni a nadie. Pero desde que su madre murió y el abandono de su padre lo volvieron otra persona, alguien sumiso, temeroso… alguien completamente diferente ¿se han dado cuenta que le cuesta sonreír?- pregunto, todos asintieron –él no fue así, él sonreía mucho, le gustaba su vida, le gustaba vivir. Nos costó mucho trabajo sacarlo de su hoyo, en un año dejo de llorar por las noches, otro año dejo de dormir junto conmigo, dos más y ya no le costaba socializar con las personas, tres años… y ya se había vuelto un poco más independiente de lo que ya era-

-¿Por qué Sakurai jamás nos dijo sobre esto?- pregunto Imayoshi.

-Comprendan… no es algo sencillo de contar, en especial si fuiste tú el que lo vivió en carne propia- contesto el rubio –para cuando el cumplió 15 años ya era alguien hermoso, alguien que cualquiera quisiera tener en su cama una noche, eso perfectamente lo sabíamos mi madre y yo. Pero no contábamos que ese mismo año ella iba a morir de cáncer. Fue otro duro golpe para él, pero logro superarlo. En ese entonces yo tenía que irme a estudiar a Paris porque se me estaba ofreciendo la oportunidad. Lo difícil iba a ser separarme de Ryo por un tiempo. Con la muerte de mi madre, y al ser yo ya mayor de edad significaba que era el tutor legal de él. Tenía que decidir rápido, quedarme y cuidar de él o confiar en la sociedad en la que vivimos e irme a estudiar dejando solo a tan lindo niño-

-Entonces fue él el que te dijo que te fueras a estudiar a Paris aun sabiendo que lo ibas a dejar solo de nuevo- razono el peli verde, el rubio asintió –yo hubiera hecho lo mismo-

-Pero nunca me imaginé que estaría trabajando en un circo como Teiko…- comento un tanto decepcionado –Ryo tiene talento para la cocina y repostería, es muy inteligente y es capaz de vivir independientemente de cualquiera que quiera hacerlo ver cómo menos…- continuo, ahora viendo al peli rojo que ha estado callado desde que empezó su relato –por tal motivo… pienso llevármelo de regreso a Japón-

-¿Y qué te hace pensar que él va a querer irse contigo?- grito furioso el moreno levantándose de golpe de su lugar, desde hace horas a estado callado. Ese idiota que se cree, por supuesto que Ryo no se va a ir con él.

-Contrólate Daiki…- ordeno el emperador –Kosuke tiene todo el derecho de hacer lo conveniente para Ryo. El sigue siendo menor de edad hasta que cumpla los 21 años y lo que diga su tutor legal es lo que se va a hacer. Lo sabes perfectamente- con eso callo al moreno –pero Daiki tiene razón, tiene 18 años y ha estado junto con nosotros los últimos tres años, no creo que quiera irse así como así-

-Eso lo sé perfectamente Akashi-san- contesto el otro –por tal motivo le pido que me de tres meses, si en ese tiempo logro convencerlo de regresar a Japón para que estudie y tenga un futuro próspero para él, lo dejare aquí hasta que cumpla la mayoría de edad…- sonrió al ver la imagen de su cabeza –para ese tiempo pienso casarme con él y formar la familia que tanto deseamos los dos-

-Aomine-kun, no hagas una estupidez- pidió el peli celeste, viendo como el moreno se iba del comedor hecho una furia dispuesto a irse a cualquier lado, con tal de no estar más en ese lugar. ¿Casarse con Ryo? ¿Por qué no lo vio desde el principio? Sabía que ese estúpido rubio no tenía ninguna sana intención para el castaño. “¡QUE SE VAYA A LA MIERDA ESE TIPO!” pensó enojado el moreno, buscando las llaves de su motocicleta, quería largarse de ahí cuanto antes “Ryo no se va a casar con él, de eso me encargo yo. No me abandonara” trataba de convencerse a sí mismo de eso pero con lo último acontecido entre ambos, veía difícil aquello. “Si él se va yo… yo…. Maldición, yo y mi bocota” se subió a su motocicleta, encendió el motor y salió disparado de Teiko, cualquier lugar es bueno para desquitarse.

Pero… lo que más le molesto fue la seguridad con la que dijo que vendría en un futuro por Ryo para casarse con él. Era como si estuviera convencido de que así se haría. No podía ¿verdad?

-Disculpa a Daiki. No suele tener cerebro cuando se trata de estas cosas- el rubio negó, ya se lo imaginaba.

-Ryo me platico muchas cosas sobre los integrantes de este circo, hablaba más de él que de cualquier otro, a cualquiera le caería como balde de agua helada el que te quiten tu cocinero personal- respondió restándole importancia al asunto –les pido que no digan nada de esto a Sakurai, prefiero decírselo yo todo-

Teiko asintió en silencio, nadie quería que se fuera el castaño pero la decisión estaba en él y lo que Wakamatsu decidiera para él.

******************************

Últimamente se sentía agobiado, más que eso… un tanto confundido y apaleado mentalmente desde que tuvo aquel sueño. Que más que un sueño fue un recuerdo que pensó que estaba ya en lo más profundo de su mente, algo en lo que se equivocó completamente. Bueno, prefería mil veces que el fuera el único afectado y no el peli negro o los niños. Creyó que aquel fantasma había desaparecido por completo pero no fue así.

-Franco ¿estás bien? Me tienes preocupado…- la voz del de ojos grises le distrajo de su dolor de cabeza.

-…- el rubio no respondió, solo vio al otro que se estaba sentado a un lado suyo.

-Desde hace algunos días quería preguntarte algo…- al ver que el otro le invitaba a seguir, continuo -¿Quién es Renzo?- estaba completamente seguro de que nadie a excepción de él y el peli celeste conocían ese nombre ¿entonces como…? –lo dijiste entre sueños repetidas veces, es por eso que lo sé. Pensé que me tendrías la misma confianza que te tengo yo a ti como para contarme sobre el-

-No eres nada justo conmigo, Tatsuya- reclamo el de ojos rubís -¿para qué quieres saberlo? ¿Estas celoso acaso?- pregunto esperanzado.

-Por supuesto que no, Franco- negó rotundamente el peli negro –es solo que quiero saber más de ti. Haz hecho mucho por nosotros, además de que es la primera vez que te escucho hablar dormido, en especial diciendo un nombre de un chico ¿Cómo es? ¿Es lindo? ¿Fue tu novio? ¿Lo quisiste mucho? Cuenta, cuenta, cuenta…- pidió, viendo con ojitos de perrito regañado al rubio con tal de sacarle la verdad.

-Bueno… Renzo es…- dudo por unos segundos –en cuanto a personalidad es idéntico a Ryota y a Kuzanari multiplicado por 10- trato de recordar más –pero si se enoja, es como yo, Seijuuro y Shintaro pero multiplicado por 20. Difícilmente logras a contentarlo contigo- murmuro –y en cuanto al físico, es idéntico a-

-Himuro…- la voz del médico lo corto –Akashi quiere hablar contigo sobre Sakurai, ve a verlo- el peli negro se levantó de su lugar y después asintió.

-Está bien… Franco aun no terminamos esta conversación- advirtió, revolviendo el cabello del otro –no pienses tanto, un día de estos te quedaras sin neuronas- se burló viendo como el de ojos rubís fruncía levente el ceño pero con una sonrisa divertida en la cara.

-¿Me crees Kise, acaso?- reprocho, viendo “seriamente” al peli negro que solo soltó una sonora carcajada.

-Puede que… si, ¿Por qué no? Fuiste modelo de todos modos, y como tal es probable que fueras igual que Kise. A todo esto… ¿lo han visto? Lo perdí de vista desde que se terminó el interrogatorio a Wakamatsu-

-¿Cómo les fue con eso?- quiso saber el rubio.

-Te lo cuento después, ahora tengo que ir a ver a Seijuuro, conociéndolo estoy seguro de que está enojado ahora mismo- dicho y hecho salió de ahí antes de que su amigo terminara de enojarse con él.

-Sigo sin creer que este sea padre de gemelos…- el rubio le dio la razón al peli verde que tenía el ceño fruncido –dime algo… ¿Qué es lo que tiene Himuro que tiene tan locos a Murasakibara y a ti?-

-Lo mismo te pregunto a ti Shintaro…- señalo, viendo con curiosidad al peli verde -¿Qué tiene Kuzanari que pierden la cabeza tú y Kiyoshi?- tenía ganas de molestar a alguien y que mejor persona que el mejor amigo de tu primo ¿no? Además el peli verde tenía la culpa por ser tan Tsudere.

-Kuzanari…- se quedó callado por unos segundos -…Kuzanari es especial- y salió de la vista del rubio, no quería otro interrogatorio mucho menos del primo de tu jefe y amigo.

-Eres tan predecible, Shintaro…- se rio el rubio, viendo el sonrojo que tenía el medico antes de dejarle solo. Ahora sabía porque el ojo de halcón estaba loco por el otro.

*****************************

En cierto remolque, cierta parejita se devoraba hambrienta los labios del otro como si su joven vida se les fuera en eso, además de que se encontraba deseosa por pasar al otro nivel. Concretamente era el peli negro que se encontraba sentado entre las piernas de cierto rubio, con los brazos de tras del cuello de este, rozando sus torsos aun con la ropa puesta pero con una corriente eléctrica recorriendo su cuerpo sin explicación alguna, simplemente lo hizo porque quería, no lo pensó mucho, solo le pareció entretenido jugar con su novio pero en un momento las cosas se le salieron de control. Mientras el rubio le sujetaba de la cintura, moviendo su cuerpo excitantemente, acariciando el cuerpo del mayor, percatándose de lo caliente que estaba, incluso más que el mismo.

-To-tómalo con calma Yukio…- jadeo excitado el rubio, viendo como las pupilas del otro se encontraban dilatadas por la necesidad de hacerlo con él.

-¿No quieres hacerlo, Ryota? ¿No me deseas?- reclamo el otro, sintiendo sus mejillas arder. Estaba mostrando la faceta más vergonzosa que tenía a su novio y este le estaba interrumpiendo.

-Por supuesto que si senpai, te deseo como jamás pensé que desearía a otra persona en mi vida- respondió rápido el rubio, enredando sus dedos en las hebras negras del otro, acercando sus labios al cuello del mayor, estaba excitado pero… -quiero que Yukio lo disfrute tanto como yo- beso su cuello mientras sus manos alzaban la playera que el peli negro traía puesta, acariciando con las yemas de sus dedos los botones rosas del otro mientras besaba con cariño todo el cuello y torso del mayor.

-Si es contigo, disfruto de hacer cualquier cosa… idiota- jadeo, mordiéndose los labios dado que el modelo estaba lamiendo sus pezones. Dio un pequeño brinquito al sentir los dientes del rubio mordiendo su anatomía.

-Entonces no habrá marcha atrás… Yukio…- era la primera vez que escuchaba aquel tono de voz por parte del rubio, tan serio pero decidido. Podría decirse que había descubierto otra faceta del siempre revoltoso e infantil modelo de 25 años.

Con un poco de ansiedad, el rubio retiraba el estorboso pantalón que tenía puesto el peli negro solo para dejarlo en bóxer, también quito la playera que impedía ver el cuerpo completo de su novio perfectamente marcado, le dio un poco de envidia el que el cuerpo del otro le había pertenecido a otra persona antes que él, pero ahora eso iba a cambiar, se encargaría de que todo lo del peli negro solo reaccionara ante su toque, sus carisias, sus besos… su amor.

-N-no hagas eso idiota- se quejó el peli negro, viendo como el modelo con sus dientes bajaba su bóxer cerciorándose de lo excitado que se encontraba. Nunca había visto aquel brillo en los ojos dorados, reflejaban pasión, lujuria, una serie de sentimientos encontrados para ambos.

-Quiero hacerlo…- reclamo, poniendo sus manos en los glúteos del otro, acariciándolos mientras quitaba completamente la ropa interior del peli negro. Sin pedir permiso alguno, introdujo a su boca el miembro completamente erecto del otro, importándole poco los reclamos que este hiciera por haber hecho eso. Comenzó con un lento vaivén, encargándose de que su novio lo disfrutara completamente. Por inercia, el peli negro comenzó a mover sus caderas, envistiendo la boca del modelo que gustoso aceptaba aquello, después de todo, fue él el que lo empezó y se encargaría de terminarlo.

-Me-me ven-go Ryo-Ryota pa-para, sácalo de tu boca- murmuro con dificultad, poniendo sus manos en los hombros del modelo, intentando alejarlo de él, pero no funciono de mucho aquello dado que el rubio le obligo a que se quedara tal y como estaba –ha-hablo enserio, m-me vengo estúpido. No qui-quieres que lo haga en tu boca ¿ver-verdad?- a quien engañaba, el rubio quería su esencia –n-no lo soporto más…- hundió sus manos en las hebras doradas del otro, viniéndose en la boca de su novio que tragaba con dificultad el semen del peli negro –te dije que paradas…- salió de la boca del otro, limpiando con los pulgares las comisuras y restos de su esencia de los labios del modelo.

-Estuvo bien, Yukio… pero aun no terminamos…- el rubio se desvistió por completó, aun con el pelo negro entre sus piernas, beso sus labios con cariño y amor infinitos, siendo correspondido por el otro que aún no se recuperaba del todo del anterior orgasmo que había pasado. El menor busco de la mesita de noche un paquete de condones que ya tenía preparado para cuando el mayor le pidiera hacer el amor con él, tomo uno y se lo coloco en toda la extensión de su pene, todo bajo la mirada lasciva y avergonzada del peli negro.

-P-pensé que querías hacerlo al natural, Ryota…- murmuro, mientas el modelo se encargaba de tomarlo de la cintura y a posicionarle encima de su erección, rosando con la entrada del otro que se estremeció al contacto con aquel pedazo de carne.

-Quiero hacerlo, pero no hasta que senpai esté preparado para llevar en su vientre a mis hijos. Lo que más quiero es una niña, pero no la tendré hasta que el amor de mi vida quiera concebirla…- respondió tranquilamente del modelo, sonriéndole al otro que se sonrojo por sus palabras. Lentamente hizo que su virilidad entrara en tan estrecha entrada, logrando que ambos, tanto el rubio como el otro jadearan deseosos por pertenecerle al otro, hechos para estar juntos así y de muchas más maneras.

-N-no me trates como quinceañera enamorada, tonto…- reclamo el mayor, comenzando a cabalgar al modelo que le sostenía de la cintura, marcando su ritmo lento, profundo… delicado con él.

-Te trato como la persona más importante que tengo para mí en esta vida, Yukio- respondió el rubio, impulsando al otro para que fuera más profundas las embestidas que le propinaba. Nunca pensó que el peli negro fuera tan estrecho. Le robo un beso al mayor que gemía sin trapujo alguno, tan dulces, eran esos labios que ya era un adicto a ellos, no solo a ellos, sino al dueño también.

-M-más rápido Ryota…- pidió, aferrándose al cuello del rubio para soportar las embestidas con las que era sometido su cuerpo. No era la primera vez que tenía sexo con otro hombre –además de ser el pasivo en esta ocasión- pero si era la primera vez que una descarga eléctrica recorría su cuerpo, algo que nunca había pasado en las ocasiones anteriores que se había acostado con alguien –ma-más rápido por favor… rompe el condón maldita sea- bramo molesto pero infinitamente feliz al ver que el rubio le hacía caso. Por primera vez sentía que… estaba haciendo el amor con el dueño de su corazón.

-Estas ansioso Yukio…- le susurró al oído el modelo, ahora acostando en el colchón a su novio, acomodando su cabeza en la cómoda almohada sin dejar en ningún momento de envestirle –solo espero que cuando tengamos a nuestros hijos digas lo mismo- sentía como faltaba poco para que ambos terminaran, no solo porque había encontrado el punto que volvía loco al peli negro, sino que algo en su interior le decía que así serían sus noches siguientes.

-M-me vengo Ryota- era lo que quería escuchar, aumento considerablemente la velocidad y profundidad de las embestidas hasta que el peli negro se corrió entre sus vientres, mientras que él lo hacia dentro del condón, llegando ambos a tan delicioso y ansiado éxtasis. El modelo busco la mirada de su pareja, se perdió en aquellos orbes que lo hipnotizaron desde hace mucho tiempo y sin trapujo alguno le beso despacio, tranquilo, con amor que ambos desbordaban después de tan magnifico orgasmo mutuo.

-Te amo Yukiocchi- exclamo el modelo, poniendo su cabeza en el pecho contrario, escuchando perfectamente los acelerados latidos del corazón del peli negro, mientras que este le acariciaba con cariño sus hebras doradas.

-Yo también te amo, Ryota idiota- contesto el peli negro, sin dejar de acariciar los cabellos ajenos.

-Moe… senpai es tan sexy que me incita a tener otra ronda con él. ¿Quieres? Di que sí…- suplico el rubio, regresando a su estado infantil de siempre. El mayor podía jurar que al rubio le salieron un par de orejas y cola de perro, deseoso de jugar con su amo.

-Lo haremos, pero primero deja que me recupere ¿quieres? Duérmete, tenemos muchas cosas que hacer mañana- respondió, cerrando lentamente los ojos, dejándose llevar por el cansancio.

-Me parece bien, Yukio- acepto feliz, acurrucándose en el pecho del mayor, con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Ese iba a ser la primera noche de muchas más junto con su novio siendo uno en la intimidad de su lecho, únicamente con la luna y las estrellas como testigos.

******************************

Hasta cierto punto, se consideraba una persona serena, tranquila y porque no, un poquito sádica y maquiavélica, bueno… si se metían con él o con las personas importantes de su vida pero esto… ¿Cómo alguien tan simple pero a la vez tan especial como lo era Furihata Kouki para él podía causar tal efecto en el temible y admirado Emperador de Teiko? Ni el mismo lo sabía.

-Gracias por ayudarme a bañar a Kitsune, Sei-kun…- la vocecita del castaño lo atrajo de sus pensamientos –pero no era necesario hacerlo, puedo hacerlo solo-

-No- negó rotundamente el peli rojo, fregando la espalda del animal en cuestión –yo quería hacer esto. Es mi león después de todo- contesto sin más, viendo fijamente al otro.

Una risita divertida salió de los labios del castaño -…supongo que a Kitsune le gusta ser consentido por su amo. Es un lindo detalle de su parte Sei-kun- sonrió ampliamente, lavando las orejas del felino.

-En realidad…- espeto el emperador –me gustaría consentir a alguien más que no sea mi mascota- insinuó, acercándose peligrosamente al castaño hasta tomarlo de la cintura importándole poco que ambos tengan jabón en las manos y mojara sus ropas por culpa de esto –quiero consentir a Kouki todo lo que me reste de vida- tomo por la barbilla el rostro del castaño, acercando sus labios a los ajenos, ambos sintiendo el aliento ajeno del otro, solo unos milímetros lo separaban de tan anhelado beso que por lo que veía seria plenamente correspondido, hasta que…

-Nigou, por favor, no te metas ahí, esa agua no es para ti…- la voz de cierto peli negro corto con tan magnifico y mágico momento. Nota mental: “Asesinar sin dejar testigos a Kuzanari” Listo.

-Takao-kun, no corras…- segunda nota mental: “Aventar a Tetsuya desde la Torre Eiffel” apuntado.

-¡¡L-lo siento!! ¡¡Lo siento!! ¡¡No queríamos interrumpir!! ¡Lo siento! ¡Lo siento! No nos mate Akashi-san- tercera nota mental: “Tener un poco de compasión por Ryo, fue el único que se dio cuenta de lo que estábamos haciendo” anotado también. Cuarta nota mental: “Mandar al ejército francés a Ryo. Necesita más carácter” lo tomaría en cuenta.

-N-no estábamos haciendo nada jeje- rio con nerviosismo el castaño mayor, sonrojado hasta las orejas, alejándose rápidamente del peli rojo.

-¿Qué quieren?- exigió saber el emperador, tratando de no matar ahí mismo al peli negro.

-Lo sentimos Akashi-kun, Furihata-kun- se disculpó el peli celeste, con cierto cachorro de malamute proveniente de Alaska en sus brazos –no queríamos interrumpir su momento “intimo”.

-¿Enserio?- hablo con ironía el peli rojo, sin intención alguna de soltar la cintura del castaño.

-Yo no lo siento- hablo Takao con una sonrisa estúpida en la cara. Parece ser que le importaba poco dejar solo al médico, fue lo que pensó el castaño mayor –la culpa la tiene ese perro- señalando a Nigou, que solo ladraba y veía divertido todo aquello.

-P-pero fue Takao-san el que dijo que lo trajéramos para el plan- intervino el castaño menor.

-Apoyo a Sakurai-san, Takao-kun- secundo el peli celeste

-Pero, pero…- al tener la mirada asesina del emperador acepto derrotado –lo siento- e hizo un pequeño puchero con los labios.

-Ya todo claro…- hablo el castaño mayor -¿quieren decirnos para que quieren a ese cachorro? ¿De qué plan hablan?- pregunto, ciertamente aquello le llamaba la atención.

-Es para poder embarazar a Kuroko- explico el peli negro. Ni el castaño ni el peli rojo entendieron aquello ¿para que necesitarían a un perro si Tetsuya tenía a Kagami? Ni que fuera a hacer zoofilia ¿o sí?

-Lo que Takao-kun quiso decir…- intervino el mencionado, dándose cuenta que los otros dos se estaban dando muy, pero MUY malas ideas de él continúo –Kagami-kun no quiere tener hijos conmigo aun, por tal motivo le obligare a que me los de, así tenga que utilizar su fobia a los perros para lograrlo-

-Es un poco extremista pero… lo hacemos por una buena causa- murmuro el castaño menor.

Después de unos minutos de silencio incomodo, tanto el veterinario como el emperador asintieron dándoles un poquito de razón a los otros tres. Sinceramente se sorprendió el peli rojo al enterarse que su amigo peli celeste quería formar su propia familia, pero lo que no le pareció fue que el alto peli rojo se negara a darle aquel sueño a su pareja.

-Entiendo… entonces si quieren nuestro apoyo no duden en pedirla ¿está bien?- murmuro el castaño mayor, sonriéndoles a los otros tres que se sonrojaron de golpe por tan linda y sincera sonrisa que les estaba dando. Asintieron agradeciendo el apoyo del castaño para después comenzar a caminar lentamente alejándose lo más lejos posible del aura oscura que envolvía en esos momentos al heterocromático. No querían morir aun.

-Te lo agradecemos Furi-chan- grito desde muy lejos el ojo de halcón, seguido del castaño menor y el peli celeste. Los dos suspiraron con cansancio, esos tres nunca iban a cambiar.

-Bueno… ¿y en que estábamos?- dispuesto a probar los labios del castaño, el peli rojo encaro al otro, dándose cuenta de que Furi ya se había zafado de su agarre y ahora se dedicaba a acabar de bañar al león que ahora estaba dormido con jabón en todo su cuerpo.

-Lo siento Sei-kun, pero necesito terminar de bañar a Kitsune, sino recibe los cuidados especiales se enojara conmigo- “El que se va a enojar soy yo” pensó el peli rojo con resignación. Otra vez sus planes de besar a Kouki se vieron frustrados, algo que molestaba mucho al emperador. Pero no se rendiría, ¡no señor! Él es el gran Akashi Seijuuro, el emperador y líder de Teiko y por supuesto que iba a probar los labios del otro, así sea lo último que hiciera.

-¿Me ayudas, Sei-kun?- el peli rojo asintió a las palabras del castaño, que aunque fuera alguien común para todos los demás, el castaño para el era alguien único y capaz de cambiarlo por su bien.

Notas finales:

Gracias por leer!!

El pueblo pidio lemon, al pueblo se les dio lemon, KiKasa <3. Me gusto mucho escribirlo ¿a ustedes les gusto?

Kise es un amor con senpai *w*

Bueno, las canciones que hablaban Miyaji y Kuza-chan son de Linkin Park. Espero y conozcan a la banda nwn. Yo si, tienen grandes canciones y por eso las escogi. Si no les conocen, no se preocupen, pueden amplear sus horizontes escuchandolos. Al principio pensaba lo mismo que Mido-chin en eso de que era solo "ruido" pero despues un gran amigo mio me dijo que les diera una oportunidad, lo hice y ahora no me arrepiento <3.<3

¿Que estaran planeando esos tres con Nigou? Ni yo misma lo se xD!

Mi Ryo hermoso esta entre la espada y la pared ¡Que emoción! ¿A quien le van? ¿Aomine o Wakamatsu? La primera vez que vi a estos tres me dije "Triangulito amoroso ¿donde?" ¿ustedes no? ¿o estoy loca -u-?

Renzo, Renzo... ¿quien es Renzo? ¿que tan importante fue en la vida de nuestro rubio hermoso de ojos rubís? ¿porque hasta ahora Franco sueña con el y no antes? Estas y mas interrogantes contestadas en los proximos caps nwn.

Me odie a mi misma por lo del besito de Sei-kun y Furi pero tranquiz, se porque los hago esperar un poquito mas *3*

Para l@s que tenian dudas sobre las edades de nuestros personajes, aqui abajo les dejo la escala de edades -3-

27 años----->> Wakamatsu, Franco. (mis ancianos jaja okeyno)

26 años----->> Akashi, Midorima, Kasamatsu, Miyaji.

25 años----->> Kuroko, Aomine, Murasakibara, Kise.

24 años----->> Takao, Furihata, Imayoshi, Hyuuga.

23 años----->> Momoi, Riko.

21 años----->> Himuro, Kagami.

18 años----->> Sakurai. (el mas peque del grupo)

5 años------>> Raito y Yuki Himuro. (mis niños hermosos *3*)

Espero les haya quedado claro y vean la distancia y las diferencias de edades entre los personajes (Aomine asalta cunas xD! le lleva 7 años de diferencia a mi Ryo-chan) Ni me quejo, Wakamatsu le lleva 9 AÑOTES SEÑORES. Rabo verdes nwn.

Bueno... hasta aqui que ya me dio sueñito, espero les haya gustado este cap.

Nos vemos luego mina.

Se despide por el momento:

Luky


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