Se veía a un par de hermanas muy pensativas, se miraban a los ojos de forma seria, hasta que asintieron al mismo tiempo y sonrieron ampliamente, sin duda alguna eran las mejores en sorprender a sus padres, aunque su gran plan estuvieran incluido su pequeño hermano Yoru.
Para poder ubicarnos bien que ha pasado los últimos tres años, pues desde el nacimiento del pequeño Yoru la vida de los mejores ninjas de Konoha se veía un poco atareada, aunque no se tuvieran que preocupar mucho tener que estar al pendiente de sus hijas y su pequeñín de ahora 7 años, era el mejor de su clase y a su tan corta edad tenía el mismo efecto que su moreno padre en la chicas, solo que él no tenía ningún tipo de interese en las niñas y solo se defendía gritando que él solo amaba a su “oka-chan” y a sus hermanas, los cuales simplemente se largaban a reír.
Actualmente aquellas niñas que sufrieron bastante desde su nacimiento hasta poder volver a encontrarse a sus tan solo 12 años, ahora eran todas una damas de unos hermosos 19 años, vaya que habían crecido mucho y su sobre protector padre las mantenía bien vigiladas de aquellos malhechores hombres que se trataran de aprovechar de sus pequeñas princesas, él mismo jamás pensó que celaría a alguien más que a su amado rubio, pero el sentimiento de padre lo atacaba de manera extrema y no lo podía evitar.
Ahora la vida de este matrimonio se veía en ligeros aprietos, Naruto cada vez tenía más trabajo que hacer y Sasuke por su parte siempre estaba en misiones largas de rango S y aunque solo verían por un corto tiempo trataban de demostrarse todo el amor que se tenían, pero no todo es amor y felicidad en la vida, últimamente habían tenido bastantes peleas sin sentido y se distanciaban cada vez más, cuando estaban sus hijos presentes trataban de disimularlo por completo, pero al estar solos de nuevo se reclamaban cosas como: la falta de atención que se tenían, el poco cariño que demostraba el azabache hacia su esposo y como el blondo llegaba a ser demasiado “amoroso”, tanto que le molestaba por completo a Sasu. Sus hijas al será mayores ya vivían juntas en una casa cerca de la de sus padres en el mismo barrio Uchiha, cuando sus padres no estaban ellas se encargaban de cuidar al pequeño Yoru, quien al escuchar discutir a sus padres por las noches se escabullía de su habitación para ir a la casa de sus hermanas y llorar desconsoladamente porque pensaba que sus papis se separarían de un día para el otro.
Y una vez más ahí estaba el pequeño moreno llorando siendo abrazado por sus hermanas, las cuales se miraban de forma decidida hasta que llegaron a un gran plan que haría que sus padres dejaran de pelear de forma insistente haciéndole daño a su hermanito menor, estaban decididas mañana en la mañana irían a hablar con sus padres de frente y les comunicarían todas sus inconformidades por su parte y la de su hermanito.
-Vamos pulguita, no llores- Le acariciaba de forma maternal el cabello su hermana Satsuri, mientras le sonreía de forma amable y cariñosa, el pequeño niño solo la miro unos momentos y asintió con la cabeza para después limpiarse las lágrimas de sus hermosos ojos negros.
-Ya tenemos un plan para que ese par de tontos se vuelvan a amar y dejen de discutir de forma innecesaria- Ahora tuvo que girar su pequeña cabecita hacia el otro lado y mirar a su hermana Umiko, le sonrió ligeramente y abrazo a sus hermanas de forma fuerte y cálida. Por eso adoraba y amaba a sus hermanas, ellas eran tan fuertes que siempre hacían las cosas a la perfección y su sueño era llegar a ser tan grande y fuerte para poder defenderlas de todos los malvados del universo, sin duda alguna nunca dejaría de ser un Uchiha.
Por esa noche ya era suficiente los tres hermanos tenían que descansar, para poder mañana hablar fuerte y claro con sus padres, solo esperaban de buena fe que ese par de idiotas se dieran cuenta de lo que hacían y el daño que se hacían entre ellos, además de llevarse entre las patas a sus hijos que no tenían nada que ver en sus problemas.
El sol golpeaba de forma descarada en el rostro de un matrimonio que a pesar de estar peleados por ver quién era el más rápido al dormirse, sin duda era una ridícula razón para pelear o si quiera retarse mutuamente, pero parece ser que el estrés estaba cometiendo estragos en ellos. El primero en removerse incomodo fue Naru, despertando por tal acción a su esposo, quien solo dio un sonoro suspiro y apretó más su abrazo en la cintura de su esposo.
-Vamos Sasu…-le susurro sensualmente al odio- tiene que despertar por qué…-le apretó de forma violenta la mejilla- me tienes que pagar la apuesta que hicimos ayer…- y ahí estaban de nuevo, pero ahora el rubio comenzó con la pelea de tener que cobrar la apuesta que había acordado con su esposo la noche anterior.
-no te pagare nada… yo te gane y eso no se discute- poco a poco el tono de voz calmado de Sasuke se fue por la borda para comenzar a gritarle a su esposo, que él había sido el ganador y que no debía de discutirle, él como todo un macho no se dejaría vencer por su pareja, ¡NO SEÑOR, UCHIHA SASUKE NO ES VENCIDO!
Estaban tan metidos en su pelea que no notaron la presencia de sus hijos, en una de las cejas de sus hijas se podía ver un tic nervioso, la primera en explotar ante aquella ridícula situación y el ligero temblor en signo de miedo de su hermanito fue Satsuri.
-¡CON UN BIJUU!- grito de forma estruendosa haciendo saltar del susto a sus padres, logrando así que cayeran de sentón al piso- ¡Ya dejen de pelear por estupideces!- sintió la mano de su hermana en el hombro, la miro de reojo y solo le dijo que no ligeramente con la cabeza para después bajar la mirada hacia su hermanito que se había aferrado a ella asustado por el tremendo grito que dio su hermana.
-los tres estamos cansados de verlos discutir por cualquier cosa y por lo general no tiene sentido todo lo que se gritan- Esta vez fue Umiko la que se dirigió mirando de forma severa a sus padres, los cuales se levantaron del piso y se sentaron como niños regañados en la cama, con la mirada agachada.
-Por si no se han dado cuenta, cada vez que se pelean por las noches, el pequeño Yoru corre a refugiarse con nosotras y llora desconsoladamente- ambos miraron preocupados a su pequeño hijo, quien solo asintió ligeramente aferrándose fuertemente al pantalón de su hermana Umiko.
- De verdad lo sentimos tanto cariño- Naruto le extendió los brazos a su pequeño, quien corrió a lanzarse a su brazos aferrándose fuertemente al cuello de su oka-chan, al abrazo se les unió Sasuke besando la cabeza de su retoño y también beso ligeramente la mejilla de su adorado esposo, ambas mujeres los miraron unos segundos y sonrieron de forma cómplice, por lo menos sus padres tratarían de estar paz por unos días, ahora solo faltaba hacer la segunda fase del plan “Calmando a las bestias”, ellas estaban seguras que sus padres no habían tenido tiempo de disfrutarse de forma carnal y eso, sin duda los tenía estresados de más.
Salieron de la gran mansión Uchiha con camino a la torre Hokage, hablarían con su Tío Kakashi, quien era el actual Hokage de Konoha, aunque ya le quedaba poco para retirarse y dejarle el puesto a su ex alumno Naruto, no podía negar que era bastante agotador el ser Hokage, no sabía cómo era que Tsunade aguanto tanto tiempo en ese puesto.
Leía atentamente unos pergaminos que apenas le habían llegado reportando las últimas misiones que se habían realizado a los alrededores de la aldea por parte de los pequeños de la academia ninja, pero fue sacado de su tarea al escuchar como entraban a su oficina sin pedir permiso, con eso pudo saber de quienes se trataba.
-Hola tío- saludo de forma alegre la rubia, mientras jalaba fuertemente a su hermana para que entrara a la habitación y quedar paradas frente al peli plateado.
-¿En qué las puedo ayudar?- les sonrió debajo de su máscara, ya se olía lo que esas chiquillas le iban a pedir, pues él también estaba informado de la tensa situación por la que estaban pasando sus ex alumnos y vaya que le preocupaba de sobre manera.
-Necesitamos que nos hagas un favor y es uno muy grande- Hablo Umiko mirando fijamente a aquel hombre que la había abrazado con fuerza cuando recién llego a la aldea de la hoja. Kakashi se dedicó a escucharlas con atención y comenzó a hacer dos escritos de acuerdo a lo que sus “sobrinas” le iban diciendo.
Las miradas, azul contra negro se miraban de forma extrañada, después bajaban la mirada a los platos que tenían frente a ellos, desde la mañana que habían llegado sus hijos y les habían dicho aquellos sencillas pero claras cosas a la cara se habían quedado pensando, ahora no sabían cómo diablos iban a poder arreglar la situación tan tensa que estaban pasando en ese momento, Naruto abrió la boca para tratar de darle una solución a su esposo, pero los golpes en la puerta lo hicieron callar y caminar hacia la puerta. Le entregaron un sobre de misión con rango S y lo abrió de inmediato, leyendo que era una misión muy urgente a las afueras de la aldea, un grupo de asesinos se estaban alojando en una casa cerca y tenía que neutralizarlos, regreso a la mesa y le beso la mejilla a Sasu en forma de despedida, le susurro un ligero “regresare pronto para arreglar esto”.
-De verdad deseo arreglar todo esto dobe…-hablaba solo el moreno, levanto los platos que quedaron del rubio en la mesa y se puso a lavarlos, lanzo un ligero suspiro lleno de frustración, ya se había cansado él mismo de su mal humor y la forma tan grosera de tratar a su familia, eso le dolía demasiado. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuanto tiempo había pasado dejando llenar el lavabo de agua hasta casi desbordarse, se maldijo por haberse distraído, cerro la llave y termino de lavar los pocos trastos, apenas se sentó en el sofá y escucho como tocaban a su puerta.
Recibió el mismo sobre que Naruto y salió como alma que lleva el diablo a su habitación para prepararse y salir a toda velocidad hacia la ubicación que le habían proporcionado.
Naruto llego a la mencionada estancia, entro de manera lenta y cautelosa, al ver como estaba el lugar acomodado no pudo evitar soltar una carcajada, esto sin duda tenía la marca de sus hijas por todos lados, en la habitación se podía apreciar una amplia cama con un cambio de ropa especialmente seleccionado para él, en su rostro se plasmó una media sonrisa y se acercó para tomar el conjunto de ropa y meterse en el baño para poder ponérselo, no tardo más de 5 minutos en ponerse el dichoso traje y salir a la habitación de nuevo, se miró en el gran espejo que se encontraba en la cabecera de la cama, no podía negar que se veía sumamente sexi en eso, después les agradecería a sus hijas.
Sasuke llego con la respiración agitada hasta aquella extraña casa, se asomó por una de las ventanas y le descoloco por completo ver un camino de rosas blancas encendidas desde la puerta hasta la única puerta que se encontraba en la habitación, esto sin duda lo sorprendió, así que sin más se decidió por entrar y saber de qué se trataba todo.
Al entrar confirmo que si había un camino de pétalos de rosas blancas guiándolo hacia la única habitación que parecía haber, a un lado del camino se encontraba una mesa preparada para que dos personas comieran de forma íntima y del otro lado había un sofá algo grande también cubierto de rosas blancas acompañadas por otras rojas. Comenzó a seguir el camino de los pétalos, abrió por completo la puerta que estaba entre abierta y al entrar se dio cuenta que las ventanas de la habitación estaban cubiertas por telas negras que la oscurecían por completo, de forma estratégica estaban acomodadas varias velas aromáticas que le daban un toque de sensualidad a la habitación, miro todo esto con una mirada de asombro y una sonrisa de bobo, ya se podía imaginar quien lo estaría esperando. Sintió como alguien cubría delicadamente sus ojos, llego un dulce aroma sus fosas nasales, lo aspiro con parsimonia, ya sabía de antemano de quien se trataba.
-Más vale que te prepares… no te podrás levantar en varios días- susurro sensualmente el moreno, para después quitar las manos que lo cubrían de forma delicada, se giró topándose con la mejor vista que nunca imagino ver, frente a él estaba un Naruto con marcado sonrojo en sus mejillas, lo miraba con deseo, esos hermosos ojos azules le decían que lo tomara en esos momentos y jamás lo dejara ir, su pecho era cubierto por un camisón algo largo sin mangas y ligeramente más grande que su cuerpo ver sus rosados pezones y en la parte inferior un bóxer de licra color crema que se pegaba por completo a su anatomía y la marca de unas traviesas manos en su trasero, parecía como si lo hubieran hecho apropósito, hasta se podría decir que eran del tamaño exacto de las manos de Sasuke.
-Sigues siendo tan hermoso y sensual…- El azabache se acercó como todo un felino hacia su pequeño zorrito, pero su asechamiento se vio detenido por una delicada mano sobre su pecho, el cual era cubierto por sus ropas de ninja, aquella mano subió hasta su hombro y delineo sobre la manga corta de su camisa hasta llegar a la mano derecho de su esposo, tomó esa mano y lo guio a la cama, Sasuke pudo apreciar de mejor manera ese hermoso trasero que ya había podido disfrutar años atrás.
-¿Sabes, Sasuke?… extraño a ese hombre que me hacía sentir especial, en algunos momentos solo éramos él y yo- Se subió a la cama colocándose de rodillas, mirando hacia arriba de forma sensual a Su azabache. Sasuke sintió una terrible punzada en el pecho, él se había alejado un poco de su familia, los había hecho a un lado, pero aún estaba a tiempo para poder remediar eso y poder satisfacer a su esposo y poder consentir a sus hijos todo lo que pudiera.
De manera rápida pero algo sexi se fue desprendiendo de toda la ropa que traía puesta, quedando solamente en unos bóxer negros de licra que le quedaban bastante pegados al cuerpo, sonrió con arrogancia al ver la cara de lujuria y bobo que tenía su rubio amor, él sabía que su esposo nunca se podría resistir a su belleza y galanura, se inclinó un poco hacia abajo para poder tomar aquellos labios rosados que clamaban ser atacados, con un poco de fuerza recostó a Naruto en la cama, lo miro unos segundos, sin duda alguna ese día seria para recordarse por mucho tiempo, le quito de forma rápida aquella camisa que traía puesta el blondo y de nueva cuenta se dedicó a besar esos labios ya un poco rojos por el anterior beso hambriento.
A Naru le fascinaba esa parte agresiva de SU moreno al estar juntos en la cama, aquel hombre sí que lo conocía a la perfección, sintió como esas blancas manos se paseaban por sus piernas hasta llegar a uno de sus glúteos y masajearlo ligeramente, dio un ligero gemido entre el beso que recibía, Sasuke bajo de sus labios para lentamente ir dejando marcas en su cuello y posteriormente jugar con sus sensibles y delicados pezones, lamia y mordía uno mientras que con su mano derecha jugueteaba con el otro, el pequeño rubio lanzaba delicados gemidos de placer. Pronto este jugueteo fue demasiado lento para el azabache y decidió besar ligeramente el ombligo del menor, con rudeza le saco aquel apretado bóxer a su amado y pudo observar con mucho placer el miembro erecto de Naruto, no espero mucho para acercarse y darle un ligero beso en la punta, escucho un fuerte jadeo del oji-azul y sonrió, no lo quiso hacer sufrir por mucho tiempo, así que de un momento a otro se encontraba realizándole un delicioso oral, en algunos momentos hacia movimientos pausados y apretaba sus labios alrededor del falo, estuvo ocupado en ello unos minutos más hasta que se dio cuenta que las manos de Naru, en vez de estar en su cabeza, una de ellas estaba jugueteando son sus propio pezones y la otra se encontraba cerca de su boca, él mismo lamia sus dedos para dejarlos completamente ensalivados, esto sin duda alguna que encendió por completo al Uchiha, jamás había visto así a su amor.
Dejo de atender el miembro del menor, se alejó un poco para apreciar como Naruto se sentaba ligeramente y abría más las piernas para que él viera esa linda entrada que pedía a gritos ser profanada por él, su pareja llevo sus dedos ya listos hasta su entrada y poco a poco se comenzó a preparar. En ningún momento había quitado la vista de Sasuke, lo miraba de forma suplicante y deseosa, cualquiera diría que parecía un zorro en celo deseando ser domado y educado por alguien fuerte como él.
El moreno no aparto su vista de Naruto, observaba completamente encantado como le realizaba todo ese show. Una vez que Naru se sintió completamente preparado para recibir a su hombre, se levantó más para poder atraparlo de la cintura y acercarlo más a su cuerpo, abrió mucho más las piernas, no sin antes quitar de forma sensual la última prenda que le quedaba a Sasu, dejándolo completamente desnudo.
Entro en él de un solo movimiento, escucho un delicioso grito por parte del blondo, solo espero unos minutos y comenzó a moverse de forma lenta, la habitación se comenzó a llenar de jadeos por parte de Sasuke y gemidos algo altos por parte de Naruto, se podía escuchar como de forma sucia los fluidos de ambos chocaban entre sí, sin duda alguna tenían tanto tiempo que no se disfrutaban, que no desaprovecharían ese DÍA para ellos dos.
El calor cada vez era más sofocante y se podía notar por el sudor que cubría sus cuerpos, un par de estocadas más y ambos se corrieron al mismo tiempo, se podía ver la espalda blanca de Sasuke llena de rasguños por parte del Uzumaki, se dieron un beso lleno de amor, el moreno se recostó sobre su pareja evitando aplastarlo.
-Como extrañaba tu cuerpo…- Las respiración de ambos era acelerada y el primero que pudo hablar fue Naruto, solo obtuvo como respuesta un ligero “Te amo”, para después verse sobre su pareja, comprendió de inmediato el mensaje. Vaya que si se tomarían por completo ese día para ellos dos solos.
Por otra parte sus hijos se encontraban comiendo de forma tranquila, bueno no todos, solo el pequeño Yoru comía feliz y contento de la vida, puesto que sus hermanas le habían dicho cuando fueron por él a la academia que sus padres pronto regresarían de muy buen humor y las cosas cambiarían.
-Estamos pensando lo mismo, ¿no?- Umiko miro a su hermana de forma firme y ésta simplemente asintió con una gran sonrisa.
-Hermanito… ¿Te gustaría ser hermano mayor?, algo así como nosotras- Los ojitos del pequeño Yoru se iluminaron y grito un fuerte “¡SI!”, aunque aún no comprendía como es que eso pasaría, esperaba que eso fuera verdad, él siempre deseo ser el ejemplo a seguir de alguien más pequeño que él y si eso pasaba estaría completamente feliz.