Salió de la ducha con una toalla envuelta en su cintura, mientras que secaba su cabello con una más pequeña y caminó en dirección a la cama para tomar las prendas que tenía preparadas sobre ésta.
Se vistió sin parecer muy ansioso y una vez que terminó con ello, se colocó frente al espejo para verificar que estuviera todo en orden. Tomó su billetera y móvil antes de salir del departamento, disponiéndose a caminar hasta donde tomar un taxi.
Se trataba de una invitación de su amigo, a una fiesta de celebración de un cumpleaños por lo que alcanzó a entender de esa corta llamada de Taemin. Siempre era así con él, desde que se habían conocido Taemin lo llamaba para que salieran juntos a todas partes. Además, aquello le ayudaría a distraerse de todo el estrés de la semana apenas terminada, por lo que no se negó.
Iba caminando por las afueras de las salas especiales que poseía el establecimiento a donde se había cambiado hace unos días. Era una de las razones por la cuales lo había elegido. Cuando escuchó música en la sala de baile, se acercó silenciosamente al lugar para ver de que se trataba. Él prefería el canto, pero siempre le pareció interesante como alguien podía llegar a hacer tan complicados movimientos.
En el interior se encontraba ensayando un chico que parecía ser menor que él, bailaba bastante bien. Por eso es que se quedo mirándolo hasta que terminó, aplaudiendo sin pensarlo.
— ¡Bailas muy bien!
— Oh, gracias. —respondió un menor algo avergonzado, dejando de lado el no conocer a su alagador. —¿Bailas también?
— No lo hago tan bien como tú, pero hago el intento.
Se puso junto al menor frente a ese enorme espejo que cubría toda la pared, lo vio sonreír mientras comenzaba a hacer movimientos para que él los siguiera.
Así fue como comenzaron su amistad, era una cosa de todos los días. Pasaba unas cuantas horas acompañando al menor mientras ensayaba algunas canciones que estaba creando y luego caminaban juntos de regreso a casa.
Sentía la necesidad de cuidarlo, porque a veces se quedaba hasta muy tarde, así que se aseguraba de dejarlo y verle entrar en su casa y luego continuaba el trayecto faltante hasta la suya.
Después de pasar un rato junto a Taemin y otros de los amigos que tenían en común, bebiendo un poco mientras compartían de anecdotas o simplemente algunas bromas, le indica al menor que iría a refrescarse.
Caminó distraídamente en busca del baño, tanto que no notó que alguien iba saliendo del lugar al cual presisamente se dirigía. No hasta que alzó su mirada en aquella dirección y lo vio frente a él.
Era un chico de mayor estatura, llevaba puesto un pantalón negro con cinturón café claro y una camisa que combinaba perfectamente con la chaqueta de mezclilla que tenía puesta. Una de sus manos se encontraba en el bolsillo izquierdo del pantalón, mientras que la otra estaba en su cabeza, acomodando el cabello ligeramente mojado.
JongHyun se sorprendió un poco de todos los detalles que tomó en cuenta en ese corto tiempo en que el chico pasó junto a él. Tosió bajo para disimular su acción, deseando que el otro no lo hubiera notado, llegando así hasta el baño. Se miró al espejo por un momento, y se agachó un poco para mojar su rostro.
Era la primera vez que veía a ese chico, y de alguna manera había capturado por completo su atención. Estaba decidido a encontrarlo apenas saliera de ahí y la mejor forma era consultando con Taemin, después de todo era el cumpleaños de su primo. Seguramente conocía a todos los invitados.
Regresó a donde hace unos minutos estaba con él, pero éste ya se encontraba ocupado con alguien más y Jonghyun no llegaría a ser un mal tercio. No le molestaba eso, pero al menos esperaba que su amigo le contará que intenciones tenía esa noche.
Jonghyun giró en su lugar para regresar por donde había entrado, sin percatarse de que alguien lo estaba mirando. Llegó nuevamente al pasillo de antes, acercándose a un ventanal que estaba abierto, salió para sentarse en la escalera que le seguía. Mirando tranquilamente al cielo.
— ¿Puedo?
Escuchó venir desde atrás, volteando a ver de quién se trataba. El chico de antes, ¿eso en realidad estaba pasando? ¿Desde cuándo tenía tanta suerte?
— Claro, adelante.
— ¿Por qué estás aquí, solo?
— Nada en especial, necesitaba un poco de aire.
— ¿Tuviste un problema con Taemin?
— ¿Eh? No, sólo no quise molesterlo.
A decir verdad, estaba un poco nervioso con el mayor sentado a su lado, quizá creyendo algo que no era. Le miraba directamente a los ojos cada vez que hablaba y eso no ayudaba mucho.
— Es un poco… llevado a sus ideas y no se preocupa mucho de lo que pasa con los demás por ello.
— Parece que le conoces bien.
— Sí, muy bien —estiró su mano en dirección a Jonghyun. —Soy Lee Jinki. ¿Y tú eres?
— Jonghyun, Kim Jonghyun —estrechó la mano ajena, con una pequeña sonrisa.
Se encontraban en la casa de Taemin, Jonghyun apoyando su cabeza en las piernas del menor mientras leían algo. Se había ofrecido a ayudarlo con unas tareas ya que él había terminado con todo hace dos años. Realmente sabía más de lo que aparentaba, sólo que en su momento no lo demostraba sólo por rebeldía.
— Taeminie~ ¿Sabes dónde de...? —se detuvo a media pregunta al ver que el menor no se encontraba solo. —No sabía que estabas ocupado...
— Es sólo un amigo —se apresuró a contestar Taemin, levantándose del sofá para ir en busca del mayor antes que se fuera. —Él es Jonghyun. Jonghyun, él es Onew, mi hermano.
— Onew... —susurró con un tono de duda, estaba casi seguro que era el mismo chico que había conocido la otra noche, pero esta vez lucia distinto. Mantenía una animada sonrisa en su rostro, que hacía casi desaparecer sus ojos, tenía aires de ser una cálida persona y eso sólo era una primera impresión.
— Salieron hace unos días, creo que te lo dije el otro día.
— ¿Cuándo? —cuestionó mientras se ponía de pie para acercarse a los otros dos.
— Cuando te llamé para invitarte a la fiesta.
— Ah, sí —respondió al menor, aún cuando realmente no recordaba ese importante detalle. —Mucho gusto, Onew —alejó sus dudas por un momento, esbozando una leve sonrisa mientras estrechaban sus manos.
Realmente fue sólo un momento, ya que poco a poco se fue desconectando de la conversación que tenían los hermanos al comenzar a pensar nuevamente en lo extraño que era todo eso. Su forma de vestir, la decisión que se percibía en su rostro, todo era completamente distinto ahora. Hasta parecía algo tímido. Pero había algo más importante.
Si entre dos amigos existe la regla de prácticamente no mirar a la hermana del otro. ¿Qué ocurría en el caso de Taemin y Jonghyun? Sabían perfectamente que ninguno se interesaba por las chicas; Jonghyun sólo tenía una hermana y no había conocido al hermano de Taemin hasta ese momento en que se enteró que Jinki lo era.
Porque estaba seguro que Onew era el mismo Jinki.
Siguió reflexionando en eso hasta que un nombre salió de esos labios que no había notado que miraba, lo cual calló todos sus pensamientos en un segundo para atender sus palabras.
—Jinki dijo que fueras a vernos un día, para salir o lo que sea.
—Está bien, prometo que iré~ —consintió el menor de todos al despedir a su hermano y volver la atención a su amigo que se había vuelto a sentar.
— ¿Estás bien, Jonghyun?
—Sí, bien —contestó algo rápido, sonriendo lo más normal posible. ¿Por qué se refería de esa manera a sí mismo el mayor y en plural? No podría aclarar sus dudas con Taemin, sabiendo que luego le cuestionaría tanto por su interés.
Salió de esa casa con la barata escusa de tener que hacer algo para alguien más y que se hacía tarde. Tenía que pensar en la tranquilidad de su departamento sobre todo eso. No cabía en su cabeza que ese chico cambiará de la noche a la mañana, literalmente.
Ahora podía entender las últimas palabras del mayor antes de que lo dejara solo como lo había encontrado. Lo que no interesaba realmente, de todas maneras alguien había llegado por él unos minutos después.
— Mucho gusto, Jonghyun. Creo que nos veremos seguido de ahora en adelante.