Cuatro hombres y dos jóvenes aparecieron en medio de una gran sala, solo sabían que era sala por los sillones que se divisaba dispersos en toda la habitación, pero un segundo después de que esas nuevas visitas se acostumbraran a esa aparición el cuarto se iluminó tenuemente viniendo esa luz de las lámparas que se encontraban en el suelo.
-Harry, esta es tu casa- le dijo despacio Sirius acercándose a él y pasándole un brazo por el hombro. Cuando el pequeño comenzaba a ver todo comenzó a caminar con paso inseguro acercándose a la chimenea dónde se encontraban unos cuadros dispersos, pero sólo uno se encontraba de pie pero con el cristal roto, solo que aún con ese defecto se veía perfectamente la foto que trataba de cuidar en él, la foto reflejaba un hombre con el cabello obscuro pero con unos hermosos ojos esmeraldas, siendo abrazado por un castaño con ojos iguales y cabello revuelto, pero esas dos personas no sólo se abrazaban entre sí, sino que abrazaban a un bebé castaño sonriente ante las atenciones que sus padres le daban, era idéntico al mayor, pero con esos hermosos ojos del que lo cargaba.
Mojada, mojada sentía su cara, eran las lágrimas de felicidad al ver que todo era verdad, ese bebé era él y esos dos hombres que no le quitaban la vista de enzima de bebé eran sus padres, bueno son sus padres, ellos deben de estar vivos, el los necesita.
-Esa foto la sacamos cuando llegaste aquí por primera vez, cuando naciste pasaron una temporada en la mansión Malfoy ya que Remus y Tom estaban recién paridos, bueno Remus ya tenía más tiempo con Draco, pero querían estar juntos compartiendo sus primogénito y aprendiendo juntos- explicaba Sirius viéndolo desde su espalda. -James y Lucius estaban a cargo de los negocios familiares, mira aquí estás jugando con la primera escoba que te regale, tenías apenas 11 meses pero como te encantaba verla volar, esa foto la tengo también yo- Le explico levantando la foto de un pequeño Harry corriendo torpemente atrás de una pequeña escoba que volaba en círculos pero ese niño tenía una sonrisa pura, de felicidad incontable.
Harry se acercó a tomar la foto de él y sus padres al contacto del cuadro y su mano vibro un poco la mansión y todo comenzó a regresar a su lugar, el pequeño vio como cada cuadro comenzaba a regresar a su lugar y se quitaba el polvo que había sobre cada cosa, los muebles más pesados rechinaban pero flotaban levemente y caían en un lugar estratégicamente adecuado para cada uno, al final el cuadro entre sus manos se repuso el cristal y brillo mostrando más claramente la felicidad de los protagonistas de cada cuadro.
El pequeño Potter pegó a su pecho la foto con mucho amor y volteo a ver a los demás -Tengo que encontrar a mis papás, hay que buscarlos, si mi cicatriz es un sello de mi papá hay que saber cómo descifrarlo- Dijo limpiando su pequeña lagrima que sobraba por salir de sus bellos ojos y sonrió, si le dijeron que estaban vivos, eso no lo pararía hasta encontrarlos.
-Claro pequeño Harry los vamos a encontrar- dijo Severus acercándose a él y abrazándolo incandescentes un poco ya que era más pequeño que él.
-Ok, vamos a la biblioteca- dijo un Lucius tomando de la mano a su esposo y empezando la marcha, siendo seguidos por los futuros señores Black que dejando a los dos jóvenes atrás ya que Harry regresaba el cuadro al centro de la chimenea y sonreía "sé que los voy a encontrar y seremos una feliz familia como siempre debió ser" pensó sonriéndole a la foto, al voltear con toda esa fuerza y actitud de vencedor chocó con el joven Malfoy que con gusto tomó a Harry ya que con el rebote iba directo a la chimenea -Cuidado, ¿de dónde viene tanta energía?- pregunto gustoso el rubio ya que vio esa chispa de esperanza y gusto en esas esmeraldas que le fascinan -Gracias Draco, por haberme dado la oportunidad de volver a estar con mi familia- le dijo muy agradecido el pequeño abrazando al joven Malfoy, el cual no podía procesar tan noble gesto de agradecimiento, bien seguía siendo un niño y que mejor que se diera la oportunidad de ayudarlo, pero no sabía que también estaba ayudando a los mayores a encontrar la calma y la felicidad plena de volver a tener a su familia unida.
-No hay porque, sabes esto ya nos hace familia, nos conocimos de bebes y volvemos a estar juntos, hay que apresurarnos para saber qué podemos hacer para encontrar a tus papas- los ánimo Draco viéndolo a los ojos y sobando sus brazos animándolo más, ya que este camino acaba de empezar.
Los mayores desde un costado de las escaleras vieron toda la escena sonrieron recargándose en sus respectivas parejas, que amor tan inocente pero bueno vieron cuando tomaron camino los pequeños hacia ellos, Draco vio cómo su papá le extendía la mano y la tomó, Harry vio como ese rubio era abrazado por su papá, el pronto volvería a estar así con sus papás, él lo sabía. Quitando la mirada de la familia Malfoy, veía todo a su alrededor, era muy bella la casa, ya estaba completamente arreglada desde que tocó el cuadro de la chimenea y se podía apreciar más su belleza, caminaron por el pasillo que estaba en un costado de las escaleras y pasaron una serie de puertas hasta llegar a una doble y Remus se adelantó y tomó el picaporte abriéndose y dando paso a los demás, Harry entro primero y vio la gran habitación con las paredes tapizadas de estantes llenos de libros, en medio había una pequeña salita y a cada lado había dos imponentes escritorios, a los costados tenían grabados las iniciales de sus dueños una 'JP' y una 'TP' a lo cual Harry se acercó a el escritorio de Tom en el cual se encontraban muchos libros, plumas, pergaminos, un gran tintero y una foto de Harry de bebé jugando con un libro en medio de la gran biblioteca y sonriéndole a la persona que le tomaba la foto. Harry sonrió, su papá si lo debió de querer mucho, lo necesitaba más y más a cada que descubría cosas nuevas de él.
-Tu papá siempre te sacaba fotos, las tiene por toda la casa-, -No solo fotos, guarda todo lo que usaste, lo clasificaba y demás-, -y todavía tenía tiempo para James y sus inventos, el creó muchos hechizos, pociones y estudiaba la magia antigua- hablaban los adultos alrededor de él gran escritorio.
-No sigan que lloraré más, necesitamos encontrar posibles explicaciones de las marcas de mi papa- decía Harry tomando los pergaminos, pero no comprendía nada y se los acercaba a Severus y Lucius, Remus y Sirius se acercaron al escritorio de James también buscando algo fuera de lo natural, Draco buscaba entre los libros que se veían más desgastados.
Pasaban las horas y la chimenea se prendió cuando comenzaba ya a oscurecer, en el escritorio de Tom ya habían terminado de ver los papeles que se encontraban sobre él, Harry comenzaba a impacientarse, tomó la manija del primer cajón y se sorprendió lo que vio, una varita -Miren, una varita- comento a los demás los cuales se les acercaron y el más sorprendido fue Lucius que la identificó -Es la de Tom, lo más probable que como se arregló todo el lugar después del acercado dónde desaparecieron regresara aquí, a un lugar donde frecuentemente la guardaba- le dijo viéndola con detalle.
-Sirius, rastrea cuales son los últimos hechizos que realizó con ella y puede que podamos identificar como descifrar la cicatriz de Harry- lo alentó emocionado Remus.
-Amor, en las pocas horas que llevamos con Harry y desde ayer has tenido muchos cambios de humor o mejor dicho demasiados, no crees que es un poco raro- cuestiono un Lucius más que nada preocupado pero su joven esposo lo tomo como que ya había hartado a su esposo, a lo cual vinieron unas gruesas lágrimas que hicieron sentir horrible al rubio.
-No amor, tranquilo- se apuraba a acercarse al castaño pero sólo logró que empezará a hacerse para atrás alejándose de el -Ya te hartaste de mi verdad, no puedes tolerar mis cambios- comenzaba a decir tembloroso a lo cual los demás solo podían apreciar la escena desde lejos.
-Remus, tranquilo y escúchame bien, solo me preocupa que pueda tener un segundo motivo tus cambios, ¿recuerdas cuando venía en camino Draco? Y comprende nunca, escucha, nunca me hartaría de ti mi hermoso y pequeño lobito- decía lo más amoroso posible para poder acercarse lo cual logró y lo abrazó lo más amorosamente y fuerte que puede depositando un beso en su frente y acercando sus labios a su oído del más pequeño -Remus, ¿estamos esperando otro cachorro?- preguntó ansioso a lo cual el otro solo pudo esperar unos segundos y comenzar a afirmar con un poco de miedo ante una reacción negativa de su amado esposo. -Remus, soy el hombre más feliz del mundo, gracias por ser el mejor esposo del mundo- susurro, le encanta mimar a su esposo y decirle cuánto lo ama pero no siempre con público, siempre le gustaba que fuera un momento sólo suyo, pero dada la oportunidad quiso aclarar sus dudas.
-¿No estás molesto? Me habías dicho que con Draco era suficiente- preguntó sacando a la luz su miedo ante la reacción de Lucius -Si, pero yo tuve que ver con que llegara ese nuevo miembro de la familia, sé de memoria los días que estás fértil y que debo abstenerme pero no me importó, quería ese alguien que robara nuestro tiempo ya que Draco se nos está yendo- le susurraba para que los demás no escucharan –Recuerdo muy bien esa noche que se convirtió en mañana que termino en tarde, no quería fallar en esa oportunidad- Sonrió macabramente recordando como su esposo se quedó en cama todo el día por no sentir las piernas.
-Este será un interesante año entonces- sonrió Remus abrazando fuertemente a su esposo pasando sus brazos por su cuello el cual lo cargo y apretó fuertemente. –O tortolos ya terminaron verdad para seguir con lo que estábamos- preguntaba un sonriente Draco, no sabía que sentía cuando sus papas se enojaban entre ellos, pero era muy feliz cuando los veía así felices entre ellos.
-Si perdón por esto pero- empezaba a explicar Remus volteando a ver a su esposo preguntando si era el momento para dar la noticia, el cual solo le sonrió asintiendo –Es que queríamos comunicarles que vamos a tener otro bebe- Dijo muy alegre y los demás felices se acercaron a felicitarlos, abrazarlos y desearles lo mejor en el embarazo – ¿Enserio, voy a tener un hermano?- preguntaba feliz a sus papas, sabía que necesitaban cuidar a alguien más ya que él se quedaba casi todo el año en Hogwarts –Si hijo, gracias por tomar tan bien la noticia, me daba mucho miedo que no te agradara la idea, pero gracias por mostrarnos esa sonrisa tan bella tuya- comentaba Remus mientras abrazaba y comenzaba a soltar pequeñas lágrimas de felicidad, en poco localizarían a sus amigos y aumentaría su familia, eso es lo mejor que le podía pasar en este año.