Si le preguntaran ¿cuál ha sido el momento más doloroso de toda tu vida? seguramente respondería hoy. Cuando recibió la invitación por parte de Usami para cenar un sentimiento extraño lo invadió. Sabía que no debía hacerse falsas ilusiones. Era la pareja de su amigo después de todo, además de que estos ya le habían dejado en claro que nada podría cambiarlo. Aun así seguía siendo amigo de Misaki.
Al llegar al restaurante fue dirigido a un privado junto con otras personas. Logró reconocer a Kamijou-sensei, Miyagi-sensei, el hermano de Misaki y la familia Usami. Después de un rato de conversación la pareja por fin llegó. Cuando el peli-plata dijo que ya no quería a Misaki como pareja se alegró. Los planes que había comenzado a formular se fueron al caño cuando escuchó la hermosa proposición que le hicieron a su amigo. Pudo jurar que escuchó su propio corazón rompiéndose en miles de pedazos. Ya no había nada que hacer. Perdió toda oportunidad de conseguir al escritor.
Al terminar la cena este se despidió de su amigo no sin antes felicitarlo y desearle lo mejor. Al salir del restaurante se sintió perdido, como si se encontrara en otro mundo, uno frío y triste. No tenía ganas de ir a casa así que comenzó a caminar sin rumbo alguno. Así fue como llegó a ese bar. Trago tras trago intentaba aliviar, o al menos olvidar, el dolor que lo envolvía en ese momento. Tan ensimismado estaba que no se percató de la persona que se sentó junto a él en la barra.
-Deme uno de lo más fuerte que tenga.
Esa voz. Sonaba tan familiar pero a la vez tan desconocida.
-Aquí tien eseñor.
-Gracias.
Otra vez la voz. Sin muchas ganas giró su cabeza en dirección a la persona poseedora de ella. Cuál fue su sorpresa al ver al hermano de Akihiko, Haruhiko, sentado a su lado bebiendo hasta la última gota del líquido que le había sido servido momentos antes.
Haruhiko se sintió observado. Terminó su trago, dejó el vaso sobre la mesa y observó a la persona a su lado. Esta al verse descubierta giró rápidamente la cabeza en un intento por disimular. ¿No había visto a ese sujeto antes? Se le hacía familiar pero aun así no lograba reconocerlo. Decidió olvidarlo y dirigió su atención al vaso que ahora se encontraba vacío frente a él.
-Deme otro igual
-Deme lo mismo que a él, por favor.
Mientras el cantinero servía los tragos observó un momento a los hombres frente a él.
-Mal de amores ¿verdad?
-Si- Contestaron al mismo tiempo. Sorprendidos se miraron unos momentos hasta que Sumi decidió romper el silencio.
-Sumi Keiichi- Dijo mientras tendía una mano al mayor.
-Usami Haruhiko- Respondió mientras tomaba la mano del menor.
Sumi observó un momento más al mayor. Sabía quien era, pero no le importaba.
-Nunca creí ver a alguien como tú sufriendo por amor. ¿Que se siente que algo le sea negado a alguien que lo tiene todo?
Haruhiko se sobresaltó un poco. ¿Quién se creía ese mocoso para hablarle de esa manera?
-Al menos no me veo tan mal como tú.
Sumi se observó. Estaba algo sucio y desarreglado. Maldito Haruhiko. Esa sería una noche muy larga.