¡Demonios! Era la tercera vez que sacaba baja calificación en un trabajo por culpa de la ortografía. Mamá no estaría para nada feliz. El profesor de español me había sugerido buscar a alguien que supiera manejarla bien para que me enseñara. El problema, era que ninguno de mis amigos era tan bueno como para aprender de alguno de ellos. Miré el trabajo en mis manos y suspiré. Estaba perdido.
-Oye, Sehun~~ a que no adivinas lo que hice por ti~~ -Kai llegó sonriendo.
-¿Ahora qué hiciste? -Deje mi último triste trabajo sobre la mesa.
-¡Encontré a alguien que podría ayudarte!
-¿Es en serio? Fue Kyungsoo hyung ¿Verdad?
-¡Verdad! Pero ¡Eso no importa! Bien, escucha: Hay un hyung de último año al que podrías decirle que te enseñe -Cogió mi trabajo y le dio una mirada- Vaya... ¡Si que lo necesitas! Escribes peor que un burro.
-Bien, deja de decir tonterías y más bien; dime cómo se llama y de qué salón es. -¡Está bien, está bien! No me golpees.
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Estaba en el piso de arriba buscando a un tal "Luhan" que *Según lo que dijo Kyungsoo hyung que le dijo a Kai* era el mejor de los mejores en cuestiones de redacción y ortografía. Me paré afuera del salón que me habían indicado y eché un vistazo...
¡Esperen! ¿Cómo se supone que lo iba a encontrar si no tengo ni la más mínima idea de cómo luce? Bien, no me queda de otra más que preguntar.
Vi que un chico iba a salir del salón por lo que me apresure a hablar con él.
-Disculpa, ¿Tú de casualidad conoces a Luhan sunbae?
-Claro que si ¿Para qué lo necesitas? -Me preguntó curioso.
-Pues verás... soy horriblemente pésimo con la ortografía y me dijeron que él era el mejor en eso. Por eso, quiero pedirle su ayuda. -Él se quedó mirándome y sus ojos se abrieron curiosos.
-Ooooh~ ¡Está bien! Te veré después de clases en la biblioteca. -Lo miré algo confundido y él sólo sonrió tiernamente- ¡Mucho gusto! Yo soy Luhan.
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Cuando llegué a la biblioteca, él ya estaba ahí; con unas gafas de pasta negra y unas hojas esparcidas sobre la mesa. Pensé que tal vez él se veía mucho mejor así.
-Hola, Luhan sunbae. Perdona la demora. -Maldito profesor de cálculo que casi no nos deja salir- ¿Estás haciendo tareas? -La curiosidad me invadió. Me senté a su lado y observe algunas de las hojas que habían ahí.
-Nop. Te traje algunos de los escritos que he hecho. Detállalos cuidadosamente y verás que así vas aprendiendo a cómo manejar la puntuación. -Me sonrió hermosamente mientras me extendía un par de hojas. Le sonreí de vuelta y me puse a leer lo que me había entregado.
Ése día aprendí que antes de cualquier signo de puntuación, jamás va un espacio. Los nombres propios siempre van en mayúscula y además, Luhan me recomendó que pusiera el auto-corrector en mi computadora y celular.
-Muchas gracias por la clase de hoy, sunbae. Realmente aprendí algo nuevo. -Le ayudé a recoger los últimos apuntes y nos encaminamos a la salida.
-No hay de qué, Sehun. Me alegra que enserio quieras aprender. -Iba a quitarse las gafas pero se lo impedí. Me miró con interrogación.
-Así te ves más lindo, sunbae. -A veces era tan malditamente directo que quería golpearme. Sólo sonreí.
-Em ¿Gracias? Bueno, Sehun, te veo mañana. Por favor busca acerca del uso del punto y de la coma. Mañana nos volveremos a ver en la biblioteca. -Se dio la vuelta y se marchó a paso rápido... Ése chico sí que era interesante.
Al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente nos reunimos en la biblioteca a repasar. Todo el mundo hablaba acerca de nosotros y nuestra "Misteriosa relación" ya que por lo que había oído, Sunbae no socializaba con cualquier persona.
Luhan sunbae ¡Era increíble! Tenía unos gustos excelentes y él sí me comprendía... No como mis otros amigos. Luhan era diferente: Inteligente, gracioso, tenía cara de bebé y me ayudaba en todo... Era una fantástica persona.
Pasó cerca de un mes y ya era un experto en ortografía: Mis notas en literatura habían subido y además, ahora leía con propiedad. Todo se lo debía a Luhan sunbae y a su paciencia al enseñarme.
Ah~ Luhan sunbae. Desde que me mostró unos poemas que había escrito, no pude sacar de mi mente las hermosas palabras que estaban plasmadas y entonces, decidí que ése día trataría de escribirle un intento de poema.
¿No era Luhan la persona de la que me había enamorado? Tal vez después de conocer bien a una persona, tienes ésa probabilidad. Sunbae era tan lindo y dedicado... Cualquier cosa nueva que aprendía sobre él me ponía feliz; sentía que era más cercano a él.
Un día, iba de camino a la biblioteca y fue mi sorpresa al encontrar sola nuestra mesa (Sí. Era aquella en la que nos sentábamos siempre) ¿Aún no has llegado? ¿No vendrás? Estaba empezando a entrar en pánico cuando unos brazos me rodearon la cintura... Era él.
Iba a preguntar qué ocurría cuando depósito un sobre en mi mano izquierda.
-Sólo léelo. -Susurró; pero aún así, no se despegó un centímetro de mí. Con manos temblorosas la abrí y me di cuenta de que era uno de los poemas que él había escrito. -Si prestas atención a lo que dice, entenderás.
Bien, lo leí y releí un montón de veces hasta que por fin caí en cuenta: ¡Se trataba de un primer amor! Y además, del esfuerzo que ése alguien hacia para lograr sus metas...
-¿Sunbae? -Estaría diciéndome que estaba enamorado de alguien y que además, ¿Había conseguido su aceptación?
-¿Ya entendiste? O, ¿Tal vez tienes otra idea? -Luhan se separó y se puso al frente mío- Estos son mis sentimientos, Sehun. Eres algo despistado y aún te falta razonamiento para algunas cosas pero aún así, me enamoré de ti. De aquel niño que busca aprender cosas nuevas, mejorar las que ya sabe e investigar las que no está seguro... Me gustas mucho, Oh Sehun.
Nos quedamos mirando en silencio por un rato hasta que al fin reaccione a su confesión y lo abracé tan fuerte como pude.
-¿Cómo es posible que quieras a un bruto como yo?
-No eres bruto. Para mí, eres un niño que hasta ahora ve el mundo y se empieza a preguntar cosas. Eres alguien especial, Sehun. -Me miró y me jaló hacia abajo; se detuvo cuando estuvimos frente a frente y fui yo el que tomó la iniciativa. Apuesto que no nos quedamos tanto tiempo disfrutando de los labios ajenos; pero para nosotros, fue una deliciosa eternidad.
Nos separamos y él me sonrió. Tomó mi mano y salimos de la biblioteca. Lo miré interrogante.
-Vamos, Sehunnie~ También podemos aprender afuera. Es más, creo que será más divertido y captarás las cosas más rápido.-Se rió y yo reí con él.
-No lo creo, hyung. Si estás a mi lado, no creo poder concentrarme.
Antes podía hacerlo porque nuestros sentimientos estaban ocultos; pero ahora, lo único que quería era darle un millón de besos. Le di un pico y seguimos nuestro camino. Aún quedaba mucho por aprender.