Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EunHae: "¿Qué sientes...?" por ZaffireHeart

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, aquí estoy nuevamente después de un tiempito, sólo quería reportarme para no tenerlas tan abandonadas n.n


Ah! y como siempre digo, cosa que creo que ahora que lo pienso, hace mucho que no digo xD jaja: "Estos personajes no me pertenecen, son 'propiedad' de la 'SM Entertainment'"

Notas del capitulo:

Pues sin mucho más que decirles, sólo espero que le guste, no es la gran cosa, pero como repetí arriba, es para no estar tan desaparecida, pues es que estoy trabajando en un FanFic  "2Min" y ya voy terminando el cap 8 :3 así que... veamos que nos sale. 


No los distraigo más :3


LET'S GO! ♥ A Leer! ^w^v

OneShot; EunHae:


"¿Qué sientes...?


Estábamos ambos acostados en mi cama, él había venido a visitarme, mientras que yo estaba usando mi portátil allí en la cama. Estaba aburrido, estaba mirando un animé, “One Piece” y él se unió cuando llegó sin dudarlo, iba por el capítulo 150 ya, cuando mis ojos comienzan a arder, y no es que me hubiera visto todos aquellos capítulos juntos, sólo habían sido 5, pero aún así, los ojos habían comenzado a arderme.


-Aish… estoy cansado, el trabajo sí que fue agotador hoy…-


Hablé de la nada, cerrando la portátil, dejándola en la mesa de noche, mientras comenzaba a hacer algunos movimientos con mi cuello de un lado a otro, con mis ojos cerrados y soltando de vez en cuando suspiros… En verdad estaba algo cansado.


-¿Quieres que te haga unos masajes? Soy bueno en ellos.-


Comentó DongHae sonriendo a mi lado, elevando la mirada hacia la mía, yo le correspondí la mirada y me le quedé mirando unos segundos, “meditando la respuesta”.


-D-de acuerdo ¿por qué no?-


Comenté algo entrecortado, sin saber porqué. Él sonrió más ampliamente y se sentó mejor en la cama.


-Bien, entonces siéntate en la cama.-


Habló con aquella jovialidad tan hilarante en su voz y mirada. Siempre pareciendo tan fresco y descansado, cuando de seguro estaba igual de cansado que yo.


Suspiré, asentí ante sus indicaciones, y sentándome en mi lado de la cama dándole la espalda, me acomodé, él, al parecer se acercó a mi cuerpo arrodillado, y se acomodó mejor, mucho más cerca de mí, tanto que podía sentir su calor corporal, además de que hacía calor…


-Bien, aquí vamos, prepárate para viajar al paraíso.-


Habló divertido, mientras le oía tronar sus manos, o mejor dicho sus dedos, yo simplemente sonreí correspondiéndole a su “broma” y cerré mis ojos, segundos después comencé a sentir sus manos en mis hombros, masajeando mi “paleta” o escápula como mejor le quieran llamar, con sus pulgares, exhale un suspiro de gran “satisfacción” sin darme cuenta, pues realmente se sentía maravilloso, tanto que sin que me diera cuenta, comencé a echar mi cabeza hacia atrás…


Él no dijo nada, simplemente se concentraba en su tarea, para luego dirigirse un poco más arriba, para masajear mi cuello y nuca.


-Oh~ cielos… se siente bien~.-


Dije en un hálito, pues realmente correntadas de placer por la relajación, comenzaban a recorrer mi cuerpo.


-Estás tenso hyung…tienes muchas contracturas…-


Habló nuevamente con ese tono dulce imaginándomelo aún con su sonrisa en ese lindo rostro que tenía…


-Si~, no es para menos, siempre que nos presentamos, no puedo evitar ponerme nervioso y tenso, por no querer cometer ningún error ni en las coreografías ni en las canciones, ¿sabes lo vergonzoso, que sería que me olvidara la letra de alguna de nuestras canciones, o me confundiera de parte? Dios… de solo imaginármelo toda esa tensión vuelve, a pesar de que nuestro concierto salió a la perfección… aah~ cielos, si sigues así, me dormiré aquí mismo, se siente demasiado bien…-


 Hablé, explicando el porqué de aquellas contracturas, para luego halagar nuevamente esas manos y lo que me provocaban con aquellos masajes…


-No tienes de qué preocuparte hyung, tú siempre haces todo bien, y realmente no puedo creer que te pongas nervioso aún, en un escenario, siempre te vez tan relajado, disfrutando al máximo el show, siempre pensé que era yo el que se ponía súper nervioso antes de salir, en cambio tú, siempre te ves impecable, como un pez en su charco…-


Habló nuevamente con aquel tono dulce, cambiando sus manos de lugar descendiendo levemente por mi espalda desnuda.


-Jaja, creo que te confundes, yo soy “el mono”, creo que ese eres tú, te recuerdo que tú eres el pececito…-


Endulcé mi voz sin saberlo porqué, pero el hecho de llamarlo pececito, me resultó tierno, y un poco más íntimo. Quizás, ¿Me pasé de la raya? Él detuvo sus manos de repente. Abrí mis ojos. Sí, creo que me pasé de la raya…


-¿Qué sucede Hae? ¿Dije algo que te molestó?-


Dije algo nervioso, pero no demostrándolo para nada, ocultándolo en mi tono curioso.


-Hyung… ¿Qué sientes por mí?-


Me “escupió” de repente, sin rodeos… aún con sus manos en mis hombros, logrando que mis ojos se abrieran aún más de lo que ya estaban, sintiendo que mi corazón se detenía en seco.


-¿Có-cómo?-


“Recuestioné” sin saber cómo responder a eso, ¿Por qué me había sonado a una pregunta aún más íntima? Y no a una que a él se le ocurriese preguntar de la nada, en una situación irrelevante, y yo poder contestarle sin presión de inmediato que le quería mucho, y que por eso era mi mejor amigo


-¿Qué, qué si-sientes por mí?-


Volví a oír su voz ahora un poco más baja y tartamudeante, por alguna razón su pregunta me había dejado prácticamente paralizado.


Intentando dejar mis nervios atrás, trague saliva y me acomodé en la cama nuevamente apoyando mi espalda en el respaldar de la misma, le miré, y allí estaba él, con su cabeza gacha, sus manos sobre sus muslos, pellizcando su bermuda de mezclilla.


-Pu-pues, eres mi mejor amigo, así que-


-No hung. ¿Qué sientes por mí? De verdad, en tu corazón... ¿Qué-qué sientes por mí cuando hacemos fa-fansevice?-


Habló, elevando la mirada finalmente dirigiéndola a la mía, sonrojado, sus ojos estaban cristalinos queriendo llorar, mientras que sus manos apretaban aún más su bermuda.


Le miré tan solo por unos segundos, no podía mantenerle la mirada, no ahora, desvié la mía y la giré hacia mi izquierda observando la pequeña lucecita verde de mi portátil avisándome de que se encontraba en suspensión.


¿Sería este el momento adecuado? Me encontraba entre la espada y la pared, pues para serles sinceros... lo que siento por él, es indescriptible, y realmente quería decirle todo, pero al mismo tiempo tenía miedo, mucho miedo. No a decir las palabras, sino a como él fuera a reaccionar. ¿Y si lo perdía para siempre? No podría vivir con ello. No quería demostrarlo, pero estaba nervioso, muy nervioso... mi cuerpo temblaba levemente, pero no pasó de ser percibido por él, él que me conocía hace tanto, desde casi toda una vida, prácticamente.


-Hyung...- Me habló con una voz algo ronca ahora, le miré con miedo, mis ojos de seguro ahora también estaban cristalinos como los suyos. -No esté nervioso, solo dilo, necesito saberlo.- Me dijo sujetando mi rostro tan solo unos instantes, en los que me hablaba, y en esos instantes cerré mis ojos sin pensarlo queriendo sentir aún un poco más la sensación de su tacto en mí.


Los abrí cuando su mano se deslizó de mi rostro. Me le quedé mirando una vez más, interponiéndose entre nosotros un prolongado silencio, pero las palabras no eran necesarias, sus ojos, su mirada claramente me expresaba un "Vamos, dilo, no tengas miedo, nada cambiará" ¿Pero como confiarme? Si quizás tan sólo era mi interpretación, aunque sintiera prácticamente su voz en mi cabeza diciéndomelo.


"El que no arriesga no gana" dicen por ahí, y por el momento yo quería creer que aquella mirada… lo que transmitía, era cierto, por lo que aún entre la espada y la pared decidí decírselo.


Una vez más tragué saliva y tomé aire, sus ojos comenzaron a temblar supongo que de la ansiedad, mientas que él también tragó saliva, su estómago rugió suave, signo de que él también estaba nervioso, pues su pancita "ruge" cuando está demasiado nervioso, sus mejillitas se sonrojaron aún más, y aquel gesto me causó ternura y sonreí levemente sin poder evitarlo. Pero luego me puse serio una vez más para comenzar con mi "discurso".


-DongHae, yo... Yo lo siento si lo arruino todo...- Le miré para analizar sus expresiones, sus gestos, para saber si realmente podría o no seguir diciéndoselo, él continuaba con aquel brillo trémulo en sus ojos y decidí seguir. -Pero ya no puedo más, creí poder "vivir con ello" pero vienes tú, y me preguntas aquello de manera tan directa, que me resulta imposible no sucumbir a la tentación de responderte con la verdad.- Una vez más me detuve para analizar sus expresiones, "¡apresútate hyung y dilo!" Fue lo que sentí que él me quería decir por lo que obedecí a aquella voz imaginaria en mi mente. -Yo realmente te quiero, te quiero mucho, cómo más que un amigo, que un hermano... te quiero... te quiero como a un hombre... lo siento, no pude evitar "otorgarte" mi corazón con esa personalidad tan aniñada, dulce, jovial y tierna que posees...-


Sus ojos se abrieron en conjunto con su boca ahora, ¡Me costó tanto decir aquello! Sentir la incertidumbre al no saber que va a suceder, un vacío sin igual, en caso de que aquellos sentimientos no fueran correspondidos.


 ¡Hacia tanto tiempo que no le decía estas palabras a alguien de frente! Mi cuerpo aún temblaba, mi corazón demás acelerado me causaba un leve dolor en el pecho, tenía ganas de llorar también, por lo nervios y por lo que la respuesta "diga", una horrible sensación de inquietud corroía mis tripas. Era horrible, era una situación, un estado horrible, jamás en mi vida había estado tan nervioso, ni siquiera antes de subir a los escenarios.


Finalmente sus ojos parecieron enfocar nuevamente y darse cuenta de que estaba allí, esperando por su respuesta, “asustado”. Pequeñas y salobres lágrimas escaparon de su rostro, supongo que de manera involuntaria, pero aquello no sabía si era bueno o malo, por lo que las mías también escaparon finalmente, giré mi rostro, no quería que me viera en este estado, aunque si bien ya me habría visto "vulnerable, a corazón abierto" sobre los escenarios, pues soy muy sensible, y muy susceptible, Esto... esto era totalmente diferente. ¡Era una confesión!


Antes de que pudiera darme cuenta, sentí sus manos sobre mi rostro, y cuando lo giré por la fuerza suave aplicada en él, sentí sus labios sobre los míos, temblaban, y se sentían salados, pero eran cálidos y no pude evitar, corresponder a ese contacto, con un toque de euforia, aunque realmente no sé si era un beso de "sí, tu también me gustas" o uno de "lo siento, pero yo no siento lo mismo, en verdad lo lamento".


Cuando correspondí y vi que él curvó sus labios levemente en gesto de claramente querer expresar una sonrisa, todo rastro de aquella desesperación, incertidumbre, y miedo, desapareció cual niebla al viento. El beso comenzó a tomar un poco de sabor, color y calor. Mi corazón realmente ahora saltaba de mera alegría.


El beso continuó luego de un pequeño descanso, para tomar aire, y luego nuestras miradas, nuestros labios volvieron a conectarse, mis manos ya habían comenzado a cobrar vida propia, dirigiéndose a sus hombros, infiltrándome debajo de los tirantes de su camiseta para comenzar a acariciar su piel con mi dedo índice, en forma de círculos.


Él sin pensarlo, se acercó, se acomodó aún mejor más a mi lado, la pierna que yo tenía flexionada del lado izquierdo de la cama, se bajó para darle a él un poco más de espacio y comodidad, ya que al bajar mi pierna él colocó medio torso encima de mí ahora, acortando aún más la distancia entre nosotros.


El calor que allí se sentía, comenzaba a ser sofocante, nuestros cuerpos comenzaban a centellear por nuestro sudor, mientras que nuestros jadeos en aquellos intentos desesperados por tomar un poco de aire, se intercambiaban. Ya ni el ventilador ni el aire acondicionado era suficiente para nosotros, nuestro calor corporal, los superaban.


-DongHae...-


Dije su nombre con voz ronca en uno de aquellos intentos desesperados por coger una bocanada de aire, él se separó de mi rostro unos segundos, su mirada eran prácticamente 2 luceros más que brillantes, eran 2 faros...


Dos bellísimos faros... sonreí y acaricié su rostro, él me sonrió también.


-No sabes lo feliz que me has hecho con aquellas palabras hyung, y realmente agradezco haber tenido el valor de preguntarte aquello, pues... para mí también eres más que un "amigo, y un hermano", y lo presentía, lo percibía en nuestros últimos fanservices, que ya no eran tan forzados como antes, sabía que algo en ti había cambiado, tanto como en mí también.- Sonrió con algo de culpa ahora, poniéndome levemente nervioso, ¿se arrepentía? -Es mi turno de disculparme ahora, por si lo que voy a decir, te asusta, pero yo... debo decirlo, o de lo contrario siento que moriré.- Él desvió su mirada unos segundos, pero al sentir mis manos deslizarse con suavidad y ternura sobre su rostro, a pesar de mis leves nervios,  me miró una vez más, y era yo, ahora el que transmitía un "Vamos, dilo, no tengas miedo" con una sonrisa en mi rostro. Él asintió y prosiguió. Naneun… HyukJae saranghae-


Abrí mis ojos a más no poder al oír aquellas palabras, él… ¿Él realmente me amaba? Parpadeé reiteradas veces, antes de caer en cuenta de la magnitud de aquellas palabras y sonriendo le dije –Naneun DongHae… nomu saranghae.- Su sonrisa rápidamente se extendió por todo su hermoso rostro, se iluminó y nuevamente pequeñas lágrimas escaparon de sus bellos ojos almendrados.


-¡Santo Dios! ¡Gracias al cielo! ¡Gracias, gracias hyung, en verdad!-


Abalanzándose hacia mi pecho, me abrazo y habló ahora eufórico, con su voz entrecortada, amenazada por el llanto imparable que no tardaría en llegar, yo simplemente le alejé un poquito para limpiar aquellas lágrimas con mis pulgares de manera delicada, en una caricia prácticamente, para luego rodearlo en mis brazos, abrazarlo y atraerlo hacia mí.


-No llores, Hae, no llores mi pececito hermoso.-


Mi voz, más miel, prácticamente no podía derrochar, a lo que él se hundió aún más en mi pecho, a tal punto que sentí un pequeño dolor, pero le ignoré, y le abracé aún más, no queriéndolo soltar nunca más, por temor a perderlo. Ya que, ¿Qué clase de vida tendría yo, sin él? Por él… me arriesgaría a todo, porque… lo único que tengo y temo perder, es… es a él. Sí, en verdad le amaba con todas mis energías vitales.


-Te amo, te amo demasiado.-


Dijo, aún sumido en aquel llanto de mera felicidad, y le besé con una sonrisa en mis labios.


Aquel beso casto, y con intenciones “puritanas”, pronto se vio “corrompido” por la “Gula” y la “Lujuria” que ambos teníamos por el ajeno.


No pasó mucho tiempo, para que Hae se situara por completo encima de mí, y para que yo minutos después, me girara hacia un costado dejándolo a él debajo de mí ahora.


Nuestras miradas ahora fogosas, “hambrientas” de más, se conectaron una vez más, y sin pensarlo dos veces, cuando vi su sonrisa de lado, ataqué sin piedad alguna su cuello, y mis manos, se colaron debajo de su camiseta de tirantes blanca.


-Aahmns~ Hyuk~-


Gimió por primera vez, volviéndome loco, despertando a aquella bestia que de seguro todos tenemos dentro. Sonreí de lado también sobre su cuello, y mis manos continuaron subiendo sin escrúpulo alguno hasta sus pezones, comenzando a acariciarlos, pellizcarlos, “amasarlos”. Ellos… comenzaron a crecer paulatinamente en lo que se iban endureciendo poco a poco también, otro gemidito escapó de sus labios, de su garganta, la cual tembló, vibró, cuando pasé mi lengua para luego morder suavemente su nuez de Adán.


-Oh~ cielos, n-no puedo creer que esto esté aamns sucediendo, aah~ Hyuk~.-


Gimió con absoluto goce, mientras ahora se asía a mi espalda con ahínco.


-Eres precioso…-


Dije con mi voz tomada por la lujuria, en lo que lamía ascendentemente su cuello, posándome en su mentón, para sonreírle una vez más y mirarle a los ojos, desde “arriba”.


 Sus ojos, más brillo no podían desprender, era una vista realmente hermosa. Y más aún cuando al decir aquello, sus mejillas se pusieron aún más rojas, y desvió su mirada, era realmente hermoso, y agradecía el hecho de que mis sentimientos por él fueran finalmente correspondidos… Jamás lo habría imaginado, si bien también sentía que aquellos “últimos fanservices, no eran ya para nada fingidos” tenía mis dudas al respecto, y no quería arruinar todo, por una estupidez mía, por una mala capacidad de interpretación.


Pero todos aquellos presentimientos, no estaban tan errados, él, él de verdad me quería… me amaba, como yo a él.


Volví a la realidad cuando siento unas manos frías recorrer mi espalda desnuda y unos posesivos besos en mi cuello, que abarcaban bastante de él. Bajé mi rostro unos centímetros y sonreí, mi pequeño pececito, parecía bastante concentrado en mi cuello, y mi columna comenzaba a ser recorrida por unas agradables y maravillosas correntadas de puro goce. Sus labios, sus besos, se sentían realmente de maravilla.


-Aah~ Haenni~-


Gemí suavemente por primera vez, mientras cerraba mis ojos y continuaba acariciando ese pecho, bastante bien trabajado. Él se separó de mí y una vez más nos miramos, le sonreí con dulzura ahora, y procedí a quitarle la camiseta de tirantes. Su mirada de miedo, de preocupación no me provocó más que ternura, más que ganas de protegerlo para siempre, así me cueste la vida.


-Tranquilo bebé, no te haré daño, jamás me lo perdonaría, todo estará bien, lo prometo mi pececito hermoso.- Le miré deteniéndome, para ser pronto invadidos por un prolongado silencio entre que nuestras miradas se conectaban una vez más. -¿Puedo continuar?- Le dije interrumpiendo aquel silencio, mientras me sostenía en una mano, mientras que con la otra acariciaba su rostro.


No le aparté la vista en ningún momento, me mantuve firme, observándolo por unos segundos, hasta que me dio su respuesta, luego de cerrar sus bellos ojitos, tragar saliva, asentir y volver a mirarme.


-Sí HyukJae, está bien… lo sé, y por eso…- Desvió su mirada 2 segundos para luego volver a mirarme. –Te daré mi cuerpo, es tuyo, tómame como más lo desees.- Su rostro no podía expresar más vergüenza en ese momento, por lo que sonreí y apoyé nuevamente ambas manos a cada lado de su cabeza, en lo que sonreía  y le quitaba su camiseta arrojándola por ahí y me dirigí a su cuello, para darle un pequeño, corto y casto beso, y así dirigirme a su oído.


-No te creía capaz de decir cosas tan embarazosas como esas.- Dije en un tono seductor, él giró su cabeza bruscamente, hacia el lado opuesto a mí, y reí por lo bajito unos instantes para acercarme nuevamente a su oído y morderlo suavemente. –Pero me ha encantado que hayas dicho eso… te amo.- Le dije nuevamente con aquel tono y lamí su lóbulo, para luego, hacerlo detrás de su oreja y descender nuevamente a su cuello, pasar por sus clavículas, y finalmente detenerme en aquellas pequeñas y rosadas protuberancias que me estaban “rogando” por atención… -Hae~-


Susurré su nombre una vez más…


-¡Aah~! ¡Hyung! Msns~-


Sus sonidos eran cada vez más altos, y aquello solo lograba encenderme más y más, mi erección, ya había comenzado a reaccionar a aquel “llamado” que sus gemidos proferían.


Besos, mordidas, caricias descaradas, gemidos, jadeos y más besos, continuaron unos cuantos segundos, minutos más, hasta que… tanto sus manos como las mías, buscaban la manera de ubicarse en el borde del pantalón del otro.


Nos miramos una vez más, ya no había tanta pena en DongHae, cosa que me encantaba, y dejé que él hiciera “su movimiento” primero, me acomodé a horcajadas de él, en lo que él comenzó a bajar mi pantalón de mezclilla de a poco, intercalado con una caricias por mis abdominales marcadas, rasguñándolas levemente, provocando que mi piel se erizase… Sus caricias y las sensaciones de ellas, no hacían más que llevarme a un entorno sideral.


Mi cabeza se echó hacia atrás, tensando mi cuerpo levemente, permitiéndome gozar aún más de aquellas correntadas, esos escalosfríos que me encantaban, cerré mis ojos y tragué saliva una vez más, sentía mi garganta arder levemente, por culpa de mis jadeos incesantes, al sentir las manos, y los labios de DongHae recorrer mi cuerpo.


Finalmente de un solo tirón, quitó aquel pantalón, con el que tan reacio se mostraba quitarlos. Yo había comenzado a desesperar, pero por suerte, al parecer habrá visto la ansiedad en mis ojos.


Sonreí de lado, divertido, cuando vi el gesto que hizo al darse cuenta de que no llevaba ropa interior y que mi erección se mostro tan “impetuosa” allí, casi dándole en la cara, pues se había sentado para estimular mis pezones, cuando estaba jugando con mi pantalón.


Me lo terminé de quitar, y nuevamente me acomodé a horcajadas de él. -¿A que no te lo esperabas? ¿Cierto?- Dije satisfecho de haber causado esa clase de “shock” en él.


Cuando él logró salir de su repentino momento de estupefacción, me miró, colocó sus manos en mis caderas y me dijo ciertamente divertido también. –De hecho sí, podía imaginarlo, tú eres alguien que exuda sensualidad y sexualidad en todo momento, por lo que el detalle de la ropa interior inexistente, sólo potencia aún más tu sensualidad, eres sexy Hyukkie, eres… MI sexy Hyukkie.- Contestó, mirándome de una manera muy sugerente, para llevar una de sus manos a las mías, y guiarla hasta su entrepierna, apoyó mi mano allí, y pude sentirlo, su miembro también en todo su esplendor. –Aunque no eres el único que acude y disfruta de aquel máximo confort, que estos pantalones provocan, sin “intervención”.- Era yo ahora el shockeado, aquellas palabras, me mataron, y más aún cuando su mano me obligó a mover la mía en forma circular allí. ¿¡Acaso era posible que una sensación de una repentina corrida me sacudiera al oír tan simples palabras de su parte!? ¡Santo cielos! Diga lo que diga, o haga lo que haga, él continua siendo aún mucho más sexy y deseable que yo.


-Veamos quien es más sexy entonces…-


Dije sonriendo de lado, divertido, cuando logré salir de mi shock, y sujeté con algo de intensidad su miembro, la sensación fue algo realmente increíble, tanto que mi corazón dio un vuelco y mi propio miembro reaccionó a la acción al haber dado un pequeño sobresalto.


Él soltó un excitante gemido y su cuerpo se crispó, sonreí aún más y comencé a estimularlo por sobre la tela, y no tardó más de 3 segundos, para que comenzara a notar como su tela se comenzaba a humedecer por culpa del pre-semen que comenzaba a escapar.


Le miré de refilón y ante su expresión de puro placer, me incliné sobre él y comencé a lamer y a pellizcar con mis labios su miembro aún por sobre la tela.


-¡Oh Dios! ¡Santo cielos! ¡Mierda HyukJae! ¡De-detente, m-me correré!-


Aquello era lo que necesitaba oír, la desesperación y el placer al mismo tiempo en su voz, en lo que se retorcía de un lado al otro, no pude continuar con aquello mucho más, infiltré mi mano dentro de aquel pantalón que ahora se pegaba a su miembro por culpa de mi saliva, y comencé a “bombearlo” de manera directa y algo agresiva.


-¡Ah~ DongHae~!-


Fue lo único que dije, intentando no dejarme llevar demasiado por mis sensaciones, ya que de lo contrario, mi orgullo se vería de cierta manera dañado, pues ahora, solo quería que fuera él el que gimiera para mí, el que se esté a punto de correr por mi causa, y no al revés.


-¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Ha-hazlo de una vez HyukJae! ¡Tómame! ¡Quítame esa maldita y molesta bermuda! ¡Quiero sentirte! ¡Aah~ cielos! ¡Maldición!-


Su voz era ronca, y mis vaivenes eran cada vez más frenéticos, sus jadeos, se convirtieron en gemidos y de ellos se transformaron finalmente en gritos desesperados, prisioneros del placer.


Finalmente se corrió dentro sus pantalones, y en mi mano.


-¡Aaah~! Maldición… aah~, aah~ lo-lo siento, fu-fue demasiado, e-es que-que tus manos, me-me encienden co-con cada toque.-


Hablaba mi hermoso pez, totalmente sudado, con sus mejillas al rojo vivo y sus ojos tan brillantes como enormes faros.


-No te preocupes.- Sonreí de lado. –Esto aún no termina.- Saqué mi mano lentamente de su bermuda de mezclilla y me la llevé a la boca debido a que aún poseía algo de “Él” en ella. La lamí, la chupé, la limpié como si hubiera terminado de comer un exquisito pollo al horno con la mano.


Sus ojos estaban demasiados abiertos de seguro por el impacto que mi accionar le causó, y yo secretamente, disfrutaba de ver esa clase de expresiones en su rostro. Era hermoso.


Arranqué su bermuda de un solo tirón, haciéndolo gemir levemente ante el repentino movimiento, y nuevamente sonriendo, me ubico mucho mejor encima de él, y con mi dedo índice, de su estómago asciendo serpenteando hasta su mentón, para unir mi pulgar ahora al agarre, y acariciándolo suavemente, mi pulgar nuevamente se “desvía” hacia sus labios…


Las palabras por el momento no eran necesarias, su mirada perdida en la mía, como la mía en la suya, lo decía todo.


Me incliné y besé sus labios una vez más pero de una manera mucho más pausada y lenta, disfrutando ahora sí del momento. Así que aún con aquellos besos y movimientos pausados, quise unir a nuestros besos mis dedos. Sabrán para qué…


Él con algo de dudas y vacilación los toma finalmente y los lamió, lubricándolos lo más posible, sonreí con dulzura cuando los retiré creyendo que sería suficiente por el momento. Él al parecer por inercia, abrió un poco más sus piernas dándome aún una imagen aún más sensual de él, y llevé mis dedos hacia su entrada, y con mis dedos índice y “corazón” como la mayoría le dice, comencé a ejercer movimientos circulares sobre aquel rosáceo anillo. Él comenzó a retorcerse de una manera que no parecía natural, mientras acompañaba sus movimientos con gemidos indicándome de que realmente él quería más, sonreí y continué besando su cuello en función de distraerlo y relajarlo un poco.


Hice un poco de fuerza con mi dedo índice queriendo introducirme aunque sea solo un poco, pero me resultó algo imposible, él gimió fuerte y con dolor, por lo que con mi mano libre, sujeté su miembro y comencé a estimularlo nuevamente, su cuerpo notoriamente se relajó un poco y luego de unos segundos, volví a intentarlo y pude, algo logró entrar, era un cavidad bastante apretada, pero confiaba en que pronto podría “adaptarla” a mi tamaño.


Retiré mi dedo índice luego de unos segundos e ingresé el dedo corazón el más largo de mi mano, para poder ayudarle a alcanzar aún un poco más de placer. Luego de otros cuantos segundos o minutos que estuve moviéndolo en forma circular, mientras que nuestros labios eran ahora los que se devoraban, ingresé el dedo índice nuevamente, logrando por fin “incorporar” el segundo dedo.


Era endemoniadamente estrecho, y ese hecho, me estaba prácticamente enloqueciendo. Pues ya quería sentirlo “a mi alrededor”, quería sentirlo succionarme, apretarme imaginándome que me llevaría al séptimo cielo.


El solo pensarlo, hacía que aquellos movimientos en su interior fueran un poco más bruscos y rápidos. Aquellos movimientos símiles a una tijera, me ayudarían a “adelantar” trabajo, o eso suponía. Luego de otros cuantos segundos de dilatación, gemidos de placer por su parte y un dolor insoportable por el mío, intenté incorporar al tercero, y aunque me costó un poco, lo logré.


Su rostro demostró levemente dolor, y por más que estuviera prácticamente desesperado por poseerlo, llamarlo y hacerlo mío, quería hacer las cosas bien, le prometí que todo estaría bien y que no le haría daño, y eso es lo que haría, por más que yo esté sufriendo.


-Ya casi bebé, solo aguanta un poco más…-


-Aah~ ¡no quiero! ¡Qui-quiero se-sentirte a ti! ¡Ya! So-sólo hazlo por favor, no-no te preocupes por mí… amns~ Te-te lo dije ¿cierto?- Le miré algo confuso, mientras seguía dilatando lo que sería “mi entrada” a su cuerpo y mi “boleto a la felicidad”. –Que te daría mi cuerpo, que te pertenece a ti, y únicamente a ti…- Habló con dificultades algo agitado…


Yo simplemente, para serles sincero, no pude resistirme a esas palabras, por lo que besé sus labios efímeramente y me incorporé un poco, retiré mi cuerpo un poco, para poder acomodarme mejor, retiré mis dedos y él gimió con algo de alivio. Mordí mi labio inferior con algo de nervios ahora, y a su vez euforia. Me estiré hasta mi mesita de noche, y del cajón allí saqué un pequeño sobrecito de aluminio que contenía un condón.


Él en ese momento en que me vio rasgarlo, al parecer cayó en cuenta de lo que estábamos por hacer, y de lo que todo esto significaba, noté ahora el pánico en su rostro y por un momento me sentí culpable.


Volví a guardar el condón en su pequeño sobrecito y mirándole con comprensión en lo que acariciaba su rostro con delicadeza le pregunto. –Bebé… ¿estás seguro de que quieres esto? Si no te sientes listo, pu-puedo ir al baño y arreglarlo.- Bajé la mirada unos segundos sonrojándome un poco más de la cuenta y me forcé a volver a mirarle fingiendo que el haber dicho eso, no me afectó. –No quiero que pienses que si no lo haces, yo ya no te amaré más. No quiero forzarte, sabes perfectamente que yo no te quiero únicamente por tu cuerpo, ¿lo sabes, cierto? Te amo.- Hablé una vez más con algo de dificultades, no lo voy a negar, pero hablé. Él me miró nuevamente por unos segundos como procesando aquellas palabras y asintió nuevamente.


-A-ahora lo sé, y créeme que saber eso, me pone muy feliz, pero yo… yo en verdad quiero sentirte, lo siento si te doy a entender lo contrario, pe-pero e-es que-que re-realmente me pone nervioso. ¡Pe-pero quiero hacerlo! ¡Qui-quiero entregarme a ti! S-sé q-que no m-me con-confundo contigo.-


Desvió su mirada, sonrojándose aún más, y yo en ese momento abrí mis ojos a más no poder… ¿¡A-acaso él…!? ¿Habré interpretado bien sus palabras y gestos? ¿Me-me estaba dando a entender que… que él nunca…? ¡Oh cielos! Si eso era así, ahora más que nunca, le trataría con suma delicadeza.


-Lo prometo, no te arrepentirás, te amo pececito hermoso.-


Sonreí con dulzura y saqué nuevamente el condón del sobrecito rasgado y comencé a colocármelo, él se vio que suspiró entrecortado, intentando rejuntan coraje y valor, una vez que me lo terminé de colocar, lentamente abro un poco más su piernas con delicadeza como si fuera una hermosa pieza de porcelana, y me acomodé inclinándome hacia su rostro.


-Respira hondo bebé, todo estará bien, solo deberás aguantar un poquito, ¿sí?-


Él asintió y se aferró con soltura alrededor de mi cuello, entonces le sonreí para darle seguridad, y le besé, mientras que con una de mis manos, guiaba a mi miembro desesperado por “tomar” a DongHae… pues jamás creí que esto sería posible, este tipo de cosas, estaban en lo más profundo de mi mente, “enrejadas” para que no arruinaran mi amistad con Hae, pues… realmente me sentía como un asqueroso y sucio pervertido, imaginándome este tipo de cosas con él, con mi “supuesto mejor amigo, con… mi hermano”.


-Aquí voy corazón… respira hondo y relájate, estoy contigo-


Susurré con delicadeza una vez que me separé de sus adictivos labios, para sonreírle nuevamente y finalmente colocar la punta de mi falo en “mi entrada” a la gloria.


Él se tensó un poco cuando mi glande tocó aquel anillo de músculos y se vio algo forzado a la intromisión, realmente era demasiado estrecho, pero aquello, solo me hacía desearlo más. –Sshh, shh, tranquilo, sé que duele, pero solo serán unos segundos… hasta que esté dentro de ti completamente.- Mi voz seguía derrochando miel, mientras acariciaba su rostro con suma ternura.


-Hyung…- Giró su cabeza hacia un costado, para luego volver a mirarme. –No diga cosas tan vergonzosas como esas… me dan mucha pena.-


Ante sus palabras dichas con una voz entrecortada y aniñada, no pude hacer más que sonreír, en verdad que no podía creer como este hombre que milagrosamente esta debajo de mí, a punto de formalización nuestra “unión”, pueda ser tan sexy y tierno a la vez.


Besé sus labios una vez más de manera delicada, como si temiese romperlo, y nuevamente empujé un poquito más, él nuevamente se tensó, por lo que nuevamente me dirigí a su miembro para estimularlo debidamente. El cual por cierto ya estaba nuevamente allí erecto con una presencia “impetuosa”.


Yo no podría aguantarlo mucho más, por más que quisiera, por lo que con algo en contra de mi moral, comencé a introducir un poco más de mí en él con algo más de velocidad, hasta que finalmente lo logré.


Ambos jadeábamos yo por luchar por mi autocontrol y no comenzar a embestirlo de manera frenética, y él supongo que por soportar el dolor.


Me incliné nuevamente sobre él, besando su frente, su cien, sus ojos, y luego comenzando a “ametrallarlo” de besos por todo el rostro, logrando que él riera por lo bajito como un niño travieso. Sonreí más ampliamente cuando me separé de su rostro y nos miramos a los ojos.


-Hyung… ya puedes moverte, me siento mejor…-


Dijo tímido pero aún así con una leve sonrisa en su rostro, yo asentí y comencé a moverme finalmente, meciéndome suave y lentamente al principio, pues como bien dije y me repetía a mi mismo a cada segundo, no quería lastimarlo en lo más mínimo.


Hasta que su cuerpo comenzó a moverse a mi ritmo y sus caderas se elevaban levemente, solo en ese momento supe que realmente ya se había acostumbrado “a mi” y comenzaba a disfrutarlo.


Y con eso ya comprobado, me abandoné al placer finalmente, le di “franco” a mi mente, y comencé a moverme, a embestirlo de una manera que realmente era deliciosa para mí, pues su estrechez sí que me llevaba al séptimo cielo.


-¡Aahm~ diablos sí! ¡Se-se siente de-delicioso! ¡Aamhs!-


Comenzó a gemir mi pequeño pececito hermoso, mientras que su rostro giraba a un lado y al otro con algo de brusquedad y sus manos estrujaban con fuerza las sábanas celestes.


-Aah~ Cielos DongHae! ¡Oh sí, bebé! Hmns~-


Gemí yo también sin poderlo evitar, pues realmente su cuerpo me llevaba a la gloria. Mi cuerpo era envuelto por una máxima sensación de éxtasis, “revolcándome” en la vanagloria.


Mi cabeza se echaba hacia atrás de manera involuntaria, hasta que me centré en mirar su rostro el cual exudaba placer, goce y también sudor. Sus gemidos parecían que estaban siendo contenidos en parte, mientras que sus ojos estaban cerrados fuertemente.


En todo aquel alud de sensaciones y emociones, tomé su rostro con una de mis manos y lo giré para que estuviera frente a mí. Y con mi voz ya demás tomada por el placer le digo.


DongHae, bebé… mírame, abre tus ojos… excítame aún más con tu rostro.- Él al parecer abrió sus ojos con mucha más pena, y su rostro más rojo no podía estar. –No te contengas bebé, gime como mas te plazca, estamos solos y nadie nos oye, quiero oír lo que soy capaz de provocar en ti.- Hablé nuevamente mientras acunaba su rostro en una de mis manos, él asintió y suspiró, en lo que yo comencé a moverme una vez más, esta vez dispuesto a no detenerme hasta el final. Hasta… “mi final”.


Comencé a aumentar mi velocidad paulatinamente una vez más y él comenzó a gemir nuevamente, esta vez con un poco más de lujuria en su vos, sus ojos luchaban por permanecer abiertos, pero al parecer le era imposible.


-¡Ahmns, Hyuk! Amns~ s-se siente realmente maravi-AAAH! ¡Ahí! Aah~-


Encontré su punto “débil”, sonreí de lado, y sin pensarlo 2 veces hice lo posible porque mis estocadas dieran justo allí.


-¡Oh Dios! Aaamns~ ¡Cielos! ¡De-delicioso! Hmns… N-no, no aguantaré mucho más.-


Logró decir con suma dificultad, mientras que sus palabras eran ahogadas por esos gemidos y aquel ruido que el respaldar de madera de la cama, emitía al chocar contra la pared ante mis bruscos y desesperados movimientos.


Asentí sin poder emitir palabra alguna, con mi ceño fruncido, debido a toda la vorágine que me arremolinaba en el interior, todo aquel placer que recorría mi cuerpo en forma de espiral haciéndolo realmente más y más placentero.


Él continuó con sus gemidos sin control alguno, cosa que me enloquecía más de lo que puedan imaginar, hasta que sin que tuviera necesidad de estimularlo por delante, “explotó”. -¡AAH~ Hyuk-HyukJae, yo, yo ya no puedo má-AAAAAAAH~- Se corrió con una “intensidad” mayor a la anterior, manchando todo su pecho e incluso hubo un pequeño hilillo de su esencia que llegó a golpearle el mentón, escena más caliente que esa, me resultaba imposible encontrar en mi mente, y segundos después, le seguí yo, también, derramándome en el condón con furia.


-¡AAAAH DONGHAE! ¡Maldición! ¡Tan delicioso, tan estrecho! ¡Aah~ aah~!- Jadeaba con brusquedad mientras que mi garganta comenzaba a arder nuevamente, por aquel aire “fresco”, (provocado por el aire acondicionado), que ingresaba abruptamente en mí.


Mis caderas siguieron moviéndose unos cuantos segundos más por mera inercia involuntariamente, hasta que finalmente se detuvieron.


Lamí su mentón “sucio” como si me tratase de un felino, para sonreírle de lado y luego caí, pues ni mis brazos ni mis piernas, podían soportar más mi peso, pues ambo par de extremidades flaquearon, luego de que las sensaciones del maravilloso orgasmo cesaran.


DongHae, colocó a penas una mano sobre mi cuerpo, al caer sobre él, pues al parecer sus extremidades también fallaban.


-E-eso ha sido realmente sensacional, gracias bebé, mi pececito hermoso.-


Dije aún con mi voz ronca, besándolo fugazmente antes de hacer un sobreesfuerzo humano y levantarme para salir “de él”, quitarme el condón, hacerlo un nudo y tirarlo al cesto que había cerca de mi mesita de noche, para luego ponerme boca arriba, siendo él ahora quien se acomodara a mi lado, entre mis brazos. Tenerlo allí, era realmente como un sueño del que jamás querría despertar.


-No, gracias a ti, realmente has sido amable, paciente y comprensivo conmigo. E-eres al primer hombre que le entrego mi cuerpo, y también… se-serás el-el último s-si estás de acuerdo con ello, claro…-


Me confesó y confirmó lo que yo realmente creía. ¡ÉL ERAVIRGEN! Sus palabras, me conmovieron, y por supuesto que no sería tan estúpido de cometer alguna estupidez (valga la redundancia) lastimándolo. No, sin dudas él ahora sería mi tesoro más preciado.


-Gracias bebé, sé-sé que no te arrepentirás de eso, me encargaré día a día, de recordártelo…-


Le besé una vez más en aquellos bellos labios que a estas alturas aún seguían mucho más rojos e hinchados de lo normal.


-Te amo, te amo como no te imaginas hyung, tanto que incluso el cobijo de un árbol sería un palacio si estoy en tus brazos… te amo.-


Me dijo aferrándose aún más a mi cuerpo a pesar de que estábamos sudados y el calor se hacía sentir de todas maneras por más que el aire acondicionado estuviese encendido, pero ¿saben? Nada me importaba menos en ese momento que el maldito calor.


-Gracias bebé, también te amo, como no te das una idea, con mi corazón, cuerpo, mente y alma, lo eres todo para mí.-


Sonreí y él con una pequeña lagrimita, me sonrió y me besó una vez más en los labios, beso que sin poder evitarlo, nuevamente se vio “corrompido” por la lujuria y el amor, y nuestras lenguas se involucraron en aquella guerra campal en la cual la mía siempre tenía ventaja.


Luego cuando nos separamos, por falta de aire, nos dedicamos una sonrisa cómplice, y él aun con sus mejillas sonrojadas y nos acomodamos nuevamente uno al lado del otro. Comenzó a jugar con mi pecho, dibujando patrones amorfos provocándome cosquillas haciendo que me erizara la piel, mientras que yo con mi brazo alrededor del de él, le acariciaba con mi pulgar como podía.


Minutos después aquellos “patrones dibujados” comenzaron a cesar paulatinamente hasta que se detuvieron por completo, dándome cuenta de que él finalmente había caído rendido, entregándose a Morfeo sin resistirse. Sonreí con ternura y me acomodé un poco mejor colocando mi mano libre debajo de mi cabeza para mirar el techo con una estúpida sonrisa en mi rostro.


Aquello que acabábamos de hacer, fue realmente increíble, me terminé de enamorar por completo de él, desde que sus ojos se conectaron con los míos luego de aquel primer beso lo supe… él sería la persona con la que querría pasar el resto de mi vida, a su lado, en su compañía.


Sea como sea mi futuro, realmente lo quiero con él. Y creo que él también piensa lo mismo, pues quizás sabe, o notó que yo no lo quiero solamente para “liberar stress” cuando lo necesite, yo lo quiero para… amarlo.


 


Cerrando mis ojos finalmente, también decidí entregarme a Morfeo, para que me permitiese encontrarme con mi bebé, con mi niño gigante hermoso, dulce y sexy. Con MI pececito.

Notas finales:

Cortito, y bien meloso como me gusta a mí xD, tan meloso que parece irreal, (?) :nomedigas: xD jajaja :P

Pues, bien, era eso nomás, espero que les haya gustado, por cierto, mucho más adelante escribiré un verdadero fic de ellos con el tema "masajes" xD jaja pero falta mucho para eso, tengo demasiados fics a medio terminar xD jajaj y espero poder ir terminándolos de a uno, con el tiempo, y no agregar más a mi lista de "Fics/Oneshots a medio terminar" xD

Bueno, me despido, como dije arriba, espero que les haya gustado n.n, me disculpo por adelantado si hay alguna falta de ortografía, la leí y la corregí, pero siempre uno que otro se escapa n.n Así que bueno, eso... :P

Por cierto y por último, para quienes sean nuevos, aquí les dejo mi página de Facebook, por si les interesa n.n

♥ https://www.facebook.com/ZaffireHeart ♥

Nada más por el momento, me despido, y desde ya muchas gracias por leerme n.n

Bye bye~ ^w^//

♥ ZaffireHeart ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).