-no me empujes, frentona.
-entonces muévete, puerca fea.
-vas a tirarme- la joven rubia se quejaba, ambas chicas estaba sobre una barra de bambú recargada en la barda de la casa Uchiha.
-¿puedes ver algo, Ino?
-no, nada. Podría enfocar si dejas de moverte tanto- tenía unos binoculares en las manos que movía torpemente.- cállate, escucho algo.
<<Sasuke, estate en paz, ya te dije que no quiero y no lo haré>>
<<No harás que te ruegue, si eso esperas>>
-¡qué?, ¿de qué diablos hablan?
-que me dejes escuchar, Frentes. No alcanzó a ver. Parece que Naruto está sobre algo, creo que un banco y Sasuke-kun está en el piso.
-¿qué más pasa?- decía la pelirosa con desesperación.
-si te dejas de mover… bueno Sasuke-kun le mueve los brazos a Naruto, creo que quiere que se lance hacia él.
-¡noooo!, no te creo. Ve bien.
-Naruto mueve las manos diciendo que no, pero Sasuke-kun lo jala de la ropa… Y…y…
-¡kyaaaaaa! ¡Déjame ver!- la chica trató de subir provocando que el bambú se rompiera y ambas chicas cayeran al piso derribando los contenedores de basura.
[Dentro de la casa]
-Tu alimaña rompió los cables, tú debes repararlos.
-ya sé que fue un trato, teme, pero… no me quiero meter en ese espacio tan pequeño, podría haber insectos.- se quejaba el rubio con fingidas lágrimas en los ojos.
-eres un ninja, no una niña…, aunque podrías ser una niña ninja*, hahahahaha.- reía estrepitosamente en azabache.
-no es gracioso.
-entonces tú y tu bestia dormirán afuera.
-no, ¡Sasuke!
-entonces hazlo. O te quemaré el trasero con un Katon**.
- Sasuke, estate en paz, ya te dije que no quiero y no lo haré.
-no harás que te ruegue, si eso esperas.
-no lo esperaba- decía con un puchero el joven de sudadera naranja.
-entonces hazlo, o no tendremos electricidad para conectar el aire acondicionado, hoy es una noche muy fría.- levantaba los brazos en señal de ánimo hacia el ojiazul- si te caes, te atraparé, hahahahaha.
-deja de burlarte de mí, Sasuke-teme- el banco se tambaleó.
-¡Naruto!- jaló la ropa del chico tratando de que éste mantuviera el equilibrio, pero ambos cayeron al piso.
-itai[i], oie Sasuke, no me harás subir ahí de nuevo.
Miró al piso, el joven estaba debajo de él, ocultando sus obscuros ojos de su mirada celeste, era una escena que había sucedido con anterioridad, sin embargo en esta ocasión el azabache no hizo intento alguno por quitar al joven de encima suyo.
-hay que preparar la cena- apenas y susurró el Uchiha.
-ah…, s-si, yo la haré. Te sorprenderás, soy realmente bueno preparando cualquier clase de comida instantanea.
-haa, tonto- sonrió un poco a la vez que se ponía de pie, Naruto se sintió algo confundido, no sabía si se estaba burlando de él o no.
[A fuera de la casa]
-quítate de encima, Ino puerca fea.
-quítate tú, tu frente pesa demasiado.
-no logramos ver nada, ¿qué haré si Naruto le hace algo a mi Sasuke-kun?
-ejem… Sasuke tan bien es mío, frentona.
-lo que digas, ino puerca fea.
-debemos entrar a su casa, debemos sacar a Naruto de ahí y proteger a Sasuke.
-¿qué?, oye Sakura- dijo Ino nerviosa- estás hablando de la casa de Sasuke, podría ser peligroso.
-pero…, pero… Naruto va…
-¿y crees que Sasuke va a dejarlo?...
Una pregunta bastante interesante, ¿pero qué tal si Naruto fuese el atacado y no el azabache?
[Dentro de la casa]
-ya está servida la comida-gritó un joven con una pijama azul claro, la pijama era de dos piezas, una camisa de franela y un pantalón pesquero de la misma tela, tenía estampado de tazones con ramen.
-¿de dónde demonios sacaste esa pijama, dobe?- el joven pelinegro que acababa de entrar en la habitación portaba una bata negra como sus ojos, con detalles en plateado- ¿dónde está mi plato?
-a ti no te estaba hablando- bufó el ojiazul- aquí estás pequeño amigo, toma- recargó un plato en el suelo, le sonría ampliamente el zorrito que le movía la cola como si fuese un perro.- me preguntó si dormirá bien.
Al Uchiha le faltaba poco para explotar de coraje- sino lo hace será tu culpa, no reparaste la toma principal.
-el que lo dejó solo y descuidado fuiste tú, él seguro estaba asustado y por eso buscó donde refugiarse, no es su culpa que terminara en un lugar como ese- soltó un plato de manera brusca sobre la mesa salpicando comida sobre el ojinegro.
-eso es todo, largo de mi casa.
-¿qué?
-me escuchaste fuerte y claro. Te ofrecí asilo, cuidé a tu bestia y me pagas de esta forma tan malagradecida.
-Sa… sasuke… yo…
-demasiado tarde, puedes largarte de aquí.
-pero Sasuke, yo fui el que solicité tu ayuda, tú no estabas de acuerdo.
El pelinegro se puso de pie moviendo la mesa, lo que provocó un sonido hueco y el eco de éste en la casa vacía- largo de aquí- su voz resonó en las paredes, fría, seca, profunda. Dio la vuelta y se internó en la habitación continua- no quiero verte aquí cuando regrese.
Naruto estaba pálido, nunca había visto al otro chico tan molesto, no podía entender por qué, no es como si nunca antes se hubiera quejado frente a él por cosas sin sentido.
-ven amigo, ahora somos sólo tú y yo. ¿Te gustaría dormir conmigo?, mi cama no es muy caliente pero no pasarás frío tampoco- lo tomó entre sus brazos, -salgamos pronto- lo metió en la camisa de su pijama y salió por una ventana.
[Fuera de la casa]
-¿qué ha sido eso?
-¿viste algo, Ino?
-sí, creo que fue Naruto saliendo por la ventana.
Las chicas se encontraban en la entrada principal de la casa Uchiha, habían tratado de abrirla de muchas maneras, todo en vano.
-vamos a seguirlo, Ino.
Salieron tras el chico, pero éste desapareció de su vista rápidamente.
-maldición, estúpido Naruto, a pesar de ser un tonto es muy rápido, pero sé dónde vive, vayamos por este lado.
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Pasaron algunos minutos después de eso, Naruto llegó a su casa y trató de entrar en los departamentos sin hacer ruido…
--
-eres muy torpe, Sakura, dijiste que sabías dónde vivía pero sólo nos hiciste dar vueltas por la aldea, con este frío que hace.
-bueno, creí saberlo, no es como si fuera a aprenderme el camino con una vez que he ido.
Las chicas caminaban por las sombras para no ser vistas, se habían cansado de correr y de brincar sobres las casas, habían dado un largo pasea sin obtener ningún resultado.
-me voy a casa, no puedo más, frentona.
-Ino puerca fea, no puedes dejarme aquí sola.
-eso crees tú, obsérvame.
Se propuso a marcharse, pero la pelirrosa tomó su mano, la rubia se sorprendió, pronto vio que le señalaba al parque, entonces volvió el rostro hacia aquel lugar. En ese parque los juegos eran viejos, estaban oxidados y muchas de ellos rotos, el único más completo era un solitario columpio de madera, la joven se sorprendió aún más al ver que en ese columpio, sentado con una bola de pelos naranjas en su regazo, se encontraba el joven de ojos azules.
-¿Naruto?- se acercó Sakura primero. -¿qué haces aquí?
El joven dio un respingo por el susto y metió al zorro de nuevo bajo su camisa- Nada, Sakura-chan, es muy tarde para que estén paseando, ¿no lo crees?
-ooh, si eso… aammm, nosotras….
-ayudamos en la guardia de noche- se apresuró a decir Yamanaka.
-wooooow, no sabía que había guardia nocturna, voy a unirme.
-no, no creo que puedas hacerlo, Naruto. Ino y yo fuimos escogidas tras una ardua selección.
-además sólo se permiten mujeres, es como un entrenamiento espercial.
-¿enserio?
-sí- rieron ambas chicas nerviosamente.
-te hemos visto salir de casa de Sasuke, ¿qué hacías ahí?
-aaah…, nada, de visita, Ino, solamente… pero no han salido muy bien las cosas.
-¿a qué te refieres?
-bueno, Sakura-chan, Sasuke se ha enojado conmigo
*oooh sii, ahora puedes desaparecer de su vida, tonto Naruto*, pensaba la pelirrosa.
-¿no ibas a tu casa, Naruto?- preguntó Ino
-sí, iba, pero el dueño me ha corrido por… por que le debo la renta. Bueno, necesito encontrar dónde dormir, tengan cuidado chicas, me caen muy ben como para que se mueran.
-ah, gracias, creo- el joven se fue con un salto- ¿sobre qué habrá tratado su visita en casa de Sasuke, frentes?
-no lo sé, podríamos preguntarle mañana.- tras estas palabras de la ojiverde, el azabache llegó corriendo, se notaba bastante agitado, su ropa no estaba del todo en su lugar, la bata se había abierto y el nudo de la cinta parecía a punto de caer.-¡Sasuke-kun!
-¿han visto a Naruto?
-¿no nos vas a preguntar por qué estamos aquí?- se acercó Ino con la mirada fija en el nudo malhecho.
-no me interesa lo que un par de bobas tengan en mente, ¿hacia dónde se fue?- ambas se enojaron ante tal comentario y giraron la cara hacia otro lado, Sasuke nada paciente desapareció en búsqueda del rubio.
Pasaron unos cuentas minutos hasta que dio con él, estaba acostado bajo un árbol, el zorro seguía metido bajo su camisa, sólo podía verse su cabecita, Naruto tenía las manos tras la cabeza, parecía tener frío, pero lo soportaba.
-Naruto.
El aludido se sobresaltó -¿qué hace aquí?-sin decir nada el albino tomó su mano y lo llevó a su casa.
-fui a tu casa y me dijeron que te habían corrido. Puedes quedarte aquí hasta que encuentres dónde vivir.
-gracias, Sasuke, pero no decías tú que….
-cállate, antes de que cambie de opinión. El zorro se queda en aquel cuarto, éste es el tuyo y el mío el de enfrente, no me molestes en la noche.
-gracias yo…
-hasta mañana.-se fue azotando la puerta.
-parece que la suerte sí está de nuestro lado, Bola de pelos, ven, te taparé bien- metió al animal en la habitación contigua a la suya, lo arropó y salió de ahí. Tardó unos momentos en acostarse, se preocupaba sobre que si podría hacerlo o no, estaba sucia su pijama y un poco rota, pero no tenía otra cosa, se metió sobres las cobijas y dio la espalda a la puerta- sí, hoy es una noche fría.
Con un ligero crujido la puerta se deslizó suavemente, Naruto pensó en voltear pero sintió el peso de alguien más hundirse en la cama.- no reparaste la calefacción, tonto, hace frío.
-Sasuke…
-no volteas, si lo haces te mataré.- hizo caso a la amenaza, empezó a relajarse y a quedarse dormido, justo en el momento en que casi perdía la consciencia y caía en manos de Morfeo, sintió una mano gélida tocar su abdomen, no hizo ningún ruido, no sabía si su compañero estaba despierto o era un reflejo.
-sólo por hoy… no volveré a tocarte- oyó susurrar al Uchiha, sintió sus mejillas arder y un fuerte deseo por voltear a ver al azabache.
-está bien, no me molesta- puso su mano sobre la del chico.
Ambos se quedaron dormidos…
.
[i][i]Itai- duele.