Estoy sentado en la orilla de un puente, esperando en la oscura noche. Hacia frio. Aun recuerdo lo de esta mañana, la de todas en realidad.
El piso estaba sucio, pequeñas piedrecillas me pinchaban, yo estaba admirando el paisaje, era hermoso, lentamente arrastraba mi trasero más a la orilla, ya habrían pasado unos 30 minutos desde que me fui del Gremio a dar una “vuelta”, le dejé una nota…
Pensé que ya estarías aquí
De la nada empezó a llover, inmediatamente pensé en Juvia, era adorable, pero daba miedo algunas veces, yo lamentablemente no puedo corresponder a sus sentimientos. Mi corazón le pertenece a una sola persona… Natsu dragneel.
Estaba metido en mis pensamientos cuando, quizás, oí pasos. Me gire a ver rápidamente, no había nadie, intente agudizar mis oídos, pero… nada. Fue solo mi imaginación, tal vez solo quería pensar que alguien vendría a salvarme.
¿No hay nadie que esté tratando de encontrarme? ¿Nadie vendrá a llevarme a casa?
Ugh, es una maldita noche helada, hasta para mí. Estoy tratando de pensar que esto es lo correcto, pero y ¿si me equivoco?, tal vez estoy exagerando, o quizás no. Quiero decir, estoy tratando de entender esta vida. Miro a mí alrededor, buscando algo familiar, un rostro familiar.
¿Hay alguien aquí que yo conozca?
Una hora, ya he estado aquí una hora, quizá no vio mi nota, ¡Rayos! Nada me sale bien, todo esto es un desastre, no me gusta esperar mucho, estaba oscuro después de todo, era de noche y hacia frio. Además a nadie le gusta estar solo.
¿Por qué todo es tan confuso?
Ya estoy tan cansado de estar aquí, debería tirarme de una buena vez, pero estoy reprimido por todos mis miedos infantiles. Quizá él esté con Lucy, riéndose con todos allí, tal vez haya pasado de mí, tal vez haya pensado que era una broma.
¿Este dolor es real?
Recuerdo, recuerdo cuando se puso triste por otra persona, por Lucy. Estaba herida por él, se lamentó por horas, Aun recuerdo como Lucy y él, después del accidente, se volvieron más cercanos, lo recuerdo porque antes de eso, Ahuyenté sus miedos. He agarrado su mano en momentos difíciles. Pero…
¿Por qué lo tienes todo de mi, y yo nada de ti?
Su sonrisa resplandecía en todo el Gremio, era algo que me cautivaba, su rostro aparecía en mis sueños, su voz se llevó mi cordura. Y todo eso de él me hacía daño, tanto que las heridas parecían no sanar.
¿He estado solo todo este tiempo?
Ya no quiero sentir nada por él, ¿es ridículo? ¿Matarte por la persona que amas? No lo sé. Lucy y él se ven bien, parecen tan felices, tan a gusto con su presencia, y no hace mucho que llegó al Gremio, pero… yo existía antes que ella, yo estaba con Natsu antes que ella, yo era su mejor amigo antes que ella.
Desearía que estuvieras aquí.
Puedo ser rudo, puedo ser fuerte, pero todo se desmorona cuando está hablando con ella, de su belleza. Claro, era hermosa, pero no exageremos. Es mi amiga, pero no tiene la culpa de que Natsu este enamorado de ella, ¿o sí? Y tampoco es su culpa que le corresponda, después de todo, el amor no sabes cómo llega. El amor es un asco.
Quiero acabar todo de una buena vez
Ya ha pasado mucho, tal vez me arroje al vacío de una puta vez, quiero decir, ya han pasado 1hr y 30 minutos, no es como si los estuviera contando ni nada, pero así lo siento.
Todas las mañanas cuando llego al Gremio, están Lucy y Natsu conversando animadamente, y parecía que todos allí amaban a estos 2, sobre todo ese maldito gato parlante llamado Happy, con su; “Se gussssssstan”. Maldito gato.
A la cuenta de 3 saltas, Gray.
Me quede unos segundos, esperando a que apareciera como en las películas románticas. Nada…Ok, esto será fácil, solo tengo que contar a 3 y saltar, solo eso.
1…2...
Cerré los ojos, y sin pensarlo, me tiré. No fue mucho lo que logré bajar ya que, unos brazos-cálidos- me sujetaban con mucha fuerza. El olor que desprendía de aquella persona era exquisito, un olor difícil de describir. Yo aún seguía colgado de sus brazos, el rostro ajeno se apego a mi espalda, miré hacia abajo con expresión neutra.
Como desearía haber caído…
No me percataba quien se hallaba sujeto a mí, y no me preocupe hasta que sentí mi espalda humedecerse y escuchar pequeños sollozos. Vamos, si era un extraño no le veo razón de llorar. Giré mi cabeza lentamente, me sorprendí cuando vi una cabellera rosa. Ahora ¿Qué hago?
-Na...Natsu
-Cubo de…hielo
Su voz sonaba entrecortada, esto era de lo mas incomodo. Había imaginado que vendría, pero nunca en que hacer si lo hiciera. Su voz sonó otra vez.
-¿Qué haces aquí, idiota?- no pude responder, ya que el sabia la respuesta. Creo que después de todo, vino en el último momento, ojalá no lo hubiera hecho.
-Admiro…el paisaje.
Lentamente me empezó a subir, yo suspire cansado. Seguro que ya les habría contado a todo el Gremio de mi “salida”, seguro que me golpearía, seguro que… ¿Un abrazo? Me abrazó, era cálido, era la primera vez que abrazaba a Natsu, en toda mi vida. Y empezó a llorar de nuevo, ¿es que se había detenido? Sus sollozos se hacían más fuertes y largos, de alguna forma me asustaba. Nunca había estado así, ni siquiera por… Lucy.
-¿Natsu?- intenté separarme, pero solo logre que me apretara con más fuerza. Ok, llevo 2 intentos de hacer algo, fallidos. Primero; suicidarme. Segundo; separarme.
-No lo vuelvas a hacer, nunca.
En forma de respuesta, le correspondí el abrazo. Le estuve acariciando su espalda para que se calmara aproximadamente unos 15 minutos. Luego nos fuimos al Gremio, el se sujetaba de mi camisa, como si se fuera a perder, o que yo fuera a perderme.
Cuando llegamos, me percaté de que el Gremio estaba cerrado, ¡Dios! Eran como las 2 de la mañana. Eso no me pareció raro, lo extraño era que Natsu me había llevado ahí.
-¿Nat…?- fui callado por unos tímidos labios, que se juntaron con los míos unos segundos. Para separarse un Natsu sobresaltado y sonrojado.
-No…no creas que lo hice porque me gus…gustas- dijo mirando hacia otro lado- solo lo hice por…eh…por… ¡Porque no quería que hicieras otra tontería!- se cruzó de brazos, sonriendo y asintiendo- si, si fue por eso, Ajá.
Yo, sonreí, le agarré una de sus mejillas, y lo besé. Esta vez duró más segundos, hasta que tuvimos que respirar. Le dije:
-Gracias.- Su sonrojo y vergüenza se veían hasta en la noche más oscura…
Porque las estrellas estaban ahí para deslumbrar su belleza.
Al otro día, fue como uno normal, me alegré de que nadie en el Gremio sabia de mi plan suicida. De vez en cuando, veía hablar a Natsu con Lucy, ya no me preocupaba, porque yo lo miraba a él, y él a mí. Y siempre apartaba la mirada con un leve sonrojo.
¿Quién diría que mi nota fue la que cambio la situación a mi favor de vida?
La guardé como un recuerdo, porque después del beso de anoche, le siguieron más cada vez que estábamos solos.
¿Quién diría que unas simples palabras cambiarían mi vida?
Porque eso fueron…palabras:
“Si te digo Te Amo, me muero. Así que… Te amo, Natsu”