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Nuestro amor clandestino por NekoDanyHentai

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Notas del fanfic:

Bueeeno, primero que nada, este fic no es plagio, soy yo, bajo el mismo nombre de usuario.

Asi que, les agradeceria no me pusieran como plagio dado a que la idea es mia, y se encuentra publicado en otro lado.

Notas del capitulo:

Espero les guste la hsitoria, consta de pocos capitulos, pero ojala les agrade.

El viento sonaba contra la ventana, uno fresco, lleno de ensueño, con un clima templado perfecto para cualquiera, una cama lo suficientemente mullida como para estar recostado un buen rato, el reloj colgando de la pared marcando más de la media noche, aun así, a pesar de lo tarde en que se había adentrado la noche llenándolo todo de una oscuridad con miles de estrellas, tal y como lo sería cualquier sueño nocturno lleno de tranquilidad, el calor que el cuerpo junto a una persona lograba proporcionar.

Pero, el hombre recostado junto al joven a su lado, con sus mechones plateados cayendo sobre la almohada compartida, sus brazos postrados sobre la estrecha cintura, con las piernas enredadas, no conseguía dormir. Porque era ese tipo de noches donde las reflexiones golpean con fuerza tu cabeza, en donde no tienes nada que hacer más que pensar, en cualquier cosa, una tontería, un paisaje, una película, ideas para novelas, entre otras, sin embargo también hay veces en que tu cabeza es asaltada por las dudas de un hecho meramente importante. En este caso, aquel hecho no le dejaba dormir, su insomnio no era demasiado pero considerando en que el encuentro sucedió como a eso de las nueve, donde el pequeño castaño había caído dormido sin ningún tipo de esfuerzo, entonces, si era una situación preocupante, sin embargo no era la primera vez, y tal vez tampoco fuera la única vez.

Porque esta situación ya se había repetido muchas veces antes, una de esas donde se perdía la noción del tiempo, perdido en pensamientos de contenido urgente por analizar, aun cuando su otra mano jugueteaba con los cabellos del castaño, el chico que ahora dormitaba no se imaginaba que él era el motivo de preocupación. No, no les estaba culpando por sus noches de insomnio, ya que, desde que el oji verde llego a su vida, sintió un tirón en el corazón, y una pequeña señal de “Este es el indicado” no le importaba el género, de hecho eso nunca fue su prioridad, considerando que con su primer enamoramiento nunca se sintió especialmente preocupado, sin embargo, la preocupación era un reflejo del miedo que llegaba a tener, aquel que se aferra a lo que tu mundo da como una prioridad. El aprecio y cariño que sentía por el castaño era inimaginable, la relación que llevaba un tiempo bastante prolongado aunque no tanto como él quisiera, apenas tres años, el chico castaño apenas y tenia dieciocho años cuando perdió su virginidad a manos del hombre oji amatista, en donde esos acercamientos eran tan inevitables casi como respirar, aunque creyeran que todo era miel sobre hojuelas, la verdad era otra, porque desde el momento en que sellaron sus labios, en que sus manos jugueteaban con cariño, o en el instante en que sus cuerpos se fundieron volviéndose uno, todo se volvió un secreto muy oculto. Tal vez no por parte del gran escritor de renombre, debido a que lo sabia él, lo sabia su editora a la cual estimaba demasiado, lo sabia su padre y hermano, que si bien ellos no estaban enterados por gusto, lo tenían presente porque Misaki era suyo, en cambio, el hermano mayor de Misaki junto a toda su familia vivían en la completa ignorancia sobre su relación.

No deseaban eso, si fuera por él, lo gritaría a los cuatro vientos, pero su amigo Takahiro era de un comportamiento extraño, podía ser muy amable pero si algo involucraba al castaño, que era su hermano menor, uno por el cual desde los dieciocho años era un punto de adoración para el pelinegro; era ahí, con todas esas razones cuando su mente le jugaba sucio, donde un escalofrío recorría su cuerpo, extendiéndose hasta lo más profundo de su ser, con un nombre conocido por todos, uno que cualquiera podría reconocer, el miedo. Porque era eso lo que sentía, miedo a que si confesaba su relación todo acabara,  a que si le explicaba a su amigo alejarían a Misaki de su lado. No estaba seguro de sentir alguna preocupación especial hacia que las demás personas conocieran su relación junto al chico, a el no le importaba en lo mas mínimo, pero para la sociedad, eso estaba mal.

Eran prácticamente una aberración, el podría ser tachado de pedófilo si supieran a qué edad comenzó la relación, porque diez años de diferencia son cosas que difícilmente se pueden decir, porque era un escritor famoso entre el público femenino –y también masculino – pero eran esas las pocas razones por las que él no se preocupaba, no por él, sino por Misaki. Al gran escritor Akihiko le debatía el que su pequeño fuese dañado solo por ser homo sexual, o estar junto a un hombre como lo era él, sabía que dentro de sí, el oji verde se escondía esos miedos, temores, inseguridades, solo por pensar que eran caprichos por los cuales podría lastimar a alguien, siempre anteponiendo a los demás antes que a el mismo, y es por eso que le preocupaba su pequeño.

No dudaba que el castaño no lo amara, de hecho con los años se le ha hecho menos difícil demostrarlo, tampoco duda de que en el momento en que algo suceda su novio no estará ahí, porque si de algo no dudaba era de la relación junto a su castaño, esas eran las pocas cosas que nadie podría dudar, al menos nadie en su posición.

-Usagi-san, ¿está todo bien?- delante del peli plateado, un chico apenas y se pudo girar para mirar con ojos adormilados al hombre junto a él.

-Si, Misaki vuelve a descansar- le planto un casto beso en la frente.

-Usagi-san, dime que es lo que ocurre, he notado que llevas durmiendo días sin dormir- dijo el castaño más despierto, hablando de una manera seria lo que sobresalto al peli plata.

-Es por ideas para mi trabajo- dijo el peli plata con una sonrisa leve.

-Usagi-san, tu sabes que no es así, confía en mí, y dime, ¿Qué ocurre?- contrario a todo pronóstico tomo las pálidas mejillas del hombre y deposito un pequeño beso en los labios, apenas un roce.

-Estaba pensando en nuestra relación, ¿aun quieres casarte conmigo?- pregunto Akihiko sintiendo un leve temor.

-Claro que si Usagi-san, es porque no lo sabe mi hermano, ¿cierto?- dijo suspicazmente el castaño, mirando los amatistas del hombre.

-No es por eso…solo estaba pensando lo que te dije.-antes de poder continuar Misaki comenzó a hablar.

-Estaba pensando en que la próxima semana que nii-chan viene de visita le diga sobre nuestra relación y compromiso- dijo Misaki con toda la tranquilidad del mundo.

-¿Estás seguro de eso?- tomo entre sus manos la cintura del chico pegándola mucho más a él.

-¿Tu no lo estás?- inquirió el joven, tratando de que su voz no se oyera insegura sin lograrlo del todo, lo que hizo al oji amatista refalar sus dudas para aclarar las del otro.

-Claro que si Misaki- se movió con lentitud quedando sobre el chico castaño, jugando con sus cabellos, besándose con cariño y parsimonia.

Con aquel simple toque, todas las dudas se disipaban. Dejando así solo un espacio de mutuo entendimiento, transmitiendo con delicadez cada uno de sus sentimientos, alejando las inseguridades que dentro de ellos sentían. Finalmente, esa noche después de muchas Usami Akihiko logro descansar, junto a su joven amante, con una sonrisa en sus labios, una que el castaño se permitió admirar, por que el sabia acerca de esas inseguridades, por algo eran pareja.

Porque así como Usagi, Misaki también se preocupaba, también tenía miedo sobre decirle a su hermano, no porque le avergonzara sino por las consecuencias que eso acarreaba, el también tenía demasiado miedo de llegar a perderlo. Entendía como aunque ellos se comprendieran, o el cómo sus cuerpos se juntaban como piezas de rompecabezas, nadie sería capaz de asimilar eso, porque las personas a su alrededor solo son capaces de ver lo que simplemente se desea ver, pero por ello también sabe que no importan los demás.

No le importa esconder su relación ante personas que no tienen ni la mas mínima importancia en ella, seria mentir si no aceptara que en algún momento él quería gritar lo que su relación significaba, también deseaba que todas las mujeres admiradoras de Usagi-san se enteraran de que el peli plata tenia dueño, y era nadie ni nada menos que el, Misaki Takahashi, un simple y ordinario muchacho que como universitario de malas calificación logro enamorarse y mejor aun enamorarlo. Por eso no importaba lo que les tuviera que pasar, esas nimiedades estaban demás, mientras ambos se amaran, mientras ambos confiaran su relación era aprobada.

Los besos de amor, los abrazos con cariño, incluso los más sencillos gestos, como era el cocinar un estofado sin ninguna pisca de pimiento, el leer –aunque con mucho esfuerzo – las novelas que el escritor solía hacer. O con decir un simple te amo pero no por eso sin significado, eran todos eso detalles, pequeños o grandes los que daban una razón insospechada, llena de verdades aunque ocultas existentes. ¿Qué más daba si solo ellos lo sabían?, su relación existía para complacer al otro, para cuidarse entre sí, volverse uno solo, demostrar lo mucho que podían amarse, por lo que aunque las demás personas estuvieran en contra, eso era lo menos importante, él sabía que si su conejo estaba preocupado era por el tipo de relación sostenida, desconocida por su hermano mayor, por lo que si el hablarlo con nii-chan libraba las dudas del escritor entonces lo hablarían, todo, cada una de las cosas, con un compromiso tan cerca como lo era el suyo, entonces no había nada de que temer, se tenían el uno al otro. Pero aun así, mientras nadie lo sepa, lo suyo era…

Un amor clandestino.

Notas finales:

Se que el primer capitulo es algo corto, pero los siguientes se alargan, ademas es algo asi como la prueba de ver si pega o no.

Espero les haiga gustado, si es asi, les agradeceria dejaran un review, y si tienen alguna sugerencia me encantaria oirla.


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