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Seal it with a kiss [Onhyun] por rainynight1214

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Notas del fanfic:

Días de publicación: Miércoles, Viernes y Domingo

Prefacio

 

"¡Tú lo iniciaste!" dijo Jonghyun en voz alta, inflando sus mejillas por la irritación.

"¡Bien, bien! Entonces yo también lo terminaré" dijo Jinki, una sonrisa juguetona formándose en su rostro. Envolvió a Jonghyun en sus brazos, haciendo que el menor lo viera con esos adorables ojos sorprendidos. "Solo haz lo que me hiciste.

"¿Qué es eso que te hice?" Jonghyun sonrió un poco, elevando una ceja.

"Has que mi respiración se detenga; Has que mi corazón se salte un latido; pon me en trance" susurró Jinki gentilmente.

La sonrisa de Jonghyun se transformó en una ladina. "Oh, yo sé cómo hacer eso" envolvió sus brazos alrededor del cuello de Jinki, y selló sus labios con un beso.

 

 

 

 

 

 

“¿No me voy a casar con ella?” dijo Jinki mientras desataba su corbata y se hundía en el sofá de cuero negro. Una sonrisa naciendo en sus labios; el alivio colándose a través de cada poro de su cuerpo.

“Sí. Pero te vas a casar con su hermano” dijo la madre de Jinki señalando a SoDam, quién estaba  sentada en un taburete, frente a él.

El alivio que se había colado por su cuerpo se escurrió como hormigas en un instante.

“¿Qué? ¿Por qué?”

“Bueno no te puedes casar conmigo ahora, ¿o sí?” dijo SoDam mientras le daba palmaditas a su gran estómago.

“¿Pero por qué su hermano?”

“¿Qué problema hay en que te cases con él? ¿Es porque es un él y no una ella?” continuó su madre “Y ¿No eras gay?, ¿Entonces cuál es el problema?”

“¿Qué?” dijo Jinki exasperado.

“Bueno hay rumores por ahí que dicen que eres gay y te gusta enredarte con chicos menores y-”

“¿¿Crees en esos rumores sobre tu propio hijo??”

“¿Qué se supone que deba hacer cuando mi hijo no habla conmigo?”

Jinki inspiró profundamente, intentando calmarse, porque Lee Jinki no se molestaba, él siempre estaba calmado y contento, nunca dejaba que sus emociones lo controlaran.

“Bien… Entonces que si soy gay, ¡Eso no significa que me vaya a casar con él!”

“Bueno si eres gay, ¿Entonces cuál es el problema en que te cases con él?” dijo la madre de Jinki con un exasperado suspiro.

“No habría ningún problema” dijo SoDam finalmente. “De hecho, él está realmente feliz, solo que lo está ocultando con su enojo. ¡Deberías estar feliz! Incluso estás manteniendo la promesa-” se calló cuando vio la mirada en el rostro de Jinki.

Si las miradas mataran, entonces hubieras encontrado pequeña piezas de SoDam esparcidas por todo el mundo.

“¿Promesa?” preguntó la madre de Jinki curiosa.

“Nada” dijo Jinki volteando para ver a su madre. “Podemos casarnos y divorciarnos cuando las compañías se unan”

“Si pudiéramos hacer eso, entonces me hubiera casado hace mucho contigo. Pero sabes como es mi padre. Quiere un matrimonio que dure, que cambie ‘una amistad en una relación’” dijo SoDam, usando sus dedos para expresar la última parte.

“¿Pero porque con él?” murmuró Jinki para él mismo, su cabeza entre sus manos.

Pero la madre de Jinki oyó eso. Se sentó junto a él y sobo su espalda. “Qué otra opción tenemos Jinki-ah, él es el único hermano que ella tiene. Y ya le dijimos a sus padres que ustedes se casaran”

“¿Qué?”

SoDam suspiró. “Les mentimos diciéndoles que fue amor a primera vista para ambos, y que querías casarte con él y no conmigo. No Jinki, no me voy a casar contigo y divorciarme. Ya tengo ocho meses de embarazo y quiero vivir feliz con mi Leeteuk” añadió cuando Jinki abrió su boca para protestar.

“¿Tú padre sabe lo que hay entre ustedes dos?”

“Sí. Y ese es por eso que él quería que me case contigo lo más pronto posible. Entonces nuestras familias no pasarían vergüenza o algo parecido. Por lo tanto tuve que salir con esa excusa. La cuál es cierta” le guiñó a Jinki.

Jinki suspiró, rindiéndose. No podía hacer nada ahora, y casarse con Jonghyun no sonaba tan mal, pensó. Su mente volvió al pasado a la última vez en la que vio a Jonghyun. Él tenía catorce y Jonghyun ocho, una pequeña sonrisa se instaló en sus labios ante el recuerdo.

“¿Entonces?” preguntó la madre de Jinki, nerviosa.

“Está bien” dijo Jinki mientras sus hombros bajaban.

“Bien” dijo la madre Jinki emocionada y aplaudiendo. “Porque solo queda una hora para tu matrimonio” y se puso de pie.

“¿Qué? ¿No estaba decidido que sería en dos semanas?”

“Ese es el día en el que Leeteuk y yo nos casaremos” dijo SoDam con una sonrisa risueña en su rostro.

“Tenemos que esconder el hecho de que ustedes se casaran, porque esto podría perjudicar su carrera. Entonces solo será un asunto privado en la corte. Así que apúrate y ponte tu mejor traje jovencito” dijo la madre de Jinki y se fue junto a SoDam.

Jinki suspiró y se desplomó en el sofá. Había olvidado que Jonghyun era un cantante cuya popularidad estaba creciendo rápidamente, y cualquier movimiento en falso significaría el final de su carrera.

Y luego la realidad lo golpeó se estaba casando con un cantante, una estrella de rock como Jonghyun se llamaba a él mismo, y lloriqueó para sus adentros llamando a su secretaria para que cancelara todos los compromisos restantes del día.

 

 

 

 

 

 

Jinki se sentó esperando pacientemente por Jonghyun en la oficina de registros. Bueno parecía paciente por fuera lo cual era contrastado por la inquietud dentro de él; le tomó mucho de autocontrol para dejar de caminar de un lado a otro.

Leyó la misma línea por quinta vez y finalmente se rindió. Dobló el periódico pulcramente y lo ubicó nuevamente sobre la mesa.

El hecho de que Jonghyun fuera alguien famoso le tomó algo de tiempo para asimilarlo. Hasta hace un momento, como hace una o dos horas, pensaba en Jonghyun como el niño malcriado de ocho años que hacía rabietas solo porque quería; y ahora vería a un nuevo Jonghyun, un Jonghyun que era completamente diferente al de su infancia.

Suspiró y miró nuevamente su reloj, Jonghyun estaba una hora tarde. Jinki odiaba la impuntualidad. Esperaba que todo pase en la hora indicada, no muy tarde ni muy temprano; ahora su nueva relación tenía un inicio tardío, se esforzó para evitar irse y volver arrastrando a Jonghyun detrás de él para terminar esto de una vez.

Fue sacado de su trance, que constaba en ver perdidamente el periódico frente a él, por el sonido de la puerta al abrirse.

Volteo para encontrarse con un hombre más que delgado entrar, usando un traje rosado y blanco, su cabello decolorado así como sus cejas las cuales se ubicaban con un aire de suficiencia sobre ese par de ojos felinos, una sonrisa gatuna en sus labios.

A Jinki le tomó un instante odiarlo. No entendía porque las personas encontraban la necesidad de teñirse o decolorarse el cabello. Prefería el natural negro o café más que aquellos químicos.

El hombre se presentó como Key, el manager de Jonghyun.
“Jonghyun está en camino, fue atrapado por su hermana en el camino” dijo con una sonrisa altanera.

Jinki rezó internamente, enviando oraciones silenciosas, rezando para que Jonghyun tuviera un color de cabello normal y no algo impío como un púrpura, rojo, verde o algo como eso.

Su respiración se detuvo, cuando una masa de cabello rubio platinado entró, vestido con un esmoquin negro, con un par de zapatos negros italianos. Hubiese apreciado su sentido de la moda si no hubiese estado tan distraído con su cabello.

La madre de Jinki se paró de donde estaba junto a él exclamando emocionada, “¡Está aquí! ¡Está aquí!”

Jinki fue sacado de su trance por los chillidos emocionados de su madre para decirle que SoDam entraba detrás de Jonghyun, regañándolo.

“¿Cómo puedes llegar tarde a tu propio matrimonio? ¿¡No tienes sentido del tiempo!?” le guiño y sonrió a Jinki cuando sus ojos se encontraron.

“Lo siento” murmuró Jonghyun y se sentó junto a Jinki en la silla que su madre había dejado.

El oficial empujó los papeles hacia la pareja sentada frente a él.
“Por favor firme aquí” dijo.

Jinki firmó primero y luego le dio los papales a Jonghyun, sin siquiera mirarlo.
Ya lo había visto una vez, y todo lo que pudo ver fue ese cabello rubio platinado y los aretes en la oreja, vio lo suficiente.
Se podía acostumbrar a los aretes, pero el color artificial, eso reflejaba tanta luz que literalmente lo cegaba, sabía que no podía acostumbrarse a eso.

“Necesito un lapicero” dijo Jonghyun indiferente mientras se encogía de hombros.

Jinki lloriqueó para sus adentros, y se maldijo por lloriquear, y se maldijo nuevamente por maldecirse.
Lee Jinki nunca lloriqueaba, ni maldecía, ni hacía cualquier otro sonido desaprobador como los que estaba haciendo desde las pasadas dos horas.

¿Cómo alguien no puede cargar un lapicero con él? Y le dio su lapicero a Jonghyun para que pudiera firmar.

Jonghyun lo tomó sin decir una palabra, firmó dondequiera que fuera necesario y devolvió los papeles al oficial.

“Señor Lee y señor Kim ustedes están ahora oficialmente casados. Tengan una maravillosa vida matrimonial-”
El magistrado se calló cuando se encontró con un par de miradas asesinas.

“Entonces un pequeño recuerdo para ustedes dos. Vamos a tener una cena familiar en casa mañana para celebrar su matrimonio, ¡No lleguen tarde!” chilló SoDam, obviamente para tensar la atmósfera entre Jinki y Jonghyun.

SoDam y la madre de Jinki se fueron después de que todo estuvo arreglado, brazos entrecruzados, discutiendo sobre el próximo matrimonio.

 

 

 

 

 

 

Jinki y Jonghyun esperaron afuera por el auto, intentando escapar de ese silencio incómodo que estaba instalado entre ellos.

Jinki carraspeó, volteando para ver a Jonghyun, estirando su mano.
“Soy Lee Jinki”

Jonghyun lo miró incrédulo, pero de todas maneras estrechó su mano.

“Soy Kim Jonghyun”

Jinki abofeteó mentalmente a su cerebro, después de años de ir a esas reuniones y presentarse, su cerebro ha estado permanentemente programado para presentarse formalmente.

Es obvio que sabe quién soy. Por amor a Dios se casó conmigo.
“¿Uh, Qué tal?” preguntó Jinki, maldiciéndose por una conversación tan tonta.

“Bien ¿Tú?”

“Bien” dijo Jinki y volteó, deteniéndose  de avergonzarse más a él mismo.

Cuando el auto llegó, prácticamente saltó hacia él, intentando escapar del incómodo silencio que los había envuelto nuevamente.

A parte del cabello y los aretes, Jinki estaba sorprendido de que Jonghyun no hubiera cambiado mucho. Esos grandes ojos de cachorro eran los mismos, de hecho parecía que se hubieran hecho más grandes.

Una mirada a él y todas las memorias del pasado empezaban a reproducirse en su cabeza; un pequeño suspiro escapó de sus labios y se acostó nuevamente en la silla, esperando que todo vaya bien desde ahora.

Jonghyun vio a Jinki relajarse junto a él, y él también se sintió tranquilo.

Un segundo estaba presentándose en vivo y al siguiente apurándose para llegar a su matrimonio el cual no había imaginado ni en sus más salvajes sueños.

Si; era un Casanova, un coqueto, pero nunca se vio como alguien que pudiera casarse tan joven. Para empezar el solo tenía 21 y se estaba casando con alguien que tenía 27, (pero parecía un profesor de 40, para Jonghyun, por la manera en la que vestía),  no era alguien sino un hombre, su Hyung para ser precisos.

No recordaba mucho, pero sí que jugaba con él, lo admiraba, y ahora estaba casado con él.

No podía entender sus sentimientos.
Estaba molesto y enojado de ser forzado a casarse, pero estaba algo aliviado de no haberse casado con ningún extraño, si no con su Hyung.

Se rindió en tratar de entender lo que sentía cuando Jinki lo sacudió un poco, informando que ya habían llegado.

 

Sabía que Jinki era adinerado, pero tan apestosamente rico, nunca lo imaginó. ¡Hay un jodido helipuerto en la cima del complejo de apartamentos! Este chico se pone menos de lo que tiene.

Tan pronto como ingresaron al departamento de Jinki, silbó en admiración. El lugar estaba decorado con una mezcla de azules, verdes y blancos, dando una sensación de calma y relajación, era un lugar tranquilo y le gustó al instante.

“Jonghyun ella es la señora Han, la ama de llaves” dijo Jinki con una sonrisa.

Se inclinó ante la amable mujer algo sorprendido. Había pasado con Jinki las últimas horas y no lo había visto sonreír de esa manera, ni siquiera con su madre. Quizás ella es alguien especial pensó Jonghyun.

Volvió a la cocina y Jinki llevó a Jonghyun a la habitación.

“La tuya es la que está al final del pasillo. Esta es mía” dijo y apuntó a la puerta que estaba a su derecha.
“Encontrarás todo lo que necesitas, y sobre tus pertenencias, SoDam dijo que las enviaría mañana. Así que siéntete como en casa”

Jonghyun ingresó a su habitación, era algo más pequeña que la suya, pero aún así era agradable. Lanzó el saco de su esmoquin sobre la gran cama cubierta con sábanas de seda y fue a darse un baño.

Después de bañarse se dirigió a la cocina para encontrar a Jinki sentado en un taburete, hablando animadamente con la señora Han. Estaba usando una playera blanca junto a un par de aburridos pijamas grises.

“Estaba a punto de decirle a Jinki que te llamara para cenar” dijo la señora Han con una sonrisa, cuando vio a Jonghyun.

Jinki volteó “Es un buen conjunto de pijamas el que traes puesto” dijo con una sonrisa de medio lado.

Jonghyun estaba usando sus pijamas favoritos, los que tenían pequeños dinosaurios, y estaba muy ofendido.

“Al menos son mejores que los tuyos, anciano” resopló.

“Ya ya” dijo la señora Han. “Vengan que la comida se enfría”

Jonghyun se sentó junto a Jinki, aún estaba resoplando por lo de los pijamas.

“Hey, mi comida no te hizo nada para que estés molesto. Entonces no te desquites con eso” dijo la señora Han con molestia fingida.

Jonghyun le sonrió tímidamente dejando de pinchar la ensalada en su plato y se la comió.

Vio la conversación entre los dos; Jinki habló más.

Y en cualquier momento en el que sus ojos se encontraran con los de la señora Han ella lo miraría suplicante, murmurando un ‘sálvame’.

A Jonghyun le tomó un instante para que le agradase.

Jinki terminó primero y se dirigió a su estudio.

“Es un buen hombre” dijo mientras recogía la mesa.
“A veces tiende a ser estricto e irracional, pero en el fondo es un hombre muy amable”

Jonghyun solo asentía. Bueno Jinki intentó conocerlo más, pero las miradas desaprobadoras que le lanzó no pasaron desapercibidas.

“Ni siquiera sé que hice mal, pero él sigue viéndome como si hubiese cometido un grave error o algo” dijo Jonghyun encogiéndose de hombros.

“Deberías preguntarle” dijo la señora Han, una sonrisa de sabiduría en su cara.

Cuando la señora Han terminó de limpiar todo, fue a casa, diciéndole a Jonghyun que podía venir a ella, si necesitaba algo.

Jonghyun intentó ocuparse viendo repeticiones de dramas, pero su cabeza aún intentaba entender la situación. Aún era in-creíble para él estar casado. Ni siquiera sabía lo que significaba matrimonio. Se preguntaba como cambiaría su vida ahora. ¿Eventualmente le llegará a gustar o se sentirá atrapado, sin manera de escapar?

“Me voy a la cama” escuchó a Jinki hablar.

Se paró de donde estaba sentado y vio a Jinki dirigirse a los dormitorios.

Jinki volteó. “Tú también deberías dormir; tienes algo programado para mañana, ¿Cierto?”

Jonghyun asintió. Apagó el televisor y fue a su habitación.

 

 

 

 

 

 

En la mañana Jinki fue despertado por la música a todo volumen que provenía de afuera.

Jonghyun se había levantado; estaba bailando en la sala, su guitarra eléctrica colgada alrededor de sus hombros, conectada a los parlantes, cantando la canción con todas sus fuerzas.

Jinki lloriqueó y ubicó la almohada al lado de su oreja como un escudo, para detener el ruido.
Al instante en el que lo hizo, el volumen se incrementó aún más.

Vio el reloj que estaba sobre su mesa de noche. Eran las doce, se había levantado temprano.
Los domingos eran los únicos días en los que se permitía dormir de más, eran las únicas vacaciones que tenía, el único día en el que podía descansar, y ahora incluso eso le estaban arrebatando.

“¡¡¡Te callarías la boca!!!” gritó Jinki, cuando escuchó un agudo sonido salir de los parlantes.

Se sentó, respirando profundamente, intentando calmarse.
En las últimas 24 horas había hecho cosas que nunca antes había hecho. Lee Jinki nunca juraba, ni lloriqueaba ni hacía cualquier otra cosa parecida.
Suspiró. ¿Dios qué me está pasando?

Salió para encontrar la sala de estar echa todo un desastre. Los cojines estaban en el piso. La mesa de centro no estaba en su lugar. Jonghyun estaba saltando en los sillones, su cabeza moviéndose al ritmo de la canción que tocaba.
Estaba usando una camiseta negra sin mangas y unos pantalones ajustados de color blanco, sudando.

Jinki encontró el enchufe de los parlantes y los desconectó.

“¡Hey!” Jonghyun hizo un mohín.

Volteó inmediatamente, tal expresión, junto a la manera en la que Jonghyun estaba vestido era mucho para él, tan temprano en la mañana.

“¿No tienes alguna presentación o algo así?”

“¡Si, la tengo! ¡Estaba calentando para eso!”

“Qué clase de calentamiento el que haces” murmuró para él mismo y fue a la cocina donde la señora Han le tendió su vaso de jugo de naranja.

“Interrumpiste mi concierto privado” dijo con un mohín, recordándole el que había visto hace unos segundos.

Jinki negó con la cabeza. “No, tú ahora”

Ella rió y ubicó el desayuno frente a él.

“¿Comió?” preguntó Jinki sin levantar la vista de su comida.

“Sí” le sonrió afectuosamente.

Jinki solo asintió de vuelta, muy ocupado comiendo como para decir algo.

El intercomunicador sonó y unos minutos después escuchó la voz de Key venir de la sala de estar.

“Ese conejo viejo es asquerosamente rico” dijo Key asombrado.

Jinki lloriqueó por el nombre que le había dado.

“Hey, tú enserio luces como conejito, ¿No es así como Taemin te llama?” dijo la señora Han riendo suavemente.

Jinki estrechó sus ojos. Ella levantó las manos en defensa.

“¿Dónde está?” Jinki escuchó a Key preguntar.

“Comiendo sus zanahorias del desayuno” dijo Jonghyun, escuchó a Jonghyun y a Key reír a carcajadas.

Jinki mordió su labio, ojos estrechados mirando a la señora Han quien ahora estaba riendo.

“Definitivamente es un hombre interesante” dijo ella entre sus ataques de risa.

“Oh veremos cuan interesante puede ser” dijo Jinki.

Unos minutos después Jonghyun entró a la cocina.
“Voy a salir, volveré después. ¿Bien?”

Jinki solo gruñó en respuesta, aún furioso.

“¿Qué dijo?” le preguntó Key a Jonghyun, cuando Jonghyun volvió a la sala.

“Algo en su idioma de conejo

“Está bien; te compraré un diccionario para traducir de idioma conejo a humano en el camino”

La risa de la señora Han se duplico viendo la expresión en el rostro de Jinki.

 

 

 

 

 

 

Luego de unas llamadas importantes después del desayuno, Jinki se encontró en el cuarto de Jonghyun, donde la señora Han estaba ordenando las cosas de Jonghyun que SoDam había enviado.
Se acostó sobre la cama, viendo el techo.

“¿Eres feliz con tu matrimonio?” preguntó la señora Han.

Jinki pensó por un momento. “Realmente no lo sé. Es confuso. Ahora me molesto y frustro más fácilmente. Lo sabes cierto, no me comporto así. Y él no es quien imaginaba” dijo encogiéndose de hombros.

“Yo sé una cosa; no te gusta su color de cabello”

Lloriqueó. “Ni lo digas. No creo que algún día me llegará a gustar.”

La señora Han se rio entre dientes. “No es tan malo, luce bien en él”

Jinki sintió su teléfono vibrar, SoDam estaba llamando.

“¿Aló?” SoDam gritó más alto que el fuerte sonido que Jinki podía oír detrás de ella.

Jinki mantuvo el teléfono distanciado de su oreja.
“Sí”

“Te llame para recordarte sobre la cena en la casa de mis padres. Recuerda que ellos creen que ustedes están profundamente enamorados, así que tienen que actuar acaramelados frente a ellos. ¿Bien?”

“Bien”

“Entonces alista a tu pobre trasero, es una larga distancia desde donde vives. Nos vemos” y cortó la llamada.

Suspiró y se puso de pie.

Notas finales:

Nos leemos el domingo :)


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