Hospital “Milagros” del Dr. Akashi Seiyuro 17:54 pm.
_ ¡Taquicardia!* ¡Fibrilación!*_ Dijo la enfermera mientras quitaba el tubo de respiración.
_ ¡Maldición! ¡Traigan el equipo rojo*, carga en 50º! _ Decia el doctor mientras se colocaba unas gafas de protección.
La enfermera hizo caso y empujo el equipo al doctor peliverde, este coloco unos parches al costado del paciente y tomo las paletas para comenzar a frotarlas y asi lograr calentar la energía del aparato.
1, 2, 3 veces fueron las que el paciente salto por el contacto con el equipo, pero ninguna de las descargas funcionaba. El peliverde doctor continuo, ya habían pasado unos 15 minutos, el seguía dando descargas al cuerpo que trataba de vivir, cuando en medio de todo, las puertas de la sala se abren de par en par y la clásica voz que ya reconoce hace su aparición.
_ ¡Shin-chan-sama! ¡¿Con que te diviertes?!_ Decia el médico y Jefe de Personal, especializado en emergencias, Takao Kazunari al cual el personal de emergencias suele describirlo como una “Bomba” de persona. Siempre tiene algo para acotar en las conversaciones de los demás. Pero al mismo tiempo es un hombre que ya lleva 5 años de experiencia en el campo y es muy respetado por la mayoría y gracias a eso es lo que lo convirtió en el jefe de personal en la sala de emergencias; y fue ya hace 1 año que comenzó a frecuentar románticamente a uno de sus compañeros, el “Milagroso” doctor Midorima Shintaro, o como le dice de cariño en sus máximas noche de pasión “Shin-chan”, pero como se le ha escapado un par de veces en el trabajo, el respectivo nombrado le dijo que no lo hiciera más, y que si debía hacerlo, que le agregara un “Sama” al final.
_No me divierto con nada, estoy salvando su vida_ Decia mientras aplicaba otra descarga.
_ ¿Qué tienes?_ Dijo divertido, como si de un juego se tratase.
_Accidente de auto, joven de aproximadamente 20 años, 55kg, está en medio de una taquicardia porque su corazón ya no recibe más sangre de toda la que perdió cuando el volante del auto se le clavo en medio del esófago ¿Quieres más información o me vas a ayudar?_ Decia, ya con un aire de desesperación.
_ ¿Hace cuánto esta asi?_ Se estaba quitando los guantes que traía ensangrentados de la otra sala.
_ Hace ya…_ La enfermera miro el reloj_ Unos 30 minutos_ Dijo segura.
_ Déjalo ya Shin-sama, está muerto hace 30 minutos y lo sabes_ Midorima lo miro con cierto enfado, pero no pudo contrarrestarle con nada porque sabía que tenía razón. Dejo de darle descargas y desecho sus guantes con enfado mientras la enfermera tomaba las gafas protectoras que tenía y le ponía sus lentes de regreso.
_ Asístole*… ¿Hora de la muerte?_ Pregunto Takao. Midorima miro su reloj.
_ 18:33_ Dijo con un tono seco. A Midorima nunca le gusto dejar morir a un paciente. Takao salió de la sala junto a él y comenzó a hablarle mientras caminaban hasta recepción. Durante todo el camino, Takao traba de convencer a Midorima que le eche un vistazo a uno de sus pacientes que lo esperaba en la cortina 2.
_Te lo digo, este chico tiene algo raro, ya no hay de estas enfermedades por Japón, deberías verlo_
Muy obligado, Midorima decide echarle un ojo y vuelve su paso hacia el paciente que tenía una cara de sufrimiento total. Takao lo saludo con la mano y cerro la cortina que los separa del otro chico y de los demás que estaba en sala de emergencias.
_ Kise-san, este es el doctor Midorima-Shin-chan-Sama-Sensei y vino para revisarte también_ El paciente rubio abrió sus dorados ojos y se levantó pesadamente de la camilla, en la que su novio apoyaba su moreno brazo.
_ Ja, ja ¿Por qué tantos honoríficos? _ Reía el moreno mientras quitaba su brazo y apretaba su estómago, claro que lo hacía mientras recibía una mirada asesina de su pareja, después de todo, uno no se ríe de un doctor asi como asi, y menos si querían salir vivos de ahí.
_ Bueno, es que ante un paciente tengo que llamarlo Midorima, pero a mí me gusta decirle Shin-chan, pero él dice que le ponga el Sama por ser doctor_ Tomo aire para seguir hablando_ Y que por esa misma razón también tengo que decirle Sensei frente a los que no son doctores, asi que en conclusión, todo queda como Midorima-Shin-chan-Sama-Sensei, pero siempre que puedo le digo Shin-chan y no le molesta_ El rubio y el moreno reían mientras que Takao suspiraba resignado, Midorima solo contemplaba la escena de todos esos idiotas reunidos en una sola cortina separándolos del mundo normal.
_ Bien ya cállate Bakao ¿Vas a dejar que lo revise o qué?_ Midorima ya estaba de mal humor por no haber salvado al joven y parece que Takao no le ayudaba en nada a mejorarlo.
_ Si, si, ya descarte muchas enfermedades, pero lo que me parece raro es lo que te voy a mostrar_ El pelinegro destapo a Kise de un golpe, arrojando la sabana contra la cara de su moreno novio llamado Aomine Daiki, quien por supuesto se la quitó de encima para arrojársela a un costado de la cama y mirarlo con una cara de perro rabioso _ Muy bien Kise-san acuéstate y trata de levantar tu pierna izquierda_
Kise hizo lo que el doctor le dijo, tomo la mano de Aomine y se recostó, trato de levantar su pierna, pero en vez de la izquierda el chico levanto la derecha.
_ Ves_ Takao suspiro_ ¿No es raro Sensei? Tengo la sospecha de que es Po-_ Y Midorima le tapó la boca.
_ Kise-san levántese por favor_ Esta vez era Midorima el que quería hacer exámenes. Kise obedeció _ ¿Puede girar la cabeza a la izquierda?_ Kise lo intento con todas sus fuerzas, pero ya el mínimo movimiento hacia el costado lo quería hacer gritar de dolor.
_ No puedo doctor…_ Decia entre susurros.
_ Bien_ Dijo en un susurro mientras sacaba una linterna y una paleta de cartón_ ahora trate de levantarla solo un poco_ Y Kise volvió a intentar, pero la misma sensación lo invadió de nuevo.
_ No puedo, duele mucho_ Dijo, y fue cuando Midorima lo tomo de la mandíbula y le dijo que abriera grande la boca _ ¿A JI? (¿Asi?) _
_ Si perfecto_ Decia mientras lo revisaba con la linterna y la paleta_ Tiene la garganta muy enrojecida_
_ Sip, ya lo habia visto_ Aclaro Takao mientras se cruzaba de brazos para simular ser un excelente doctor, lo cual era, pero le gustaba que Midorima lo adule.
_ Reflejos anormales, Rigidez del cuello, Dificultad para moverse, Garganta enrojecida y asumo que ha vomitado ¿verdad?_ Dijo mientras acomodaba sus lentes, guardaba la linterna y tiraba la paleta.
_ Si_ Dijo Kise impresionado _ Vomite hoy en la mañana y ayer en la noche después de bajar del avión_
_ ¿A dónde fueron exactamente? _ Pregunto muy interesado Takao.
_ Fuimos a África, somos voluntarios de la cruz roja, vamos todos los años para ayudar un poco a ver si mejoran las cosas_ Dijo Aomine con un tono despreocupado, pero eso no quería decir que no le interesara el estado de su pareja.
_ Ahora tiene sentido_ dijeron Takao y Midorima_ Lo que usted tiene es la famosísima Polio*_ Contestó Takao mientras llamaba a una enfermera _ ¿Se han besado en las últimas 24 horas?_ Dijo con un aire bastante serio mientras metía sus manos en los bolsillos de su delantal.
_ E-eso ¿Eso que importa?_ Dijo Kise muy nervioso.
_ Tuvimos sexo en el baño del avión_ Dijo tranquilo Aomine mientras se sacaba la cera del oído.
_ ¡Aominecchi! ¡Eso no se dice!_ Trataba de gritar Kise, pero la garganta le dolía mucho.
_ Al contrario, ese comentario le salvo la vida_ Midorima se acomodó los lentes de nuevo_ Aomine-san también esta contagiado ahora_
La enfermera hizo aparición y Takao le dio indicaciones, le dijo que tenía que ponerlos en un cuarto, le dio las instrucciones del tratamiento y por ultimo les aclaro que los iría a ver cada hora.
La pareja se despidió dando las gracias, no estaban muy preocupados porque la enfermedad ya estaba controlada en Japón asi que no era muy grave, además de que Takao y Midorima eran excelentes doctores.
_ Ya termino mi turno ¿Quieres que te traiga la cena?_ Le dijo Midorima mientras estaba recogiendo sus cosas del loquer que tenía en la sala de doctores.
Takao lo habia acompañado porque quería cambiarse las medias de las zapatillas que ya las tenía puestas desde el día de ayer, ya que no habia tenido tiempo ni de cambiarse.
_ No, está bien, ve a casa seguro que estás cansado_ Le dijo sin mirarlo a la cara.
Ya habia pasado un tiempo desde que estaban “Saliendo” pero Midorima seguía siendo un tipo demasiado cerrado, era una persona que habia sufrido mucho y todo por la culpa del Tsunami que habia atacado Japón hace unos 8 años y que se habia llevado la vida de su familia, mientras él estaba, justamente en África, ayudando en la cruz roja. Su esposa junto a su hermana y sus padres, todos ellos habían fallecido en la inundación. Para cuando el volvió, ni los cuerpos quedaban.
Fue esa historia la que conquisto a Takao, o más bien fue el tipo de expresión que hizo cuando se la contaba. Una expresión de un hombre completamente abatido y desesperado, pero con un toque de melancolía. Además de que se preguntaba qué tipo de mujer lo habia logrado conquistar. Él sabe que incluso ahora que “Salen”, sigue acostándose con cualquier cosa con patas que se le aparezca en frente, incluyéndole, pero con él era con quien mantenía las apariencias en el trabajo.
_ Takao_ Dijo sacándolo de sus pensamientos y sentándose a su costado. Este lo miro interesado, o más bien reprimiendo las ganas de preguntarle algunas cosas, pero se lo guardo porque Midorima tenía esa cara otra vez, la cara de que algo iba a pasar _ Tengo que contarte que este caso me hizo tomar el valor de decirte que pasado mañana pienso volver a Kinshasa a ayudar un poco y llevar unas vacunas que necesitan_
_ ¿Eh?_ Su cara era seria, definitivamente iba a ir, no había nada que se lo impidiera y mucho menos Takao.
_ Ya lo habia decidido hace unos 3 meses atrás, fue cuando tuve la crisis por la inundación del hospital, es por eso que quiero alejarme un poco de todo y servir de algo allá_ Dijo mientras juntaba sus dedos en una pose de pensante mientras miraba a Takao.
_ Ya veo… ¿No pensabas decirme? Tengo que reemplazarte, te vas pasado mañana _ Se sujetó la cabeza, después de todo, no importa que tan románticamente se encontraban, el seguía siendo su jefe y tenía que pensar en cómo reemplazar el espacio en blanco que va a dejar_ No sé cómo voy a encontrar otro médico, estamos bajos de personal aquí, si no te diste cuenta_ Dijo su última frase con sarcasmo.
_ Ya le habia preguntado al jefe de piso si podía y me contestó que sí, que justo mañana entraría un medico recién graduado que tomaría mi lugar…_ Se incorporó de su pose_ ¿Estás enojado?_
_ Bastante_ Dijo sincero mientras volvía su mirada a él_ Pero bueno_ Se levantó de un salto y se dio golpecitos en las piernas para asi comenzar a caminar hacia la puerta y antes de salir dedicarle una última vista al peliverde _ No te agarres Polio porque no te atiendo con esa actitud pedante que tenes _ Le dijo mientras sonreía y se reía. Luego de eso salió corriendo hacia el baño y solo se encerró a llorar, después de todo, él amaba mucho a su querido Shin-chan.
.1 Semana después.
_ ¡¿Ah?!_ Se escuchaban gritos desde la recepción en la sala de emergencias del hospital.
El recién graduado de la universidad Teiko, Haizaki Shougo, un nuevo médico residente, estaba discutiendo, otra vez, con el Jefe de personal, el talentoso medico Takao Kazunari, que ya estaba completamente arto de la actitud despreocupada y demasiado agresiva del nuevo. Extrañaba a su querido pedante peliverde, con el cual solía tener peleas que terminaban en sexo completamente salvaje en el auto del susodicho en el estacionamiento de ambulancias y que casi siempre eran interrumpidos por el tímido paramédico Kagami Taiga que venía a informarles de algún accidente, seguido por su hermosísima sombra, el enfermero y pareja, Kuroko Tetsuya, que ese de tímido no tenía nada, porque se animaba a abrir la puerta del auto que se movía de arriba abajo bastante rápido como para estar haciendo alguna maniobra de resucitación, que era como trataba de escarpar Midorima del regaño que ambos recibían, aunque Takao era el jefe de ambos y no merecía el regaño. Pero en ese momento no estaba para seguir inverso en sus pensamientos y continuo retando al nuevo.
_ ¡No puedes abrir a un paciente con unas pinzas en medio del estacionamiento! ¡Acaso sabes todas las infecciones que puede tomar! ¡Tienes que aprender a esperar la ayuda de los demás médicos y tratar con respeto a las enfermeras!_ Decia gritando mientras justamente una de las enfermeras se le acercaba.
_ Doctor, Midorima-sama está llamándolo, atienda en la sala de médicos_ Sin más palabras Takao salió corriendo hacia la sala, ignorando completamente al médico principiante que se fue a seguir atendiendo pacientes y ni atención puso a lo que su jefe le habia dicho. Takao atendió bien enérgico el teléfono, esperando escuchar la “hermosa” voz de su pareja, este lo saludo con una voz más relajada de la normal, parecía que en serio le iba bien ahí, asi que Takao estaba feliz.
La comunicación se cortaba entre momentos pero aun asi podía escuchar su voz otra vez.
_ Shin-chan… ¿Cómo está todo por ahí?_ Dijo refiriéndose a la gente llena de enfermedades.
_ Hoy acabo de salvar más de 200 vidas solo con aplicarles una vacuna _ Suspiro_ Se siente realmente bien_ Dijo mientras Takao hacia una sonrisa.
_ ¿Quieres compañía?_ Dijo entusiasmado.
.1 semana después.
El avión estaba lleno de gente sudafricana, algunos que se habían criado en Japón y otros que solo volvían después de hacerse incontables tratamientos médicos. Pero entre toda esa gente se encontraba Takao Kazunari, con una remera que tenía impreso el logo de la cruz roja con la frase de Ayudar es dar amor. Pero que a él le importaba un pepino porque en realidad solo iba a ver a Shin-chan y a escaparse del nuevo medico estúpido que lo tenía por más decir súper cansado.
El viaje duraba el total 1 día y medio, ya que sus padres “La gente de Dinero” les dicen, le habían pagado el pasaje en la mejor aerolínea, pero que aun asi, no era muy cómoda. Ya que después de todo, el chico estaba viajando a uno de los países más pobres y menos desarrollados del mundo.
El avión hizo su primera parada en la capital del país, en donde alguien de la cruz roja lo estaría esperando para poder llevarlo hacia su nuevo destino.
El joven bajo del avión pasando por un registro anti armas y recogiendo sus cosas que constaban de 1 sola valija. Comenzó a mirar hacia todos los costados a ver si podía encontrar algún cartel con su nombre, y en efecto que habia uno, que era sostenido por un hombre de unos 2m de altura, de piel morena y con una expresión facial que te hacía pensar que era medio idiota. Takao lo saludo enérgicamente y se fue corriendo a su lado.
_Yo soy Takao Kazunari, un placer_ Dijo estirando su mano la cual fue estrechada y sacudida con algo de fuerza.
_ Mi nombre es Papa Mbaye Siki, pero en Japón me dicen Otto-san_ Dijo haciendo una sonrisa_ Bienvenido a África, tu próximo vuelo sale en 10 minutos asi que vamos_
_ ¿Próximo vuelo?_ Dijo completamente confundido. Papa habia agarrado su valija y había comenzado a caminar. El pelinegro lo seguía como si de un patito siguiendo a su mamá se tratara.
Subieron al avión en completo silencio ya que estaba lleno de militares armados, claro, por la seguridad de los pasajeros y estuvieron viajando maso menos 12:00 horas, hasta que por fin llegaron a su destino, nada más ni nada menos que al Congo, más exactamente en Kinshasa. Bajaron del avión y se subieron a un camión que los llevo directamente por un camino de tierra hasta lo que parecía una “ciudad” echa de carpas donde personas y comerciantes los miraban bastantes confundidos, ya que Takao era un medico nuevo y se miraba bastante extranjero, con esa piel completamente blanca y ese cabello negro como el petróleo.
_Bienvenido a Kinshasa, te llevare hasta la clínica en donde trabajaras_ Y entonces Papa se adentró por la selva, aun llevando la valija de Takao, que por cierto estaba cargada de comida que de seguro extrañaría en un país extranjero, como por ejemplo el ramen.
Takao lo siguió tratando de esquivar las plantas, las flores y todo aquel follaje que desconocía, y claro que mientras lo seguía iba mirando para arriba a ver si no le caía una serpiente en la cabeza.
Llegaron a lo que parecía una clínica, pero más bien parecía abandonada por lo mal que se veía. En menos de 1 minuto Papa lo guio hasta una cabaña y dejo sus cosas ahí, lo tomo del brazo y lo arrastro hasta la clínica nuevamente en donde una chica castaña los saludaba.
_Papa, ¿trajiste al nuevo?_ Dijo mientras se sacaba unos guantes y se armaba una cola de caballo, ya que tenía el pelo un poquito largo y un flequillo sostenido por dos hebillas de color negro.
_ Si, él es Takao Kazunari, es de Japón como tu_ Dijo mientras se rascaba la calva que tenia de cabeza.
_ Ya veo, mi nombre el Riko Aida_ Le extendió la mano_ Un placer_ Takao respondió al saludo e instantáneamente fue tironeado hasta el centro de la clínica_ Como puedes ver, está lleno de gente, aquí en África no hay mucho sistema medico lo que significa que no tenemos mucha medicina, si un paciente tiene fiebre, vómitos y diarrea entonces es malaria* y se aplica Doxiciclina, si tiene fiebre, catarro y diarrea entonces es sida* y aplicas, bueno aplicas lo que sea que le ayude porque no tenemos la cura, solo podemos darles tratamiento, si tiene fiebre, vómitos, manchas rojas y el cuello rígido entonces es meningitis* y aplicas cualquier antiviral ¿Entendido? _ Todo eso fue dicho mientras la castaña apuntaba a las personas con la respectiva enfermedad, Takao solo miraba asombrado la cantidad de gente con tantas enfermedades, todos eran flacos, se podría decir que eran puro piel y hueso. Algunos estaban en colchones tirados en el piso, otros estaban en camillas sucias llenas de tierra y otros simplemente estaban en el piso o parados con niños en brazos.
_ ¿Y si no presentan nada de eso?_ La chica se paró en seco y lo miro como si fuera un imbécil.
_ Esto es África, no hay otros tipos de enfermedades más graves que esas, lo peor que te puede tocar es alguien con herida de bala_ Dijo mientras se agachaba en frente de una niña y le tomaba la fiebre.
_ Ya veo, ¿El doctor Midorima está?_ Dijo como si nada de lo que le decía le importara.
_ ¿Shintaro? Él está en Kisangani, fue hace unos 3 días_ Se levantó y dijo algo en francés, parecía que le estaba hablando a la madre de la niña, esta le tomo las manos y agitaba su cabeza mientras pronunciaba Merci. Kazunariestaba seguro que eso significa Gracias en francés.
_ ¿Y sabes cuándo volverá?_ Dijo, a lo que la chica lo miro con cara de pocos amigos y le contesto de mala gana.
_ Se suponía que volvería ayer_ Se acercó a él y le coloco un estetoscopio en el cuello _ Ahora basta de preguntas y empieza a ayudar un poco niñito_ La chica desapareció inmediatamente, solo para volver con otra chica _ Ella es Masako Araki, como no puedes hablar francés, ella lo hará por ti_ La chica era medianamente parecida a él, tenía la piel blanca y el cabello negro hasta los hombros. Estiro su mano con una sonrisa, la cual fue correspondida y tironeada, nuevamente, hasta un cubículo lleno de niños traspirados, con ronchas rojas y acostados en una cama, todos estaban mirando para arriba, como si no pudieran moverse.
_ Bienvenido, aquí está tu primer trabajo_ Le dijo la chica mientras estiraba los brazos queriendo decir que todos esos pacientes eran para él_ Todos estos niños tienen meningitis, lo único que tienes que hacer es aplicarles algún antiviral ¿De acuerdo?, yo estaré para ayudarte o responder por ti_ La chica no lo habia soltado y lo arrastro hasta un niño en el extremo izquierdo de la sala.
_ Bien, entonces tráeme 200ml de Dexametasona_ Dijo mientras se colocaba unos guantes que habia en sus bolsillos.
_ No hay_ Dijo tranquila mientras sentaba al niño en la camilla.
_ ¿Y entonces que hay?_ Dijo algo molesto por la actitud de la chica.
_ Solo tenemos acetaminofén_
_ Pues entonces tráelo, hay que tratarlo lo antes posible, también aplícale un poco al padre y pregúntale si tiene esposa u otros hijos_ Se inclinó frente al niño y le tomo la mandíbula tratando de ver más de cerca las ronchas rojas_ Los demás pueden estar contagiados también_
_ La familia estará bien, si se enferman vendrán aquí después de todo_ Dijo bastante fría. A Takao no le gusta mucho esa actitud, Midorima es pedante pero no tanto, él por lo menos se interesa por los pacientes.
.3 días después.
Takao ya se habia “Acostumbrado” a la vida cotidiana en Kinshasa, todavía era difícil dormir por las noches, los mosquitos que te picaban podían estar infectados con Malaria o incluso algo peor como el Sida, asi que cada vez que se levantaba, si o si, tenía que darse unas 3 vacunas.
Todo el tiempo pensaba que estaría haciendo Shin-chan, se preguntaba si estaba comiendo bien, porque la comida de ahí era realmente un asco y tuvo que admitir que su idea de llevarse comida fue de las mejores que tuvo en su vida.
En solo 2 días habia salvado unas 300 personas solo con aplicarles antibióticos de los más comunes y baratos allá en Japón. Se sentía completamente impotente por no poder ayudar en nada más. Era médico, pero no un superhéroe.
Ya se habia aprendido maso menos algunas palabras en francés y podía decirle a los niños que no tengan miedo, que él los iba a ayudar, eso los tranquilizaba un poco y se dejaban revisar.
Seguía sin llevarse completamente bien con Masako, pero era de esperarse que una personalidad tan fría como la de ella chocara con su personalidad alegre, que por cierto ya estaba perdiendo gracias a toda esa pobreza en exceso que existía en el país.
Y asi paso la tarde, el atendía a pequeños niños ya que tenía más carisma para ellos, descansaba cada 3 horas en las que se tomaba algo a lo que se le podía llamar cerveza, aunque era más bien combustible caliente, pero por lo menos le sacaba alguna que otra angustia.
Y entonces cayo la noche, y con ella cayo un Yip* de donde salían gritos de dolor, Takao, Masako y Riko se fueron corriendo a abrir el camión del cual salieron un hombre negro y armado y luego de él, salió otro, pero este era cargado por Midorima y por Papa ya que el hombre tenía una herida de bala en el estómago.
_ ¿Qué le paso?_ Dijo Masako una vez que lo habían entrado a la clínica y recostado sobre una camilla.
Takao, Riko y Masako se estaban lavando las manos. Takao no tuvo tiempo ni de decirle hola a su amado peliverde.
_ Herida de bala en el estómago a la altura del riñón, parece tener unos 30 años, de maso menos unos 60 kg, apliquen 300ml de penicilina y 200ml de morfina_ Decia Midorima ya con unos guantes puestos y acomodándose las gafas, Masako hizo caso y se fue a buscar los medicamentos. Riko por su lado examinaba el resto del cuerpo y con una pinza y un escarpelo le quito una bala de la pierna izquierda.
_ ¿Qué estás haciendo? ¡Se supone que debes de desinfectarlo primero!_ Dijo Takao completamente enojado por la incapacidad de la chica.
_ ¿Y entonces vamos a evitarle una infección más a todas las que tiene? Por favor Takao, este tipo ya debe de tener Sida o algún tipo de Sífilis asi que no hay más por hacer que arreglarle el estómago ¿de acuerdo?_ La chica lo miro con cara de pocos amigos y luego miro la bala como si la estuviera investigando_ Es una bala supersónica, de ametralladora, debieron de estar a una distancia de 1000m del enemigo, es mejor que tengamos cuidado cuando salgamos_
Fue en ese momento en que Takao sintió su vida peligrar solo por salvarle la vida a alguien.
El que parecía el acompañante del herido no paraba de mirarlos, Masako lo estaba atendiendo ya que tenía un corte en la frente, en cuanto la chica le puso la venda el muchacho se levantó de la camilla y corrió hacia ellos en donde comenzó a gritar en francés y señalar a su amigo.
_ ¿Qué está diciendo? No logro entenderlo si no se calma…_ Preguntaba Midorima mientras abría la camisa del hombre para ver mejor la herida, Riko estaba desinfectándole las demás heridas y Takao se habia quedado observando al muchacho que gritaba. Masako le hablaba en francés, parecía tratar de tranquilizarlo pero el chico seguía gritando y apuntando, entonces fue cuando Takao se dio cuenta que apuntaba a la espalda del herido.
Quito las manos de Midorima y dio vuelta al hombre, este tenía otra herida de bala a la altura del pulmón derecho.
Midorima y Takao actuaron de inmediato y abrieron la zona para poder sacar la bala, en cuanto abrieron el paciente entro en paro, para lo cual Riko comenzó con las compresiones de RCP.
Takao habia logrado sacar la bala y Midorima estaba cociendo la abertura en el pulmón cuando de repente la luz se va.
_Maldita sea, pensé que quedaba una hora todavía_ Dijo Riko mientras buscaba una linterna en esa horrible oscuridad.
_ ¿Una hora? ¿A qué te refieres? ¿Por qué no me dijiste que se iba a ir la luz?_ Takao gritaba aun con las manos dentro del cuerpo del herido.
_ ¡Pues no sabía exactamente si iba a pasar hoy y menos que iba a pasar en medio de una cirugía! ¡Lo siento!_ Dijo sarcásticamente Riko mientras apuntaba la linterna hacia Takao, el cual saco las manos del cuerpo para asi ayudar a Midorima a cocer. Este se encontraba sudando como un animal, nunca habia realizado una cirugía de pulmón, era completamente difícil, pero luego de 15 minutos cociendo y desinfectando, lo habia logrado.
Lo malo fue que una vez que cerraron la herida el corazón tuvo otro paro. Midorima desesperado tomo unas pinzas de compresión y le abrió aún más el estómago, metió la mano buscando el corazón el cual empezó a apretar simulando latidos. Siguió asi durante unos 30 minutos.
Ya completamente cansado Takao le tomo la mano con delicadeza y agito su cabeza en forma de negación. El hombre ya habia muerto, era realmente imposible que sobreviviera con una herida en el pulmón y más si estaba en un lugar con tas pésimas condiciones.
El que parecía el acompañante solo le cerró los ojos a su amigo y se fue corriendo de la clínica.
Luego de todo ese lio, la luz volvió y comenzaron a ordenar toda la sala de nuevo. Se limpiaron y dejaron el cadáver en una fosa junto con otros. Al parecer los hombres que no eran ciudadanos no reciben tratamiento médico porque va en contra del acuerdo que hicieron con el gobierno, asi que le quitaron toda la ropa que lo delataba y la enterraron en otro sitio.
Ya estaba por llegar a ser las 3 de la mañana, que fue por fin que Takao le dio el merecido abrazo a Midorima, o más bien parecía que se le había tirado encima.
Riko y Masako solo miraban la escena, a Riko no le importaba un carajo lo que esos dos eran, pero tal parece que Masako ya le habia tirado el ojo a Midorima, por el cual cambio de opinión cuando le vio darle un apasionado beso a Takao, ambos parecían fundirse en los brazos del otro, no parecía importarles la gente que los mirara o si alguien tenía algo en contra que decir, simplemente continuaron hasta quedarse sin aire.
_ Te extrañe mucho Shin-chan_ Susurro Takao mientras frotaba su cabeza contra el pecho del doctor.
_ Yo también te extrañe Bakao_ Este le sacudió el cabello y se arregló las gafas mientras un sonrojo se formaba en su cara. Nunca pensó que realmente estuviera enamorado de ese hombre tonto y alegre que lo hacia sonreír, excitar, enojar y le completaba la vida. Pero claro que todas esas palabras se quedarían es su interior, porque muy en el fondo, el sentía que Takao era como su difunta esposa.
.2 días después.
Recibieron una nueva carga de vacunas que eran destinadas a Kisangani, Midorima nuevamente se ofreció para ir, este fue seguido por Takao y también por Masako quien no los dejaba ni un solo minuto a solas.
Al llegar al pueblo se encontraron con una fila de gente esperando delante de una carpa con la insignia de La Cruz Roja. Se bajaron del yip conducido por Papa y se sentaron en las sillas frente a la gente que iba pasando de a una para recibir la vacuna.
Takao saco a más de 10 personas de la fila porque la vacuna no le haría efecto ya que estaban infectados con Malaria o Meningitis y eso necesitaba otro tipo de tratamiento.
Mientras Midorima, como hablaba francés, era adorado por la gente y todos los llamaban “El hombre de Dios” ya que pensaban que era un milagro que los ayudaba a sanar.
Incluso, una mujer que habia perdido una pierna, le habia regalado un rosario como signo de agradecimiento.
En la noche
Todos estaban felices por haber podido ayudar a toda esa gente que decidieron hacer un pequeño festejo, Takao saco unas golosinas de su valija, Papa tenía un reproductor de música en su yip asi que lo puso a todo volumen y Masako habia dejado unas cervezas enfriarse en el rio sostenidas por unas cuerdas que evitaban que se fueran con la corriente.
Todos los doctores y enfermeros que estaban en Kisangani se pusieron a charlar y algunos bailaban.
Una canción lenta comienza a sonar, Midorima primero mira si alguien estaba mirándolos pero se da cuenta que todos estaban ocupados en sus asuntos asi que toma la mano de Takao y lo saca a bailar. Cualquiera podría decir que era una escena totalmente tierna de ellos dos abrazados mientras se movían al lento compas de la canción.
_Shin-chan… ¿Qué somos?_ Pregunto Takao mientras se dejaba llevar por el ambiente.
_ No lo sé_ Respondió mientras lo abrazaba más fuerte _ ¿Por qué me seguiste?_
_Porque te quiero Shin-chan_
Pero todo se arruino cuando el sonido de una explosión hizo aparición, seguido claro de múltiples disparos.
Al poco tiempo todos estaban tirados en el piso mientras eran rodeados por hombres cargados con armas.
_ ¿Quiénes son ustedes?_ Al parecer el tipo que les hablo era el jefe de todos, Takao no entendía nada porque todos hablaban en francés _ ¿Son enemigos o amigos?_
_ Amigos_ Dijo muy seguro Midorima. El jefe lo miro con un aire superior y le apunto a quemarropa en el pecho.
_ Eso lo decido yo anteojitos _ Le quito el seguro a la pistola, pero antes de que pudiera efectuar el disparo, otro hombre le hablo.
_ ¡Espere jefe! ¡Este es el hombre que trato de mantener vivo a su hermano! ¡No lo mate! ¡Lo estuvo intentando por más de 1 hora!_ Gritaba el tipo mientras que el jefe retiraba su arma.
_ Ya veo_ Dijo encendiendo un abanó_ Registren todo_
Los hombres hicieron caso y registraron toda la clínica. No podían haber caído en peor momento que ese, ya que esa tarde se habia presentado un soldado del gobierno con una herida en la pierna derecha y rogaba que lo atendieran.
Ahora sí que estaban jodidos.
Esos hombres estaban en contra del gobierno y si veían al soldado los iban a matar junto con él.
Después de 5 minutos, como si fueran adivinos, sacaron a rastras al soldado y lo colocaron debajo del pie del jefe.
_ ¿Ustedes lo ayudaron?_ Pregunto.
_ Si…nosotros ayudamos a todos, somos neutros, no estamos con el gobierno_ Decia Masako tratando de explicarles.
_ De acuerdo_ El hombre no dudo en pegarle un tiro al soldado, fue justo en medio de la cara _ Si llegan a ayudar a otro soldado los matare_ Y eso fue lo último que dijo antes de subirse de nuevo a las camionetas en las que habían llegado.
Esa fue la primera vez que Takao sintió la necesidad de sacrificarse por Midorima, no le importaba si lo mataban, no quería que Midorima muriera.
.2 días después.
Luego del incidente Papa insistía que era mejor volver a Kinshasa, que ahí estarían más seguros.
Midorima habia decidió quedarse en Kisangani, pero Takao se oponía por todos los medios.
_ Debes irte Takao, vuelve con los demás, yo estaré bien_ Le dijo depositando un beso en su frente para luego subir la maleta a la camioneta.
_Shin-chan…No quiero irme_ Dijo sosteniendo la camisa del otro.
_ Cuida de todos Takao, te necesito_ Y Takao comprendió que debía irse. Por el bien de Midorima, no podía verlo en peligro, eso lo lastimaría más que cualquier cosa.
_ ¿Y qué le digo al jefe?_ Dijo mientras subía al yip.
_ Lo que quieras_ Se acomodó las gafas.
_ ¿Volverás?_
_ No lo se_
_ No hagas nada tonto_ Se subió al auto y lo miro por la ventanilla.
_ ¿Cómo qué?_
_ No mueras mi amor_ He inmediatamente después de decir eso Papa arranco y se fueron.
_Bakao…_ Murmuro para sí mismo Midorima_ Tu no mueras_