La luz del sol se colaba por los cristales de una ventana, en la cama pequeña pero acogedora se removía inquieto un muchacho riñéndose a sí mismo por haber olvidado cerrar las cortinas la noche anterior, tapado hasta la cabeza de tal manera que solamente las puntas de una mata de pelo rojo se podían ver intentaba en vano conciliar el sueño, unos golpes en su puertas anularon cualquier posibilidad restante.
-Querido levántate ya se te hará tarde para el colegio- si su madre vino a por él.
-cinco minutitos más por favor mami- respondió adormilado por las sombras del sueño que se negaban a dejarlo del todo.
-Nada de cinco minutos te levantas solo o voy a por ti- le hablo su madre desde el pasillo, aquel tono cariñoso pero firme no admitía negativas y él de sobra lo sabía.
Clinth se sacó la cobija de sí y tomo asiento al borde de su cómoda cama- está bien mamá ya me levante- dijo él.
La mujer sonrió triunfante desde atrás de la puerta, sí que sabía cómo convencer a su hijo de una- Bien date una ducha y baja al comedor el desayuno está listo y servido-.
-enseguida madre-
Escucho los pasos de sus zapatos sin tacón alejarse por el pasillo hasta perderse con dirección a las escaleras, su cuerpo desnudo se levantó de la cama atravesó la habitación y se perdió tras la puerta de baño dispuesto a alistarse el tiempo no espera y él estaba muy consciente de ello.
Bajo por las escaleras ya listo con su mochila colgada en su espalda, su madre y sus hermanas ya sentadas le esperaban pacientes para iniciar el desayuno.
-Pero que cara que te traes no pareces descansado- hablaron al unísono las gemelas Amelia y Amalia sus hermanas mayores de 19 años ambas rubias con ojos como los suyos.
-Tuve una mala noche- respondió Clinth.
-Mala fue pésima por lo que se ve –respondieron al unísono las mellizas esta vez Lorena y Lorana castaña la primera y pelinegra la otra, a veces el muchacho se preguntaba si ellas se ponían de acuerdo para hablar pero en el momento era imposible.
-Déjenlo quizá pensaba en algo interesante- interrumpió la mujer castaña de ojos verdes.
-O tal vez soñó algo interesante- dijeron las mellizas.
-Interesante ¿Cómo qué?-hablo la madre.
-Algo del colegio- dijeron las mellizas con una sonrisa extrañamente perversa en sus rostros.
Clinth las observo con una gota estilo anime en la cabeza.
Las mujeres al principio pusieron cara de confusión total pero luego sus caras mutaron a unas sonrosadas con una hemorragia nasal.
El chico las miró sin seguir el curso de los hechos, ahora el confuso era él, su gota se agrando tenia las miradas de 5 mujeres sobre él y todas tenían cara de pervertidas.
Un momento ¿cara de pervertidas? Su rostro enrojeció cuando finalmente entendió el comportamiento de las féminas – ¡MAMÁ, HERMANAS QUE ESTAN PENSANDO!- Si ellas saben de su amor por Jemilth y a veces piensan cosas no aptas para menores jujuju.
EN OTRO LUGAR:
Jemilth se encontraba en el comedor de su bonita casa rosada siempre pensó que ese color era demasiado cursi pero a su madre le gustaba en demasía y no gustaría en romper su ilusión, trataba de comer su desayuno con tranquilidad pero su familia no se lo dejaba fácil, lo veían fijamente y se estaba poniendo nervioso.
-¿bueno ya que se traen con migo? Hablo Jemilth.
-Como que tuviste una noche agitada no mi niño- hablo Nick su hermano mellizo mayor, las dos mujeres presentes rieron divertidas ante la charla de los hombres.
-Si hice volar mi imaginación- dijo el “niño” sin ningún astivo de vergüenza y es que tuvo un sueño nada inocente con cierto pelirrojo ojiazul jujuju.
Ante sus palabras las risillas de las mujeres se convirtió en carcajadas limpias.
-Espero que hagas rápido esas fantasías realidad para que no agotes demasiado a ese pobre chico- hablo la madre.
-si pero no olvides ser gentil hermanito recuerda que es completamente virgen- dijo Rosa su hermana. Valla familias tan pervertidas les toco a este par jujuju