Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Forever with you por lauritachan

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es el segundo mpreg que escribo, ojala les guste

Notas del capitulo:

Este es el segundo mpreg que escribo, desde hace mucho queria hacer un fanfiction de la pelicula y finalmente se me ha hecho, espero que lo disfruten tanto como yo disfrute escribirlo. No olviden comentar que eso me motiva a hacer mas fanfics

El Tren comenzó a avanzar después de haber dejado a esas tres personas en aquel sitio, donde esa gran cruz se erguía en la colina, donde la luz parecía ser más fuerte y brillante que la del sol.

 

Ambos los vieron alejarse junto con otras personas, encapuchadas de blanco, con las manos juntas… caminando hacia la gran cruz de la colina.

Lentamente, el más joven de los que aun yacían dentro del vagón lentamente fijo su mirada en su amigo, el cual aún seguía mirando hacia la ventana, sus ojos veían un punto fijo en la ahora oscuridad del paisaje.

-Supongo que… ahora quedamos tu y yo- el pequeño de ojos negros como la noche llamo la atención del más grande con su tímida voz, haciendo que el volteara a verle.

-Si- afirmo casi inaudible para el otro

Ambos se miraron fijamente, sin decir palabra alguna, el silencio se empezaba a volver incómodo para Giovanni, el cual no podía despegar su mirada de su amigo. Aunque solo fueron segundos, el los sintió como su hubiera pasado más tiempo.

-¿Sabes? Es agradable viajar así… contigo- sonrió Giovanni ante la afirmación que había hecho ya que no mentía, le gustaba viajar con Campanella, a pesar de que ambos eran mejores amigos no pasaban mucho tiempo juntos.

Campanella cambio su expresión a una de asombro. Bajo su mirada al piso por un momento, dudando si decir algo o callar.

-… ¡Sigamos viajando así, para siempre!-

Una vez más levanto su mirada esmeralda para ver a su compañero, tenía una sonrisa en el rostro y un sonrojo apenas notable en sus mejillas, lucia feliz

-Es realmente grandioso… ¡Siempre estaremos juntos! ¿Verdad… Campanella?-

Los ojos esmeraldas de Campanella se habían abierto como platos ante la inocente pregunta de su amigo, sus ojos comenzaban a humedecerse, sentía que las lagrimas empezarían a caer en cualquier momento, pero debía ser fuerte.

-Si… me gustaría- dijo finalmente, en un susurro para evitar que la voz se le quebrara, lo que menos quería era preocuparlo.

-Entonces, ¿a donde crees que vayamos esta vez?- cambio de tema el mas pequeño, había notado un descontento en el rostro de su amigo.

-No lo se- volteo a ver al cristal de la ventana, desviando el contacto con Giovanni, intentando contenerse

-¡Mientras estemos juntos, eso no importa!-

Giro su cabeza hacia Giovanni, el cual tenia una sonrisa en el rostro, se veía tan seguro y esperanzado de que eso pasaría.

Campanella sintió como una lagrima rodaba por su mejilla, cerro instintivamente los ojos para evitar que mas siguieran avanzando. Le dolia lo que Giovanni ignoraba, después de todo el no estaba ahí cuando Zanelli cayo dentro del rio, no evito que el saltase a rescatarlo. …

Pero… ¿como decirle que el jamas volveria? ¿Cómo explicarle que nunca estarían juntos? No quería romperle el corazón, verlo llorar… quería preservar la imagen de su Giovanni sonriendo, su aroma, sus ojos negros llenos de inocencia. A pesar de que el no estuvo ahí para verlo en persona por ultima vez… lo había acompañado en este viaje, en el que seria el primer y ultimo viaje que ambos compartían y… que desgraciadamente, seria el viaje al paraíso en el que Campanella residiría por la eternidad, hasta que el y Giovanni se volvieran a ver…

 

.......................................................................................................................................

 

Llego un punto en el que el gran ferrocarril entraba en lo que parecía ser un gran agujero negro, Giovanni miraba insistente como eran tragados.

-¿Qué es eso?- se preguntaba en voz alta, curioso de lo que había

-Es un saco de carbón… un agujero en el cielo-

La voz de Campanella le llamo la atención, giro su cabeza para verlo; parecía distante, su cabeza agachada se posaba en el suelo, sus manos sobre sus piernas parecían temblorosas y tensas.

-¿Qué sucede? Ya no le temo a la oscuridad-

El no dijo nada, solo siguió mirando al suelo. Sintio de pronto algo en su hombro, levanto la mirada, encontrándose con esos ojos negros como la noche que tanto lo reconfortaban. Una de las manos de Giovanni estaba sobre el hombro.

-Pasaremos esto juntos, no te preocupes-

Campanella se quedo mirándolo, esos ojos que extrañaría, que jamas volveria a ver… quería llevarse un recuerdo de ese viaje.

Sin darse cuenta, subio su mano, acariciando la mejilla de su compañero, este lo miraba inocente y curioso; se acerco sigiloso, cerrando sus ojos, acercándolo a sus labios.

Giovanni obsevaba como la suave mano de Campanella lo conducia hasta sus labios, gentil como siempre el había sido con el. A diferencia del resto de sus amigos, Campanella era amable y anque era reservado y de pocas palabras nunca le había hecho daño.

Simplemente el se dejo llevar, también cerro sus ojos mientras los suaves y tiernos labios se unian para formar un beso, un beso que perduraría en la memoria de ambos. Campanella apretaba sus labios mientras Giovanni, torpe pero dulce seguía a Campanella, saboreando sus labios. Ninguno tenia experiencia, no había chica alguna que les gustase pero dentro de ellos algo los movia para seguir sus acciones. El mayor tomo el primer paso, frotando suave su lengua contra la boca del menor el cual, sin saber exactamente que hacer intento hacer lo mismo, entreabriendo su boca pero cuando quiso asomar su lengua para imitar la acción de Campanella, este le cerro el paso introduciendo su lengua en la cavidad bucal del menor. El ojiesmeralda comenzó a explorar, ansioso la boca de su compañero quien suspiraba con cada movimiento que el otro hacia. Ambos musculos se encontraron y Giovanni, guiándose por su instinto y por lo que Campanella había hecho anteriormente imito sus movimientos, acariciando suavemente su lengua, en un baile tierno pero tan lleno de extasis para ambos.

Pronto ambos se separaron por la falta de aire que se hizo evidente, para poder sellar sus labios tuvieron que acercarse tanto que ahora ambos se encontraban al filo de sus asientos, ambos rieron al verse asi.

Sin previo aviso, Campanella se levanto de su asiento, no estaba seguro porque pero sentía que, a pesar de estar solo en el tren con su querido Giovanni, debía llevarlo a otro sitio. Se poso frente a el, estaba nervioso pero una vez mas oculto su sentir ante su amigo, suavemente le tendio la mano mientras el lo miraba.

-Ven conmigo- finalmente, esa frase salio de sus labios, como un susurro suave.

Al principio el ojiazabache lo miraba, dudando sobre todo lo que estaba ocurriendo, pero se limito a asentir. El también lo deseaba a pesar de no saber exactamente lo que era ni a donde pensaba ir con Campanella. Tomo su mano y se levanto, para después apretarla y caminar a su lado.

Su corazón latia tan fuerte que sentía que se le saldría del pecho con cada paso que daban, se preguntaba a donde y porque pero eso no le importaba… ya lo había dicho y lo volveria a repetir: Mientras el y Campanella estén juntos, no importaba el sitio.

Llegaron a un vagon alejados de donde se encontraban en un principio, los asientos de este eran mucho mas amplios y de diferente color. El mas pequeño lo miraba asombrado, si no estaba equivocado diría que era la cabina de la primera clase. Aun no comprendia exactamente el motivo por el cual Campanella lo había guiado hasta ahí, dudaba un poco ya que normalmente los pasajeros normales se les prohibia entrar al esa cabina, sin embargo estaban solos sin nadie que les impidiera estar ahí…

-Aquí- dijo el mayor sacando de sus pensamientos al pelinegro, bajo su mirada, solo para darse cuenta que en ningún momento ambos se habían soltado y aun permanecían asi.

Giovanni asintió quien siendo guiado por Campanella el cual lo guio hasta una cortinilla que dividia al vagon, deslizo suavemente la tela para descubrir una habitación especialmente para viajes largos: habían camas en ambos lados de esa zona, a cada cama los dividían pequeñas alacenas donde podias acomodar mas que solo tus maletas.

Giovanni nunca había visto algo asi, sabia que existían esos vagones del tren pero jamas había visto uno o estado dentro de alguno… hasta ahora

Pronto la ausencia de la tibia mano de Campanella llamo su atención haciendo que girara su cabeza para encontrarse con las gemas verdaceas, mirándolo llenas de un sentimiento conocido por el pero que a la vez no lograba entender del todo. Antes de decir algo este fue sorprendido con un beso. Comenzo timido pero calido como el primero, después este se torno en uno mucho mas apasionado. Los brazos de Campanella rodearon al pequeño cuerpo de Giovanni quien suspiraba deseando contacto con el. Una vez mas como ocurrio con el primer beso ambos debieron separarse por la evidente falta de aire.

-¿Sabes Campanella? Tu me gustas- dijo el mirada obsidiana en un susurro con sus mejillas ardiendo.

El mas alto se quedo sin palabras, mirando con ternura al su amigo, también le gustaba pero era demasiado reservado y timido para decírselo. Giovanni en cambio solo necesito ese no tan pequeño empujoncito para declarársele. Campanella solo atino a sonreir, feliz de saber que su compañero le correspondia.

Giovanni puso sus manos en el pecho de Campanella, mientras este suavemente le empujaba hacia atrás entre la oscuridad, buscando el borde de la cama para sentarse en ella.

Campanella tomo ambas manos haciendo que se recostase en el colchón mientras el se posicionaba sobre el, con cuidado para evitar aplastarlo o que se sintiera incomodo. Una vez mas sus labios volvieron a unirse en esa calidez y ternura. Las manos de Campanella soltaron las muñecas del de cabellos negro para recorrer el pequeño cuerpo que se encontraba bajo el suyo. Giovanni, en cambio cerro los ojos y llevo sus manos liberadas al rostro de su compañero, acercándolo mas para sentir aquella sensación que estaba empezando a volverlo loco. No sabia que era con exactitud ese sabor dulce que despedia Campanella de sus labios pero quería descubrirlo a toda costa.

Las manos del mayor recorrían suavemente cada centímetro de su cuerpo, no quería hacerle daño y solo se dejaba guiar por lo que sentía muy dentro de si, ese instinto que anhelaba fundirse con el. Campanella siendo un niño de clase media alta había estudiado esta clase de actos, a sus diez años ya tenia conocimiento de lo que el y Giovanni estaban haciendo en ese momento, sabia que de algún modo estaba mal, ambos eran apenas unos infantes, pero… sabia que esa oportunidad ya jamas llegaría a presentarse nunca, que esta seria la primera y ultima vez que el amaría a alguien y quería preservar ese momento para siempre, guardado en su memoria.

Finalmente sus dedos lo guiaron hasta los pantaloncillos de su amigo, quien solo se limitaba a suspirar y susurrar su nombre. Desabotono el pantaloncillo, bajándolo por las blancas y tiernas piernas de Giovanni, el, dejándose llevar levanto sus caderas para que Campanella pudiera quitárselo, dejándolo solo en ropa interior. El pequeño regreso en si al sentir el roce de su ropa deslizándose por sus piernas, quitando sus manos las llevo directo a su camisa azul como el océano, estirándola para que Campanella no lo viera. Un sonrojo mas fuerte se hizo evidente en todo su rostro. Campanella quien veía aquella escena tan tierna le beso la frente, acariciando sus cabellos negros.

-Descuida, no te hare daño- susurro en su oreja, quitando las manos de su amigo

Giovanni no sabia lo que pasaba, por un lado quería seguir, tenia curiosidad sobre lo que Campanella quería hacer por el otro era muy extraño que este lo hubiera desnudado en esa zona tan vulnerable.

La inocencia de Giovanni era notoria, Campanella sonrio para el al ver sus ojos iluminados en la oscuridad, llenos de esa inocencia y curiosidad dignas de un pequeño gato. Lo distrajo de sus pensamientos un beso propiciado por la razón de sus delirios y alegrías. Tomo ese gesto como una invitación para continuar su labor. Poso su mano sobre el miembro casto del mas joven, frotándolo sobre su ropa, gentilmente, robándole suspiros y gemidos que resonaban en aquella habitación. Campanella lo beso en todo el rostro, de forma tierna recorria su cuello y mejillas dejando suaves caricias con sus labios. Pronto la ropa interior de Giovanni desaparecio sin que el se diera cuenta. Campanella se detuvo, se bajo el pantaloncillo a la altura de los tobillos asi como su ropa interior, dejando su parte baja al descubierto. Giovanni abrió los ojos como platos al ver la escena, todo su cuerpo entonces se cubrió de un carmesí intenso. 

Campanella entonces hizo que el mas joven abriera sus piernas, dejando al descubierto la pequeña y casta entrada de Giovanni. Aunque no lo pareciera Campanella estaba asustado y nervioso, no sabría como hacer ese acto con el, a pesar de haber leído sobre anatomía y como se llevaba a cabo la reproducción esto era muy diferente a lo que venia escrito en esas impresiones en papel.

Se animo a frotar su pequeño miembro en la entrada de Giovanni quien solo gemia con cada roce que Campanella le propiciaba, Campanella sabia que como era la primera vez a Giovanni le dolería pero dudaba; ambos eran unos niños, sabia que eso debía hacerse con una niña y mucho mas importante, hacerlo cuando ambos fuesen adultos o eso había entendido cuando leyó sobre eso en la biblioteca. Sin embargo también sentía que debía hacerlo con alquien que el amara, que esas cosas solo se hacían con la persona amada y si esta solo te correspondia.  Para Campanella, Giovanni era esa persona.

Se acerco a su rostro, besando sus labios mientras se abria paso dentro de el, en una estocada gentil. Giovanni ahogo un grito en los suaves labios de Campanella, dejando salir lagrimas de dolor que fueron limpiadas por los dedos del de ojos verdes.

-¿Estas bien?- pregunto nervioso y preocupado de que le hubiera lastimado sin querer

-Du…duele- sollozo el mas joven con lagrimas rodando en sus mejillas.

Campanella se quedo quieto, no sabia que hacer ahora, había llegado demasiado lejos con Giovanni. Giovanni sintio la necesidad de moverse unos minutos después, abrazo a Campanella por el cuello y empezó a moverse torpe pero despacio mientras mas lagrimas caian.

El de cabellos claro se recargo sobre el para tener mas contacto y también empezó a moverse, era un movimiento lento e inseguro, no quería lastimarle. Giovanni muy pronto empezó a sentirse diferente, el dolor iba siendo reemplazado por una sensación nueva para el, no sabia lo que era pero quería mas, entre jadeos y suspiros le pidió a Campanella que fuera mas rápido, este solo movio la cabeza asintiendo y el vaivén se intensifico. Hubo un punto en que Campanella toco algo dentro de Giovanni, la sensación lo hizo gemir y puso su mente en blanco, Campanella no supo con exactitud que fue lo que sucedió pero quería seguir escuchando esos sonidos tan lindos que salían de la garganta del pelinegro. Repitio de nuevo lo anterior, volviendo a tocar esa área que hacia que su Giovanni se sintiera en el cielo. Los gemidos de ambos se intensificaron, llenando la habitación con sus voces infantiles, cantando el son de la pasión mientras sus pequeños cuerpos bailaban uno junto al otro, tocando el cielo, sintiéndose dichosos ¿esto era lo que los adultos llamaban amor? El latir de sus corazones acompasaban sus vaivenes mientras sus respiraciones se mezclaban fundiéndose y chocando entre si. Finalmente sellaron sus labios por ultima vez, Giovanni enterro sus uñas en la espalda de Campanella mientras un grito agudo salía desde el fondo de su garganta, seguido por Campanella, quien al sentirse aprisionado entre las tiernas y virginales paredes termino derramando su escencia dentro de Giovanni.

Agotados y con sudor y lagrimas mezcladas en sus rostros infantiles ambos se miraron, sonrojados empezaron a reir. Se limpiaron y volvieron a poner sus ropas, Giovanni entonces se sento a lado del de mirada verdosa, se recargo en su pecho, escuchando su corazón, ese corazón que solo latia por el. Campanella lo miro y abrazo con uno de sus brazos para luego desviar la mirada a la ventanilla.

-Mira ese campo…-suspiro Campanella mientras miraba a la nada

-¿Qué campo?- se incorporo el mas joven fijando su vista al punto donde su amante observaba

-..se ve tan pacifico-

-¿Campanella?- al menor le asustaba el no ver lo que el miraba, pego su rostro al cristal, tratando de ver a que se referia. Campanella nunca hacia bromas y su voz parecía que hablaba enserio.

-ahí esta mi madre- señalo un punto entre la oscuridad que se apreciaba desde el cristal –esta esperándome-

-pero…- Giovanni tenia un mal presentimiento, el sabia que la madre de Campanella murió al dar a luz.

El desvio la mirada para verle al ya no sentir el calor de su cuerpo. Se encontraba completamente solo en el asiento. Ansioso y preocupado se levanto de este, sentía un terror inexplicable a lo que estaba pasando. Encontrar a Campanella se volvió crucial en cuanto empezaba a revisar asiento por asiento, vagon tras vagon hasta que vio su sombra del otro lado de las puertas de uno de estos.

Corrio hacia esa puerta, abriéndola desesperado, como alma que lleva el diablo, algo en su interior rogaba a su cerebro que no dejara que se alejase de el. Lo siguió por el resto de los vagones que quedaban hasta que llego al ultimo, donde una puerta que llevaba a una barandilla donde la gente se asomaba a ver el paisaje.

-Campanella- grito Giovanni exhausto por haber corrido donde el se encontraba -¿…que estas haciendo?-

-Lo siento Giovanni…- una lagrima recorrio su mejilla haciendo que Giovanni se preocupara mas

-¿De que estas hablando?- la angustia se hizo presente en su voz, algo le decía que debía detenerlo

-Gracias por todo…- sonrio mientras las lagrimas empezaron a recorrer su rostro, empapando sus mejillas sonrosadas mientras esas gemas verdes brillaban con un aire melancolico y triste

Giovanni desesperado tomo su muñeca antes de que abriera la puerta que daba a donde estaba el pequeño mirador del tren.

-Dijiste… dijiste que siempre estaríamos juntos- el pequeño comenzó a llorar, sentía un gran dolor en su pecho, sentía que perdería a Campanella.

Campanella se volteo a contemplar el tembloroso cuerpo de Giovanni para levantar su rostro y besar por ultima vez esos pequeños y frágiles labios. Las lagrimas del pequeños caian cada vez mas abundantes por su rostro, no quería que Campanella se fuera, quería estar con el por siempre, porque lo amaba, el amaba a Campanella, si el se iba ¿entonces que haría? ¿Cómo viviría sin el? Nada seria lo mismo sin Campanella a su lado.

Pareciera que ese pequeño instante duro una hora, tal vez mas… los ojos de ambos se habían cerrado mientras sus corazones hablaban por ellos. Se escuchaban los latidos de ambos resonar en sus oídos, un “te amo” en el lenguaje del corazón. Campanella se separo finalmente del mas joven, acariciando su mejilla mientras abria la puerta para después salir, Giovanni se había quedado inmóvil, la brisa que azotaba en su rostro, secando el rastro de lagrimas se sentía extraña. Intento dar un paso pero no pudo. Campanella cerro la puerta y bajo del tren, Giovanni al ver que este no estaba en la plataforma logro avanzar hasta llegar a la puerta.

El tren comenzó a avanzar y Giovanni forzaba la cerradura para que se abriera pero esta no quería ceder; estaba desesperado, las lagrimas inundaban sus parpados y cada minuto que pasaba era crucial para el.

-¡CAMPANELLA!- gritaba el niño tratando de destrabar la puerta

Vio como Campanella parecía mas lejos de el y una vez mas empujo y jalo la cerradura…

-¡CAMPANELLA!-

…pero todo fue en vano, esta nunca cedió, se había atorado y cuando al fin pudo abrirla ya era tarde.

-¡CAMPANELLA!- dio un ultimo grito mientras el frio viento le revolvía los cabellos y hacia que sus lagrimas cayeran de forma mas rápida.

Ya no pudo hacer nada, triste volvió a entrar al vagon, cerro la puerta y se dejo caer mientras su llanto aumentaba. No supo como pero después de haber llorado cayo inconsciente, presa del sueño.

 

...............................................................................................................................

Giovanni se encontraba cerca del lago donde el y Campanella solian jugar cuando eran mas pequeños, el viento en su cabello y rostro asi como la luz del sol hacían que se viera radiante y dejaban ver su gran sonrisa. Se encontraba sentado sobre la fresca hierba, las flores se mecían con el aire y petalos volaban por el mismo. Estiro sus piernas dejando sus pies cerca del agua, se llevo una mano a su vientre y otra al pasto, para recargarse en una posición mas comoda, froto suavemente el ahora abultado estomago y una lagrima rodo por una de sus mejillas.

-Campanella…- susurro con suavidad ese nombre al viento

Habian pasado meses desde el festival que se hacia cada año en julio, esa noche donde el y Campanella recorrieron la galaxia y la via láctea, esa noche donde su amor fue confesado y correspondido, donde se fundieron en uno solo y donde se separaron para siempre. Y es que Giovanni pensó que todo había sido un sueño después de encontrarse recostado en la colina que daba al pueblito donde se llevaría a cabo todo. Pero después su mundo se vino de cabeza al escuchar las palabras de uno de sus compañeros, al acercarse al lago sus temores se hicieron realidad y quedaron mas que confirmados cuando el padre de Campanella hablo con el.

Dias mas tarde encontraron su cuerpo rio abajo y se le hizo el entierro, Giovanni asistió a dar el ultimo adiós a su amigo, un dia después empezó a sentir malestar pensando que era por el dolor y la muerte de Campanella hasta que empeoro una semana después.

Los médicos no sabían que le pasaba hasta que uno descubrió algo improbable.

Giovanni sonrio al recordar la confusión y la felicidad que sintió cuando se lo dijeron, una risita salio de sus labios mientras sentía cosquillas en su interior.

-Ojala tu papá estuviera aquí, seguramente a el le encantaría conocerte-

Cerro sus ojos y subio su cabeza al cielo, sintiendo el calor de los rayos solares bañándolo.

-Gracias Campanella, sabia que siempre estarías a mi lado…-

 

FIN


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).