Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sangre del pasado por Fullbuster

[Reviews - 1143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sasuke Uchiha POV

Haber hablado con Naruto aquel día me dejó una cosa muy clara, era un chico estupendo y muy inocente, aunque era muy introvertido y sé que me costaría llegar hasta él con esa coraza tan fuerte que se había puesto. No entendía el motivo por el que era tan reservado, pero yo me había dispuesto a entrar en su coraza. Tenía un hermano muy interesante, eran tal para cual, había tenido la posibilidad de hablar con Deidara unos minutos pero parecía tener un corazón de oro, hasta quería presentarme a su hermano sin apenas conocerme y es que creo… que esos dos eran iguales en cierta forma.

Me había gustado algo la conversación con Naruto, no fue la mejor conversación que podíamos haber tenido pero al menos… había conseguido acercarme a él y eso era un gran paso para nuestra relación, porque el primer día que me presenté había salido corriendo. Me seguía extrañando el motivo por el que Naruto no tenía amigos, cuando ya me había informado y casi todo el instituto se moría por ser su amigo, pero él no quería y yo empecé a sacar mis propias conclusiones. Teniendo en cuenta que Deidara… su hermano no tenía amigos y nadie quería serlo por ser el típico que estudiaba a todas horas y sacaba excelentes notas, creo que Naruto había hecho un sacrificio y había abandonado a sus amigos porque se meterían con su hermano y eso hablaba muy bien de él, porque puede que ahora ninguno de los dos tuviera amigos, pero yo habría hecho lo mismo por mi hermano y él por mi, los hermanos siempre estarían ahí para ayudarse mientras los amigos van y vienen. Era impresionante como adoraba Naruto a su familia y eso me gustaba mucho más aún de toda su actitud.

Hoy en clase, él tampoco me habló, realmente no habló con nadie y en el patio estuvo con su hermano como siempre hacía. Puede ser que pudiera dar a entender que no habíamos avanzado nada pero sí lo habíamos hecho y me di cuenta de eso cuando vi que se giraba un par de veces a mirar qué estaba haciendo yo. Realmente a ese chico le importaba algo, quizá aún no era suficiente pero ya había empezado a resquebrajar su coraza, al menos me tenía en cuenta y me miraba cuando creía que yo no le veía. De verdad que me encantaba ese chico tan dulce y tierno.

Estuve prácticamente todas las clases pensando cómo sería él en el campo de Lacrosse, porque en el instituto hablaban maravillas de él, todos decían que era el mejor jugador y me moría ya de ganas de comprobarlo, porque yo había sido el mejor jugado en Lacrosse en mi último instituto, ya tenía ganas de ver si era mejor que yo, quería jugar con él. No me habría apuntado a Lacrosse si él no estuviera, todos hablaban maravillas y cuando vi que se referían al rubio de mis sueños… decidí apuntarme para estar más cerca de él, porque a mí el Lacrosse últimamente me aburría, no tenía rivales, así que me apunté por él, para estar más cerca.

Cuando llegamos al laboratorio de ciencias, el profesor indicó que dijeran las parejas que iban a hacer los experimentos juntos y me di cuenta de lo que me había dicho la última vez… nadie quería formar pareja con Naruto así que cuando vi como todos hablaban entre ellos para elegir parejas alrededor del rubio que seguía moviendo una goma de borrar entre sus manos, yo me adelanté a todos y levantándome hablé en voz alta para que todos pudieran escucharme.

- Yo lo haré con Naruto – le dije hacia el profesor y éste me miró extrañado, tanto… que hasta se le cayó el lápiz de las manos de la incredulidad.

Todos se echaron a reír como si hubiera sido una broma y vi como Naruto aún sorprendido, ahora agachaba la cabeza como si sintiera dolido por las risas de sus compañeros. Sé que se reían porque no era un buen estudiante y nadie quería formar pareja con él, pero yo no estaba dispuesto a dejar que se rieran.

- ¿He dicho alguna broma? – pregunté cabreado y todos callaron de golpe haciendo que Naruto me mirase con los ojos muy abiertos por utilizar mi tono serio. – He dicho que haré el trabajo con Naruto, así que apúntenos en esa lista y quédese bien con nuestros nombres, porque sacaremos sobresaliente – amenacé a todos los demás que se reían.

Todos se quedaron en silencio y yo aproveché a recoger mis cosas y sentarme al lado de mi nuevo compañero donde ya nos esperaba en la mesa las probetas para mezclar los diferentes productos que nos dieran. Naruto me miraba incrédulo aún por lo que había hecho y tras varios segundos en silencio, habló.

- No tenías por qué hacerlo… todos saben que no soy bueno para los estudios – me dijo.

- Me da igual, nadie se meterá contigo delante de mí, no voy a permitirlo.

- ¿Por qué haces esto por mí?

- Porque aunque tú no me consideres tu amigo… yo sigo queriendo serlo, así que por un amigo hago cualquier cosa.

- Eres muy raro.

- No Naruto… no soy raro, pero los amigos están para lo bueno y para lo malo, no me interesa ser tu amigo sólo para las cosas buenas, eso es muy fácil, un amigo se demuestra cuando ocurren cosas malas y sé que lo entiendes, porque tú mismo has sido capaz de abandonar toda tu vida por tu hermano quien supongo… es tu mejor amigo.

- ¿Cómo sabes eso? – me preguntó sorprendido.

- Soy muy observador, me he dado cuenta de que tu hermano no tiene amigos aunque es un trozo de pan y sinceramente… ellos se lo pierden porque sois dos personas increíbles y yo sí quiero ser vuestro amigo, así que por favor… tenedme en cuenta a partir de ahora – él sonrió y me entendió.

- Quizá quieras comer con nosotros algún día – y eso es lo que buscaba de él, así que sonreí al poder haber abierto un poquito de su coraza.

- Me encantaría – le dije.

Empezamos con la clase en cuanto todos los alumnos se hubieron puesto en parejas y sé que nos miraban incrédulos. La explicación del profesor no era muy buena… yo había tenido profesores mejores en mi antigua ciudad y todo esto que él daba… yo lo había dado hace años, así que no me fue complicado coger el ritmo. Nadie entendió la explicación y todos cometieron errores, pero yo aproveché mientras mezclaba los ingredientes… a explicarle a Naruto las cosas de la forma más sencilla que encontré y alucinó cuando acabé la explicación y vio que nuestro resultado era el único perfecto.

- Guau… eres un genio de las ciencias – me dijo y yo sonreí

- Ya te dije Naruto… que no se me daban mal los estudios. ¿Has entendido el proceso o te lo explico de nuevo?

- No me ha quedado muy claro porque hemos mezclado esto – me dijo y volví a repetirle la explicación hasta que lo entendió.

No era un chico que no fuera listo, de hecho era muy listo, pero tenía pérdida de interés, se le iba la cabeza a otras cosas antes que estar centrado en la materia, por eso le costaba más, pero no quería decir que no supiera hacerlo, era sólo que había que tenerle más paciencia para obtener resultados. Realmente era un chico increíble, no me extrañaba que cada vez sintiera más cosas por él, era impresionante, tan dulce y sencillo, me encantaba este chico, me volvía completamente loco, le adoraba, tenía que ser mío, no dejaría que nadie más intentara arrebatármelo, creo… que había encontrado a mi media naranja, al chico perfecto con el que me habría gustado compartir el resto de mi vida.

Salimos del aula del laboratorio que ya era nuestra última hora y estaba realmente contento por dos motivos, uno por mi avance con Naruto y otro… porque mi hermano habría venido a recogerme, aunque cuando salí despidiéndome de un asombrado y poco acostumbrado Naruto a que se despidieran de él, me encontré a mi hermano rodeado de chicos y chicas, casi todos intentando ligar con él y sé que los hermanos mayores ligaban más, sobre todo cuando estábamos en el instituto y él era universitario y encima… así de guapo como mi hermano, porque para qué mentir… mi hermano estaba para comérselo, todos deseaban estar con él y encima… era un gran deportista y estudiante, mi hermano sí era perfecto, yo quería ser como él de mayor, era mi mayor meta a conseguir y le adoraba.

Me sorprendió mucho ver a Deidara por allí y es que le había visto poco, de hecho en clase cuando pasé por el pasillo, no le había visto, así que no sé donde se había metido todo el día, pero en clase seguro que no. Imaginé que no quería entrar por sus compañeros y lo vi más claro cuando pasaron un par a su lado corriendo y casi lo tiran de un empujón. Creo que no es que el chico fuera torpe, es que sus propios compañeros le hacían torpe y patoso. En mi opinión… creo que no estaba acostumbrado al deporte y nada más, no se le daba bien pero no a todo el mundo se nos da bien todo, siempre tenemos algo que no está hecho para nosotros, en su caso el deporte.

Me dolió hasta mí cuando vi como miraba a los demás alumnos al lado de mi hermano y no vio la farola con la que chocó. Reconozco que no pude evitar reírme un poco y es que había sido gracioso, pero no me reí porque fuera patoso, sino por el accidente en sí. Me acerqué para comprobar si estaba bien y me detuve cuando observé a mi hermano deshacerse de todos esos moscardones que le revoloteaban y se acercaba al rubio para ayudarle a levantarse. Sonreí al verle hacer lo mismo que me hacía a mí cuando era pequeño y me daba un golpe, soplar en el chichón.

Se empeñó en llevar a Deidara a casa para que no tuviera que coger el autobús escolar y se rieran aún más de él y me pareció un buen gesto de mi hermano aunque yo creo… que mi hermano se estaba colando por ese chico rubio tan tierno como yo me colaba por su gemelo. Esos chicos tenían algo especial pero yo no me metía en ningún lío como mi hermano, porque Deidara era menor de edad y mi hermano tenía veintiún años ya, debía andar con cuidado.

Comí en casa y luego Itachi volvió a llevarme al instituto para el partido. Estaba algo distante y creo que era porque Deidara había decidido ir con su familia a ver el partido, pero no se podía hacer nada, eran su familia, irían juntos.  El partido estuvo genial, Naruto realmente era bueno y creo que el haber sido compañeros de laboratorio había hecho que confiase algo en mí, porque hasta me pasaba el balón para poder marcar. Por primera vez en estos días… le vi sonreír y tenía la sonrisa más bonita de todas, me encantó verle disfrutar del deporte y yo… yo empecé también a volver a disfrutar como hacía tiempo no lo hacía, él y yo hacíamos un buen equipo.

Me cambié en el vestuario junto a los demás y nos fuimos juntos excepto Naruto a quien el director le había retenido para hacerse unas fotos con él y sacarlo en el periódico escolar, supongo que era por ser la estrella del equipo, que realmente lo era. Quise esperarle para irnos juntos pero pensé que tardaría demasiado, así que me cambié y me fui, dándome cuenta a mitad del pasillo cuando ya no quedaba nadie en los vestuarios, que se me había olvidado coger una de las toallas.

Entré nuevamente por el vestuario y me sorprendió que aunque todos se hubieran marchado ya, podía oír la voz de alguien suplicando que parase y entré con mayor rapidez al reconocer la voz de mi rubio.

Me acerqué a todo correr y tras girar las taquillas me encontré a un Naruto con las manos agarradas con fuerza a una de las duchas altas completamente desnudo mientras el entrenador le metía mano y lo besuqueaba pasándole su lengua por el cuerpo. Me quedé absorto en el sitio, completamente paralizado y horrorizado. Sabía que Naruto odiaba al entrenador pero no me imaginaba que era por eso, ese mal nacido abusaba de él y nadie lo sabía. La sangre me ardía y salí corriendo tirando la bolsa de deporte al suelo para lanzarme contra el entrenador golpeándole contra la pared de azulejos de la ducha.

- ¿Sasuke? – preguntó Naruto casi avergonzado y sin creerse que yo estaba aquí.

- Suéltalo maldito cabrón – le grité.

- Vaya, ha venido el nuevo – dijo con una sonrisa sádica – lárgate de aquí si no quieres que te convierta a ti también en un juguete – me amenazó pero éste no sabía con quien se metía… yo era Sasuke Uchiha y un Uchiha no se doblegaba ante nadie.

- Si no te largas ahora mismo, voy a denunciarte, lo sacaré en la prensa y haré que caigas tan bajo que nadie va a querer contratarte, te hundiré en la miseria y puedo hacerlo porque mi padre es el mejor abogado del país ¿Te queda claro? – aquello pareció asustarle un poco, porque se levantó y se marchó del vestuario.

Aproveché para desatar a Naruto y éste cayó en mis brazos cuando le fallaron las piernas. Me quité la chaqueta que llevaba y se la pasé por encima de sus hombros desnudos tratando de que entrase en calor, porque estaba helado y temblaba de miedo, se había agarrado con tanta fuerza a mi camiseta que me rompía el alma. Naruto no dejó de llorar contra mi pecho y no sé por lo que estaba pasando, pero me estaba destrozando verle así, no sabía que decirle o qué hacer para que se calmase. Se había quedado allí sentado en el frío suelo con su rostro hundido en mi pecho y sus manos agarradas con fuerza a mi camiseta mientras yo trataba de frotar sus brazos sobre mi chaqueta para que entrase en calor.

- Vamos Naruto, ya está, estás a salvo, estoy aquí. – él no podía dejar de llorar – te acompañaré a casa – le dije – ven… te ayudaré a ducharte y vestirte.

Tuve que ayudarle a ponerse en pie, le ayudé a ducharse con el agua caliente intentando que entrase un poco en calor y tuve que ponerle prácticamente toda la ropa yo. Cogí su bolsa en mi otro hombro y él caminó muy cerca de mí. No pronunció palabra alguna en todo el rato y cuando llegamos con sus padres y su hermano, me miró extrañado y cogió su bolsa de mi hombro cargándola él. Ellos sabían que ocurría algo pero yo no quise decir nada hasta que Naruto no pudiera contarme exactamente lo que había pasado y ahora mismo estaba tan traumatizado que le era imposible hablar. Les comentó a sus padres que estaba muy cansado a modo de excusa por su actitud de poco hablador y se lo llevaron a casa. En aquel momento supe… que ese chico no era antisocial, es que no confiaba en la gente, aquel chico… no estaba bien, necesitaba ayuda y la necesitaba con urgencia, yo supe… que no estaba cansado… estaba traumatizado.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).