Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sangre del pasado por Fullbuster

[Reviews - 1143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Deidara Namikaze POV


Hoy me había despertado para ir a la universidad, tenía una entrega importante de premios y es que… mis notas eran perfectas, me habían otorgado uno de los premios más reconocidos a mi esfuerzo y tenía que dar un discurso para motivar a otros jóvenes. A mí el discurso más o menos me daba igual, después de todo este tiempo me había acostumbrado a darlos y no me ponía para nada nervioso de hablar en público, de hecho, estudiaba derecho y todos mis exámenes eran orales ante tribunales, siempre venía gente a vernos y supongo que lo hacían por este mismo motivo, para evitarnos los nervios después.


Itachi prometió venir a verme, igual que mis padres y estaba muy contento, pero sí tenía algo de nervios en algo… precisamente en tener que dar el discurso cuando ya había salido de cuentas y es que Itachi estos días no dormía nada bien. Antes se quejaba de que le robaba el sitio de la cama, pero es que con mi barriga no podía moverme a gusto y acababa ocupando parte de su sitio, así que dormía bastante incómodo e incluso alguna vez, acabó marchándose a la habitación de invitados para poder dormir y yo tenía que ir por las mañanas cuando descubría que no estaba a mi lado, a disculparme y siempre eran unas buenas disculpas, porque él me besaba con dulzura y luego besaba mi vientre dando los buenos días a nuestro niño.


Sé que no le importaba irse a otro cuarto a dormir, ni que le destapase cuando dormía conmigo o que le tapase demasiado, porque mis cambios eran brutales y ya cuando le pedía ir a por cosas… el pobre siempre me hacía caso, salía de trabajar y prácticamente ya me llamaba por teléfono por si tenía que ir a buscarme algo que me apeteciera, era un encanto y yo no se lo ponía fácil, para colmo… tenía mis cambios de humor, estaba demasiado sensible, demasiado irritable, demasiado gordo…


Itachi siempre me besaba y me calmaba, me decía lo guapo que estaba y cuánto me quería, pero yo siempre pensaba que tenía esta barriga por su culpa, él había lanzado todo su ser dentro de mí y ahora… yo llevaba estas super hormonas revotadas con todo el mundo. Sé que a veces me ponía muy raro con todo esto y que incluso llegaba a pensar que Itachi no podía verme atractivo así de gordo, pensaba que incluso si pasaba otro chico más guapo él podría fijarse en otra persona y me dejaría, pero siempre acababa besándome a mí, siempre acababa repitiéndome cuánto le gustaba ver esa barriga y saber que ese niño era suyo, saber que crecía porque yo había sido suyo y eso me alegraba el día.


Hoy extrañamente… me había despertado con Itachi a mi lado… bueno… en la otra esquina de la cama donde yo le había recluido esta noche. Sonreí al verle, el pobre era un bendito, no se quejaba ni decía nada, pero sé que no lo estaba pasando nada bien, necesitaba descansar de tanto cuidarme, de estar tan pendiente de mí siempre y encima ahora tras salir de cuentas, vivía preocupado por si tenía que salir disparado a llevarme al hospital.


A parte de mis malas hormonas que me hacían tener estos cambios de humor… había otras que no podía controlarlas, estaba muy excitado casi todo el tiempo, sólo pensaba en sexo y en Itachi, pero él se negaba, no quería hacerlo ahora por si podía pasarle algo a ese niño ¿Qué le iba a pasar? El médico dijo vida normal y esto no era vida normal para mí, yo quería que Itachi entrase en mí y me quitase estas malditas ganas, pero nada, durante todo el embarazo no había tenido problemas de follarme hasta ahora, justo a dos meses del parto y dos meses sin sexo con él, era demasiado para mí.


- Ita – le llamé seductoramente besándole el cuello y él se despertó de golpe.


- ¿Hospital? – preguntó de golpe levantando la cabeza medio dormido.


- No tonto – le dije sonriendo – hazme el amor – le pedí.


- Oh Dei… son las… - miró el reloj – joder las nueve y aún estamos en la cama – dijo alarmado - ¿No tenías que dar ese discurso?


- Sí, a las once – le dije – me da tiempo a practicar sexo contigo y dejarte seco.


- Dei… ya sabes que no puede ser, además tenemos que arreglarnos y llegar aún a la facultad y ya sabes como se pone el tráfico a estas horas.


- Aguafiestas – le dije poniendo pucheros – sólo quería sexo.


- Dei enserio… te prometo que cuando nazca nuestro hijo, no vas a salir de la cama en toda una semana – me dijo sonriendo seductoramente y yo sonreí.


- Que sea un mes – le rebatí y él empezó a reírse aún más.


- Vale – me dijo – ve primero a la ducha – me comentó – y por favor… ya sé que te encanta el agua caliente pero guardame hoy un poco para mí – me comentó y sonreí.


- Entonces dúchate conmigo.


- No puedo ducharme contigo, no paras de tentarme para que te folle.


- Y seguiré haciéndolo, vamos Ita – le pedí poniendo pucheros.


- Sabes que te amo con locura Dei y que te follaría encantado y te arrastraría por todo el piso si pudiera, pero tendrás que esperar un poco más.


- Quiero que nazca de una vez, quiero sexo – le grité y él empezó a reírse.


- Ve a la ducha.


Me fui a la ducha medio enfadado y es que me moría por tener sexo, a veces maldecía esta barriga, porque Itachi se negaba a follarme pero otras veces cuando la miraba, no podía evitar sonreír, era mi niño, sangre de Itachi, era nuestro. Hubo un momento en el que me preocupó la salud del niño y es que éramos medio hermanos, pero según el médico todas las pruebas habían salido perfectas, venía sano en principio y ahora lo único que me quedaba, eran los nervios del parto y el dolor, pero quería pasarlo cuanto antes para poder estar con Itachi.


Me estaba duchando cuando sentí las manos de Itachi agarrarse en mi cintura y sus labios besar mi cuello mientras el agua caliente nos caía por encima y por dios cómo me excité, si ya antes estaba demasiado excitado, ahora no podía más, le necesitaba demasiado y él lo sabía. Acariciaba con lentitud mi vientre y entonces acercó su boca a mi oído para susurrarme.


- Espero que no te importe, pero voy a follarme a tu padre – le decía al niño y yo sonreí mientras él también lo hacía.


- Hazlo – le dije – por favor.


- Lo haré muy despacio Dei, no quiero haceros daño a ninguno de los dos.


- Hazlo como quieras pero hazlo, por favor – le dije completamente sonrojado y excitado.


- Apóyate aquí – dijo colocándome de espaldas a él y apoyándome contra unos apoyos metálicos de la ducha que habíamos puesto hace tiempo para poder agarrarnos sin resbalar – Dios Dei… que excitado vas – me dijo sonriendo mientras cogía mi miembro.


- Demasiado – le dije entre susurros mientras me tocaba.


Sentí como Itachi con mucho cuidado empezaba a meter los dedos en mí y lo deseé aún más, eran dos malditos meses sin él y me daba igual si quería hacerlo con cuidado o a lo salvaje, quería sexo, ni más ni menos. Me preparó bien aunque no necesité mucho tiempo de cómo ya estaba, así que entró en mí con el máximo cuidado posible y ni siquiera llegó al fondo, sé que seguía sintiendo algo de miedo por si le hacía daño a nuestro bebé, pero al menos, era sexo y a mí me quitaba un poco esta maldita excitación que llevaba. Creo que jamás había jadeado tanto como lo hacía ahora que estaba embarazado y es que todos mis sentidos estaban demasiado sensibles. Le escuché también a él jadear y cuando acabó, salió muy despacio de mí mientras apartaba su mano ahora llena de mi semen de mi miembro.


- ¿Estás mejor? – me preguntó.


- Sí – le dije jadeando – gracias


- Venga, arreglémonos y marchémonos, no puedes llegar tarde hoy – me comentó y es que había veces que llegaba tarde a la universidad, pero por el sexo.


Llegué a la facultad y estuve más de una hora allí sentado escuchando a los mejores estudiantes, escuchando a profesores proponiendo sus brillantes ideas y finalmente, me tocó a mí salir ahí arriba para enorgullecer a nuestra universidad y antes de subir, agarré con fuerza la mano de Itachi que me daba ánimos y mis padres que se habían sentado a mi lado, también me animaron.


Quizá me faltaba Naruto pero él siempre estaba muy ocupado, o más bien Sasuke era el ocupado, porque trabajaba mucho y cuando no trabajaba, necesitaba descansar o cuidar de mi hermano que también estaba embarazado. Por una o por otra… al final no pudieron asistir pero no pasaba nada, sé que él me apoyaba y se alegraba.


Subí al escenario y saqué mi hoja con todo el discurso ya escrito. Me acerqué el micrófono colocándolo a mi altura y lo probé viendo que se escuchaba perfectamente. Empecé con el discurso y a los diez minutos, me di cuenta de que algo no iba nada bien, me dolía demasiado el vientre y sentía como me mojaba. Me quedé en blanco unos segundos, todos los aquí presentes sabían que estaba embarazado y todos o prácticamente todos conocían a Itachi, porque más de la mayoría se lo querían follar, pero era mío.


- Itachi – le llamé por el micrófono y todos se extrañaron – puedes subir a por mí – le pregunté y la gente seguía mirándome con extrañeza y buscaban a Itachi – creo que estoy de parto – le dije y le vi levantarse al fondo junto a mis padres que ya venían los tres corriendo hacia mí.


- ¿Estás bien? – me preguntó al llegar hasta mí


- Sí – le dije – pero creo que tienes que llevarme al hospital.


- Vale, no hay problema, nos vamos ahora mismo para allí.


Itachi me cogió en brazos y me sacó del salón de actos mientras todos nos miraban. Me metió en el coche y Minato subió detrás conmigo tratando de calmarme, sé que él había pasado dos veces por esto, así que confiaba en él y hacía caso a todo lo que me decía. Fugaku iba insistiéndole a Itachi de que fuera más rápido mientras Itachi trataba de calmarlo diciéndole que prefería conducir seguro y a mí me ponían de mala leche ambos, hasta que tanto Minato como yo les gritamos que se callasen y lo hicieron.


Me tuvieron en la habitación del hospital hasta bien entrada la tarde y finalmente, ya por la noche es cuando vino el médico a decirnos que estaba dilatando a un buen ritmo y podía entrar a la sala de parto. Itachi había tratado de llamar a mi hermano pero no cogía el teléfono, ni el mío ni el suyo.


Itachi al final apagó el teléfono y entró conmigo en la sala de partos diciéndoles a mis padres que haber si conseguían ellos contactar con mi hermano, pero nada, no lo consiguieron y a partir de las once dejaron de intentarlo sabiendo que Sasuke llegaría cansado y querría descansar, ya por la mañana lo volverían a intentar. Tuve a la niña a las ocho de la mañana y me dejaron descansar un rato, pero yo miraba la cara de felicidad de Itachi antes de que le dijeran que saliera fuera.


Creo que al salir es cuando consiguió contactar con su hermano y dijeron que venían en camino. Yo no dejé de pensar mientras estuve allí, en que Naruto no tardaría tampoco en dar a luz. Sería estupendo que nuestros hijos tuvieran los cumpleaños tan cercanos y sonreía al pensar en ello. Cuando llegué a la habitación, mi hermano ya estaba allí igual que Sasuke e Itachi, toda la familia se había reunido en torno al nuevo miembro de la familia y no pude dejar de sonreír ni un solo minuto desde que cogí a mi pequeña en brazos. Miré a Itachi y supe… que él lo era todo para mí, ambos lo eran, éramos una familia y estaba orgulloso de ellos.


A la niña al final… le pusimos Asuka, porque ya íbamos a entrar en primavera y nos gustó la idea.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).