Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sangre del pasado por Fullbuster

[Reviews - 1143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Minato Namikaze POV


¡Me casaba! Hoy me casaba y cuando abrí los ojos viendo a Fugaku allí dormido a mi lado, supe que él era el hombre con quien yo quería pasar el resto de mi vida. Estos últimos meses había estado dándole vueltas en sí hacía lo correcto o no, más que nada por Kakashi, aún lo tenía en mente, diecisiete años le había querido, sé que no se merecía tener a alguien como yo, él se merecía algo mejor de lo que yo era, pero él siempre me quiso y yo aprendí a amarle después de la traición de Fugaku. Me dolía pensar en esto, era como si volviera a traicionarle y aunque sabía que él había dicho que fuera feliz con Fugaku, no podía dejar de pensar en esto y cuando miraba al pequeño Kakashi me daba cuenta de que yo lo había intentado, había decidido y elegido vivir con Kakashi y ahora… él estaba muerto por salvar a su hijo.


No pude evitar llorar aunque lo camuflé, no quería preocupar a Fugaku y menos hoy… el día de nuestra boda. Todo estaba perfecto, mis hijos enamorados, con sus hijos, planeando casarse en unos años, al menos Naruto, porque yo creo que Deidara se casaría antes con Itachi, de hecho… Itachi nos había pedido acompañarle a buscar un anillo de compromiso, porque quería pedírselo. Supongo que Itachi al ser más mayor ya tenía ganas de formalizar todo mientras Sasuke tenía aún mucho tiempo por delante, no tenía necesidad de ir más rápido de lo que ya iban.


Me recompuse antes de que Fugaku despertase y le sonreí, seguía preocupado, esta sensación no se me iría fácilmente, sé que debería ser el día más feliz de mi vida, pero seguía pensando en Kakashi, no podía evitarlo y más cuando me levanté a darle de desayunar al pequeño Kakashi, era tan parecido a su padre, eran idénticos y eso me hacía daño en parte. Amé a su padre, le elegí a él frente a Fugaku y el destino me lo arrebató. Aún recordaba cómo Kakashi me había pedido salir y como yo me negaba pensando que no olvidaría jamás a Fugaku y no lo hice, pero Fugaku nunca vino a por mí, al final acabé saliendo con Kakashi y fui muy feliz, él lo era todo para mí… pero tuvo que aparecer de nuevo Fugaku en mi vida y sé que hice daño a Kakashi, no quería hacerle sufrir, no quería hacerle daño pero se lo hice y me sentí como una persona horrible, a veces seguía recordando todo eso y es que un error… sólo un error tuve mientras estuve con Kakashi y fue acostarme con Fugaku, de eso me arrepentía siempre.


- ¿Estás bien? – me preguntó Fugaku medio preocupado al verme mirándome en el cristal de un mueble de la cocina.


- Sí – le dije sonriendo – estoy bien.


- No me mientas Minato, sé que estás pensando en Kakashi.


- Lo siento – le dije – es que… me siento fatal, no se merecía lo que le hice.


- Minato, lo hemos hablado miles de veces, fue una irresponsabilidad nuestra, no debimos hacerlo, pero él nunca te culpó de nada, sabía que me amabas e incluso en sus últimos momentos, fue feliz, le diste un hijo, le elegiste a él, murió defendiéndote y lo único que te pidió, fue que fueras feliz, así que sé feliz… por él – me dijo.


- Lo sé – le comenté – pero a veces es difícil, aún pienso en él.


- Es normal, estuviste con él muchos años, le querías y era un gran hombre, pero no puedes aferrarte al pasado.


- Lo intento – le dije


- ¿Aún quieres casarte conmigo? – me preguntó preocupado.


- Claro que sí – le dije acercándome a él y abrazándole – quiero casarme contigo, siempre he querido casarme contigo Fugaku.


Fugaku me abrazó y me besó con dulzura en la frente. Sé que le amaba, siempre lo había hecho, siempre deseé casarme con él, pero… mi vida había sido tan complicada, también a Kakashi le amé cuando creí que jamás volvería a ver a Fugaku, mi cabeza estaba hecha un lío, mis sentimientos era horribles, amé a los dos y no podía olvidarme de que Kakashi dio su vida por este niño y por mí, había muerto por nosotros y eso era difícil de quitar de mi corazón, siempre estaría ahí, Kakashi tenía un hueco muy grande y aún más agradecimiento, no podía pasar por alto su sacrificio y menos en un día tan feliz para nosotros, porque todo era gracias a él. Estaba con Fugaku gracias a él.


Le di de desayunar al pequeño y sonreí al ver a Fugaku encargarse de que comiera mientras sonreía, ambos eran un buen equipo, se llevaban muy bien y aproveché para ir a ducharme mientras Fugaku mantenía ocupado al pequeño Kakashi. Él sería el que iba a llevar las arras, así lo habíamos pensado. Kakashi fue quien después de que yo cambiase de ropa el pequeño, se lo llevase al ayuntamiento, porque nos íbamos a casar por lo civil.


Aproveché el tiempo libre que tenía hasta llegar yo para acercarme al cementerio a dejarle unas flores en la tumba de Kakashi, creo que lo necesitaba, en parte… necesitaba saber que estaba haciendo lo correcto, necesitaba saber que él me apoyaba y de eso ya no tenía forma de saberlo.


Lloré en su tumba y cuando ya creí que mi dolor seguiría conmigo durante demasiado tiempo, alguien tocó mi hombro y al girarme, vi a Deidara sonriéndome. Al fondo estaba Itachi con su traje y la pequeña Asuka en brazos. Deidara se agachó a mi lado y me abrazó tratando de calmarme, creo que lo necesitaba.


- Imaginaba que estarías aquí papá – me dijo Deidara.


- Le echo de menos – le dije


- Todos le echamos de menos, pero él no quería verte así, quería verte feliz, quería vernos felices a todos, así era Kakashi, así que límpiate esas lágrimas y vayamos al ayuntamiento, tienes que casarte – me dijo sonriendo.


- Sí – le dije sonriendo un poco ahora y limpiándome las lágrimas.


Itachi condujo hacia el ayuntamiento y yo me quedé detrás con la pequeña jugando. Desde luego me alegraba por mis hijos, habían encontrado una buena familia, habían creado su propia familia y quizá Naruto iba algo más distraído, tal y como era él siempre, pero Deidara había madurado mucho, supongo que porque Itachi era más mayor y Deidara trataba de alcanzar su madurez, había dejado de ser un niño hace mucho tiempo, pero no podía hacer otra cosa que alegrarme por él, hacían una buena pareja.


- ¿Estás nervioso? – me preguntó Deidara y sonreí.


- Mucho – le confirmé – nunca esperé poder llegar a este momento, soñaba con casarme con Fugaku cuando era más joven y supongo… que hace años que había perdido esa esperanza y ahora está a apenas unos minutos de hacerse realidad – le dije – aún no consigo creérmelo.


- Te ama – me dijo Deidara – y tú le amas demasiado, no podrías estar sin él.


- Lo sé – le dije – no puedo ver una vida sin Fugaku.


- Entonces entra ahí con confianza, todos estamos aquí contigo papá – me dijo Deidara sonriendo.


Llegamos al ayuntamiento y vi a Fugaku allí hablando con algunos invitados y con el pequeño Kakashi de su mano esperándonos. Le miré y sonreí mientras él me devolvía la sonrisa y se acercaba hacia mí. Me puse muy nervioso de golpe, sabía lo que estaba haciendo, sabía que aquí empezaba lo que siempre había soñado, tener a Fugaku siempre para mí, aquí empezaba nuestra historia, le amaba.


La ceremonia estuvo bien, quizá me la pasé un poco nervioso mirando sin parar a Fugaku buscando en él la tranquilidad, pero tampoco la tenía, estaba igual de nervioso que yo, igual de emocionado por este momento como yo lo estaba, por fin casados… era todo lo que yo había deseado en mi vida. Cuando Fugaku dijo el sí quiero, casi respiré con tranquilidad, porque me dejaba tranquilo saber que él deseaba casarse conmigo tanto como yo lo deseaba y sé que él también se tranquilizó al escucharme a mí elegirle, finalmente… quería estar toda la vida con él, le amaba a él.


El beso fue la mejor parte, porque todos mis nervios desaparecieron cuando sentí sus labios sobre los míos, le adoraba, me encantaba, con él me sentía seguro y feliz, le amaba demasiado, jamás pude olvidarme de Fugaku y ahora sabía por fin… que podía desatar todos estos sentimientos que había guardado y recluido a la caja más profunda de mi corazón, podía volver a sacarlos y amarle como siempre lo hice.


Sonreí cuando dejamos de besarnos y vi a Fugaku sonreír también, yo estaba feliz, no podía evitarlo, por fin después de tantos años podía estar sin restricciones con el que fue el amor de mi vida, con el padre de mis hijos, tantos problemas que tuvimos… tantos impedimentos y ahora estaba aquí, besándole sin tener que sentirme culpable, besándole porque le amaba, besándole porque estaríamos el resto de nuestra vida juntos.


- ¿Estás bien? – me preguntó.


- Sí – le dije – te quiero – le comenté con una sonrisa.


- Y yo a ti Minato – me dijo.


No hicimos ninguna ceremonia por todo lo alto, de hecho fue bastante íntima, los amigos más cercanos, algunos amigos de nuestros hijos y nuestra familia… pero claro… nuestra familia más cercana que eran nuestros hijos, porque a nuestros padres ni los invitamos, sabíamos que no vendrían, no después de haberme tirado a mí de su casa, no después de que Fugaku discutiera con su familia por lo de su hermano Obito. Kushina y Obito sí vinieron con su hijo, ya estaba muy grande y de verdad que me encantaban los niños, aún seguía pensando que quizá sí debería de tener uno con Fugaku, darle la opción de estar con su hijo las veinticuatro horas del día.


Tras la cena, todos se marcharon a sus casas, sobre todo mis hijos, porque con los niños pequeños debían acostarlos pronto y lo entendía. Deidara decidió llevarse a Kakashi aquella noche y lo agradecía, porque quería una noche a solas con mi esposo. A las cuatro de la mañana acabábamos nosotros y el resto de invitados se marchaban, pero yo no acabé allí la noche, porque deseaba a Fugaku, yo quería mi noche de bodas y cuando abría la puerta de nuestra casa Fugaku, yo ya estaba mordiéndole con suavidad la oreja.


- Minato… no hagas eso que me excitas – me dijo sonriendo.


- Eso es lo que quiero cielo – le dije.


- ¿Así que quieres marcha? – me preguntó sonriendo con lujuria – entonces la tendrás


Me cogió de la cintura y me metió dentro de casa empotrándome contra la pared del pasillo mientras cerraba la puerta con el pie. Besó mi cuello con pasión a la vez que abría con su pierna las mías, colando su rodilla para evitarme que las cerrase. Me encantaba cuando se ponía de esta forma dominante, lo adoraba. Intenté acariciar su cintura para quitarle la camisa pero aunque conseguí quitársela, Fugaku sonrió con prepotencia y cogió mis manos inmovilizándolas por encima de mi cabeza. Prácticamente Fugaku me arrancó los pantalones pero me daba igual, estaba muy excitado como para pensar en ellos y más cuando empezó a prepararme. Sonreía cada vez más cuanto más me escuchaba gemir y es que no podía evitar gemir con él y menos… cuando se introdujo en mí hasta el fondo. Grité del placer y me agarré a él cuando me soltó las manos.


Fugaku me cambió de sitio colocándose él contra la pared y dejándome a mí poner los pies en ella para impulsarme mientras me clavaba en él, buscaba la profundidad y la conseguía mientras escuchaba a Fugaku sonreír y gemir. Ambos disfrutábamos con el sexo y me era imposible no gritar al sentirle tan profundo. Fugaku agarraba mi trasero con fuerza gimiendo sin poder parar. Sentía sus músculos tensarse y aunque yo me cansaba un poco en esta posición, antes de detenerme Fugaku me pidió que siguiera, él estaba a punto, así que aguanté un poco más y seguí hundiéndome en él hasta que sentí todo su ser entrando en mí y grité aún más.


Salí de él y nos dejamos caer al suelo apoyándonos en la pared mientras nos mirábamos y sonreíamos. Tenía claro que le amaba, tenía claro… que quería más de Fugaku, quería todo de él.


- Creo… que no estábamos ya para estos trotes – me dijo sonriendo


- No somos tan mayores Fugaku.


- Habla por ti – me dijo sonriendo


- Deja las tonterías – le dije sonriendo – sigues en plena forma Fugaku, aún podemos hacer muchas posturas.


- Contigo… voy a probarlas todas Minato – me dijo sonriendo mientras me besaba con pasión


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).