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Sangre del pasado por Fullbuster

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Notas del capitulo:

Lamento mucho el retraso de hoy en subir el capítulo pero a la compañía eléctrica hoy le ha parecido que era un gran día para cortar la luz a todo el pueblo durante más de 5 horas jeje. Como he dicho lamento el retraso pero aquí está ya. Que lo disfrutéis.

Minato Namikaze POV


No pude dormir mucho después de haberme encontrado a Fugaku en la reunión. Seguía tan guapo como siempre y eso no me ayudaba a olvidarme de él. Ya de joven me impresionó pero es que seguía impresionándome y no entendía el motivo. Era normal que a un joven de dieciocho a veinte años le impresionase tanto un profesor tan sexy y formal como él, todos nos moríamos por él.


Lloré en mi habitación a solas toda la noche con la foto en mis manos porque le amé, era el único hombre al que yo había amado de verdad… y él me traicionó, me humilló, me utilizó como un simple juguete. Creo que yo no signifiqué nada para él excepto eso, un pasatiempo de Universidad, sólo era un chico con el que matar el rato, alguien joven y nuevo con el que podía divertirse y salir de su rutinaria vida y eso dolía, pensar que era así me hacía demasiado daño, porque yo llegué a amarle de verdad, fue el único en mi vida.


Lo más lamentable y de lo que más me arrepiento en esta vida fue del momento en que empecé a acostarme con todo lo que se cruzaba en mi camino, porque tras la gran decepción de mi profesor, me dediqué a ir de bar en bar y acostarme con tíos para intentar ahogar mi dolor por su abandono. No superé jamás su pérdida, cuando se marchó olvidándose de mí, acabé mis estudios lo más pronto que pude y me marché de allí con la cabeza lo más alta que pude ¡No volví a saber nada de él… hasta hoy!


Mi corazón se había hecho pedazos justo en ese momento, todo mi mundo se vino abajo y yo sólo era un crío con ilusiones, con sueños de futuro junto al hombre al que amaba y fui engañado, engañado hasta tal punto… que acabé teniendo sexo con otros por el mero hecho de intentar olvidarle, por el hecho de intentar apartar sus caricias de mi mente, de intentar alejarle de mí para siempre ¡Fue la equivocación más grande de mi vida! Pero al menos… de todo mi pasado había algo de lo que nunca me arrepentiría… y eso era la decisión de haber tenido a mis hijos, aunque eso me hubiera costado romper la relación con toda mi familia.


Ahora mi vida parecía haber mejorado desde que la familia Uchiha se mantenía a distancia de mí, hasta había conseguido rehacer mi vida con Kakashi, al que conocí una noche en un bar como solía hacer cuando me abandonó Fugaku. Me acosté con él y por suerte… no era como los otros chicos con los que llegué a acostarme, él me hizo cambiar de vida, me hizo darme cuenta del error tan grande que estaba cometiendo y empecé a vivir con él enserio, sobre todo desde mi embarazo, el parto y en adelante. Era un padre estupendo, no podía pedir nada mejor, creo que no pude elegir un padre mejor que Kakashi para mis hijos, daba gracias todos los días de haberle encontrado y haber podido rehacer mi vida con él olvidándome de Fugaku.


Cuando volvió de trabajar Kakashi y entró en mi cuarto, me informó de que teníamos vecinos nuevos, porque había visto luz en la casa de al lado. Llevaba ya mucho tiempo en venta esa casa y la verdad… yo empezaba a dudar de que consiguieran venderla, pero al parecer ya lo habían conseguido. Kakashi fue quien me dijo que pasásemos a saludar por la mañana a los nuevos vecinos después de que desayunásemos.


Insistí a toda la familia con ir a ver a los vecinos y Deidara enseguida aceptó, él siempre era muy amable pero Naruto se negó, seguía con esa desconfianza hacia la gente y no quise forzarle a venir con nosotros, si estaba más a gusto quedándose, estaba bien por mí. Hidan aceptó también y Kakashi en cuanto salió de la ducha, preparó conmigo unos pasteles de manzana para llevarlos mañana y darles la bienvenida al barrio.


A la mañana siguiente fuimos a la casa de los vecinos. Mientras esperábamos en la puerta, yo no podía parar de fijarme en la sonrisa de Kakashi y en la de Deidara… ambos eran tan parecidos, siempre amables con todo el mundo y agradables, siempre sonriendo, no pude evitar sonreír al verles pero Deidara seguía preocupándome un poco con esa cercanía que últimamente parecía tener hacia Hidan, aunque lo había hablado con el mayor y me había negado miles de veces que hubiera algo entre ellos a excepción de simple cariño de hermano, porque Hidan le trataba como a su propio hermano ya y eso me hacía muy feliz.


La puerta se abrió y la sonrisa se me congeló en la boca al ver a Fugaku abrirla, creo que él también se sorprendió mucho de vernos allí, sobre todo a mí. Pasó desapercibido para todos, pero para mí no, yo sabía perfectamente quien era ese hombre, sabía lo que había ocurrido en el pasado entre él y yo, lo que menos me apetecía en este momento, era quedarme aquí a darle un pastel de manzana al desgraciado que estropeó mi vida, al hombre que me abandonó y al que seguía amando con todo mi ser, porque lo sentía muy dentro de mí, por mucho que lo odiase… siempre habría un hueco en mi corazón para ese hombre.


Nos invitó a pasar a su casa con una cálida sonrisa en el momento en que mi novio le indicó que éramos los vecinos y sólo veníamos a presentarnos y a traerles unas tartas como bienvenida al barrio. Yo me tensé al entrar en aquella enorme casa con ese hombre al que tanto había querido, que tantas cosas habíamos vivido. Estaba muy nervioso y él lo sentía también.


Kakashi se presentó cordialmente y Fugaku me echó una mirada extraña cuando comentó que era mi novio y presentó a nuestros hijos. Creo que no terminaba de creerse que había formado también una familia igual que la que él tenía, pero es que mi vida no se detuvo cuando él me traicionó, yo seguí viviendo y rehíce mi vida.


- Soy Fugaku Uchiha – se presentó a todos, incluido a mí y me dio un chispazo cuando agarré su mano para estrecharla en forma de saludo, seguía gustándome ese hombre ¿Cómo era posible? Sacudí la cabeza y miré a Kakashi, sí, él era todo en mi vida ahora, tenía que centrarme en él – estos son mis hijos, Itachi Uchiha el mayor y Sasuke Uchiha, el pequeño – nos comentó.


Ambos chicos nos saludaron y me di cuenta, de que ambos se quedaron detenidos mirando a mi hijo Deidara que seguía sonriendo como si nada.


- Mucho gusto – les dije – os presento a Hidan y a mi hijo Deidara, aún va al instituto – remarqué como intentando que dejasen de mirarle tanto porque aún era menor de edad.


- Encantado – dijo Deidara con su típica sonrisa.


Fugaku nos ofreció pasar al comedor y así lo hicimos, nos sentamos y tomamos un té en agradecimiento por las tartas que les habíamos traído. Kakashi y Fugaku parecían hablar mucho sobre ellos, las familias y los trabajos, a mí me tensaba cualquier tema que se sacase en presencia de Fugaku, porque no quería que supiera nada de mi vida, él me había abandonado y no tenía derecho a saber nada después de aquello, pero no tuvimos más remedio que hablar por educación, al menos habló Kakashi mientras yo guardaba silencio.


- ¿Así que trabajas de abogado? – preguntó Kakashi sorprendido por la información de Fugaku


- En realidad soy profesor de Universidad – contestó con una sonrisa – enseño derecho y en mis ratos libres ejerzo como abogado de algún amigo o familiar.


- Qué casualidad… Minato también es abogado – dijo Kakashi sin maldad alguna sin saber que ya lo sabíamos.


- ¿De verdad? – Preguntó Fugaku hacia mí - ¿Y qué tal te va como abogado?


- Soy abogado de oficio – le dije intentando hacerle daño sin que el resto se diera cuenta – me dedico a ayudar a los que no pueden pagar caros abogados – le dije y él sonrió al ver cómo me estaba metiendo con él, que cobraba mucho más que yo por sus servicios, ya que solía coger casos de gente rica.


- Esto está muy bien, yo también quise dedicarme un tiempo a ser abogado de oficio, pero al final siempre había impedimentos. Mi mejor alumno cumplió ese sueño – dijo refiriéndose a mí como si intentase alagarme, pero yo mantuve el silencio, no me interesaban sus cumplidos – Y… ¿Cómo os conocisteis? – preguntó de golpe y sé que Kakashi iba a inventarse algo decente, pero yo no quise.


- En un bar – le dije muy claro


- Tenéis unos hijos preciosos ¿No os habéis casado? – preguntó Fugaku.


- Minato no cree en eso del matrimonio – dijo Kakashi con una sonrisa – así que hemos formado una familia sin tener que pasar por trámites legales, lo importante es quererse ¿Verdad? El matrimonio sólo era un papel más. ¿Usted está casado?


- Sí – nos dijo – mi mujer debe estar en estos momento en alguna obra benéfica – comentó pero yo no me lo creí, la conocía muy bien y además… su hijo el pequeño hizo un gesto como que no se creía ni una palabra, estos tenían problemas familiares y lo estaban ocultando.


- Tienes unos hijos muy guapos – le dije mirando al pequeño por el que me había abandonado a mí – parecen muy listos.


- Si, son mi orgullo – me contestó con una sonrisa – tus hijos son también muy educados.


- En realidad Deidara es su hijo – le dijo Hidan de golpe – yo soy adoptado por el momento – comentó


- Hemos tenido dos hijos – le dije y Kakashi cogió mi mano sonriendo y yo le sonreí también – Naruto no ha podido venir, estaba algo indispuesto, así que ha venido Deidara sólo.


- Vaya, espero que no sea nada grave – me dijo Fugaku preocupado por Naruto.


- No lo creo – le dije – sólo necesita descansar un poco.


- Sasuke… - llamó Fugaku a su hijo pequeño - ¿No conoces a su hijo? – preguntó – al parecer van al mismo instituto y tenéis la misma edad.


- ¿Un chico rubio? – preguntó – ¿De ojos azules igual que Deidara?


- Sí, son gemelos – le dijo Kakashi.


- Estoy en su clase – me dijo Sasuke – pero es un poco introvertido, no he tenido oportunidad aún de hablar con él, lo siento.


- Entonces… ya te lo presentaré – dijo Deidara con una sonrisa y Sasuke sonrió también.


- De acuerdo, me encantaría – comentó Sasuke.


- ¿Por qué no les enseñáis la casa? – preguntó Fugaku a sus hijos


Deidara tan contento como estaba enseguida aceptó el ofrecimiento, así que Hidan acabó acompañándole junto a los dos hermanos Uchiha a ver la casa y el jardín mientras los adultos hablábamos y tomábamos el café en el comedor. Yo seguía muy nervioso, tenía miedo de que Kakashi descubriera que le estaba engañando, que realmente conocía a ese hombre frente a mí, que era mi antiguo profesor y que me acostaba con él en la universidad… ¡Maldita sea el día en que decidí acostarme con un hombre casado! ¿Por qué el destino no me dejaba huir de él! Seguía cruzándose en mi camino una y otra vez.


- Voy por un poco de azúcar – le dije y me indicaron la cocina.


Era una excusa, porque realmente no necesitaba azúcar, pero sí necesitaba salir un rato de su presencia. Me metí en la cocina y traté de relajarme un momento. Me sorprendió que entrase por allí Fugaku con la excusa de indicarme donde estaba exactamente el azúcar.


- ¿Así que formaste una buena familia al final?


- ¿Por qué me persigues? – le pregunté – por favor… sólo quiero vivir en paz, ¿Por qué no me dejas en paz?


- Porque sigo enamorado de ti – me dijo muy directo acercándose hacia mí.


- Para – le dije – ahora soy un hombre con familia, tengo a Kakashi.


- Lo sé, fue mi decisión quedarme con mi mujer cuando se quedó embarazada, me quedé por ese niño, pero nunca dejé de amarte Minato, lo lamento, lamento el daño que te pude hacer, sabes que te quería.


- No es cierto, sólo me utilizaste, pero ya da igual, no quiero saber nada de ti ni de tu familia, manteneos alejados de nosotros por favor, estoy cansado de escuchar el apellido Uchiha – empecé a caminar hacia el salón de nuevo.


- ¿Así que finges no conocerme porque sientes aún algo por mí? – me preguntó directamente y me detuve en seco. – no quieres que tu novio se entere de nuestro pasado porque temes que sienta como me quieres aún.


- Déjame en paz Fugaku, déjame vivir tranquilo, tengo dos hijos, tengo un novio estupendo y tú una mujer que te espera todas las noches en tu cama, tienes dos hijos también, ocúpate de tu vida y deja de meterte en la mía. Tú y yo ya no somos ni seremos nada, me lo dejaste muy claro cuando me abandonaste por tu mujer y no voy a volver a ser tu amante nunca más, aprendí la lección – le dije cogiendo el azúcar y marchándome al salón junto a Kakashi.


 


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