Mi nombre es Ciel Phantomhive y soy un chico de 17 años de cabello negro azulado, ojos azul zafiro, mi apariencia es de una chica frágil de 13 años, soy una persona realmente muy orgullosa podría decirles que soy el orgullo en persona pero antes que pasará todo, lo que les contaré más adelante, era una persona con mucho odio y rencor hacia los que me rodeaban; pero cuando lo conocí mi vida dio un giro de 180° con él aprendí lo que era ser feliz a tal punto de querer estallar y también el dolor más terrible que cualquier ser humano no podría imaginarse. Está es mi historia.
Cuando iba de regreso a casa después de un día de escuela estresante, ya estaba anocheciendo y las calles de Londres pueden llegar a ser intimidantes a esas horas pero no me importaba lo que realmente quería era desaparecer. Después de la muerte de mis padres me sentía tan solo que prefería morir para dejar de sentirme así.
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me dijo cuenta que me había equivocado de camino y termine en un callejón sin salida en el habían tres tipos fumando y riéndose como desquiciados no les tomé importancia y sin más me dijo media vuelta para poder irme por el camino correcto cuando de un momento a otro dejaron de reírse y uno de ellos me tomo de los hombros pegándome contra la pared tan fuerte que solté un quejido.
- Pero miren que tenemos aquí - dijo uno de ellos que era algo fornido
- ¿Qué será? - dijo otro un poco más bajo que el primero le llegaba a los hombros
-A simple vista se ve que es una tímida chica, algo plana para mi gusto- dijo el último tomando mi barbilla con sus asquerosas manos
- Déjame bastardos-dije con el tono más neutro que pude no soportaba que alguien pusiera sus manos sobre mi y más cuando se tratan de personas tan desagradables con esos tipos.
-Oh vamos, te gustará- dijo el segundo
-QUE ME SUELTEN!!- estaba más que asqueado en ese momento.
El que me había azotado contra la pared me empezó a manosear el pecho tratando de encontrar algo, sentía mucho asco de no poder hacer nada. Cuando el tipo bajo su mano a mi entrepierna se dio cuenta que era un chico, al ver su reacción aproveche y le di una bofetada la cual lo tumbó a mi derecha intente ponerme de pie pero los otros dos me sujetaron uno de los brazos y el otro de las piernas, al que había abofeteado se incorporó y me dio una bofetada haciendo que mi labio inferior sangrara.
-Con que eres un chico eh? - dijo poniéndose arriba de mis piernas
-ES ÉL?!- preguntaron los otros dos al unísono muy sorprendidos
-Por su puesto que soy un hombre y mucho más que ustedes tres juntos- dije sonriendo con sarna.
-Ha si?. Pues te enseñaré quien es un verdadero hombre.
Poco a poco empezó a bajar mis pantalones y tocó mi entrepierna sobre la tela del bóxer los otros dos sólo veían y se reían. Bajo mi bóxer y empezó a masturbar mi miembro que aún seguía dormido. Sentía tanta repulsión que mordió mi brazo derecho para evitar que se escucharán mis quejidos. Poco a poco sentí como ese bastardo introducía uno de sus dedos en mi entrada quería morirme sentía que me estaban humillando de una manera realmente asquerosa. Poco a poco sentí como la punta de su miembro rozaba mi entrada, cuando por fin entró solté un gemido y mis ojos estaban llorando; aquellos bastardos sólo se reían, podía jurar que de mi entrada salía sangre sus embestidas eran brutales y de mi brazo empezaba a salir sangre de tan fuerte que mordía. Ya no me quedaba nada y antes que me desmayara grite por ayuda; a lo lejos escuche el que una persona gritaba no podía distinguir su voz, mis ojos estaban fuertemente cerrados así que sólo sentí como ese bastardo salía de mi interior bruscamente y la presión de mis brazos y mis piernas desaparecían. Él o ella me tomo en sus brazos cubriéndome con algo.
-Ya estás a salvo, abre los ojos por favor- dijo en un susurro, era una voz suave y varonil que me dio la confianza para abrir mis ojos. Sus ojos eran de un color carmesí muy extraño. En ese momento perdí el conocimiento
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