-Así que este es el mundo de los espíritus-dijo Asami mirando todo a su alrededor.
-Sí. ¿Te gusta?-pregunte. Me sentía ansiosa, quería conocer los pensamientos más profundos de ella.
-Es fantástico. ¿Dónde nos quedaremos?-preguntó mientras me hacía señas con la cabeza para que avanzáramos.
-No lo sé. No conozco este mundo a la perfección-admití un poco avergonzada.
-Supongo que juntas viviremos otra aventura, ¿no, Korra?
-Tenlo por seguro.
Ambas avanzamos sin rumbo fijo, preguntando de vez en cuanto a algún espíritu el nombre del lugar donde nos hallábamos. Después de un tiempo ella vio una casa en un árbol y me lo señaló.
-¿Por qué está eso aquí?
-En este mundo se encuentran cosas inesperadas -comenté-; la primera vez que entre el espíritu del señor Airo me enseño la tetera del primer Avatar.
-Qué interesante. ¿Crees que podamos subir? Estoy cansada y quiero descansar-me dijo y sonrió de forma adorable.
-Por supuesto-respondí. Era incapaz de negarle algo a ella, bastaba con una de sus miradas para ceder a cualquier cosa-. Esperame aquí. Echaré un vistazo.
-Ok.
Subí el árbol y me asome por una de las ventanas; parecía abandonado.
-¿Buscas a alguien?-me preguntó un espíritu en forma de ave.
-No-respondí sobresaltada. No lo había visto venir-. ¿Quién vive aquí?
-Nadie -dijo él, acercándose más a mí-. Hace tiempo fue el hogar del avatar Yangchen. Ella solía reflexionar mucho en este lugar, sobre todo en los últimos años de su vida; por eso empezó a construir este lugar.
-¿Era de ella?-pregunte perpleja.
-Bueno, ella era muy linda y amable con nosotros, así que nosotros la ayudamos en la construcción. Nos encantaba platicar con ella -dijo el espíritu. Calló un momento, antes de hablar otra vez-. Ella fue un gran avatar, trabajo muy duro, tanto, que casi al final de su era tomó un tiempo de reflexión para ella misma.
-Suena increíble -comenté, pensando en lo mucho que debía hacer al regresar a Ciudad República.
-Tú eres el Avatar, ¿cierto? -preguntó él con cautela.
-Así es. Me llamo Korra.
-Bueno, esté lugar e tuyo -dijo-, ella se encuentra dentro de ti, así que...
Sentí un nudo en el estómago. Él no sabía que la vida del Avatar Yangchen había desaparecido junto con todas las demás. Sentí la necesidad de explicárselo. Cuando terminé de hablar el espíritu se quedo callado. Finalmente habló.
-La convergencia armónica ocasionó muchas cosas. Es una lástima que ella haya desaparecido. Aún así, este sitio fue hecho por un Avatar. Estoy seguro que ella estará feliz si tú y tu amiga lo habitan -dijo amablemente.
-¿En serio? Eso sería fantástico -dije emocionada.
-Adelante. Sólo cuídalo bien tras hacer una reverencia emprendió el vuelo. Sin dudarlo baje hacia donde estaba Asami-. Tengo buenas noticias. Podemos quedarnos.
-¿Qué paso? Vi que hablabas con un espíritu pero no alcancé a oír que te dijo.
Brevemente le explique lo ocurrido.
-Si es así, dame una mano -me dijo con coquetería. Traté de disimular mi sonrojo y la ayude a trepar. Era raro. Ella no era de ese tipo de chicas, era la más audaz que había conocido, ¿por qué de repente se portaba así?
Una vez arriba abrí la rudimentaria puerta. Sorpresivamente el lugar estaba limpio. Tal vez los espíritus se encargaban de mantenerlo en buen estado.