Era el día de navidad, todos los guerreros Z se reunieron para celebrar la grandiosa fiesta navideña que Bulma Briefs organizó... Llegados al punto de que muchos de nuestros héroes ya estaban ebrios sucedían cosas que nunca pensaron que pudieran pasar. Vegeta y Goku se encontraban en el piso de arriba, concretamente en la recamara principal de la casa (habitación matrimonial de Bulma y Vegeta). Ambos estaban disfrutando de una noche de pasión durante la fiesta navideña, disfrutando de placeres carnales. Estaban ebrios, pero aun estando en su estado, tenían una pequeña parte de conciencia. Aun así, su noche de pasión era justificable. Ellos en realidad se amaban, eran amantes. Goku, nunca supo que era el amor verdadero hasta que conoció a Vegeta, éste le hizo descubrir nuevas y hermosas sensaciones. Vegeta se enamoró de Goku en tan solo conocerlo en esa antigua batalla que años atrás tuvieron. Él se casó con Bulma por interés, ya que éste no tenía donde ir y quería permanecer cerca de los círculos de su amado Goku. Goku por otra parte, cómo ya estaba casado y tenía un hijo le daba lástima truncar con su familia. Aún que solo amará a Gohan.
Esa misma noche, la noche del nacimiento de Jesús bendito, ambos tuvieron la oportunidad de romper ésa válvula que les impedía la salida de su amor mutuo... Ese amor salió con una fuerte presión.
Vegeta, desde hacía años se moría de ganas por comerse a Goku a besos. Poco tiempo antes de la fiesta navideña Vegeta tenía sueños terriblemente sexys y acuosos con Goku que le provocaban tremendas erecciones que aún en las mañanas cuando él se despertaba, se podían apreciar. Goku, en cambio, no veía la hora de volver a entrenar con su amante, Vegeta. Aún que fuera en situaciones violentas tenía la oportunidad de rozar e incluso a veces tocar su morena y fina piel. Eso le excitaba tremendamente...
-... Esta noche no la voy a olvidar, Vegeta... -murmuró Goku mientras besaba el firme y duro pecho de su amante-
-Mmm... Gokuu... -gimió Vegeta el sentir el delicado contacto de los labios de Goku sobre sus sensibles pezones- Creo que yo tampoco... ¡¡Me haces sentir como su estuviera en el cielooo!!! -exclamó éste al sentir la mano de su amante acariciando su miembro en plena erección-
-¿Cuánto tiempo más me harás esperar, Vegeta? -preguntó Goku antes de posar sus finos labios encima del miembro de su amante-
-¡¡Maldición!!-exclamó de placer, Vegeta al sentir el vaivén de la boca de su amante en su masculinidad- ¿A qué esperas, lacayo? -sugirió éste a Goku-
-...Esta bien. -Respondió Goku al escuchar su sugerencia- Éste se colocó cómodamente entre Vegeta, donde podía tener una perfecta visual de la cavidad de su amante. Sin pensarlo más lo penetró. Mientras Goku complementaba con sus vaivenes la relación, Vegeta iba propinándole de caricias y besos en distintas partes del cuerpo de Goku. Esa noche no únicamente fue pleno sexo, si no también amor mutuo... Lleno de caricias, palabras, besos...
Horas después de la fogosa relación, está ya terminó...
Los dos amantes estaban recostados en el lecho matrimonial, uno abrazado al otro...
-Me gustó. -susurró Vegeta en el oído de su amante-
-Me gustó. -respondió Goku al mismo tiempo de girar su rostro y encontrarse con el de su amante.
Lo besó.
Poco después los dos tórtolos quedaron completamente dormidos por el cansancio que les proporciono esa noche fogosa.
*A la mañana siguiente*
Vegeta, volviendo a ser rudo como siempre se alzó del lecho y sin voltearse se dirijo al baño para sanearse. En ningún momento tuvo alguna sospecha de quien pudiera estar en su cama...
Goku pocos minutos después se despertó, no sabía dónde se encontraba. Estaba un poco aturdido sin recordar nada de lo ocurrido en la noche anterior.
-Ay! Milk se va enojar!!! -pensó cuando recordó donde él se encontraba- Recogió todas sus prendas y despegó hacia el nítido e infinito cielo azul...
Ninguno de los dos recordó nunca lo ocurrido esa noche.
*FIN*