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Stay with me. por Inalu san

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Notas del fanfic:

Este un One-shot que se basa solamente en la vida de Aomine y sus aventuras con chicas y chicos, para quienes no les guste este tipo de cosas abtenganse de leerlas, aunque no hay lemon en si asi que tampoco es tanto .3.

Los personajes no me pertenecen son de Fujimaki Tadatoshi C:

Notas del capitulo:

Hola ^^/

Vengo con un nuevo One-shot Aokise, al principio pense hacerlo como un ReoxAkashi pero al final creo que me gusta demasiado el Aokise sorry :C

El One-shot como ya dije antes solo trata de la vida de Aomine, no tiene nada que ver en el manga o la historia original, me inspire en una cancion que en si es muy conocida de ahi el titulo, simplemente me lo imagine  asi y pues no se, quiza no es muy bueno pero me dieron ganas de escribir hoy Noche buena XD

Espero que les guste ^^

El moreno se despertaba, entreabría los ojos y sin moverse mucho veía a lo lejos una cabellera rubia que se amarraba el cabello dejando ver su espalda desnuda, daba un bostezo llamando la atención de la rubia de ojos azules, la cual, le regalaba una sonrisa mientras se ponía una blusa de tirantes y su short y le daba un casto beso en los labios, los ojos azules del moreno se encontraban en la botella de alcohol sobre el buro, tomándolo dio un gran trago y después comenzaba a fumar. Pasaron un par de horas, se ducho y salió de la habitación del hotel de paso.

Otro día como cualquiera, esta vez con una extranjera, la última vez recuerda que había sido una castaña, que casi no tenía mucho busto, sin embargo tenía un lindo trasero así que no perdió nada.

Se encaminaba hacia su departamento, un total basurero, ropa desde hace semanas, platos sucios y mosquitos volando encima del lavaplatos, se quitaba la chaqueta y miraba la hora, tomaba el uniforme de policía y salía a su trabajo, quizás su vida no valla acorde a su trabajo y pareciera algo extraño e ilógico pero Aomine era un policía eficiente.

Las noches eran las mismas, no lo hacía diario pero si cada que tenía oportunidad si es que no tenía un caso importante o mucho papeleo se iba al bar de siempre donde trabajaba un conocido de su antiguo compañero de secundaria de Akashi, Mibuchi Reo, quien le servía en el bar que el visitaba cuando se sentía solo.
-Dai-chan~ -Le saludaba el muchacho pelinegro limpiando los vasos con una toalla.
-Lo de siempre.-Decía el moreno mientras se sentaba en uno de los banquillos de la barra, Reo sonreía y le entregaba la bebida.
-¿Otra presa?-Preguntaba el muchacho.
-Quizás, da igual.
-Dai-chan, ¿No has pensado en cambiar tu estilo de vida?
-Me gustaría poder hacerlo Reo, pero no soy un hombre de una sola mujer, no estoy preparado para comprometerme.
-Lo aceptaría si fueras un joven, pero vamos Daiki, tienes 28 años, ya no eres un joven, los mejores años se te están yendo y no has encontrado una persona con la cual compartirlos.-El moreno chasqueo la lengua y se tomó la bebida de un sorbo, a su lado apareció una mujer de cabellera rosa pidiendo un wiski, el moreno la miro y cruzaron miradas mientras la mujer le sonreía, Reo miro a ambos y sonrió con ironía.
-Suerte Dai-chan~.-Aomine sonrió y comenzó a charlar con la peli rosa, un trago, dos, pronto una botella, risas, cortejos, besos, abandonando el bar, llegando a la habitación, quitaban una prenda y otra, preservativos a la mano, Aomine había pescado un pez muy grande y era justo de  su tipo, atrevida, apasionada y con senos enormes, un placentero sexo y después despertar por la mañana, viendo a la muchacha ponerse la ropa interior, el moreno le abrazaba por la espalda y besaba su pálida piel, la mujer respondía, pero no por mucho, ambos tenían ocupaciones y Aomine tenía que trabajar, intercambiaron teléfonos, ambos tenían química en la cama y ninguno dejaría escapar la oportunidad de pasarla bien, sin compromisos, simplemente diversión.

Entonces comenzó el juego, Aomine en su trabajo, podía aun acostarse con quien quisiera, no había compromiso, cuando alguno se sentía solo hacía falta una llamada y el otro estaría listo para pasarla bien. Pero estaba claro que no duraría por siempre, un día simplemente la mujer dejo de visitar el bar, dejo de llamar, dejo de contestar mensajes y sin mas no volvió a verla, sin embargo a Aomine no le importo en lo más mínimo, no había compromiso, ni siquiera se molestó en buscarla o preguntar por ella, solo dejo las cosas ir sin más, no era de su incumbencia, no le importaba, solo era otra más de las mujeres con las que pasaba una noche de sexo, solamente eso.

Una vida rutinaria, con compañeros de trabajo, amigos que tenían trabajos y ocupaciones, algunos con familias e hijos, el moreno alguna vez llego a sentir quizá un poco de envidia, él no tenía una pareja fija y sus relaciones nunca duraban más de 1 mes nadie podía soportar el carácter del moreno ni el de sus parejas, la relación más larga que tuvo fue con un pelirrojo llamado Kagami, pero su relación termino después de 6 meses dado a la distancia y el amor entre ellos se fue acabando eso hace 3 años y él se encontraba ahora con su mejor amigo Kuroko con quien tenía 2 pequeños hijos, nunca le llego a guardar rencor a Kuroko, de hecho ninguno menciono que alguna vez salieron, simplemente el que se haya enamorado del peli celeste fue un azar del destino y ellos habían terminado en buenas condiciones así que no hubo mayor problema.

Pero para el moreno cada día parecía más aburrido que el anterior, no había algo que le emocionara del todo, solo un caso que tuviese verdadera adrenalina, como atrapar a un delincuente o quizá una banda de mafiosos, pero aun así no llegaba a llenarle, necesitaba algo en su vida, algo que realmente le emocionara, y esa era una persona, a la cual pudiera compartirle sus problemas, sus sueños, su comida favorita, jugar algún videojuego, alguien con quien pudiera dormir y al despertar no se marchara, alguien con quien hacer el aseó de su departamento, alguien quien le cocinara o solamente pudiera prepararle el café por la mañana, alguien a quien amar realmente, lo sabía se había dado cuenta de ello desde hace mucho, aunque le hubiese dicho ya, Reo, él lo sabía, simplemente no quería verlo, pero quizás aún no era tarde, quizás aún podía encontrar a alguien así.

Pero no importo cuanto intento, con hombres y mujeres, nadie lograba cumplir sus expectativas, nadie lograba llenarle un poco de interés, no importo cuanto busco, no logro encontrar a nadie con quien realmente lograra pensar en estar a su lado.

Opto por regresar al bar, pero esta vez no buscaba realmente nada, Mibuchi le animaba dándole los primeros tragos por cortesía de la casa.

-Me gustaría decir que no es tu culpa pero te estaría mintiendo.-Decía Reo mientras lo acompañaba con una bebida.
-Ya lo sé.-Contestaba el moreno tomándose el trago de un solo golpe.- ¿Sabes que es lo peor d todo?
-¿Qué?
-Que ya sabia que esto pasaría y aun así no hice caso…-Reo miraba a otra parte sin poder contestar.-Es una mierda todo esto… me gustaría encontrar a alguien realmente bueno…
-¿Qué paso con el chico que te gustaba en secundaria?
-Ah… el…-El moreno desvió la mirada recordando al muchacho.-Nunca le confesé que me gustaba…
-Idiota.
-¡Cállate! Además… él tenía a un montón de chicas a su alrededor es obvio que nunca se lo hubiera imaginado de mi…
-Aun podrías…
-Imposible, se fue a estudiar a Francia.-Mibuchi hacia una mueca y le servia mas alcohol. Entre copas y demás olvido siquiera donde estaba y tenía recuerdos borrosos sobre lo que hizo anoche, recordaba a Mibuchi y un hombre o quizás una mujer, no podía visualizarlo, recordaba estar en un auto, su departamento y después estar en su cama, solo eso.
Abrió los ojos y se encontraba con una espalda de un hombre esbelto, el cabello rubio cubría su cuello, se incorporó pensando en quien seria y entonces el muchacho le miro, con aquellos ojos dorados y sus pestañas largas, Aomine se quedó mirándole, sorprendido, creyendo que quizá estaba alucinando por el alcohol y pronto se dio cuenta que no era así por el fuerte dolo de cabeza que le golpeo en ese momento haciendo que sujetara su cabeza quejándose.

-¿Estas bien?-Pregunto el muchacho.-Es tu culpa por beber más de lo debido, ten.-Le ofrecía unas pastillas y un vaso de agua.-Te ayudara con el dolor.-Aomine tomo las pastillas y le miro.
-¿Qué… haces aquí?-Lograba preguntar al fin.
-¿He~? No seas tan grosero después de que te traje a casa cuando estabas tan borracho.-Hacia un mohín el rubio.
-No…no me estoy quejando… es decir, ¿Qué haces en Japón, Kise?
-Llegue hace unas semanas, me pasee ayer por el bar y te vi a lo lejos, pensé que no eras tú, estabas muy ebrio y me pareció ver a Mibuchi cuidándote.
-Ya veo…-Aomine no sabía que decir en realidad, se sentía un tanto apenado porque su primer encuentro después de tantos años haya sido así.
-Bueno, entonces yo me vo…-Antes de terminar frase sintió una mano pararle, se giró y vio al moreno detenerlo.
-Tú… ¿volverás?
-B-Bueno…supongo, vendré por la tarde ahora mismo tengo una sesión de fotos.
-C-Claro…-Decía soltando su mano y viendo al rubio marcharse, se levantó minutos después y noto lo limpio que estaba su departamento, se dirigió a la cocina y se encontró con la cocina limpia y una nota que decía a qué hora tenía que recoger la ropa de la lavandería. Sonrió al notar la chaqueta del modelo sobre la mesa, quizá aunque la hubiera olvidado y pensado que la perdió no le importaría pero de cierta forma se alegró. Después de 4 horas el timbre de su departamento sonó y al abrir estaba de nuevo el rubio con el cabello amarrado dejando ver el arete de siempre en su oreja, le dejo pasar mientras traía consigo ingredientes para la comida.
-¿Pasaras la noche aquí?-Pregunto Aomine.
-Si.-Contesto el rubio dejando caer su maleta.-Es lo menos que deberías hacer por alguien que convierte un basurero en un departamento.-Sonrió Kise y Aomine chasqueo la lengua.
-Nadie te dijo que lo hicieras…
-Podemos también agregar que te traje a casa completamente borracho~
-Tampoco te dije que lo hicieras…-Hacia un mohín.
-No, no lo hiciste, pero pregúntate, ¿En qué clase de lugar estarías ahora mismo de no ser por mi~?-Preguntó Kise mientras preparaba la cena dejando al moreno sin palabras.
Después de la cena los chicos fueron a dormir. Era un tanto incómodo y por alguna razón el moreno estaba nervioso, pero se las arregló para dormir, al despertar noto que hacía calor y entonces se dio cuenta de los brazos alrededor suyo, los ojos cerrados y las pestañas largas, su rostro como porcelana recargado en su pecho junto a ese cabello rubio que había dejado crecer bastante. Lo miro por varios minutos y entonces Kise despertó.

-Oh…L-Lo siento yo no pretendía…-Se incorporaba sonrojado.
-No, no es nada…-Le calmaba Aomine.
-C-Creo que mejor me voy…-Decía el rubio pero antes de poder siquiera levantarse unos brazos le aprisionaron.-Aomine…
-Quédate conmigo…
-… ¿Q-Que?
-No… soy bueno en estas cosas… nunca fui bueno en las aventuras de una noche… soy un desastre en mi vida y… quizá sea un tanto emocional por decir esto pero… yo… siempre estuve enamorado de ti… solo que nunca te dije nada y tal vez tu no sientas nada por mí pero… Quédate conmigo…-Kise sonrió y acaricio la melena azulada del moreno.
-¿Lo dices en serio?
-Si… es todo lo que necesito… tal vez esto no sea amor, es fácil de ver, quizás no funcione pero… por favor Quédate conmigo… no te vayas Kise…-El nombrado se giró y le beso tomándolo por sorpresa.
-Estuve esperando esto.
-¿Q-Que?
-Estaba enamorado de ti, pero… te conocía y sabía que no eras del tipo que fuera en serio… me dieron una oportunidad para estudiar en Francia y… yo no pude negarme…
-¿Me…amabas?
-Si.-Los chicos se abrazaron fuertemente.
-Por favor…quédate conmigo….
-Siempre.
Aominecchi~

Notas finales:

Ojala les haya gustado ^^

Lo se la historia es muy rapida y asi, perdonenme, como ya dije, solo fue inspiracion del momento(?

Gracias por tomarse el tiempo de leerme me hacen muy feliz CC:

Ah, Feliz Noche Buena y Feliz Navidad ^3^

 

 

Sayonara ^^/


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