—¿Matteo? —Deje de ver a la pareja, y me gire para ver la vista del lago y los arboles amarillos y anaranjados.
—¿Por qué hasta ahora me lo dices? Me has soportado tanto y tú….—Le tome de la mano, a sido muy bueno conmigo. No soy fácil de soportar como antes—Tú te has callado todo esto.
Sus ojos me miraron amablemente, y apoyo su frente en mi hombro. No se imaginan el vacío que siento en estos momentos—Nunca he sido muy bueno expresando mis sentimientos. Lo sabes —Dijo riéndose un poco. Su voz sonaba triste y perdida, tanto como la mía.
Acaricie su cabello, estaba mas largo de cuando nos conocimos—¿Ya has ido al medico? —Quería saberlo, y después acompañarlo.
—Sí. Fui con mamá, se puso a llorar cuando nos dijeron. Mi padre murió de lo mismo.
—¿Por qué nunca me lo contaste? Yo si te dije la verdad— Mi voz se elevo de repente.
—Por que no le veía la necesidad, Matteo. Quería ser feliz contigo lo mas posible, sin estar enfermo ni conectados a aparatos. Sabes a lo que me refiero— En ningún momento dio signos de seguirme en el juego a la pelea que tenia planeado empezar. Siempre tan opuesto a mi— ¿Té crees que deba cortar mi cabello? Desde de todo, el doctor me dijo que en la segunda sesión se me caerán solos.
Yo me reí por su broma, y le dije que se vería guapo de cualquier manera. Ya no me interesaba si Parker estuviera ahí o no. Ya elegí mi camino, y no lo dejare.
—Vamos. Los demás nos esperan.
—¿Los demás?— No podía estar hablando de mamá y los demás. El se rió
— Los chicos llegaron, ¿No te acuerdas que hoy tienen un concierto? —Oh. Así que de eso habla. —Hasta Gabriel me mando un mensaje, vino con Raziel.
—Todavía no puedo creer que me odie después de tanto tiempo—Dan me tomo de la mano juguetonamente.
—Menos mal ¿No?. Odio tener rivales.
Le sonríe en el beso que me dio en ese parque. Salimos de Central Park, pero no sin antes sacarnos unas fotos juntos acostados en el pasto. Al encontrarnos con Mitchell y Bryan corrí a darles un abrazo. Bueno mas bien abrace a Mitchell.
—Te ves raro con ese cabello. —Bryan me miro molesto mientras abrazaba de mi amigo.
—Mira quien habla, si no es mas que el cabeza de algodón de azúcar— Y no es de coña, literalmente tenia cabeza pintada de rosa pastel. El arrugo el entrecejo.
—Es para destacar. Y para que lo sepas, mis fan aman mi cabello.
Unos tres chicos más se nos unieron; Cameron, Lee y Disell. Los compañeros de banda de mis amigos, estaban saliendo de una pizzería.
Los tres chicos abrazaron a Bryan y le hicieron cosquillas— Nunca te cansas de presumir de ti mismo, ¿Verdad? —Disell le mostro una sonrisa maliciosa en su cara de niño. Era el mas pequeño de la banda, con uno sesenta de estatura. Tenia su cabello teñido de rojizo, para tapar su cabello negro que heredo de su familia en general.
—Por lo menos nosotros cuatro somos mas humildes—otro argumento atacante de parte de Lee hacia Bryan. El usaba lentes negros como los que usaba yo hasta hacia un año. Tenia los ojos grises y una sonrisa muy angelical acompañado con un cabello oscuro y bien peinado. Era el mas alto del grupo con uno setenta y cinco de estatura. Mientras que, Cameron solo se quedo parado viendo a sus amigos entrar en acción. Era como el gemelo perdido de Mitchell por su rostro principalmente, pero tenia el cabello corto. No como Mitchell, que se había mantenido una melena que le quedaba muy bien.
Todos nos saludamos, yo conocía muy bien a esos chicos.
—Chicos, recién ordenamos. Entramos ¿O todavía esperamos a alguien? —Preguntó Disell señalando la pizzería. Yo le dije que con Dan esperaríamos a Gabriel y Raziel afuera. Dan prendió un cigarrillo mientras que yo tome un poco de agua de la mineral que me había comprado cerca del parque. Yo lo observe.
—Sabes que tendrás que dejar esa mierda pronto, ¿Cierto?
El sonrió de lado junto conmigo, no se nos viene fácil con el tratamiento. —Pareces una esposa. —Comento fumando un rato más, hasta que lo piso con sus botas. —Eso me gusta…—Me acerco a él tomando con ambas manos mi abrigo azul marino para el frio de Nueva York. Yo acaricie su espalda mirándolo a los ojos.
—Vayan a un hotel, por dios. Que hay niños pasando ¿saben? —Ambos soltamos algunas risas por la voz que nos hablo a unos metros de nosotros. Nos giramos, y vimos a Gabriel con un pañuelo gris en la cabeza. Todavía no me acostumbro a verlo teñido de rubio, era casi de un color blanco ese color. Junto a el estaba un Raziel mucho mas alto que el. De hecho, era mas alto que Lee. Intimidaba a primera vista con la tapa bocas que llevaba puesta. Sus ojos que, estaban fijos en su celular, se veían mas grandes de lo normal. Tal vez estaba jugando Candy Crush. —Wo. Ese corte…. Alucina—Se acerco expresamente, para tocar mi cabello. —¿Quién es el creador de esta obra maestra? —Era de esperarse. Gabriel le encanta la moda.
—Una de mis tías —Le respondí. Tía Maryan es a la única quien dejo que corte mi cabello. Como era de esperar, Raziel no me dirigió la palabra, ni mucho menos la mirada. Los chicos pidieron cinco pizzas muy grandes. Yo pude con cuatro pedazos y no pude mas con el asunto.
—¿Quién es ese? —Me señalo Bryan a Raziel. Yo rodé los ojos techo. Les juro que si esta zorra se fija en ese poste lo mato.
—Te lo digo yo. No vale la pena conocerlo.
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