7- Mitchell; Nuevo amigo
—…Estúpido bipolar—dije mirando el mensaje, aunque no me espere que se disculpara. No es esa clase de persona…
—M-a-t-t-e-o!!—Me grito Mitchell, estaba corriendo hacia mí, guarde el teléfono— ¿Vamos?—yo asentí tímidamente, Mitchell saco su celular
—hola, Gaspar?—preguntó mientras salíamos a la calle—Estoy en la entrada...okey—dijo por celular, se lo guardo y me miro—¿no te importa ir en auto, verdad?
—E-EH?— por el Este apareció un auto largo y negro, no era como una limusina, si no que era más tétrica—E-EHH?!—dije de nuevo al ser arrastrado y metido al auto por Mitchell. Me desplome en el asiento de cuero negro del auto
—Siento el empujón—se disculpó con las manos, y cerró la puerta. Pero me dejo en la parte de atrás y él se fue al asiento del copiloto—Gaspar, abre la ventana!—mientras yo estaba sentado frente a mí a unos dos metros una ventana se abrió hacia abajo, vi a Mitchell mirarme y al conductor, que supongo es Gaspar—Matteo, él es Gaspar—lo apunto con él dedo. Gaspar aparentaba unos veintisiete, tenía gafas oscuras y cabello castaño peinado hacia atrás.
—H-hola…—dije levantando la mano
—Gaspar, él es mi nuevo amigo Matteo—me acerque un poco ya que debajo de la ventana también habían asientos, al sentarme pude ver mejor a Gaspar que se estaba sacando las gafas y me tendía la mano para saludarme
—Mucho gusto, siento lo impetuoso que puede ser el señorito—Su voz era grave, pero no tanto. Le recibí la mano.
—Okey, vamos a casa—le dijo Mitchell a Gaspar, tomo el volante y se puso sus gafas de nuevo—hoy será un día de locos—me asuste un poco por la frase, ya que se supone que solo iría un rato. Mire por la ventana, ya nos estábamos alejando de las casas tradicionales. Abrí mi celular, tres menajes no leídos.
Primer mensaje…..18:03hrs...................
Hola, quería saber a qué hora llegaras, Diego y yo compramos pizza. Te dejamos tres pedazos
Segundo mensaje….18:10hrs.................
Soy Dante. ¿Podemos salir un día? Me gustaría llevarte a comer o ir al parque
Tercer mensaje…..18:12hrs...................
¿Puedes contestarme él maldito mensaje?.... ¿porque te fuiste en un auto con Mitchell?
El último fue de Parker, ¿acaso me vio?. Jure que se habia ido antes de que me parara de la silla….Llame al número del último mensaje.
—Eres bastante molesto ¿no crees?—dije al escuchar automáticamente su aliento por la línea— ¿Qué quieres?...—
— ¿Dónde estás?....—me evadió mis preguntas,….me irrita.
— ¿P-por qué quieres saber?—le conteste— ¿Qué te interesa?—no me habia dado cuenta que estaba hablando un poco alto, Mitchell me miraba desde la parte delantera. Me calme—….Mira, Parker ¿Por qué me haces esto?, ¿Acaso te gusto o algo parecido?—Pensaba que me diría algo como “como si quieras enano” o “no me mereces lo suficiente”. Pero en vez de eso…
— ¿Y que si así fuera?—sentí un latido
—Q-Qué?...—tome mi cabeza con mi mano, ya que me sentía mareado. No por favor, ¿Por qué les gusto a los hombres?...no es que me disguste, entre un cincuenta y cincuenta. Pero, ¿Por qué precisamente a mí?
— ¿Qué harías si te dijera que me gustas?—su tono no era para nada de burla, estaba hablando seriamente. Y como un cobarde, corte la llamada
Mi corazón estaba a mil cuando deje el teléfono con manos temblorosas a mi lado izquierdo, tengo que calmarme….Pero, no puedo dejar de pensar en Parker, ¿no estaba jugando conmigo, cierto? Se escuchaba muy serio…
—ehm, Matteo—vi a Mitchell, con un sonrisa disimulada—no quiero interrumpir el dilema de esta reciente llamada, pero ¿te sientes bien?, estas rojo—suspire
—s-sí,…bueno. Sinceramente no mucho—le dije, él se pasó de su asiento al asiento de atrás
—tenga cuidado—le regaño Gaspar
—okey lo siento, ¿Y bien?—se sentó a mi lado, pero yo no estoy muy animado que digamos—….Gaspar ¿podemos comprar algo de comer?
—Siempre que no sean golosinas—dijo él, lo cual me hiso reír un poco ¿me estarán animando?
—Bueno,….entonces Hamburguesas—hiso puchero sentando en el asiento, Gaspar conducido hasta un restaurante de comida rápida, salio del auto y le pidió a Mitchell que abriera la ventana
— ¿Que va a querer Señorito Matteo? –me sentí raro cuando me dijo señorito, pero no me importo demasiado.
—U-una malteada esta bien, no quiero causar molestias…— pero Mitchell me interrumpió
—Nada de malteada!, Dos hamburguesas para cada uno y papas fritas familiares—Gaspar sonrió y se fue a comprar la comida rápida—Por cierto, te vez mejor así que con lentes…¿lentes de contacto?—yo asentí—Sabes, entiendo que no me tengas mucha confianza, recién nos conocemos. Pero tienes que saber que puedes contar conmigo para lo que sea—me sonríe inocentemente, me sintió cómodo con él, como amigo me refiero—Además, no te preocupes también estoy poniéndole ojo a un hombre—me quede en silencio, completamente en shock—aah!, no te preocupes!, no eres tú!. Es Gaspar—se rio a más no poder—Bueno, para ser honesto me gustan más grandes—ahora entiendo…
—B-bueno, la verdad es que te acepto como eres—le sonríe—Amigo
—Me alegro a verte encontrado. Sabes a nadie de mis amigos le he contado que me gusta Gaspar—suspiró, poniendo las manos en su nuca—Creo que tengo miedo que me rechacen
—Te entiendo, tener una relación del mismo sexo es difícil
—Exactamente!!—Estiro sus extremidades—Pero, por mis padres no hay problema—
—Con mi madre tampoco…—me rasque la cabeza—…no tiene problema si salgo con un chico—
—oh sí!, tu madre. Me la puedes presentar algunas vez?—yo asentí sin entender por qué—aah, es que….—se inclinó hacia adelante en el asiento del copiloto y saco algo de su mochila—Mira!!—tenia él mismo libro que tengo yo en la mochila. Suspire riendo, tiene que ser broma. Saque el libro de mi mochila, que era exactamente el mismo—No puede ser!!—se rio— ¿cuándo lo compraste?
—antes de ayer—le dije—y tú?—
—Hoy en el mañana—le respondió—voy en la veinte—
— doscientos…—le mostré el signo de la paz, nos reímos
—Qué bueno que se están llevando bien—vi a Gaspar con unas bolsas de comida, Mitchell se sobre salto y lo miro girando su cabeza—M-me pueden ayudar?—tenia las dos manos ocupadas y más de bebidas en sus brazos tratando de que no se cayeran, Mitchell se apresuró a ayudarlo, pero solo para tomar una soda de su brazo—S-señorito….—se veía que Gaspar se le estaba acabando la paciencia, así que salí del auto rápido para ayudarlo—G-gracias, Señorito Matteo…—me agradeció, ambos estábamos mirando como Mitchell se comía su hamburguesa.
—¿Q-que?—nos pregunto a ambos, tenía la boca con mostaza y semillas del pan, me ríe y después Gaspar—¿P-porque se ríen? T-T—
—Eres más chistoso de lo que pareces…—le comente sonriendo. Me puso rojo por el comentario, y subí al auto. Gaspar se encogió de hombros.
—El Señorito es un inmaduro—y subió al asiento del conductor, mientras que yo me senté en la parte de atrás. Mientras habíamos comiendo, vino la conversación que quería evitar a toda costa, pero como siempre las cosas algunas veces no salen no uno quiere.
—Matteo…—empezó con una hamburguesa en la boca—El Parker de la llamada es…ese Parker, cierto?—me puse nervioso.
—…s-si—le dije
—…Te gusta—me miro con una sonrisa, yo escupí un poco de mi soda…
—...L-lo siento!—me disculpe, sacando deprisa de mi mochila un pañuelo para limpiar el desastre, pero Mitchell me detuvo
—Deja eso!—tiro él pañuelo al lado de la mancha que deje
—Oye!—me queje
—Olvídalo!, y si te gusta!—me grito—….Tienes una cara de enamorado—¿QUÉ? ¿YO?.....
…DEFINITAVAMENTE NO…
—N-no…estoy enamorado!—lo tome de la camisa— Es...Es solamente que me saca de quicio!!!, Es un desquiciado!!—le grite, pero él se estaba riendo hasta soltar lagrimas— ¿D-de que te ríes?
—N-nada…es que—si se volvió a reír— ¡Del odio al amor hay un paso!—solté un bufo—No te enojes!, pero sabes tengo razón!—se acercó más a mí—Cuando estabas llamando me tome la libertad de mirarte, tenías la cara roja. Y cuando cortaste estabas más que nervioso y como un tomate.
—E-eso crees?—ya sentí la cara roja, él asintió
—Pero si te lo estoy diciendo. Aunque te advierto que no será muy fácil domarlo—agrego—…Se nota que no le gusta la gente, pero por lo que visto en clases, él te habla con mucha naturalidad—e-eso es verdad, yo también aunque me pone nervioso. Después dejamos él tema, porque Mitchell se puso hablar de atrás con Gaspar. Después llegamos a su casa, una palabra MANSION….
Muy grande, veinte veces más grande que mi casa, blanca y moderna de tres pisos. Me quede embobado mirándola…
—¡Vamos!—salimos del auto, hacia la entrada con unos árboles en los costados y maseteros de marfil. La casa quedaba como a unos veinte minutos de la escuela, entonces seria de cincuenta a mi casa. En la entrada nos saludaron mayordomos a los costados, Mitchell y yo los saludamos igualmente, hasta el vestíbulo de cincuenta metros,...padre demasiado ricos. Hasta la escalera de piedra barnizada de gris y negro, subí por ella con mi mochila, Mitchell me seguía.
—A la derecha—la escalera se dividía en dos pasillos, izquierda y derecha. Le hice caso a Mitchell— Tres puertas más—terminamos las escaleras, el pasillo a nuestro costado había inmensas ventanas unas junto a la otra, llegamos a la tercera puerta y Mitchell saco una llave— M-me gusta la privacidad—me explico, ya que me extraño que cerrara con llave su puerta. Cuando entramos casi me caigo de espaldas, ya que era completamente diferente a su casa, parecía más bien un departamento independiente, reinaba el blanco y gris en la habitación, con unas pocas plantas en la ventana
—E-es hermoso!!—le dije, camine hacia la ventana, era fabulosa la vista. ¡Hasta tenían piscina! ¡Una piscina de cuarenta metros!—C-creo que me desmayare de tanto esplendor…—comente mirando la piscina.
—No es para tanto!—me golpeo un poco el hombro—Mira acá están….—camino dejando su mochila primero en la cama para dos personas, y me señalo un armario más grande que habitación de color blanco, tiro de la puerta hacia un extremo al otro. En el suelo del armario, habían m-muchos,…pero muchos Mangas. No ahora sí que no, me puse las mano a la boca impresionado, habían como mucho sesenta mangas o cien, ya que habia más a un lado…
—…Me siento mareado…—le dije al señalarle la pila de Mangas, él se rio.
—N-no es la gran cosa!—se arrodillo—Mira tengo de….mmm, Fary Tail, Kuroko no basket, Bleach, Death Note, Blood lad, Tokyo Ghoul y Katekyo hitman Reborn…—dijo revisando uno por uno, yo también me arrodille.
— Mamá se volvería loca si ve esto—tome el primer tomo de Bleach—le encanta esto, Pero tiene todos los tomos de Bleach—por lo tanto ya los vi.
—Tengo tres copias de cada tomo así que puedes levarte los que quieras—me dijo, difícil decisión….
—… ¿Este, seguro que no eres un hadas de los mangas?—le bromeé mirándolo como se sentaba en la cama
—No digas tonterías ¬.¬—me saco la lengua y me di vuelta. Decidí llevarme de Kuroko no Basket, a mi hermano y a mí me gustan, de Blood lad y Katekyo hitman reborn. Me llevaría todo, pero sería demasiado pesado…
—aah, también tengo esto…—Mitchell dejo la revista que estaba viendo, para ir se denuevo al armario regala mangas—No es muy pequeña para mí—me dio polera blanca con unas alas blancas en la espalda, esta hermosa
—…N-no sé si aceptarla—dije no muy seguro, Mitchell insistió
— LLEVATELA!— dijo él, Bueno….
Después me mostro algunas fotos de sus viajes, París, Japón, Moscú, España, Brasil. También me insistió que quería conocer a mi mamá, o por lo menos un autógrafo, yo dije que no habia problema. Gaspar me llevo a casa…
—E-espera!!—Me volteé a ver a Mitchell, Gaspar paró él auto—Gra-gracias...G-Gaspar— jadeó por el cansancio, me entrego un papel—no te di mi numero—me sonrió y se despidió de mí, yo hice lo mismo mientras en camino registre el numero en mi celular. Al llegar a casa le agradecí a Gaspar al verme atraído, una vez que se fue chequé la hora. Las ocho y media,…vi las luces extrañamente apagadas.
“Que extraño….”
Abrí la puerta y la cerré despacio, luces apagas. Me dirigí a la cocina, si habían comprado algo de comer, pero no tengo hambre, en vez de eso me serví un vaso de leche y con mi mochila me dirigí hacia arriba subiendo las escaleras, hasta que…escuche un…..¿Gemido?...
………
….¡¿GEMIDO?!
Continuara….xD