9- Matteo; No era un sueño…
…..A la mañana siguiente….
Me desperté por el abrazo de alguien, ¿Alguien?...
—Mmm…..—vi a Diego a mi lado, me abrazaba del estómago con su cara en mi espalda……
…….
…….
…No puede ser….
—ah, Matteo…—de mi puerta entro Ben, tenía un pantalón azul marino, y camisa blanca-,..¿Estas mejor?—se sentó en la cama, me acaricio la cara.
—Sí, gracias por preguntar—mire a Diego una vez más no pudiendo creer que verdad pasó lo de ayer…
—….Lo siento, Matteo—me dijo mi hermano— Me deje llevar por Diego—yo lo mire
— ¿Desde cuándo…hacen esto?—le pregunte sin mirarlo.
—Hace más de un año—me respondió, el toco mi hombro— Quiero que sepas que no quería obligarte, es solo que…..ambos lo deseábamos mucho— acaricio el cabello de Diego, yo lo mire
—hha,…no lo puede creer—me acosté en la almohada, mire al techo—Mi primera experiencia sexual la viví con mi hermano y su amigo—me tape los ojos con la mano—…y lo peor es…que me gusto—
—Matteo.…—Ben me tomo la cara, me quede quieto. Y recibí el beso con la boca abierta, nuestras lenguas se tocaron. En serio quiero llorar…
—B-Buenos días—miramos que Diego estaba despierto— ¿Me dan uno a mí también?—Ben se rio
— ¿Qué haremos contigo?—Ben lo beso, y Diego cerro los ojos. Después quiso que yo lo besara
—….¿No me quieres besar?—me alguna manera es un lobo vestido de oveja, lo bese también. Después me puse a discutir el tema.
—Bueno….—les tome de la mano a los dos— …lo siento, pero no estoy preparado en este tipo de relación. Admito que tengo sentimientos encontrados por ustedes—los mire— …Pero también tengo que admitir que este tipo de relación….especialmente contigo Ben, no es correcta….—suspire— Somos Hermano…—Pero Ben me interrumpió.
—No lo somos— yo lo mire— Nosotros no somos hermanos de sangre—
—T-Tu?...desde cuando…—
—Hace tres años. Fue mamá—bostezo—Al principio, estaba mal…..Pero después me sentí feliz, porque pensé que podríamos estar juntos—Ben Miro a Diego—Luego llego Diego, y me convirtió en un pervertido¬.¬—
—Perdóname, pero yo no era él que tenía pensamientos pervertidos con mi hermano—le fulmino con la mirada, haciendo que Ben se callara—Bueno, luego de que conocí a Ben, te conocí a ti…Y bueno—se rasco la nuca—Me sentí atraído hacia a ti—concluyo
—….Luego él se enteró que yo sentía lo mismo por ti—siguió Ben— También nos gustamos, pero también nos gustas tú—los dos me miraron y yo no supe que decir, tengo tanto en que pensar….
—Bien—les dije—… ¿Pueden darme tiempo? ¿Para digerirlo?—les pregunte—Como les dije, también siento algo por ustedes, pero tengo que averiguar que es—les solté la mano para acariciarles el pelo—Además, saben que tengo que hablar con Dante—Diego arrugo la cara.
— ¿L-lo vas a rechazar?—me pregunto
—No se…—le respondí sinceramente—Tengo un lio en mi cabeza—y me levante de la cama, y fui directo al baño, al cerrar la puerta me lavé los dientes y la cara, la tenía roja me la moje lo más que pude. Me bañe y me seque poniéndome la misma sudadera que me llegaba a los muslos. Salí del baño— ¿Qué hora es?—les pregunte a Ben y a Diego que estaban sentados en la cama.
—Las diez—dijo Ben—Mamá se quedó en casa de la tía Andrea, le dije que no nos sentíamos bien, y por eso nos quedamos—tome un pantalón del armario y me lo puse, sentí la mirada de los dos, lo ignore y me concentre. Bueno, por lo menos es viernes, ya no tendré que ver a Parker en tres días más.
Salí de la habitación y tome mi mochila que habia dejado en las escaleras, y la lleve a mi cuarto de nuevo.
—Matt, te quería preguntar algo—escuche decir a mi hermano— ¿Dónde fuiste ayer?—yo suspire, y los mire a los dos
—Un amigo me invito a su casa, y me regalo muchas cosas—señale mi mochila, vi que los me fulminaban con la mirada.
—¿U-un amigo?—repitió Diego
—Sip, se llama Mitchell y le gustan los hombres—
— ¿QUÉ?—dijeron al mismo tiempo
—Sí, le gusta su chofer¬.¬ —les dije sacando los mangas de la mochila y ordenándolos en mi escritorio…son demasiados— Chicos ¿les gusta Kuroko no basket?—tome los tomos mostrándoselos
— ¿D-De donde los sacaste?—Diego se levantó observando los libros en mis manos
—Me los dio Mitchell, si quieren pueden leerlos—le di la mitad a Diego y la otra a Ben, los chicos se la llevaron a la habitación de Ben.
El día paso inesperadamente tranquilo, a las tres Mamá llego con su amiga Andrea.
—aah, Chicos!!—La tía Andrea tenía el pelo rojo corto y liso, con lentes finos. Era bajita y amable, entro por la puerta con dos bolsas de papel en las manos— ¿Cómo está mi sobrino?—yo estaba en la cocina y corrí a abrazarla.
— ¿Y yo que?—Ben habia bajado las escaleras con Diego.
— ¡Tú También, estas tan pequeño como recuerdo! ¡ oh, También esta Diego!—Ben se puso rojo
—An, que me haya burlado de ti en la escuela por ser bajita no te da el derecho de burlarte de mi hijo—vi a Mamá entrar con un vestido negro entallado al cuerpo—Además, Matteo ya te gano en altura xD—dijo despeinando a la tía Andrea.
— ¡Deja de hacerme eso!—le reclamo mi tía, y se tomó su cabello con una liga, y camino hacia la cocina dejando encima de la encimera las bolsas— Como sea, ¿Tienen hambre? Trajimos Sushi!!!—
— ¡Qué bien!—le dije— Pero,… ¿Dónde está René?—Yo, Ben y Diego nos sentamos en las sillas escondidas en la encimera. Esperando que la tía Andrea abriera las cajas con sushi. Mamá se quitó los tacones y camino con ellos en la mano.
—Aah…él, tuvo que ir a casa—está subiendo las escaleras— Pero vuelve en seguida—y entro a su habitación sin cerrar la puerta. Yo mire a la tía Andrea.
—Tía, ¿Qué paso?— Mi tía me sonrió
—Bueno,…ya sabes cómo es tu madre—le entrego una caja de plástico a mi hermano y a Diego—Para ser tan vieja, es tan jovial como cuando la conocí. Nunca me aburro de ella—y luego me entrego una a mí, sonreí al ver que no se les olvido que no me gusta el sushi con pescado crudo, solo me ordenaron de palta, camarón y semillas. Me comí uno de palta.
— ¿Entonces,….Mamá se aprovechó de René?—se atrevió a preguntar mi hermano. La tía Andrea apoyo los codos en la encimera y suspiro
—Bueno,… ¿Qué me dirían si fue al revés?—¿Al revés? Ósea que René…
…IMPOSIBLE…
— ¡Estoy jugando!—nos dijo la tía Andrea— Saben que ese chico nunca se fijaría en su madre— Yo puse mala cara. — Hay, vamos. Solo juego—camino hacia la escalera y la subió— Chicos, más tarde Bryan llegara aquí, para que le abran por favor —yo asentí, sin problema. Comí viendo la Tv con mi hermano y Diego, me pregunto qué le paso a mamá, tal vez un mal de amores, aunque ella nunca ha traído una pareja aquí. Simplemente nos dice que no estaba hecha para estar con alguien, pero yo creo que en el fondo ella quiere tener a alguien a su lado. Cuando termine de comer deje a los chicos, y tome mi teléfono, vi la hora…las cuatro. Busque el número de Bryan mientras salía como un rayo de la casa, no quería que nadie me molestara, pero tengo que desahogarme.
Continuara…