—...pienso ir a buscar a Naruto.
Sakura sintió que su corazón se le salía del pecho. Era como un sueño que se volvía pesadilla.
— ¡¿Que vas a hacer que?!!
— Lo que oíste. Gracias Sakura, gracias a ti, he decidido finalmente lo que hare. Y lo que haré es enfrentar las cosas. Como te dije, hace meses estoy harto de estar aquí, estoy harto de no ver el sol, harto de mí!! Y de esta vida, ya no quiero ser el Sasuke que no exponía sus sentimientos, que fingía ser algo que no es y que se guardaba todo sólo para mendigar un poco de amor... ya no quiero. No lo permitiré...
— Y... cual es tu plan? — Preguntó Sakura nerviosa
— Mi plan... no lo sé. Supongo que podría llamarlo. Sí, eso, quizás deba llamarlo y... — Sasuke tomó el teléfono en sus manos y se disponía a marcar.
— Dime Sasuke, ¿crees que una noticia así se da por teléfono? No te gustaría... decirselo en persona? — Lo interrumpió ella mientras le quitaba el celular de las manos.
— Hmm... sí, es verdad. Pero... aún habiendo despertado, no me siento preparado para salir. Necesito que venga, para decirle. —Sasuke puso un semblante muy triste.
— Que pasa? No, no estés triste. —dijo Sakura mientras guardaba el celular en un cajón.
— Es que tengo miedo. No puedo salir... y tampoco sé, si aún está con esa chica de la que me habló en los mensajes.
— Sasuke, yo creo que tu amor hacia tu amigo es genuino, y yo no quiero meterme en temas ajenos pero, tu hermano Itachi, ha dado tanto por tí... debería s hablar con él primero, por agradecimiento, no crees? En tiendo que te importe Naruto, pero Itachi es tu hermano... será sólo un momento, te lo prometo. él estaría encantado de hablar contigo frente a frente... y no a través de una puerta. Por favor.
—Pero Sakura, yo... me porté tan mal con mi hermano que...
—Iré a buscarlo si me dejas... y hablaré con él, él tiene que entenderte. Él te ama, Sasuke, es tu hermano mayor.
—Pero...
— Esta vez debes hacer las cosas bien, desde el principio. Empieza por arreglar las cosas aquí, te lo ruego, y verás como todo se soluciona. Te lo prometo.
—Está bien. Estoy listo para hacerlo.
Sakura corrió a buscar a Itachi. Sasuke se quedó sentado en su cama, aguardando, sorprendido de sí mismo, pero decidido.
"Es el momento", se dijo.
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Gaara miró a Naruto, que estaba aún recostado en la cama. No podía creerlo: habían dormido juntos. Se quedó mirandolo detenidamente, sin dudas lo amaba, y pensaba en que poco a poco su amor imposible comenzaba a hacerse realidad... De repente, lo interrumpe un sonido que lo saca de sus pensamientos, es el celular de Naruto. Lo toma y puede leer "Hinata" en el visor del aparato.
— Hoy no será, Hina. —Susurró Gaara apagando el pequeño teléfono. Después de hacer el desayuno, volvió al cuarto de Naruto con una bandeja. —Arriba Naru, mira , te preparé el desayuno.
— mhmmm?? —Naruto despertó. —Que hora es? Debo ir a trabajar?
—Mira el calendario... hoy es domingo.
—Gaa... —Naruto reaccionó y en su mente asimiló lo que había pasado la noche anterior. —Sigues aquí, y anoche tú y yo...
— Solo te hice el desayuno. —Respondió Gaara sonrojado.
— Ah, está bien. Desayunaré en la cocina.
Momentos más tarde, ambos se encontraban desayunando sentados es la mesa. Gaara se sentía algo avergonzado.
— Estas tostadas están realmente deliciosas Gaa. —Dijo el rubio sonriendo, tratando de que Gaara no se sintiera tan evidentemente incómodo.
—Gracias... Temari me enseñó. —dijo el pelirrojo completamente maravillado por la espontaneidad y la sonrisa de Naruto.
—Así que es buena haciendo el desayuno eh! A Shikamaru eso le va a encantar! jaja —el rubio tomó un sorbo de su té.
—Ni lo digas. A Kankuro no le va a gustar nada si Temari tuviera novio y él no lo aprobara primero. Dile eso a tu jefe. —el pelirrojo esbozó una sonrisa mientras comía una tostada.
—Lo haré. Te ves muy bien hoy Gaa.
—No juegues conmigo.
—No, es en serio. Ah, y quiero pedirte perdón por la bofetada del otro día. Juro que no fue mi...
—Está bien. Ya no me duele. Y... qué vas a hacer?
—A que te refieres? — preguntó Naruto sirviendose más té.
—A esto. Nosotros.
Naruto dejó su taza de té en la mesa.
—¿Es necesario hablarlo ahora? —Dijo con semblante serio.
—Sí. Después de lo de anoche... yo creo que...
—Después de lo de anoche he confirmado que lo que sentí toda mi vida dentro mío era cierto. No quiero estar con Hinata, no quiero estar con una mujer. No quiero vivir más una mentira...
Gaara se llenó de felicidad, y se acercó a su amado para besarlo, pero Naruto situó su mano en la frente del pelirrojo, frenando el beso.
—...aún así Gaara, cuando digo que no quiero vivir más una mentira... eso te incluye. Y no quiero mentirte. Toda mi vida amé a una sola persona.
Los ojos de Gaara se llenaron de lágrimas.
—Sasuke... entonces...
—Escucha Gaa... sólo estoy pidiéndote un tiempo, dame tiempo para saber si mis sentimientos han cambiado, para saber si realmente debo estar contigo. —Naruto tomó fuerte la mano de Gaara. —sólo eso te pido, no me digas que te mienta a ti también como lo hice con Hinata... por favor.
— Tienes una semana Naruto. Si en una semana no tengo noticias tuyas, olvídate de mí.
— Gaa, espera, no te vayas... —El pelirrojo tomó su chaqueta y su mochila y se fué sin más.
Naruto no pudo detenerlo, y pensó para sí que ya era demasiado de jugar con los sentimientos de una buena chica. ¿LLamaría a Hinata y le diría la verdad?
Fin del capítulo.
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