Era un maldito ser asqueroso de la peor calaña pero no podía evitarlo. Tenía una obsesión una podrida objeción de observar a su vecino trasero de pato y masturbarse después con lo que fuera, con su recuerdo de Junsu cambiándose, con la voz angélica y a la vez sensual del pelirrojo, o como ahora con una foto de su trasero que logró obtener esta tarde mientras observaba a Junsu jugar al fútbol, fue un momento celestial cuando Junsu pateo la pelota en una curva perfecta rumbo al arco pero lo que Yoochun agradecía era que el esfuerzo de patear hizo que Junsu caiga al piso sentado haciendo que su magnánimo trasero quedara al aire porque sus pantalones, junto con sus calzoncillos, cayeron hasta la mitad de su cadera dejando ver la raya de su delicioso y blanco trasero. Yoochun estaba en la gloria, en realidad estaba escondido entre los arbustos que rodeaban la cancha donde Junsu jugaba con sus amigos, con su atuendo para camuflarse con la flora y la fauna y así poder sacarle fotos secretas con su cámara canon con lente extra magnificado. Yoochun había adquirido ésta belleza de cámara hacía tres años en cuanto las cámaras comunes que antes tenía no le satisfacían en la calidad de la imagen que sacaban de Junsu, por eso en ese momento fue feliz con su súper cámara en mano desatando un cliqueo intensivo sobre el foco que era el perfecto trasero casi desnudo de Junsu. Esas fotos eran las que disfrutaba ahora en su cuarto sobre su cama jalándose su miembro, pensando en poder penetrar sin parar el trasero de su vecino de junto, su obsesión de toda la vida.
-ahhh mmmng~ Junsu ya~ ay Junsu ya! -Gemía agitando si parar su verga, se daba tan duro que le palpitaba entre los extremos de dolor y placer- Junsu ya~ - Todo su cuerpo tembló en antesala al orgasmo hasta que finalmente un espeso y blanquecino chorro de semen saltó en su cama salpicando un poco en una de las fotos. Yoochun maldijo usando unas toallas húmedas para limpiar la foto y luego a sí mismo.
Si, era un asco, una basura, un depravado pero no podía evitarlo, conocía a Junsu de toda la vida como su vecino con quien compartió tardes de juego en su inocente infancia hasta que entró a la pubertad, sus cuerpos cambiaron y por una broma del destino a su amigo se le había formado una s-line perfecta, envidia de muchas mujeres. Y por supuesto él había caído con ese encanto, pero no sólo era su cuerpo lo que lo atraía sino esa personalidad tan risueña y juguetona que hacía feliz a todos los que estaban a su alrededor. Así pasaron los años y fue como desarrolló una enfermiza obsesión por él hasta el punto de seguirlo, grabarlo en vídeos y sacarle fotos indecorosas para después masturbarse con ellas como recién lo había hecho. Junsu no estaba al tanto de cuán enferma era su relación, por suerte siempre lo trataba como un amigo.
Yoochun se sentó en su cama, apoyó el brazo en la enorme ventana contra la pared y miró hacia abajo a las fotos de Junsu que sostenía en sus manos. - si sólo supieras...qué pasaría con nuestra Amistad?- Yoochun dijo en voz alta-
-Si supiera qué?- Yoochun enseguida escondió las fotos debajo de las sabanas y miró a Junsu que estaba a 10 pasos de él apoyado en la ventana de su habitación sacando medio cuerpo hacia fuera. Éste era otro giro del destino que justamente sus habitaciones estuvieran enfrentadas de tal forma que se pudieran ver por completo, ventaja para la morbosidad de Yoochun, desventaja para la inocencia de Junsu- Ya Junsu! Qué haces espiando? Ya te dije que no me gusta- sí, era un retorcido hipócrita. Pero si Junsu se enterase de las verdaderas razones por las que a Yoochun no le gustaba que Junsu se asome por su ventana definitivamente su amigo no sólo se cambiaría de habitación sino también de vecindario, país, hasta lo denunciaría y le podría una orden de restricción-
-Lo siento chunnie~ -Esa voz quejumbrosa hizo a Yoochun se le volviera a parar- pero estaba aburrido, te vi y sólo quería saludarte-unos ojitos triste capaces de hacer matar a Yoochun para no verlos se dibujaron en su rostro.- ya me voy -Junsu hizo el amague de irse pero Yoochun lo detuvo
-Espera Junsu, lo siento...no quiero que te vayas. Em dime cómo estás?
-Dolorido...hoy a la tarde me caí jugando al fútbol y me raspé todo mi horrible trasero...
Yoochun se sonreía, primero por la divertida expresión de Junsu haciendo puchero al recordar su dolor, y segundo por el hecho de haber estado allí viendo todo esta tarde y que en sus manos tuviera las fotos de ese momento las cuales le causaron un placentero orgasmo sólo unos minutos atrás. Toda la situación era un boleto a la casa de lo absurdo. - Que terrible Junsu, espero que tu colita mejore y no esté tan paspadita...-Yoochun se rió y Junsu le tiró con un zapato por la cabeza- auch!!! Hey!!
-Eres un descorazonado idiota Yoochun, ya sabes que no me gusta que hables de mi trasero. -Junsu se cruzó de brazos ofendido, Yoochun sólo mantenía la sonrisa que toda esa situación causaba en su retorcida mente- deja de reír idiota y pásame mi zapato...-Yoochun se levantó y fue a prender la luz para buscar el zapato. En cuanto lo hizo y se dio vuelta para inspeccionar mejor su habitación sintió un golpe pesado sobre su cama, ya sabía lo que era pero en este momento lo asustó. Junsu había saltado a su habitación, era un experto en eso y ambos lo habían practicado mucho durante años. Pero ahora no era el mejor momento para esto, en la cama estaba todavía fresca la mancha de su semen y las fotos del trasero de Junsu estaban debajo de las sabanas a un lado de donde Junsu estaba parado, si él se movía podría sentir el papel de las fotos y si lo viera sería su fin- laaargoooo!!! -entrando en pánico Yoochun empujó a Junsu hasta la puerta- quién te dijo que entraras? Vete vete vete !
-ay Yoochun estas lastimado mi brazo por qué me empujas? Vine a buscar mi zapato y eso haré -Junsu se soltó del agarre de Yoochun y empezó a recorrer la habitación en busca de su zapato, mientras Yoochun salía corriendo a sentarse en su cama para correr las fotos y tirarlas al piso. Junsu lo miró sospechoso- no vas a ayudarme a buscar mi zapato?
Se encogió de hombros- ya que viniste te dejo para que los busques.-Junsu le dedicó una mirada mortífera y siguió buscando. Mientras Yoochun trataba de esconder las fotos divisó algo con el extremo de su ojo.
-Ahí está -Junsu se agachó por completo codos al piso, de espaldas a Yoochun dándole la perfecta posición de su trasero. Tuvo la leve sospecha de que en algún momento murió y se fue al cielo por tener semejante regalo divino delante de él, lo que no fue tanto regalo era la terriblemente y notoria erección que hacía su pantalón parecer una tienda de campaña. Yoochun se desesperó por taparse, se tiró las sabanas encima en un movimiento dramático que no pasó desapercibido para Junsu quien se dio vuelta y lo miró.
-Ya tengo mi zapato-Dijo mostrándoselo- Gracias por nada Chunnie~-Junsu se encaminó hacia Yoochun y este extendió las manos para detenerlo.
-A dónde te crees que vas?
Junsu se cruzó de brazos- Voy a pasar por ahí- apuntó detrás de él donde se encontraba la ventana
-No puedes-respondió rápidamente-
-Por qué no? –Junsu le clavó una mirada sospechosa
- Porque es peligroso, mejor usa la puerta- La mirada de Junsu se hizo más intensa
-Estás bromeando? Hace años que voy y vengo por esa ventana y nunca me dijiste que usara la puerta…-Yoochun quería golpearse por eso-
-Hoy te digo que vayas por la puerta Junsu…-Trató de poner el tono más serio y malhumorado que pudo para ahuyentar a Junsu-
-Qué te traes hoy?- “Maldita sea su cerebro de delfín” pensó Yoochun. Mientras tanto Junsu se acercó a él y le inspeccionó la cara- Estás enfermo o qué? –yoochun se alejó pero eso hizo que Junsu se acercara más y que desafortunadamente su mano cayera cerca de su entrepierna donde pudo notar el tirante pedazo de carne vivo que tenía allí. La cara de Junsu era de dibujo animado, los ojos enormes ensanchados de tal forma que casi se le salían de la cara y la boca abierta en una pronunciada “O”-
-No es lo que piensas-Se apuró a decir Yoochun-
-Como qué no? La tienes parada Yoochun!!! –El grito ensordecedor que salió de la garganta de Junsu pudo igualarse al sonido de una sirena de bomberos- Estas?. Qué? por qué? Si yo..-Ho no, el curso de pensamientos de Junsu estaba rondando peligrosamente cerca de la verdad, Yoochun quería cortarse lo que en este momento sobresalía de su cuerpo y no lograba hacer que bajara.-
-no es lo que piensas Junsu lo juro-Junsu hizo lo más extraño en el mundo. Se sentó delante de Yoochun en el piso y lo miró fijamente con la mirada perdida como si estuviera en alguna clase de coma, su falta de reacción lo estaba asustando por completo, pero no podía salir de la cama, temía levantarse y traumar mucho más a su amigo así que sólo bajó la mirada avergonzado por sus acciones, no podía soportar ver a su amigo ahora que sabía los sucios pensamientos que corrían por su mente.
Yoochun se sobresaltó cuando su cama se hundió bajo un peso ajeno, pensaba que Junsu quizás iba a golpearlo o a gritarle de cerca pero lo que en realidad hizo fue empujarlo contra la pared y darle un beso ardiente mientras se le subía encima. Intentó hablar pero los labios de Junsu no le daban descanso con su asalto, por más que lograba a penas decir un par de palabras entre sus besos, llegó un punto en que solo podía disfrutar y mover su lengua junto a la de Junsu perdiéndose en el sabor del otro.
Cuando Junsu finalmente lo soltó para bajar por su cuello con besos y succiones que se llevaban su alma, de algún modo pudo formular una frase- Junsu…no entiendo- Junsu le sonrió tiernamente dejando cortos besos sobre sus labios.
-Qué no entiendes Chunya?
-Muchas cosas…pero ahora mismo no entiendo por qué me estas besando…
-Te molesta?-Junsu hizo el más tierno de los pucheros- Quieres que deje de hacerlo?
-N-no! –Gritó inmediatamente- Es sólo que…
-Me gustas Chunie…-Interrumpió Junsu con las más tiernas de las voces, casi como un susurro que elevó el corazón de Yoochun.
“Dios, no permitas que haya oído mal”- Q-que?
-Me gustas tonto…y por lo que veo a ti también te gusto –Hizo una significante mirada hacía hacia su entrepierna-
-Bueno si…digamos que si-Yoochun se sonrió divertido contagiándole la sonrisa a Junsu, nuevamente los besos comenzaron, tímidamente la lengua de Yoochun trató de entrar en la boca de Junsu, este la recibió con gusto intercambiando chasquidos y golpeteos por su humedad, el cuerpo de Junsu se movió instintivamente rozándose contra la entrepierna de Yoochun, pronto ambos estaban completamente erectos y el ritmo de contacto entre ellos se hizo más demandante hasta que Yoochun decidió aliviar amigo metiendo la meno dentro del pantalón de Junsu, luego fue por su ropa interior finalmente liberando el miembro, Junsu es escondió la cara en el hueco de su cuello, su agitada respiración chocaba contra su piel y el sonido de constantes jadeos le indicaba a Yoochun cuanto lo estaba disfrutando hasta que dio la última señal aferrándose de su camisa cerrando los puños en ella unos segundos antes de sentir la mano mojada por la esencia de Junsu, Yoochun se extendió en la cama relajando los músculos agarrotados por el esfuerzo aunque él todavía no había acabado estaba feliz de poder hacer esto con Junsu, finalmente lo tenía donde quería. Le dejó un suave beso en la frente y con eso Junsu levantó la cabeza para verlo, estaba completamente colorado, era una visión graciosa. –Te vez muy lindo
-Sh!! No digas nada ahora tonto Yoochun…
-Pero es la verdad- Alcanzó a besarle los labios entonces Junsu notó que Yoochun todavía estaba duro. Pero no sabía qué hacer exactamente con eso, podía hacer lo que Yoochun recién había hecho por él pero no tenía mucha experiencia, era tímido para tocarse a sí mismo, y si llegara a lastimar a Yoochun en el proceso de querer hacer algo bueno por el definitivamente sería una vergüenza. Sin embargo podía ver la cara de dolor de Yoochun y su amplia frente cubierta de gotas de sudor, eso lo animó a hacer el intento, bajó la mano y con mucho cuidado tanteó por encima de la ropa la bragueta de Yoochun, la respuesta de su amigo cerrando los ojos y suspirando aliviado avivó sus ansias de ver más de lo que podía provocarle, bajándole el pantalón apoyó la mano sobre toda la extensión, nuevamente un suspiro y un movimiento de cadera levantando esa parte contra su palma fue la respuesta que obtuvo.
Junsu metió definitivamente la mano cubriendo por completo el miembro de Yoochun, con suaves caricias arrastró los dedos por él, oía los quejidos de placer y movía cada vez más su mano, levantó el miembro y empezó a bombearlo de arriba hacia abajo con fuerza apretando en la base y sacudiéndolo mientras besaba el cuello de Yoochun y le mordisqueaba la piel con cuidado antes de darse cuenta le estaba haciendo un chupón dejando una marca bastante notoria, Yoochun se sacudió levantando el pecho arqueándose por completo y se liberó en la mano de Junsu, este saltó por la sorpresa de sentir la salpicadura en su mano, volvió el rostro a Yoochun quien estaba completamente colorado y agitado, se veía terriblemente sexy y pudo refrenar las ganas de besarlo hasta el punto de cubrir por completo su boca.
Ambos estaban en silencio disfrutando de la pacifica noche, la briza que entraba por la ventana arrullaba sobre sus cuerpo trayéndole alivio al calor que tenían pero para ninguno de los dos era molesto, estaban abrazados tan cómodamente con sus piernas entrelazadas, Junsu pasó de recostar la cabeza sobre el brazo de yoochun a apoyarle en la cama, algo húmedo se pegó en su cabello cuando lo agarró con la mano se encontró con una foto suya con un líquido blanquecino que conocía recientemente, se levantó de un golpe haciendo que Yoochun se asustara y abriera los ojos.
-Yoochun!! Qué es esto???! Me sacaste una foto así y mira lo que tiene eres un asqueroso!!-Completamente indignado con que hubiera hecho eso con una imagen suya así, y de dónde había sacado esa foto si era de esta tarde, estaba completamente avergonzado.
-Pero Jun..-Trató de explicarle
-Nada de peros eres un pervertido Yoochun un pervertido!!
A Yoochun sólo le quedaba calmar y explicarle a Junsu desde cuándo databa su amor por el menor e iba a ser una conversación difícil y vergonzosa pero por lo menos aunque Junsu tenía razón en decirle pervertido ahora era un pervertido correspondido.