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B is art. (One-Shot) por Papapepe

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Notas del fanfic:

Esta vez quiero provar un poco de angst. Lo he disfrutado bastante y espero que lo disfruten también. 

Notas del capitulo:

No olviden dejar su review y compartilo a otros si les gustó. 

Ya el grafito estaba gastado totalmente y su olor invadía toda la habitación porque se la había pasado dibujando. Era un aroma muy común en su habitación, ese y el del alcohol. Amaba beber alcohol, de cualquier tipo. La sensación quemante y asfixiante en cada trago le parecía excitante y lo calmaba. Sin embargo, llegaba a tal punto de volverse loco de tanto beber. Siempre bebía antes de ir a la escuela, se cepillaba los dientes profundamente, se ponía litros de perfume caro y comía varias gomas de mascar para disipar el olor. 


 


Esa mañana debía llegar más temprano de lo normal, era su última oportunidad de llegar tarde porque ya se había tardado demasiado los días anteriores. Él era la típica pesadilla de todos los maestros, era el tipo que molestaba, se burlaba de todo, pero, a pesar de eso, tenia muy buenas notas pero muy mala conducta.


 


—Park Chanyeol, ¿No ha llegado? —Gritó el maestro anotándolo en la planilla 


—Hey, maestro. El tiene un dolor de estomago muy fuerte —Salió Yifan en su defensa. Era bastante fanático de Chanyeol porque quería pintar como él, vigilaba cada uno de sus movimientos y los copiaba en su libreta. 


—No digas mentiras, Yifan. Él está ayudando a su madre, desde que su padre se fue, todo se ha vuelto más difícil para él—Jongin contraatacó con otra mentira, a diferencia de que este sí era amigo del que aun no llegaba. 


Chanyeol abrió la puerta sin aliento de tanto correr y se tocó los hombros con cansancio. —Disculpe maestro, mi mamá me necesitaba con urgencia. 


 


—Park, hoy para detención. 


 


—Pero, señor. De verdad debía ayudar a mi mamá. La muerte de mi papá no ha sido fácil para ninguno de los dos. Comprenda por favor —Su expresión de sufrimiento era única, toda la clase estaba conteniendo la risa. —Me sentaré y usted me quitará la detención, ¿Vale? —El maestro frunció el ceño y borró la detención de la planilla, la mentira había salido perfecta gracias a Jongin quien le había ayudado a crear la excusa perfecta mediante mensajes de texto. 


 


—Amigo, oí que abrirán un programa para los estudiantes problema —Jongin se sentó al otro lado de la mesa mientras que Chanyeol se devoraba la comida asquerosamente barata de la cafetería escolar —Pero también oí que lo iniciarían principalmente contigo y con alguno más.


Chanyeol hizo una mueca de molestia total, y tiró la manzana roja que comía contra la mesa. —No pueden dejarme en paz ni una vez. Ya ni hago cosas malas. 


 


—Lo sé, pero sigues bebiendo y creo que los maestros o notan. Tienes ojeras y labios partidos, te ves fatal—Le tocó la cara con gracia y se rieron porque la conversación se había puesto bastante idiota.


Cuando terminó la hora escolar, Chanyeol salió para el estudio de arte en el que practicaba con otras personas. Yifan lo siguió y entró junto a él. 


 


—Me encantó el pájaro azul que dibujaste ayer. Es perfecto.


 


—Ya deja de seguirme por todas partes. —Tajó el lápiz.


 


—Lo siento, es mi necesidad. —Susurró y se sentó para dibujar en una mesa detrás del caballete que estaba usando Chanyeol. Él lo ignoró y siguió realizando el boceto de lo que sería su nuevo proyecto. Aunque aun no sabia que iba a hacer, su inspiración estaba al 0% como siempre, el no quería ser artista, pero debía serlo. Eso era lo que envidiaba y lamentaba de Yifan. Lo envidiaba porque iba a ser lo que él quería ser, pero lamentaba que no fuera tan bueno y admirara a un desagradecido. 


Al final de todo, Chanyeol terminó decidiendo no empezar un proyecto sin una motivación exacta, ya el arte no me fluía así como así. Antes de llegar a su casa, compró unas cuantas botellas de alcohol caro. Además, lucia bastante mayor como para que le pidieran identificación. 


El alcohol era su forma de escape, no tenía a nadie, vivía en una casa gigante para él sólo. Se tiró al sofá de la sala y abrió la primera botella para tomarla como si fuese simple agua. Casi no comía cuando bebía mucho, se dedicaba a tragar y tragar de esas botellas con líquidos tóxicos. Había empezado a beber desde los 14 años, ya tenía casi 20 y tenía planeado ser pintor. Sin embargo, realmente quería ser músico. 


 


 


Un miércoles en detención, antes de salir a vacaciones de verano, llegó el director con dos maestros. Sólo estaba Chanyeol junto con dos chicos de otros grados. Él era el mayor. 


 


—Al ser los estudiantes más problemáticos, tendrán un castigo especial desde este verano. —Miró a Chanyeol con sus ojos de león hambriento —Lo probaremos con ustedes. 


Los tres chicos hicieron mala cara, era tarde y ya todos habían llegado a sus casas pero sólo ellos debían permanecer ahí escuchando a un viejo, cara de pez, hablar. Los dos profesores llevaron a los dos chicos, de cursos inferiores, a lugares diferentes para contarles el método de castigo. El director llevó a Chanyeol a su oficina mientras que este se quejaba del por qué del castigo. 


 


—Deje de quejarse, no quiero oír más cuando abra la puerta de la oficina o lo expulso. —Le advirtió con severidad y una voz baja. Acto seguido, abrió la puerta para que Chanyeol entrara y se encontrara con una persona quien descansaba su cabeza sobre sus brazos apoyados en el escritorio del director. El gordo director le tapó la boca a Chanyeol antes de que se quejara y le pidió silencio. Chanyeol no entendía nada, ¿Cuál era su castigo? ¿Por qué había un niñito dormido en el escritorio del viejo? 


El director de sentó en su grande silla y con una mirada dura, le dijo a Chanyeol que se quedara donde estaba. El viejo le sacudió la cabeza al chico que dormía tranquilamente y este despertó de inmediato. 


 


—Eres muy tierno. —Sonrió —Te presentaré a alguien. —Chanyeol tenía curiosidad, no le había visto la cara ni sabia su nombre y no sabia que pasaría luego. —Él es Park Chanyeol. Chanyeol, dile hola a Baekhyun.


 


Chanyeol lo saludó y Baekhyun volteó su cuerpo en dirección al chico problema. Los ojos de Baekhyun eran espectaculares, eran grises claros y su rostro era una ternura total. 


 


—Oye, tus ojos son geniales.—El director le jaló la oreja y lo tiró fuera de su oficina. 


—Baekhyun es ciego, idiota. —Habló en susurros llenos de rabia y odio. —Vuelves a comentar estupideces y te expulso. 


 


Volvieron a la oficina y ahí todo fue más claro. El castigo de Chanyeol era cuidar de Baekhyun lo que quedaba del año. Todo le parecía poco problemático hasta que llegó a la parte de "Baekhyun debe vivir contigo, además, necesitaba de cuidados especiales y mucha atención." Porque Chanyeol no quería tener a alguien en su casa, menos en su vida. Quería seguir haciendo lo que se le daba la gana pero para eso era el castigo, para mejorar la conducta. Debía ponerse en su puesto, ya en meses se iba a graduar e iba a tener que enfrentar el mundo fuera del control escolar. El director sólo estaba preocupado y hacia esto para enseñarle algo a Chanyeol; apreciar su vida y sus condiciones y ser tolerante. 


 


— ¿Tienes bastón?—El director salió de la oficina cuando ya le había dado todas las instrucciones dejándolos solos. Baekhyun asintió a la pregunta del más alto y sonrió. Chanyeol lo mandó a levantarse para irse, y claro que Baekhyun lo hizo. Se levantó, un poco inseguro, apoyándose en su bastón con la mano izquierda y una maleta pesada en la derecha, 


Chanyeol salió de la oficina y tuvo que volver por Baekhyun, se le olvidaba que era ciego y debía abrirle la puerta.


 


Mientras caminaban a casa no hubo ni una sola palabra proveniente de los dos. Estaban incómodos y Baekhyun no se sentía nada bien junto a alguien tan poco servicial y, como a él le encantaba hablar, se aburría. Aparte, el brazo de Baekhyun estaba exhausto de cargar la maleta vieja y pesada y Chanyeol no se preocupaba por decir algo. Era frustrante para el más bajo.


 


—Tu nombre es...


 


—Park Chanyeol. —espetó mientras abría la puerta —Así como escuchas, Park. Chanyeol. No Chanyeol ni Chanyeolie ni nada de esos apodos.


 


—Pero, "Chanyeol" no es un apodo. —Rió suavemente


 


—Cállate. Es mi nombre pero si te permito llamarme así, ya no abra respeto.


 


—Entendido, Park Chanyeol. —Respondió con una sonrisa burlona y decidió no hacer más bromas a alguien tan temperamental. 


 


Chanyeol dejó a Baekhyun sentado en la sala, encendió el televisor y corrió al segundo piso para ver cual habitación podía usar para dejar a su tarea. La cosa era que de los tres cuartos que había en la parte superior, todos estaban siendo empleados con algún fin. Estaba su habitación, luego estaba la otra llena de libros y la ultima tenía caballetes y muchos papeles. Cuando decidió utilizar más su cerebro, supo que sería difícil para Baekhyun subir y bajar escaleras, por eso bajó al primer piso y encontró el lugar perfecto. Sólo tenía unos cuantos papeles, pinturas y proyectos a medio dibujar, pero podía poner un colchón para que durmiera su huésped.


 


Debía ir los dos días restantes de colegio junto a Baekhyun antes de vacaciones. Tenía una capacidad intelectual excelente y sabia escribir, sólo necesitaba escuchar. Para Chanyeol era una carga y una vergüenza tener que ir con el fenómeno al lugar en el que sostenía una imagen fuerte y genial. 


 


Se fueron temprano en la mañana. Baekhyun usaba el uniforme de Chanyeol de hace 3 años y aún así me quedaba un poco grande. Su bastón estaba helado. Siempre que sucedía eso, la persona que lo cuidaba, lo guiaba pero sabia que con el chico grosero, debería congelarse los dedos con el metal del bastón. Además, Baekhyun no se había bañado ni peinado, sus cordones estaban incorrectamente amarrados y su uniforme estaba muy mal acomodado, todo porque a Chanyeol le había dado asco tener que asear  y arreglar a su tarea. 


 


Chanyeol entró al aula saludando a todos sus amigos y Baekhyun venia detrás. Guardó el bastón en su mochila, se golpeó con un par de mesas y no sabia donde podía sentarse. Estaba desubicado y se sentía sofocado. Las risas gigantes de los chicos se detuvieron cuando notaron la presencia del invidente y Jongin se burló al verlo tan asustado y confuso. —Qué idiota, no sabe ni dónde sentarse. ¿Nació mal? —Chanyeol y los demás rieron fuerte hasta que Baekhyun logró encontrar un asiento para recostar su cabeza y evitar más burlas. Ninguno de ellos, aparte de Chanyeol, sabia que Baekhyun no podía ver. Pensaban que era otro de esos chicos tontos a los que podían molestar sin ningún remordimiento. 


Baekhyun se sentó en la primera fila, donde nadie se sentaba, así que estaba sólo. En realidad le daba igual, ver negro y estar sólo producían sensaciones muy parecidas. Sin Embargo, no se sentía mejor porque las risas y los comentarios no cesaban y quería esconderse debajo de un subterráneo profundo hasta que viniera el metro y lo matara. 


 


Las clases fueron normales, salvo por las bolas de papel que le lanzaban a Baekhyun a la espalda. Él nunca salió del salón en todo el día, no iba a usar el bastón para que todos notaran su problema, así que prefirió no salir y quedarse durmiendo, aunque no tuviera sueño, dentro del aula. De esas veces que intentó dormir, todas terminaron en llanto y en lamentos. Su vida no andaba nada bien y menos si vivía con alguien que lo molestaba todo el tiempo. 


 


A la hora de salida, ninguno de los dos salió hasta que todos se fueron. Nuevamente no hubo palabra alguna de camino a casa. Sólo un molesto Baekhyun y un desgraciado Chanyeol. 


 


— ¿Por qué eres así? —Chanyeol le dio un plato con lo único que sabía preparar, cereal. Y se sentó al lado con una cerveza. —No puedes servirte comida ni bañarte. Eres inútil. —Baekhyun guardó silencio y se metió la cuchara, llena de leche con cereal barato, a la boca porque no quería empezar a llorar. Pero los comentarios del tipo eran muy fuertes, como cuchillas que se clavaban hiriendo a gran profundidad. 


 


Chanyeol bebió diez latas de cerveza en menos de media hora mientras que Baekhyun luchaba por encontrar la cuchara y una motivación para comer. El loco por alcohol no aguantaba verlo como un estúpido lento, le molestaba demasiado. Le rapó la cuchara y le abrió la boca sin delicadeza para meterle una inmensa cantidad de cereal, porque quería que ya acabara de comer. Baekhyun lo escupió, no quería más y menos si lo iban a tratar como un insecto y Chanyeol enfureció y se largó a su habitación.


 


Cuando la luz era devorada por la noche, todos descansaban en sus camas. Y como, para Baekhyun, la oscuridad era su "luz del día", no había mucho cambio, el sabia que debía dormir cuando ya no escuchaba nada y hacia más frío. Cuando los llantos de los niños cesaban o se encendían, cuando los carros dejaban de ser escuchados y sólo se escuchaban ambulancias o alarmas de carros de policías. Esa era la noche para Baekhyun, el frío y los ruidos poco comunes. 


El chico casi que no puede llegar a su habitación, pero cuando logró ubicarla, cerró la puerta y se puso a llorar. Se sentía terrible, no se había bañado, no había comido bien y ahora no podía dormir. "¿Por qué este chico me detesta sin razón aparente?" Pensó y se quedó resolviendo el asunto para concluir que lo odiaba porque era un inútil que necesitaba de cuidados y atención. Baekhyun estaba dispuesto a no depender más de alguien. 


 


Cuando el sol volvió a mostrarse, Chanyeol corrió a tragarse unas tostadas y dejó otros dos panes en el tostador para Baekhyun. Era inútil pensar que iba a cambiar de actitud, el tipo había sido así desde primaria y un castigo no lo iba a cambiar. Recordó que Baekhyun también debía ir al colegio.


 


—Niño, al colegio —Baekhyun sacudió la cabeza y siguió durmiendo. Chanyeol se lamió los labios y endureció la expresión —¡Despierta!


 


—No quiero.


 


—¡Tienes que ir al bendito colegio! —Le movió el hombro. El otro no hacia nada, mantenía los ojos cerrados.


 


—No voy a ir.


 


—¡Tienes que! —Gritó tomándole las piernas para jalarlo. Baekhyun pataleó gritando mientras que el otro se quejaba. —¡Deja de moverte, maldito! —Y se cayó, sobre su trasero. Baekhyun no pudo controlar su risa, sabia que el altote había caído y este lo merecía. Chanyeol no quería reír pero sonrió en silencio, le parecía divertido cuando Baekhyun reía. —Ya párate. —Cambió de expresión automáticamente, recuperando su imagen fría. 


 


—No voy a ir. —Miró a la ventana.


 


—Si no vas, me van a matar. —se levantó y miró a Baekhyun con desaliento —Está bien. Quédate, yo me largo. —Tiró la puerta con fuerza y la casa quedó en una tranquilidad poco común. 


Baekhyun buscó el baño, esta vez estaba dispuesto a bañarse sin importar nada. Podría decirse que buscó el baño por más de media hora y cuando lo encontró, se alegró. Lo bueno es que había ducha, lo malo es que cuando salió de esta, se cayó tan fuerte que quedó sin aire. Se sintió como si lo lanzaran por un valle lleno de piedras y espinas. Fue de las peores sensaciones. Sin embargo, se levantó y salió del baño. Ya sabía que su habitación estaba a dos cuartos a la izquierda del baño, por eso no le costó tanto encontrarlo. Vestirse fue una travesía, debía tocar las etiquetas de cada prenda para saber si estaba al derecho. Luego de terminar con su alistamiento, no sabia que más hacer. Quería jugar algo pero no podía solo. Por eso le gustaba estar con personas, para hablar y no sentirse peor; cuando estaba solo, no podía hacer nada más que quedarse sentado en silencio con la esperanza de que alguien llegara para hablar. 


Baekhyun se quedó pensando en qué podía hacer.


 


Chanyeol tenía bastante estrés, lo habían sacado del colegio para que volviera a casa. Su obligación era Baekhyun y no podía dejarlo solo, por obvias razones. Pero Chanyeol no pensaba así, sentía que él era un ser independiente y ambos no tenían nada que ver. No eran familia, ni amigos, ni compañeros, ni conocidos. Eran dos aparecidos con muchos choques. 


 


—Te odio, Byun Baekhyun —Susurró con rabia mientras pateaba una lata de cerveza. — ¿Por qué te entrometiste en mi vida, enano asqueroso? —se detuvo para subir su mirada al cielo y soltar un suspiro —Ahora todo es un problema. Te tengo que preparar y dar la comida, te tengo que bañar y vestir, te tengo que cuidar —Frunció el ceño —, Qué desastre. 


 


Llegando a su casa, de repente se escucharon varias alarmas de carros de policía y una de camión de bomberos. Los vecinos habían salido de sus casas y estaban alarmados. Una anciana se acercó a él para avisarle que su casa estaba en llamas. El corazón de Chanyeol gritó "Baekhyun" pero su cerebro susurró "Mi casa". Corrió tan rápido y con mucho miedo. Todo era su culpa. 


 


La policía lo detuvo, pero el seguía presionando y quitándose a los viejos de encima. Sin embargo, le reiteraron que entrar era muy peligroso sin un traje y que los bomberos harían todo lo posible. Chanyeol estaba agitado, tosió un par de veces mientras que uno de los agentes lo acogía en sus brazos y lo llevaba lejos de la catástrofe. Chanyeol se detuvo y volteó — ¡Necesito que saquen al chico que hay adentro! —Tosió una vez más — ¡Realmente deben sacarlo! Se llama Byun Baekhyun, es bajo, tiene el cabello castaño y los ojos grises y su mandíbula es—El policía lo silenció.


 


—Nos hicimos cargo de él antes de que el fuego empezara a fortalecerse —Abrió la puerta del auto policiaco e hizo que Chanyeol ingresara — Eres muy importante para él, ¿Eh? ¿Quieres calefacción? —Encendió el auto y modificó el clima del aire. 


 


Chanyeol nunca le contestó al policía ninguna de las preguntas que le había hecho. Permaneció recostado sobre su mano en la ventana con los ojos adormilados pero despiertos de la preocupación. El hospital quedaba en las afueras, por eso demoraron bastante tiempo. Chanyeol estaba tan desesperado por el estado de Baekhyun que había olvidado el problema más grande, ¿Dónde iban a vivir si su casa se había desintegrado por el fuego? ¿Baekhyun había sido el culpable del incendio? Sino, ¿Quien? 


La preocupación hacia Baekhyun era principalmente porque el director lo podía expulsar si le iba mal con el chico, no era porque lo quisiera o le importara. O eso era lo que quería pensar.


 


Cuando tuvo ingreso a la habitación de Baekhyun, el médico le contó, en el camino, que el incendio había sido causado por un tostador al cual habían dejado con dos panes dentro y nunca lo habían desconectado y ahí fue cuando se dio cuenta que todo había sido su culpa. 


Lo dejaron entrar solo a la habitación.  Dio un recorrido al rededor de un Baekhyun adormecido que tenía las rodillas descubiertas y se dio cuenta de unos moretones inmensos. No sólo en las extremidades inferiores, también las superiores y en la mejilla izquierda. Sus labios estaban juntos y abultados, como si fuera a pronunciar una "u" pequeña. Chanyeol chequeó los golpes y se rascó la cabeza para evitar sentirse preocupado y culpable. Le cubrió completamente las piernas para, luego, sentarse en la silla de visitantes. 


 


—Tonto. —Le quitó el cabello de la frente —No pudiste apagar la tostadora y casi te mueres. Pero al menos no estás herido. Tonto. —Viendo a los lados, notó que había un papel un poco arrugado y deteriorado sobre la mesa de metal al lado de la cama. Lo tomó por curiosidad. Era un dibujo, así de esos dibujos tan hermosos y perfectos que quitan el oxígeno. Era un rostro, extremadamente parecido al de él, sin orejas pero con grandes ojos y una radiante sonrisa. Chanyeol sentía escalofríos al ver aquella ilustración tan perfecta, "¿Baekhyun la ha dibujado?" Pensó y luego miró el respaldo de la hoja. 


"El director me ha dicho que el chico con el que viviré se llama Park Chanyeol. Me ha dado sus datos físicos. Es alto, delgado, su sonrisa es inmensa, sus ojos también son grandes y tienen una terminación rasgada, pero el izquierdo es más pequeño; sus labios son un poco gruesos, el inferior es un poco caído y es más grueso que el superior. Su cabello está desordenado la mayor parte del tiempo, es lacio y en forma de hongo que no parece un hongo sino un arbusto mal podado, y es de color negro. El director dice que es tan alto que probablemente yo le llegue a los hombros. También me cuenta que es malhumorado, grosero e impaciente, pero es una muy buena persona. Dice también que le gusta el arte y ama tocar la guitarra. Ojalá pueda estar tranquilo junto a Chanyeol, seguro me agradará mucho. Quiero ser su amigo, tengo pocos y él vivirá siempre conmigo, por eso sé que no estaré solo nunca. No quiero hacerlo enfadar jamás, así que intentaré hacer el menor estorbo que pueda. Mañana lo conoceré, creo que la emoción no me dejará dormir."


Sus ojos ya estaban por expulsar una cascada cuando apenas leía la mitad del texto de letras feas. Los pensamientos de Baekhyun eran tan buenos que Chanyeol se sintió terrible acerca del trato que le había dado. Pero él era así, duro, no podía ser de otra forma porque nunca lo había sido ni se lo habían enseñado. 


 


Baekhyun despertó para oír a un Chanyeol sollozando y lamentando todo. No lo podía ver pero si podía sentir su tristeza, Baekhyun era como una planta, captaba la energía de las personas a su alrededor. 


Movió los dedos hasta tocar los del alto y sus orejas se volvieron rojas rojas. Chanyeol le tomó la mano jurando que seguía dormido y se disculpó tan honestamente, que Baekhyun no quiso despertar. 


 


Baekhyun giró su cabeza al lado opuesto —Perdón. No pude apagar la tostadora a tiempo, es mi culpa el incendio de tu casa, —Chanyeol corrigió el "Tu casa" por "Nuestra casa". Al fin de todo, ambos vivían ahí. —, soy un inútil. Tienes razón.


 


—No eres inútil. Fue mi culpa dejarla encendida. Por ahora rentaré un apartamento. 


 


—Es muy caro. —se le escurrió un lágrima. —Te ayudaré a pagar.


 


—No, ya he rentado antes. No hay de que preocuparse, mejor descansa y duerme, yo haré los tramites. —Baekhyun apretó la manta y rogó porque Chanyeol diera la vuelta y lo abrazara antes de irse, pero no pasó. Aunque Chanyeol lo tratara mal, no podía evitar sentirse bien a su lado.


 


Luego de varias llamadas, pudo conseguir una renta de un pequeño apartamento, que en realidad era grande pero la casa había sido muchísimo más grande. Chanyeol simplemente firmó, iba a usar su tarjeta de crédito para pagar todo. No podía pedirle a nadie que hiciera todos los trámites por él; sus padres no existían, su abuela vivía en un pueblo demasiado lejano como para querer ir. Estaba sólo con Baekhyun, pero para él, estar con Baekhyun era equivalente a estar solo. 


 


Durante la estadía de Baekhyun en el hospital, Chanyeol debía darle la comida. Se negaba rotundamente, pero el médico, que sorprendentemente era el hermano del director de su colegio, lo amenazó para que lo hiciera. En realidad, no lo amenazó, pero Chanyeol era un exagerado de primera. 


 


—Come. —Tomó una cucharada de puré de papa y se la puso, a Baekhyun, en los labios. Sin embargo, este se negó a probar bocado de la comida. —Debes comer, estás flaco y tus mejillas se vuelven como un hueso de pollo sin carne. Qué anti-apuesto te ves. 


 


Baekhyun rió y se tomó su tiempo para responder. Hizo que Chanyeol acercara su cabeza porque le iba a decir un secreto —La comida de hospital, sabe realmente asqueroso. Pero que un par de tostadas quemadas tuyas. —Al más alto se le escapó una carcajada que detuvo al poner su mano en la boca. Luego, probó el puré; estaba duro y frío. La carne sabía a caballo y las lechugas parecían ramas de otoño, secas y asquerosas. —Mejor no te lo comas, —Chanyeol miró a Baekhyun mientras su cerebro producía una idea, medianamente, buena. —, Tienes hambre, ¿Verdad? —El pequeño optó por decir la verdad al sisear. —Ok, entonces espera un momento. No te muevas.


 


—¡Ni puedo moverme, Park Chanyeol! —Rió mientras que Chanyeol, emocionado, salía de la habitación. 


 


Mientras esperaba al regreso, cayó dormido. Chanyeol era tan guapo y tan alto, por eso Baekhyun se sentía protegido en su presencia. El tipo llegó y le estampó un abrazo sacándolo de la cama. Baekhyun reía en cantidades monumentales y la sonrisa de Chanyeol era más amplia que el mapa de Rusia. 


De la nada, ambos terminaron en el suelo blanco y frío. Chanyeol, arriba de Baekhyun, besaba sus manos. A Chanyeol le encantaban sus dedos delicados y la suavidad de su piel. En cambio a Baekhyun, le gustaba lo grande que era el chico.


Se aferró a él, Chanyeol le tomó el mentón acariciándole la frente y luego empezó a acercarse más. Baekhyun podía ver cada detalle facial; cada arruga, cada marca, cada imperfección; pudo verle los labios que había imaginado con la descripción del director y se mordió los suyos al sentir la pelvis de Chanyeol presionada contra la suya. Baekhyun no cerró los ojos para besar, no quería dejar de ver al grandote. Lo abrazó, más fuerte, rogando porque nunca se acabara el momento, pero si acabó y acabó al abrir los ojos y despertar del pequeño sueño. Baekhyun tenía sudor en la frente, la cara roja y las piernas en tensión; incluso se estaba mordiendo los labios. 


 


—Oye, despierta. —Baekhyun abrió los ojos con la esperanza de poder ver a Chanyeol, como en su sueño. Pero era obvio, no cambió nada. —Traje algo para nosotros.


 


La tristeza causada por la realidad, se le borró de la cabeza al escuchar ese "Nosotros" porque se sintió bien que Chanyeol lo tomara a él como un "Nosotros". 


 


—Espero que te guste la comida rápida —Desenvolvía unas bolsas de papel sacando varias cosas y poniéndolas sobre el mesón en el que antes habitaba un montón de comida fea de hospital. —Toma —Le pasó una hamburguesa empapelada y Baekhyun no podía estar más contento. La hamburguesa era su comida favorita y más si era BBQ. La amaba bastante y no supo como Chanyeol sabía de aquella preferencia tan especifica porque al preguntarle le respondió con el típico "La escogí al azar". 


 


A decir verdad, la sonrisa de Baekhyun era inmensa en cada mordida y fue gratificante para el corazón de Chanyeol. Se sintió bien comprándole su comida preferida en vez de una comida fría de hospital. 


 


Baekhyun comía muy despacio, sentía cada sabor y masticaba varias veces. Chanyeol era lo contrario, devoraba los alimentos en un par de minutos porque lo importante era sentirse lleno, no saborear la comida. 


Luego de que terminó con la hamburguesa, le dio un vaso lleno de malteada de vainilla-caramelo y le daba papas en la boca. Era un hermoso momento, ambos se sentían felices y reían porque cuando pasaba alguna enfermera taconeando, escondían todas las pruebas de comida chatarra fingiendo que estaban hablando acerca de la comida hospitalaria. 


 


La estadía de Baekhyun en el hospital no cambió nada al llegar al nuevo apartamento. Volvió a dormir en un colchón y a ser ignorado por Chanyeol, sólo que este le dejaba un poco de música antes de irse al estudio, para que no se aburriera tanto. Lo único que hacia Chanyeol, aparte de dejar música encendida para apaciguar el aburrimiento, era comprarle comida dejándola en su habitación y medicándolo. Baekhyun tenía insomnio bastantes veces, debía tomar pastillas para dormir. 


 


 


Las noches eran incomodas porque el colchón era muy duro y frío al estar en el suelo.


Baekhyun había estado caminando encorvado y adolorido, a veces amanecía de mal humor y no hablaba. Una noche, en la que Chanyeol fue a beber agua, pasando por la cocina, decidió vigilar el estado de Baekhyun. Utilizó su dedo indice para abrir la puerta tan sólo un milímetro y pudo ver a un Baekhyun sentado y dormido, con la cabeza descolgada y la boca un poco abierta. El corazón de Chanyeol, sorprendentemente, se achicó y le entró lastima. Es por eso que le dolía todo el cuerpo pero nunca se quejaba y permanecía callado o sonriente. Entró a la habitación y lo cargó hasta su cama, era grande y suave, no como el colchón. Baekhyun estaba profundamente dormido gracias a sus medicamentos y Chanyeol sólo quería que durmiera bien por primera vez desde que llegó. No sabia porque lo hacia pero ver al chico de mejillas rellenas y baja estatura acurrucarse con los ojos angelicalmente cerrados, le hizo palpitar el corazón y más porque este mismo estaba aferrado a su camiseta y no la quería soltar. Sin embargo, Chanyeol logró soltarse para terminar recostándose al lado de Baekhyun porque quería cerciorarse de que estuviese respirando o teniendo buenos sueños o simplemente quería observarlo toda la noche porque era un sujeto hermoso. Cada línea de su rostro, el puente recto de su pequeña nariz, sus ojos rasgados y sus labios eran tan interesantes para el observante que no despegaría su vista de ellos hasta que le diera suficiente sueño como para dormir. 


 


—Lo siento por ser tan malo contigo—Susurró con lástima —soy un tipo poco expresivo, me da vergüenza. —Se quedó analizando lo que estaba diciendo y no entendía porque estaba siendo tan dulce con el chico que detestaba —Eso no significa que me agrades, Byun Baekhyun. —Y rió de sí mismo porque consideraba bastante estúpido el estar hablando con alguien dormido como un muerto y avergonzándose de unas palabras ignoradas—Tal vez sí me agrades, pero sólo un milímetro de luz, eh —guardó silencio. Quería escuchar su respiración tranquila y suave. Era musical; Chanyeol no entendía que pasaba en su pecho ni en su estómago durante esos instantes. Era como si sus pulmones patearan al corazón hasta causarle taquicardia y como si se hubiera comido un tazón de mariquitas frenéticas sin leche, porque sentía muchas cosquillas en su panza. Si pudiera quedarse en ese momento por la eternidad, sin duda, lo hubiera hecho. Pero la eternidad fue interrumpida por el sueño de la madrugada. 


 


No durmió con Baekhyun, era una falta de respeto y pensó que cuando despertara, se sentiría muy incomodo. Chanyeol durmió en el pequeño sofá al lado de la cama, no quiso irse a una habitación diferente, quiso quedarse donde estaba Baekhyun porque su presencia lo calmaba. 


 


Baekhyun despertó muy tarde, ya era medio día y despertó llorando porque sabia que no estaba en la habitación de antes y se sentía perdido. Cuando se sentía perdido, lloraba. No veía nada, no sabia donde estaba y eso se sentía terrible. Como si lo obligaran a olvidarse de todo mientras lo encerraban en una caja sin abertura. 


Su llanto fue acogido por la presencia del chico alto al que abrazó por instinto. No acostumbraba a abrazar a nadie pero Chanyeol era un imán y Baekhyun el metal. Sentía que debía estar junto a él porque era muy cálido y alto. 


 


—Creí que no estaba en casa. —Sollozó apretando a Chanyeol —Me da miedo no reconocer donde estoy.


 


—Oye, lo siento. Te cambié de cuarto, quería dibujar —mintió sonriendo y disfrutando el abrazo tierno del chiquito. —No lo volveré a hacer. 


 


Baekhyun meneó la cabeza y alzó su rostro hacia el de Chanyeol. No lo podía ver pero tenía los ojos bien abiertos y enfocados en los del grandote. Los ojos de Baekhyun eran la parte favorita de Chanyeol, eran como los de un gato. Eran gris cortante, del gris color tormenta con unas pequeñas manchas, de esos grises que llegan al alma y dan ganas de llevarlos por toda la eternidad, de esos que colorean a las nubes en el invierno o en las tormentas. Era un gris poco común, penetrante y poderoso. Magnético. 


 


—Yo, tengo mucho miedo cada vez que no sé donde me encuentro porque me aterra ser olvidado en algún lugar de la ciudad —Respiró entre sus mocos como lo hacen los niños de 5 años —Cada vez que abro los ojos, es el peor momento. Porque cada vez que los abro, lo hago con la esperanza de ver todo. Y al tener ojos pero no tener ojos útiles, me siento impotente y estúpido porque hay tantas cosas que quiero hacer...


 


—Byun Baekhyun —Lo recostó en la cama otra vez —No digas cosas así, tienes mucha vida por delante. 


 


—No es tan fácil, piénsalo de esta forma. —Se limpió una lagrima que tenía colgando de la punta de la nariz —Tu pintas, es como si te quitaran el pincel y—


 


—No me importaría que me quitaran el pincel —Espetó con tristeza —No me gusta pintar ni dibujar ni estar entre papeles o pinceles o lápices. 


 


— ¿Entonces, qué te gusta? 


 


"Tu" pensó y se mordió los labios, su mente había pensado en piloto automático, ¿Cómo le iba a gustar un hombre y más siendo ciego? —Me gusta la música, quisiera ser músico. 


 


—Sé músico.


 


—No es tan fácil. —Baekhyun lo miró como diciéndole "¿Ya entiendes?" porque así se sentía Baekhyun acerca de su condición, impotente, como Chanyeol acerca de su futuro. 


 


Baekhyun ahora dormía en la cama de Chanyeol siempre, y este último, se sentaban en el sofá a vigilar todo, no quería dejarlo solo. Además, le otorgó su cama porque desde que empezó a descansar ahí, sus dolores desaparecieron y ya no necesitaba de medicación para dormir todo el tiempo. A veces, cuando ni la comodidad de la cama no le permitía dormir, Chanyeol llevaba su guitarra y le tocaba canciones suaves, engañándolo, al decirle que eran canciones de su reproductor. 


 


Una mañana, mientras comían waffles crudos hechos por Chanyeol, Baekhyun se atrevió a preguntarle acerca de su familia. Park no quiso contestar, si embargo, le hizo la misma pregunta. Lo que cambió fue que Baekhyun sí quería contar algo acerca de su vida.


 


—Cuando era pequeño, podía ver todo. Por eso sé que el mundo es muy hermoso. —Tomó un poco de leche para continuar —Siempre viví con mi tía y mi mamá porque nunca conocí a mi padre. 


 


— ¿Y luego? —Chanyeol estaba bastante interesado en conocer la vida de Baekhyun pero este le dijo que no le revelaría toda su vida aún, sí el no revelaba un poco de la suya. Pero Chanyeol se negó y Baekhyun hizo un puchero. "No tiene ni idea de lo tierno que se ve. Debe dejar de hacer esa mierda fea" pensó y decidió contarle que cuando era niño, tenía un perrito y le gustaba subirse en él como si fuera un caballo, pero el perro huyó y Chanyeol lloró por más de tres días. Baekhyun se rió, era una historia bastante rebuscada y pésimamente inventada, pero le alegró la mañana. 


 


—Vamos a bañarte. 


 


Baekhyun se sorprendió, era la primera vez en la que Chanyeol lo iba a bañar y se veía muy positivo acerca de eso. A Chanyeol le daba vergüenza, pero era un deber y no se iba a morir por hacerlo.


 


Lo llevó al baño de la mano. Baekhyun podía quitarse la ropa solo así que Chanyeol se volteaba a mirar la pared. Mientras se quitaba la camiseta, Park miro de reojo, sólo por curiosidad; Baekhyun era tan blanquecino y delgado que se le podía ver alguna que otra vena. Era la primera vez que lo iba a bañar y estaba más nervioso que para un examen final. El baño del apartamento era mucho mejor que el de la casa porque tenía una tina y era más fácil.


Baekhyun ingresó a la tina y Chanyeol, cubriéndose los ojos, abrió el grifo calculando que el agua estuviera a temperatura media-caliente. Cuando el agua llegó lo suficientemente alto para cubrir el ombligo de Byun, Chanyeol dejó de cubrirse los ojos y tomó shampoo. 


A Baekhyun le encantaba que su cabello estuviera limpio y oliera bien, además, cuando le tocaban la cabeza, le relajaba mucho. 


 


—Esto es muy extraño —susurró mientras se aplicaba un poco de acondicionador en las manos — ¿Lo... Estoy haciendo... Bien?


 


—Sí, realmente lo agradezco porque nunca puedo bañarme cómodamente cuando lo hago solo —Lo miró y le sonrió —Ojalá pudieras ayudarme siempre.


 


—A partir de hoy, te ayudaré. Sólo debes quitarte la ropa por ti mismo y yo haré el resto. —Baekhyun se puso rojo, el tono con el que Chanyeol estaba hablando, era muy diferente a su tradicional tono de estúpido. Hablaba, ahora, con suavidad y profundidad y su tacto era delicado y con intención. Cuando Chanyeol roció agua sobre la espalda de Baekhyun, este la arqueó al sentir un escalofrío y el alto sacó una sonrisa de lado. —calma, el agua está caliente. —Se burló y Byun asintió cubriéndose el pecho. Chanyeol tenía el corazón en el piso, su ritmo cardiaco era demasiado rápido y más cuando Baekhyun actuaba tan vulnerable. Su pecho descubierto y sus pequeños pezones, abarcaban la atención de Chanyeol. 


 


—Ahora bañaré tus piernas. —Se remangó la pijama hasta más arriba de la rodilla y se metió a la bañera; levantó una de las piernas y pasó la esponja con suavidad. A Chanyeol le pareció muy tierna la forma de las extremidades inferiores de Baekhyun, rellenas y un poco encorvadas. Además, el menor tenía la cara mucho más roja que antes y el otro lo estaba disfrutando bastante. 


 


Después de todo, lo llevó a la cama. Usaba una bata con estampado de patos de hule y unas pantuflas. Chanyeol se paró en las rodillas detrás de Baekhyun para secarle el cabello, el cuello y la espalda. Le bajó la bata hasta el inicio de la cadera y le secó la espalda con extrema delicadeza.


 


Le gustaba que tuviera cicatrices en ese lugar y que su piel fuera tan blanda, le daba ganas de morderla. Luego de secarle todo el cuerpo, le aplicó protector solar en el rostro. Sus caras estaban tan sólo a 8 milímetros de lejos, sus labios a 7 milímetros y sus respiraciones chocaban. Chanyeol se quedó observando al chico, realmente era muy lindo y era algo que no podía evitar pensar. Por más de que pensara en mujeres y senos, los pensamientos acerca del cuerpo de Baekhyun aumentaban y se hacían más fuertes. Le tomó el rostro y Baekhyun se asustó pero no hizo nada más que sonrojarse, otra vez.


 


—Byun Baekhyun...


 


— ¿Qué sucede, Park Chanyeol? —Tembló la voz cuando sintió que los milímetros de diferencia se habían acortado un poco más. 


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