Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El susurro de la nieve por SunaLove51

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Mi primer ZabuHaku!

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen si no a Masashi Kishimoto.

 

Espero que disfruten el primer cap.!

 Corría al borde de la extenuación. Su garganta estaba casi seca y su aspecto, que horas antes era pulcro, como se espera de una persona de su posición y linaje, ahora no era muy diferente a la de un pordiosero o lacayo y esto se debía a que había sido uno de ellos el que le había brindado sus ropas y ayudado en su huida infructuosa.

 — ¡Rápido! ¡Debemos encontrar al príncipe Haku a como dé lugar! —Los pasos se sentían cercanos y el joven sabía que si no llegaba a adentrarse en el espeso bosque que rodeaba el reino de Kiri sería capturado con facilidad.

 Siguió corriendo y divisó a lo lejos la primera hilera de árboles que daba inicio al frondoso bosque.

 — ¡Allí está! —gritó uno de los soldados pertenecientes a la guardia real— ¡Alteza, deténgase! —Pero Haku hizo caso omiso a la petición y aceleró su carrera.

 La desesperación hizo aumentar su adrenalina y sin notarlo ya corría por el bosque. Los arbustos que se encontraba en su camino le arañaban la piel, logrando que comenzara a escocer.

 — ¡Atrápenlo, maldición! —Gritaba el comandante de la guardia.

 Llegó hasta la orilla de un ancho río, que al ser invierno estaba congelado y se detuvo en su orilla.

 —Príncipe Haku —oyó a su espalda y giró rápidamente—, venga con nosotros. Su alteza prometió pasar por alto este incidente si vuelve sin poner resistencia —gijo el comandante y consejero de su hermano, el rey Yagura.

 Haku sabía que el hombre mentía. Su hermano no pasaría por alto esta desobediencia, al menos no sin darle un escarmiento muy, muy doloroso y humillante.

 Retrocedió sin apartar la vista de sus perseguidores y negó.

 —Lo siento, pero no puedo regresar.

 —Entonces deberemos obligarlo —avanzaron y el castaño se giró para correr nuevamente sobre la superficie congelada.

 Se detuvo nuevamente sobre el hielo a unos metros de la orilla y dijo sin voltearse.

 —Por favor no me obliguen —Su voz se volvió temblorosa—, no... no me obliguen a hacer esto… —Cayó de rodillas y acarició la superficie congelada.

 Podía sentir como esos hombres lo acorralaban a pesar que sus pasos eran tambaleantes al resbalar de vez en cuando en el hielo seco.

 —Vamos príncipe Haku, no lo haga más difícil... —El comandante de la guardia estaba comenzando a cansarse de ese chiquillo caprichoso. Deseaba que cuando regresaran a palacio su alteza Yagura le permitiera encargarse en persona del castigo del castaño frente a él.

 —Lo siento... —Haku colocó ambas manos sobre las aguas congeladas y de pronto el hielo comenzó a desquebrajarse.

 Los hombres que se encontraban más cerca de tierra, entre los que estaba el comandante, retrocedieron sus pasos. Sin embargo, los que estaban más cerca del joven se sumergieron en las aguas y trataban de salir a flote.

 — ¡Auxilio! —boqueaban tratando de retener el aire cuando lograban sacar su cabeza a la superficie— ¡¡SOCORRO!!

 El hombre que comandaba a la guardia miraba con total impotencia como varios de sus soldados se ahogaban sin poder hacer nada para detener la tragedia. Alzó la vista y vio al joven príncipe, que ya de pie sobre una zona aún solida del hielo, lo miraba con tristeza y movía los labios para que los leyera.

 —Lo siento… —Susurró con llanto en los ojos y a continuación se hundió por completo en las frías aguas del río.

 

 

 

 

°¨¨*¨¨*°°*°°*¨¨*¨¨°

 

 

 

 —Te había dicho que trataras de buscar algo mejor la próxima vez, pero siempre haces lo que quieres... —La voz que escuchaba era grave, tosca y se oía sumamente molesta—. ¿Cómo venderemos este grupo de debiluchos como esclavos, si a penas tienen carne en los huesos?

 — ¿Y tú crees que es como ir a un mercado y elegir lo mejor que encuentras? —Otro hombre con la voz más chillona le contestó— Traje lo que pudimos recoger en el camino. Sabes que con la nueva ley de exterminar todo elemento indeseable que proclamó el rey Yagura ya no queda mucho de donde elegir.

 —Bueno, en eso tienes razón. Ese bastardo está arruinando mi negocio.

 Haku luego de mantener los ojos cerrados un largo tiempo los fue abriendo muy lentamente, adaptando la vista a la luz deslumbrante que lo encegueció en un primer momento. Poco a poco su vista fue adquiriendo nitidez y pudo observar a dos hombre cerca de él discutiendo. Seguramente eran los dueños de las voces que había oído con anterioridad.

 Uno era gordo con una gran barriga y el otro más delgado, aunque de rostro envejecido. Ambos tenían aspecto desalineado, pues sus ropas a pesar de que seguramente en su día habían sido caras y de calidad como la de cualquier noble, se encontraban harapientas, sucias por el lodo y el constante uso.

 —Por fin despiertas —bisbiseó un joven cerca de él—, creí que morirías de frio —le confesó.

 El castaño lo miró de reojo y luego bajó la vista para ver como su cuerpo era cubierto por una manta muy abrigadora.

 — ¿Esto es tuyo? —le preguntó al otro.

 —Shiii —El chico de pelo corto y azulado trato de que bajara la voz—, habla bajo. Mientras más tarde se den cuenta de que despertaste mejor —Y con la cabeza apuntó a los hombres desalineados—. Te sacamos del río, estuviste a punto de morir.

 Haku pensó que eso hubiera sido lo mejor.

 — ¿De dónde vienes? —El menor supo que si contestaba con la verdad, con seguridad lo llevarían de regreso con su hermano o lo tomarían como rehén para sacarle dinero al mismo.

 —No lo recuerdo...

 — ¿Ni siquiera tu nombre?

 —Haku... —dijo sin pensar y se corrigió— Hakudoshi.

 —Bueno te llamaré Haku —respondió el otro con alegría y Haku pensó que eso era irónico.

 —Por cierto soy Chojuro —le sonrió con dientes afilados.

 — Un gusto, ¿Qué hacemos aquí, Chojuro? —se animó a preguntar y el otro solo le mostró sus muñecas que llevaban unos grilletes.

 Oh, no... Reforzaba su creencia de que hubiera sido mejor estar muerto.

 — ¿Nos han capturado? ¿Por qué crímenes?

 —No lo entiendes, ¿Verdad? — ¿De dónde salió este chico? Se preguntaba el joven peli azul— Seremos vendidos como esclavos —Respondió.

 Haku supo que eso era aún peor de lo que había supuesto.

 Pocas veces había visto esclavos en su vida, pero sabía por boca de su hermano y los oficiales del palacio que cuando en las batallas había sobrevivientes del bando contrario eran tomados como esclavos. Incluso había escuchado a algunos soldados decir que se divertirían con ellos de una forma que no le había gustado nada.

 — ¡Despertaste bella durmiente! —Los dos chicos se sobre saltaros y miraron al gordo sudoroso que se acercaba a ellos— Espero que pueda venderte con ese aspecto tan endeble y eso va para ti también mocoso —miró a Chojuro y acercó su rostro a él.

 —Aleja tu apestoso aliento de mí, bola de cebo —dijo el peli azul con asco ganándose un golpe en el estómago— Cof cof Golpéame todo lo... cof que quieras... cof Pero seguirás siendo un asco —El hombre lo golpeó en el rostro con fuerza.

 — ¡Déjalo en paz! —Haku deseo ayudar a su compañero y fue sujetado del cabello por el gordo que había dejado de golpear al otro.

 — Tal vez deba golpearte a ti —elevó su puño que fue detenido por el hombre más delgado.

 — ¡No seas idiota, si marcas a esta belleza nos causarás problemas!

 — ¿De qué hablas? —lo encaró enfadado.

 —Tú lo dijiste, estos chicos no pueden ser vendidos como esclavos para trabajos pesados. Sin embargo, podemos sacarles más provecho —El obeso seguía sin entender y el otro suspiró—. Sus cuerpos son menudos y sabes que hay muchos pervertidos que gustan de la carne joven y pagan muy bien por ella.

 —Esclavos sexuales...

 — ¡Exacto! Es más, cuando el esclavo es virgen son capaces de pagar una pequeña fortuna... —Ambos sonrieron con complicidad y los miraron con malicia.

 — Deberemos hacer unas pruebas para comprobar eso.

 —Lástima que no podamos probar la mercancía en todo el sentido de la palabra —El delgado de pelo oscuro observó a Haku—. Me hubiera divertido mucho con esta preciosura castaña —le lamió la cara y el chico la apartó con repulsión.

 El otro hombre llamó a uno más joven y ordenó.

 —Fuji, lleva a estos dos a mi tienda. Haremos un examen exhaustivo de su condición.

 

 Nunca pensó que de alguna forma agradecería haber soportado los golpes y abusos de su hermano por tantos años, pues si no hubiera sido así se hubiera vuelto loco al tener que soportar el tacto de ese hombre por todo su cuerpo y más aún al sentir como el dedo de ese depravado se introducía en su interior supuestamente examinando si aún era virgen. El grito de dolor que lanzó por la violenta penetración de esa falange le indico al hombre que era más virgen que una doncella consagrada a los dioses.

 —Es una lástima, me hubiera gustado gozarte un buen rato —había dicho con descaro—. Pero tan vez puedas chupármela un rato como desahogo...

 Haku había temblado al saber que sería obligado a hacer una felación y cuando estaba siendo obligado a ponerse de rodillas frente a ese sujeto la voz del otro mandamás detuvo la escena.

 —Los compradores están llegando, sal de ahí y deja que preparen al chico —dijo el gordo entrando a la tienda.

 —Mierda... —pronunció mirando al de cabello chocolate y acomodando su pantalón— Es una pena, te hubiera gustado —acarició su cabello y Haku se alejó de ese tacto.

 

 Y era por eso, que luego se ser peinado con el cabello semi recogido y vestido con una túnica de un género un tanto traslúcido estaba sobre una tarima siendo exhibido como un objeto.

 La tristeza se reflejaba en su rostro al ver como otros antes que él eran vendidos como si fueran animales y que sus aspectos fueran simples comparados con el suyo le decía que esos sujetos esperaban sacarle una cantidad importante de ryos a su venta.

 —Para finalizar, tenemos nuestros dos últimos artículos en venta —El presentador hizo un ademán a los hombres que los custodiaban para que los acercaran.

 Fueron colocados usando máscaras él y Chojuro delante de la concurrencia, que iba (por lo que podía adivinar por sus ropas), desde mercaderes burgueses hasta gente de la realeza.

 El hombre dijo el monto de origen para que la puya por la mercancía comenzara. Las ofertas se elevaban, sobre todo por él y su corazón ya se resignaba a ser vendido cuando un gran estruendo lo sacó de sus oscuros pensamientos.

 — ¡El campamento está siendo atacado! —gritó uno de los que custodiaba la reunión dando aviso, pero fue tarde. Este cayó sin vida al ser atravesado por una espada en el corazón.

 Se veía como muchos de los asistentes corrían por sus vidas, la mayoría siendo gente de dinero, no obstante muchos caían bajo el ataque de lo que parecían ser mercenarios.

 — ¿Debemos matar a todos? Podríamos pedir rescate por alguno de ellos —comentó un pelilargo de cabello verde a otro que luchaba a su lado.

 —Ya oíste a Zabuza. Quiere a todos los compradores y comerciantes muertos —dijo su interlocutor con seriedad.

 La batalla no duró mucho al ser los atacantes expertos asesinos y el cuadro frente a Haku, que aún se mantenía de pie sobre la tarima totalmente petrificado, parecía infernal puesto que al haber estado nevando todo el día, un blanco manto cubría el suelo creando un contraste mucho más fuerte con la sangre que la manchaba y con los cadáveres que la cubrían. Reaccionó de pronto y bajó de un salto, dando unos pocos pasos inseguros cuando uno de los mercenarios se abalanzó sobre él y fue apartado de un tirón.

 — ¡Suigetsu idiota, soy yo! —reclamó Chojuro.

 — ¡¿Qué?! —gritó el atacante y lo miró con detenimiento— Te ves bien —sonrió por la apariencia sexy del otro.

 — ¡Vete al diablo!

 Haku al quedar relegado por la discusión de esos dos no vio como alguien más se acercaba y lo tomaba de la cintura.

 —Hice bien en esconderme y tú vendrás conmigo —Era el hombre que lo había manoseado en la tienda por lo que el castaño empezó a forcejear. Posó una de sus manos sobre la del hombre para desasirse de su aprisionamiento y un vapor frío congeló la del sujeto.

 — ¡¡AHH!! ¡¡MALDITO MONSTRUO!! —gritó este, mientras lo soltaba y cuando estaba a punto de atraparlo de nuevo el menor vio como una espada de gran tamaño lo atravesaba desde lo alto de su cabeza hasta su abdomen.

 La espada fue retirada con violencia haciendo que el cuerpo muerto cayera a un lado y fue ahí cuando lo vio por primera vez. Era alto, de músculos marcados y piel morena cubierta de heridas. Su pelo negro y su mirada amenazante acentuaban su aspecto salvaje, que en ese instante era mayor al estar bañado en la sangre de sus enemigos.

 Camino pateando a un lado el cadáver del mercader muerto y se detuvo frente a él. Le arrancó la máscara y su corazón latió desbocado, no por el miedo si no por la anticipación.

 —El espíritu de la nieve... —susurró con voz sedosa.

 Y el joven príncipe solo pudo caer de rodillas sin saber por qué...

 

 

 Continuará...

Notas finales:

Sé que es corto (comparado a lo que estoy acostumbrada a escribir XP), pero es la introducción y no pude resistir a subir esta historia, porque esta pareja fue la primera (fuera del Touya x Yukito), que acepté incluso cuando no sabía que era el yaoi y que existía este género. La verdad su relación es tan profunda que se vuelve algo natural pensar en ellos como pareja amorosa. Lo digo porque sé que no solo yo pensé así al verlos por primera vez en Naruto, si no que a muchos más que al día de hoy no toleran el yaoi o shonen-ai y aún así aceptan esta pareja XD

 

 Bueno los voy dejando, la actualización de todos mis fics tardaran un poco por problemas con mi compu (se sobrecalienta y se apaga u_u), así que pido paciencia.

 

Los invito a pasar por mi perfil para leer mis otros fics si lo desean:

¿Quién eres realmente? (SasuNaru)

 

Cruce de caminos (ItaDei)

 

Elecciones equivocadas (HashiMada)

 

Las palabras perdidas (SasuNaruSasu)

 

 

Un saludo y un beso para todos! (^u^)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).