POR TI Y SOLO POR TI
Todavía recuerdo tu mirada fría, tus singulares y sensuales patillas que siempre las rizabas más con tus hermosas, grandes y cálidas manos, recuerdo siempre cuando me mirabas, siempre tratabas de mostrar una mirada molesta y enojada pero yo siempre encontraba ternura y amor en esos ojos completamente negros. Cada vez que te veía desde que era un niñato de solo 5 años cada vez me enamoraba más de ti aunque al principio no sabía que era esto lo que siento ahora, siempre trataba de llamar tu atención molestándote y tú me golpeabas con firmeza pero yo aun así seguía molestándote hasta el punto de preguntarme si era un masoquista. Cuando traía mi traje de vaca y tú siempre me molestabas por eso no me importaba, es más, por esa razón siempre lo llevaba, para que cada vez que me vieras con el dijeras: “¿Aquí estas de nuevo vaca estúpida?”. Cuando me tomabas en cuenta o el simplemente de verme me hacía muy feliz.
FLASH BACK
Recuerdo la primera vez que me hiciste tuyo regresaste a casa temprano, mamá no estaba se había ido de viaje junto con Tsuna, I-pin y Fuuta. Tú te quedaste por trabajo y yo decidí el no ir con ellos ya que me gustaba estar contigo y siempre quería esperarte hasta que llegaras del trabajo para recibirte; recuerdo muy bien que habías llegado demasiado enojado, el trabajo te había agobiado e irritado, te sentaste en el comedor yo te sonreí pero tu ni la mirada me dedicaste.
-Hazme un café expresso-
Yo contento fui a la cocina a traerte tu bebida favorita, ya me había aprendido como hacer un expresso a la manera que te gustaba, aunque eso me costó varios golpes y varias tazas rotas; regrese con tu expresso te lo di, empezabas a inhalar el aroma de este y después empezabas a beberlo podía notar que te gustaba ya que siempre dabas un fuerte suspiro y una pequeña sonrisa, me emocionaba con esa sonrisa en tu rostro. No podía creer que a mis 15 años podía enamorarme de alguien con 30, pero aun así no me importaba la edad.
-Estúpida vaca, te has estado mejorando con el expresso-
Mencionaste eso y revolviste mis cabellos no pude aguantar la emoción, era la primera vez que me felicitabas por lo que te preparaba, me avente hacia ti tirándote todo el café, claro que te enojaste y me diste un buen golpe, yo me sentía muy culpable y trataba de disculparme con lo que pudiera.
-L…lo…si…siento… Reborn- Mis lágrimas salían, no me gustaba que estuvieras enojado conmigo.
-Un simple “Lo siento”, no te servirá ¿Sabes?- Me mirabas con un poco de enojo pero tu mirada era diferente, tenías una sonrisa ¿maliciosa?
-Por favor Reborn, hare lo que sea para que me des tu perdón-
-¿Oh… lo que sea?- Tu sonrisa era más grande, muy difícil de entender. –Bien, entonces límpiame- Inmediatamente traje una toalla para limpiarte, me miraste disgustado. –No con la toalla-
-¿Cómo?- Preguntaba con ingenuidad.
-Con tu lengua-
Me puse completamente rojo ante esa petición pero haría eso para que me perdonaras. Empezó lamiendo tus zapatos, lo cual para la mayoría eso podría ser embarazoso, pero para mí era un honor el hacerlo, seguí con tus manos, hermosas, grandes y cálidas manos que siempre anhelaba a que me acariciaran, me mirabas aburrido y recargabas tu cabeza con tu otra mano, mire tu rostro no mostraba expresión alguna hasta cuando termine con tus manos señalaste tus mejillas, dándome a indicar que lamiera también ahí. Me sonroje demasiado hasta las orejas pero si me retractaba te enojarías más, empecé a lamer tu mejilla y bajaba la mirada, no podría mirarte en esa situación, terminando empecé a lamer tu otra mejilla pero esta vez agarraste mi mentón y me diste un beso demasiado pasional, ante esta acción tan rápida por parte tuya no pude resistirme, deje que exploraras mi boca y con tu lengua exploraste todo mi espacio bucal, jugando varias veces con mi lengua y dándome varias mordidas a mis labios, yo estaba en estado de shock y mi corazón latía sin parar, tan rápido que me podría morir en ese momento, pero mis manos automáticamente rodearon tu cuello acercándote más a mí, tú me sentase entre tus piernas, teniendo pequeños roses con nuestros miembros lo cual me sacaba unos pequeños gemidos, tus besos pasaron de mis labios hacia mi cuello dejando varias mordidas que iban a dejar marcas por varios días, pero no me importaba ya que eso demostraría que fui y seré tuyo aunque esas mordidas eran dolorosas. Me miraste yo estaba con los ojos entrecerrados y mi respiración era demasiado rápida, te gusto, ya que el verme así te empezabas a reír, pero creo que no era suficiente para ti ya que hiciste algo que no lo olvidaría.
-Vaca estúpida, aún no has acabado tu limpieza- Mirabas atentamente mis expresiones, yo estaba desconcertado pero por la excitación no sabía ni que pensar.
-¿Ha…mmm…no?...ah…ah ¿Qué...mmm…qui…eres decir con…eso?-
Me bajaste audazmente me quede enfrente de tu entrepierna y rápidamente te desabrochaste el cinturón y te bajaste el cierre y tomaste mi cabeza acercándome a tu miembro ya erecto, no pude estar más rojo pero por la excitación seguía sin pensar o tratar de razonar solo deje que mi cuerpo se manejara por sí solo. Tome con mis manos tu bóxer que tapaba ese miembro que tan solo verlo se veía demasiado enorme, cuando baje tu ropa interior rápidamente me acercaste más a ti.
-Ahora termina tu trabajo-
-E…es…esta…bien-
Solo cerré los ojos y metí tú ya erecto miembro a mi boca y con tus manos tomabas mi cabeza y me dabas el ritmo que tu deseabas que dará, yo solo obedecí, trate de jugar con mi lengua y daba pequeños besos hasta que terminaste regando tu esencia en mi boca trate de escupirlo ya que me ahogaba pero tú me aferraste con tus manos y no tuve de otra que beberlo, era deliciosa esa esencia me agradaba.
-Hasta que la vaquita toma de su leche-
Te empezaste a reír yo solo seguí, pero al parecer te había aburrido ya que me levantaste y me llevaste al sofá, me tiraste con brusquedad, te deshiciste de mi ropa tan rápido que no me di cuenta y levantaste mis piernas, yo me empecé a asustar, lo cual notaste.
-Estúpida vaca, ¿Es… tu primera vez?-
-……- No sabía que responderte me apenaba decírtelo aunque tu ibas a ser mi primera vez era vergonzoso.
-Lo tomare como un si-
Al terminar eso llevaste tres dedos a mi boca lo cual no sabía para que, te mire confundido tu solo dijiste que los lamiera y así lo hice, los lamí como si estos fueran caramelos una vez que los lamiera completamente retiraste tus dedos y los acercaste a mi entrada, me asuste más, no sabía si dolería así que decidí tratar de moverme para escapar pero tu agarre fue más fuerte, te acercaste a mi oído y me susurraste con ternura lo cual nunca me habías hablado así.
-Por favor trata de soportar ¿Si?- Esas palabras fueron muy hermosas para mí, como una melodía que solo tu podías hacer.
-S…s…si- Trate de hablar pero mi nerviosismo no me dio para más, tu solo sonreíste.
-Gracias- “¿Gracias?”, ¿Por qué? ¿Estaba bien lo que hacía para que me diera las gracias?
Pusiste uno de tus dedos en mi entrada, lo introdujiste lo cual me causo un leve dolor e incomodidad, no evite el quejarme lo cual tú te detuviste unos minutos. Cuando me acostumbre y me relaje introdujiste el otro, el dolor y la incomodidad era más fuerte entremesi mis piernas y me queje más fuerte, igual esperaste a que me tranquilizara e introdujiste el tercero el dolor fue más fuerte y di un pequeño grito igual esperaste varios minutos y diste simuladas embestidas lo cual se me hicieron demasiadas placenteras, lo cual inconscientemente mis caderas empezaron a moverse lo cual te éxito más a ti, así que decidiste sacar tus dedos, lo cual me confundió y en cierta forma me desilusionó, pero pusiste mis piernas en tus hombros. Colocaste tu miembro en mi entrada, me asuste otra vez pero trate de calmarme, tu solo me acariciaste mi rostro.
-Esto no se comparara con lo de antes pero trata de soportarlo-
Después de decir eso metiste tu miembro de una sola embestida, no lo soporte, arquee mi espalda y di un grito de dolor, era doloroso e incómodo los tres dedos pero eso no se comparaba a tu masculinidad. Me besaste y tomaste mi miembro y lo empezabas a masturbar para que me distrajera, después de calmarme empecé a sentir placer al tenerte dentro de mi lo cual empecé a mover mis caderas dándote a indicar que empezaras a moverte también. Diste pequeñas embestidas lo cuales se me hicieron muy tortuosas pero comenzaron a hacerse rápidas y fuertes hasta que llegaste a un lugar que me hicieron gemir muy fuerte lo cual te gusto y seguiste dando en ese punto empecé a gritar tu nombre y tú el mío lo cual me hacía tan feliz, que me llamaras por medio de gemidos, ya placer no me podías dar hasta que empezaste a masturbar mi miembro al ritmo de tus embestidas. No soporte y termine viniéndome, manchando nuestros pechos y apretando mi entrada junto con tu miembro lo cual se te hizo demasiado placentero que te viniste dentro de mí, tu deliciosa y caliente esencia estaba en mi interior lo cual hizo que oficialmente fuera tuyo. No soporte y termine desmayándome en tu pecho pero antes de perder el conocimiento tú me dijiste unas palabras que aun en ese estado nunca olvidaría.
-Hermosa vaca ahora serás solo mío ¿Entendiste?-
Caí en ti, sonriendo por tales palabras tuyas, aunque no pude responderte y decirte que sería solo tuyo siempre lo he demostrado y siempre lo demostrare.
Cuando desperté estaba justo recostado en tu pecho y tu saco estaba cobijándome lo cual me hizo recordar la noche anterior lo cual me acorruque más a ti, te despertaste y me miraste yo solo me asuste.
-Eres molesto ¿Sabes?-
Trate de moverme pero me di cuenta de algo, ¡Seguías dentro de mí! Me sonroje bastante y trate de separarme pero tú me agarraste y me besaste.
-Mmm... Al parecer tienes el don de volverme loco rápidamente, ahora hazte responsable-
Ahora me asuste más, mis caderas y mi trasero dolía como los mil demonios, al parecer no podré caminar el día de hoy.