Por alguna razón estoy en mi habitación y es un nuevo día, no recuerdo haber despertado, el silencio es sepulcral y lo más extraño hasta el momento es encontrarme debajo del pequeño escritorio, ubicado en el lado izquierdo, seguido del ventanal que hay en mi habitación.
La situación es inusual y luego de dar vueltas en mis pensamientos decido salir de donde estoy, la primer impresión que me llevo es sorpresa; todo está arreglado desde el librero, canasta de ropa, armario, estante de adornos, la cama esta tendida e incluso las cortinas están abiertas de par en par permitiendo así el ingreso de los rayos del sol, lo cual es más extraño aún, pues no suelo abrirlas, puedo abrir las ventanas pero jamás las cortinas.
Me llevo un gran susto al pasar frente al espejo y me doy cuenta que sigo vestido de la misma forma cuando fui al galpón; una camisa de color vino, pantalones negros y zapatillas color negro.
Ya harto de todo, salgo fuera de la habitación en busca de respuesta.
Estando fuera la situación aún sigue siendo la misma, reviso todas las habitaciones y sus ocupantes no se encuentran, voy bajando las escalera para revisar la planta baja el resultado es el mismo; la casa está vacía, ni siquiera Vamp está aquí.
Si la respuesta no está en casa puede que se encuentre fuera de esta. Atravieso el portón de la casa, en la calle no hay vehículos y ningún tipo de movimiento, es más no hay ni un gorrión en los tendidos eléctricos.
Ahora estoy sentado en la mitad de la calle, pensado en la rareza de las cosas.
Primero no hay nadie por la zona, segundo mi habitación está en orden, tercero no recuerdo haber despertado, conclusión: soy el ser más estúpido para no ser capaz de darme cuenta a primera vista de lo que está pasando, no hay más respuesta, esto obviamente es un sueño y quizás uno lucido al poder ser consciente de mis pensamientos.
Recuerdo haber leído un artículo sobre ello en internet donde decía que para poder despertar de ello basta con pensarlo o algo así.
Estoy consciente de la situación y aun no me apetece despertar, esto es una oportunidad de controlar como quiero que sea el sueño, intento pensar en alguna situación que me gustaría vivir y no lo consigo, lo único que logro es recordar una escena de una película de zombies donde el último sobreviviente se encuentra solo junto a su perro y de un momento a otro es emboscado por una horda de estos, mientras su fiel amigo se las ingeniara para distraer a los zombies y así evitar que capturen a su amo, al recordar aquellas escenas no puedo evitar sentir un escalofrió, mi situación es similar a aquella por lo cual me levanto del suelo e ingreso nuevamente a casa.
Las cosas han cambiado dentro de esta, lo primero que noto es la sala; esta desordenada los cojines están caídos, hay vasos y tazas en la pequeña mesita del centro.
En la cocina hay utensilios sucios en la lavaplatos y en el mesón hay bolsas de frituras desparramadas.
Subiendo las escaleras me detengo al medio de estas y puedo notar como en cada portarretrato no hay ni una sola fotografía. Reviso nuevamente las habitaciones y estas siguen en orden, en los portarretratos están vacíos, no hay indicios de fotografías, los aparatos electrónicos no funcionan y por ultimo todos los relojes marcaban la misma hora 4:30 a.m., mi habitación es la última en inspeccionar, estoy fuera de ella con la mano en el pomo de la puerta, estoy nervioso, el seguro de la puerta sede y entro en ella, observo todo la cama los muebles siguen como estaban al inicio de todo, y pum!! El pequeño escritorio no es más pequeño, ahora es tres veces su tamaño y ya no está en un rincón esta frente a mi cama detrás de este está el gran ventanal, la silla giratoria ha sido reemplazada por un gran sillón de madera tallada y cuero, el espaldar es tan alto que llega a medio ventanal. En el escritorio hay un reloj de arena del tamaño de un cuaderno oficio, los tamaños de los granos de arena son grandes como para ser llamados granos hasta diría que se pueden contar la cantidad de “granos” que han caído pero aquello me es irrelevante. Después hay muchos libros empastados y plumas de diferentes colores, en el centro reposa un gran libro de cuero el cual me da curiosidad y quiero darle un vistazo pero este me es imposible de abrir pues este tiene una cerradura aunque no logro ver el lugar donde colocar la llave.
Dejando de lado el libro sigo husmeando en aquel nuevo escritorio, ahora voy por los cajones dos de los cuatro cajones ubicados a cada lado respectivamente están vacíos y en los otros dos hay chucherías como una piedra sin forma transparente en el primer cajón y el segundo tachas que van en algunas prendas junto a una plumilla de guitarra azul.
Cuando termino de curiosear escucho voces y risas, voces que no logro distinguir, el cual me hace alarmarme y decido esconderme debajo del escritorio, mi nerviosismo afecta mis movimientos y antes de esconderme me golpeo con el sillón en la rodilla, no hago caso al dolor que es tan real como para ser de un sueño y termino con mi cometido.
Las voces son más próximas a la habitación ahora puedo escuchar claramente lo que dicen:
-¿Está bien que él esté aquí?- pregunto una voz femenina.
-No lo sé, son contadas las personas que han logrado estar aquí y la verdad no sé porque ya sabes quién se ha ensimismado con que él pueda estarlo.-respondió la voz de un hombre.
-Es la primera vez que estoy aquí, no llevo demasiado en esto pero haré lo mejor que pueda.-dijo un la voz chillona de un niño.
El oí el seguro de la puerta ceder por segunda vez, aquellas personas ingresaron, cerré mis ojos con fuerza y volví abrirlos para darme cuenta de que acaba de despertar.
La cubrecama estaba caída al lado dela cama, con toda la pereza del mundo estire mis brazos y todo mi cuerpo para despertar completamente, trate de pararme y un dolor punzo mi rodilla, Vamp corrió hacia mi moviendo su cola ese era su saludo de buenos días.
Tome un baño, me vestí de manera casual una camiseta de color verde, bermuda beige y zapatillas un tono más oscuro que la camiseta.
Vi mi reflejo en el espejo de cuerpo completo mientras acomodaba mi cabello, mire mis ojos de color café oscuro, mi piel morena clara y si hablamos de mi cuerpo en resumen era un completo escuálido gracias a que nunca practico ningún deporte y además soy bajo de estura eso es un problema mientras mi hermana mayor de 21 años Teffi mide 1.70m, mi hermana menor de 15 Beatriz (Bea) mide 1,76m y yo mido 1.58m a mis casi 17 años por cierto me llamo Alessio pero me dicen Lex.
Mi madre me llama a desayunar por lo que parece aún es temprano desayunamos en familia junto a los familiares que se quedaron después de la cena de año nuevo, hablamos trivialidades y se hacen bromas de todos los presentes en la mesa en especial sobre mí.
Después del desayuno subo a mi cuarto para acomodar un poco, bien el primer día del año me la paso haciendo quehaceres, tiendo la cama y guardo la ropa limpia, acomodo los libros, quito el polvo del librero, ver el librero me trae recuerdos ese fue un regalo de mi hermana, mi hermana menor quien en vacaciones pasadas cuando faltaba poco para sus 14 tomo un curso de carpintería en la escuela a manera de aumentar así su calificaciones, siendo ella la más pequeña y la única chica en la clase, al ser una chica su trabajo era menos pesado que el de los demás estudiante, los demás estudiantes todos entre 15 a 17 los primeros días hicieron algunas burlas sobre Bea, pero ella supo ignorarlos, cuando acabaron esos cursos se había hecho amiga de todos los chicos y se ganó un lugar ahí. Bea siempre alego que era un desordenado con los libros y que sería ella quien acabaría con mi mal hábito y después llego mi cumpleaños junto al librero hecho por Bea con ayuda de papá, aunque solo papá ayudo con cortar las maderas y cuido de Bea para que no se hiciera daño. Bea es la más alta de los tres y tiene la piel pálida, el color de sus ojos es miel y su cabello es tan oscuro. Bea siempre me sorprende puede hacer desde muebles, robots, diseñar vestidos, hacer repostería y hasta incluso ser buena en deportes.
Sobre el librero hay portarretratos de los tres Bea, yo y Teffi. Si tuviera que describir a Teffi pues ella es con quien tengo más parecido, ambos somos de piel morena clara, mismos ojos cafés, a diferencia de mi Teffi tiene el cabello castaño oscuro, le encantan los vestidos y tiene una infinidad de ellos, lo que más le gusta es la pintura al óleo y tocar el violín, es una fanática del orden y cuando ve mi cuarto desordenado no duda en arrojarme cosas o molestarme hasta que lo ordene y deje pulcro. Por sus horarios en la facultad no la vemos muy seguido.
Ahora contare sobre mis padres, mi madre es la igual que Bea solo que con rasgos adultos así que por medio de ella sabemos cómo será Bea en futuro, mi madre le encanta hacer bromas hasta incluso dice más malas palabras que mi padre y obviamente yo aprendí de ella. Da cátedra en la facultad de idiomas de la universidad de Teffi y mi padre es muy serio, la verdad no sé cómo lograron están juntos si son polos opuestos, por su parte a mi padre no lo vemos muy a menudo siempre se encuentra viajando.
Y por último estoy yo, ya me describí de manera física anteriormente, me gusta el rock aunque más disfruto del metal sinfónico, mi cantante favorita es Tarja Turunen. Ser más bajo tiene su desventaja como por ejemplo cuando estoy junto a mis hermanas siempre piensan que yo soy el menor, cuando en realidad soy el del medio. A pesar de ser un chico a punto de cumplir 17 años mis rasgos faciales son infantiles, mis ojos grandes y boca pequeña. Me gusta la fotografía y cuando tenía 15 años reconocí que era gay, a los 16 decidí salir del closet mi familia me acepto y todos y cada uno de ellos me sigue brindando su apoyo, según ellos siempre lo supieron solo esperaban el momento que yo mismo me diera cuenta. Mi vida durante la escuela fue demasiado, recibí burlas durante la secundaria pero las cosas cambiaron de un momento a otro el último año, todo el salón se llevaban bien y no hubo inconvenientes hasta la fecha que nos graduamos el año pasado e incluso hubo algunos que después del acto de graduación se acercaron a mí y pidieron disculpas por los roces de los años pasados y desearon suerte en mis planes para el futuro, claro todo eso bajo el ojo vigilante de mi padre. Mi padre me cuida más a mí que a mis hermanas, claro él dice que ellas son el doble de fuertes y pueden cuidarse solas.
Mi mejor amiga es una chica que vive en su propio mundo, se llama Elisa, pero le decimos Eli, tenemos la misma estatura, es de piel clara, su cabello y ojos son de color miel y no es demasiado delgada , cuando nos conocimos ambos teníamos 10 años y ella dijo admitir que le gustaba, un día mientras estábamos en receso ella pregunto sobre si alguna vez había besado yo le dije que si, a lo que ella se puso incomoda le hice la misma pregunta, pregunta que no respondió, entonces en un acto reflejo la bese, solo fue un roce de labios que duro segundos, ella se sonrojo en demasía y bueno después de eso, ella asumió que éramos novios, eso duro todo un buen año hasta que se dio cuenta de lo que teníamos no había cambiado en nada y ella me aseguro que quizás realmente no le gustaba de manera romántica, quizás confundió todo porque yo fui el primer chico que le hablo y que era mejor seguir siendo amigos, después de ese acuerdo ella entro a clases de tenis y ahí conoció a quien fue y sigue siendo su novio de verdad, cuando le dije que era gay ella lo comprendió y me prometió que si alguna vez me gustaba alguien ella me ayudaría a llegar a esa persona.
Antes mencione mi primer beso, bueno en realidad fue un beso robado a los 7 años, quien me robo mi primer beso fue mi primo un año mayor que mí, era el único de mis primos que jugaba conmigo los demás eran dos a cuatro años más grandes. Mi primo se llama Fabrizzio y siempre decía que era igual que una niña y hasta más bonito que una, cierto día jugando en el jardín una mantis se paró sobre mi hombro derecho, mi primo se asustó porque me puse tan pálido, perdí el habla, empecé a llorar en silencio y hasta parecía que había dejado de respirar. Fabrizzio se dio cuenta del insecto tomo una pequeña rama e hizo que la mantis se subiera en él, luego se la llevo lejos de mi presencia, trato de llamarme pero yo seguía inmóvil, lo intento varias veces y no respondía , aún seguía en shock, Fabrizzio coloco sus manos en mis mejillas y levemente elevo mi rostro y poso sus labios sobre los míos hasta el momento que recobre mi consciencia, di un paso hacia atrás y el abrió los ojos retrocediendo dos pasos, el hizo el gesto de silencio e ingreso corriendo a la casa yo le seguí lentamente .
Después de ese suceso Fabrizzio dejo de visitarme, la última vez que lo vi teníamos 12 años y fue en el aeropuerto, cuando se iba a Italia donde permanece hasta hoy, él se despidió de mi con un simple “Cuídate” lo último que se dé él es que en septiembre del año pasado había ingresado en la universidad.
Bueno es comienzo de año, este año tendré que empezar la universidad, he optado por la facultad de Arte, solo espero que todo me salga bien.