Llegó la hora de la salida y con Ricky nos despedimos en el umbral de la entrada, esperaba estuviera bien, después lo llamaría para saber cómo esta. Llegue a mi casa, salude a mi madre y me dirigí a mi cuarto, cansado por el Instituto y el camino.
-Al fin es jueves, un día más y podré descansar el fin de semana –me decía a mí mismo mientras me cambiaba y encendía el televisor de mi cuarto, estaban pasando One Piece. Me vi el capítulo entero y apague el televisor, a mi lado vi el libro de matemáticas, lo tome y lo ojee, al fin entendía la primera unidad, revise un poco la segunda, no se veía tan complicada, aunque no entendía algunas cosas, cosas que esperaba aprender hoy, después de todo si le estaban pagando debía de aprender. Aunque eso signifique que había perdido ya la apuesta con Ricky, no me quiero ni imaginar que cosas serán las que me pedirá en aquel día que tenga que obedecerle todo, si salimos será mejor que deje mi billetera en casa.
Deje al lado el libro y tome mi móvil, quizás Ricky ya se dirigía hacia aquí.
-¿Dónde estás? –decía mientras la mitad mis piernas estaba en mi cama y el resto de mi en el suelo recostado-
-Estoy de regreso, logre saber y confirmar muchas cosas.
-¿Entonces?
-¡Nieli, Jonghyun llego! –Escuche a mi madre-
-Dime rápido, él llego a la casa –dije algo nervioso-
-Bueno, después te contare con más detalle, no creo que sea muy peligroso para ti, así que hablémoslo mañana ¿sí?
-Está bien –sentí como la puerta se abrió y el entro normalmente-
-Hola Daniel –se sentó en la mesita-
-Hola –levante mi mano en forma de saludo- Nos vemos mañana –me despedí de mi amigo y corte-
Deje mi anterior posición y me instale en la mesita, viendo como Jonghyun sacaba los libros y todo lo necesario.
-Bueno, comenzaremos con la segunda unidad ¿listo?
Asentí y comenzamos. Era algo extraño verlo de esa manera, pero eso era lo mejor para mí, de verdad no quería recordar lo de ayer, y seguir con mi vida era lo mejor, quizás buscarme una novia.
Terminamos con la unidad dos en una hora, y otra vez me yacía entusiasmado por la facilidad con la que comprendía las cosas. Tomamos un descanso, ambos estábamos recostados en el suelo, él con los ojos cerrados y yo viendo a todos lados.
-¿Qué harás el fin de semana? –me pregunto y me sorprendí un poco por la pregunta-
-No lo sé ¿Por qué?
-Quería venir a tu casa- –no deje que terminara y me sobresalte-
-¿Qué? No, ¿para qué? –me puse algo nervioso-
-Tranquilo –se sentó- no te haré nada, tan solo quería que termináramos las unidades antes de tu examen, aún quedan tres más y mañana ya es viernes.
-Ha, haber empezado por ahí entonces –suspire con alivio-
-No me dejaste terminar –le vi sonreír un poco, es extraño, antes nunca sonrió en lo que podría llamar su “modo niño bueno”, al menos no de esa manera, parecía cómodo-
-Bueno, puede ser el sábado, o el viernes hacer dos –recordé a Ricky- No, el viernes no, tendría que ser el sábado y habremos terminado las unidades –sonreí, al fin se acabaría, entendería todo aquello, daría la prueba, me librare de ese vejestorio y de… Jonghyun, será que ¿no lo volveré a ver después de esto?-
-Bien –respondió sereno-
Un silencio un tanto incomodo se formó. Me senté.
-¿Quieres algo de comer? –Sentía como mi estómago me reclamaba y pronto aquellos reclamos se harían más sonoros, mucho más.-
-Está bien –se volvió a recostar-
Me levante, pero para mi suerte no pude estabilizarme bien y caí de culo, un grito un tanto fuerte que acalle con mi mano sonó en mi cuarto, Jonghyun se levantó de golpe.
-¿Estas bien? ¿No te lastimaste? –podía notar su rostro preocupado-
-Sí, sí, solo que me duele por… -casi se me salió la verdadera razón por la que me dolía- nada, se me va a pasar, no fue un gran golpe –me excuse mientras me sobaba un poco-
-Daniel yo… quiero decir, ayer no fue mi intención –comenzó a hablar algo preocupado- es mi culpa que te duela y…
-¡No! No lo digas –lo pare, no quería recordar aquello- quedamos en que no pasó nada ayer, nada.
-Yo no acorde nada –rio un poco- pero ese no es el punto, lo que quiero decir es que –
-Que no, Jonghyun solo olvídalo ¿sí?, yo lo estoy haciendo, será lo mejor para los dos –termine esperando que me entendiera-
-Pero-
-Shhh –chitee, era insistente-
-Yo-
-Shhh
-Solo quería-
-Shh –me acerque a él-
-Que supieras que- –le tape la boca con mi mano-
-Jonghyun lo haces difícil –entrecerré los ojos, me respondió pero no le entendía bien- ¿Prométeme que no dirás nada de lo de ayer? –Volvió a hablar en mi mano- no te entiendo nada –lo hizo de nuevo- ¡Habla bien hombre! –Me quito la mano de su boca-
-Entonces no me tapes la boca –soltó algo enojado-
-L-lo siento se me olvido –me encogí-
-Y respondiendo a lo otro, no.
-¿¡Qué!? ¿Por qué?
-Es lo que he estado tratando de explicarte pero ¡no me dejas!
-Oh, bueno –quizás si le dejaba hablar esto terminaría rápido-
-Antes quiero aclarar algo, cuando algo o alguien me gusta, es solo eso, me gusta y ya, como me gustan las manzanas, nada más. –No entendía a que venía esa explicación- ¿Entiendes?
-Emm, sí –esto se volvía raro y me estaba dando un miedo que no sabía justificar-
-Bien, ahora lo que quería decir es que me gustas, eso. –termino y se quedó mirándome-
Mi mirada estaba algo perdida procesando lo que acababa de decirme, quizá me quede helado por unos segundos, pero no logre procesar nada. Me levante y me dirigí a la puerta
-¿Daniel?
-Voy a buscar la comida –dije normal-
-Espera –se levantó y se puso frente a la puerta- ¿entendiste lo que te dije?
-En realidad no, mi mente esta en blanco. –Y no mentía, no sé si es porque mi mente no quiere procesarlo, o está impidiendo su paso a mi cerebro, pero no, solo me daba eco, rebotando sin rumbo por el aire-
-Me gustas.
Lo repitió y mi mente aún seguía en blanco, mi mirada estaba perdida en algún lado del espacio tiempo. No dije nada y trate ir por su lado y abrir la puerta.
-Daniel me gustas.
Otra vez no dije nada, mire la puerta y su mano estaba impidiendo que se abriera.
-¿Cuántas veces tendré que decirlo? Despierta Daniel -susurro, ambos sabíamos que no podíamos gritar mucho sin que mi madre se dé cuenta y viniera a ver que ocurría-
-Yo… no…
Lo siguiente que sentí fueron sus labios contra los míos, suaves y dulces, mi mente volvía de a poco mientras seguía el ritmo de sus labios, rodeo uno de sus brazos por mi cintura y me acerco más a él, pude sentir su lengua encontrarse con la mía.
-Me gustas Daniel –dijo dejando mis labios-
Y caí, reaccione, procese de la manera más rápida todo aquello. Me separe de golpe de él.
-¿Qué?
-Parece que reaccionas, casi creí que besaba a un maniquí.
-Espera, espera ¿Qué tu qué?
-Me gustas Daniel, ya lo he dicho muchas veces, aunque no me molesta decirlo.-sonrió-
-Pero…entonces, ¿Por qué no lo dijiste ayer? ¿Por qué ahora? Justo ahora que trataba de olvidar todo aquello, justo ahora. –Me senté en mi cama, sentía como algo acuoso amenazaba con salir de mis ojos-
-Daniel –se me acerco y se arrodillo quedando a mi altura, paso su mano por mi mejilla suavemente- te había dicho que aún no sabía bien lo que respondería, en ese momento yo no- -le corte antes de que siguiera-
-Nada, no sabías nada –una lagrima salió y rodo por mi mejilla- Y eso es lo que será, nada. Ahora que al señor le da la gana de decirlo, lo dice como si nada. Pero sabes algo, no me importa, ya no me interesa la respuesta, no la necesito, yo ya tome una decisión, y esa es que ayer no pasó nada.-me limpie aquella lágrima y aparte su mano de mi rostro-
-Para mí no va a ser nada, ayer aunque suene cruel, solo quería refutar lo que pensaba, y eso es que me gustas.
-Bien por ti, porque a mí no –lo mire enojado, no dejaría que volviera a mis sentimientos, no, aunque haya pasado tan poco tiempo, él ayer entro en mí de una manera muy rápida-
-Ayer no dijiste eso.
-Ayer es pasado, pasado que olvide, todo lo que dije ayer es mentira, no me gustas.
-¿Cómo lo sabes? ¿Cómo puedes asegurarlo?
-Por que sí.
Se acercó a mí, hasta dejar nuestros rostros muy cerca.
-Entonces dime que no estas sintiendo nada ahora mismo –choco su aliento contra mis labios y su mano busco la mía entrelazando sus dedos con los míos- dime que no sientes nada.
-Yo… -si podía sentirlo, aquel calorcillo que me invade cuando está muy cerca mío, la falta de aire en mis pulmones, mi corazón bombeando de una manera inestable-
-Lo sientes ¿verdad?, yo te gusto, y tú me gustas Daniel. –Rozo sus labios contra los míos- ahora serás mío. Y solamente mío. –me beso, un beso tierno, un beso que disfrutaba sin necesidad de querer tocar todo su cuerpo, tan solo necesitaba sus labios, me sentía liviano como una pluma-
-Sí –lo empuje suavemente separándolo tan solo un poco de mi- me gustas –sentí un leve rubor en las mejillas, porque por mucho que tratara no podía ocultar algo que ahora sentía- me gustas… pero no puedo, no puedo seguir con esto, no me cabe en la cabeza, simplemente no puedo.
-¿Por qué? –pego su frente a la mía y me tomo el rostro-
-No lo sé, mi mente es un caos.
-¿Es por lo que dirán? ¿Te importa lo que la sociedad, tu madre, tu amigo, digan de ti?
-Creo que sí –no podía mentirme, era cierto, sobre todo por mi madre y Ricky, no sabría cómo reaccionarían, lo más seguro que de una mala manera-
-¿Tanto te importan?
-Sí
-¿Changhyun también?
-Sí, mucho.
-¿Tanto? ¿Es especial para ti?
-Sí, no sabría qué hacer si me deja, me aterra pensar que me deje, no lo quiero perder.
De pronto sentí como me tiraba hacia él y me envolvía en un abrazo. Yo estaba medio ido, mi cuerpo lo deje de controlar, solo pensaba, y no a la vez.
-No te preocupes por él, yo estaré contigo, yo puedo ocupar su lugar. –Decía mientras acariciaba mi cabello-
<¿Qué había dicho?>
-¿Sí?, yo te protegeré, te daré todo lo que él te da y más.
Lo empuje y tire lo más lejos de mí que pude.
-¿Estás loco? –dije a lo bajo sin alterarme- nadie va a remplazar a mi amigo, nadie, menos tú ¿entiendes?
De pronto su expresión facial paso de tranquila a una furiosa, rápidamente me empotro con fuerza contra la pared, mientras agarraba fuertemente mis hombros. Había cambiado de nuevo.
-Mira Daniel –susurraba bajo, y sus palabras eran muy amenazantes- a mí nadie me dice que no, todo lo que quiero lo obtengo, y tú, no serás la excepción ¿escuchaste? –mis ojos estaban algo vidriosos por el miedo, su expresión, su voz, tan solo me causaban miedo, miedo de que me pudiera hacer algo-
<Y ¿dónde se había ido el Jonghyun que me gustaba?>
-¿Q-que te sucede? –atine a preguntar-
-Nada, solo quiero que entiendas que desde ahora eres mío ¿está bien?
-Pero…
-Pero nada, me gustas, y ahora eres mío –sus ojos eran como los de un asesino mirando a su víctima antes de matarla-
-Jonghyun me haces daño –una lagrima salió y su rostro se aliviano, casi volviendo al tranquilo de antes, me soltó-
-Lo siento, no quise… es que tú me pones así, si tan solo obedecieras… -puso su mano en su frente mientras cerraba los ojos-
Sentía como iba a volver a como estaba antes, y me llene de preocupación, de a poco me fui corriendo sin que lo notara y rápidamente me separe de él y abrí la puerta, corrí, sentí como me seguía pero paro cuando cruzo el umbral de mí puerta, baje rápidamente las escaleras, busque a mi madre, estaba en el living viendo unos papeles.
-Mamá –trate de calmarme-
-Nieli cariño, ¿Qué pasa?
-Emm nada –mentí- ya terminamos las clases con Jonghyun, él se ira en un momento, y… yo iré a casa de Ricky un momento.-dije algo más alto de lo normal para que él me pudiera escuchar y se fuera-
-Está bien, pero no regreses muy tarde cariño –me sonrió mientras volvía a sus papeles-
Sentí los pasos de Jonghyun regresar a mí habitación. Me apresure a la puerta y salí velozmente de mi casa, casi corriendo a la de Ricky, toque el timbre, esperaba que Ricky respondiera rápido.
-¿Sí? –Escuche del otro lado-
-Ricky, soy yo, ábreme.
-Daniel, sí, ahora bajo, espérame un poco.
Sentí muchos nervios, esperaba que Jonghyun no saliera de casa hasta yo estar dentro de la de Ricky, pero esté se estaba demorando más de lo que espere. Lo vi salir de casa y Ricky aun no salía. Después de pasar por la rejilla del patio, se encamino hacia donde estaba yo, tranquilo, pero dando largas pisadas. Un escalofrió recorrió mi espalda al ver su rostro, casi igual a aquel que me dio tanto miedo.
<Ricky rápido> me dije a mi mismo. Jonghyun llego hasta mí, pero no me agarro ni nada, solo se paró frente a mí.
-¿Visitando al amiguito? –su voz sonaba hastiada y algo sarcástica-
-S-sí
-Espero que para nada malo –se acercó más a mí- eres mío Daniel, si no quieres que le pase algo malo a ese tal Changhyun más te vale no engañarme. –Me dijo al oído-
-N-no –fue lo que salió de mi boca esperando se calmara de alguna manera, su comportamiento era extraño, pero no podía ponerme a discutir con él por aquello, al menos no ahora mismo.-
-Muy bien –acaricio mi mejilla- así me gusta Nieli –sonrió algo más tranquilo-
Se sintió el ruido de la puerta siendo abierta y Jonghyun se alegó un poco de mí, a una distancia prudente.
-¡Daniel! –Me grito mi amigo, caminando hacia la puerta enrejada de su entrada, abrió la puerta y me miro alegre, pero aquella alegría se desvaneció cuando vio a Jonghyun- ¿Jonghyun?
Lo miro unos segundos, frunció el ceño, y se dispuso a irse.
-Hasta mañana Daniel.
Me di la vuelta para ver cómo se iba. Sentí como Ricky tomo mi brazo y me jalaba dentro.
-Vamos, entra. –Su voz era algo baja-
Jonghyun era una caja de misterios.
…
Ya dentro de su casa, ambos fuimos a su cuarto en silencio, algo que nunca antes habíamos hecho, yo aún seguía en un estado de shock, pero lograba moverme.
-¿Te hizo algo? –pregunto una vez nos hayamos sentado en su cama, yo con mi espalda en la pared y mis piernas flectadas- ¿Daniel? –Desperté del trance-
-¿Hmm?
-¿no te ha hecho nada Jonghyun?
-No, como crees, no. –mentí-
-Sabes, creo que ya no debe ser tu tutor. –Me hablaba serio y con un eje de preocupación en su rostro-
-¿Por qué? Dijiste que no era peligroso para mí –aunque ya no creía tanto aquello- ¿Qué averiguaste?
-Algo que no me esperaba, y cuando llegue a mi casa recibí una llamada de un chico del anterior Instituto de Jonghyun, y con lo que me dijo, creo que lo mejor es alegarse de él.