Ya había llegado el viernes, el día en que entregarían los resultados de los exámenes, y no podía estar más nervioso. Durante el camino al Instituto no dejaba de morderme las uñas, aun recibiendo los retos de Ricky por mi mala costumbre, no pude dejar de hacerlo, bueno no hasta que Jonghyun se nos unió y me dio un “beso de aliento” como lo nombro, aunque Ricky se tapó los ojos antes de ver aquello, se quejó en el camino hasta que llegamos al salón con varios “te dije que lo harían”, nos despedimos de Jonghyun y nos sentamos en nuestros puestos. El profesor entro como siempre, saludamos, y procedió a hablar.
-Bien alumnos, como saben hoy es la entrega de exámenes, hasta el momento ninguno de ustedes ha estado reprobando este ramo, y me es grato comunicarles que ninguno lo hará, todos han pasado, ya sea de manera excelente –sonrió mirando a Ricky. Todos sabíamos que Ricky era el mejor en matemáticas- como también casi rozando el repruebo –se sentó- entonces comencemos.
De a poco llamo a cada uno de nosotros mientras les daba su examen. Al pasar Ricky una enorme sonrisa se formó en el rostro de nuestro profesor, aparte de que Ricky fuera el mejor de la clase, el profesor le tenía mucha estima. Se podría decir que casi toda la clase tenía ya sus exámenes en la mano, mirándolo y suspirando en alivio por haber pasado, yo me moría de nervios, y como pensé me dejo al último, mi nombre salió de su boca y me encamine hacia él, con el corazón casi en la boca me pare al lado de su escritorio, me miro de manera extraña y hablo.
-Nunca me hubiera esperado esto de usted Daniel, supongo que los milagros existen. –Bufo y me dio mi examen-
Mi cara de sorpresa al ver la hoja de papel fue tal que varios de mis compañeros comenzaron a murmuran, preguntando que me pasaba.
-Wow.
-Fue lo mismo que dije al ver su examen, y aun no se me va la sorpresa.
-Mírelo de nuevo, mírelo –le puse el examen frente- un reluciente diez. –Casi se le restriego literal el papel en su rostro, pero me detuve al ver su ceño fruncido- Lo siento, la emoción –le sonreí y me fui a mi puesto con el pecho inflado-
Al llegar Ricky me dio los cinco y admiramos mi examen, aunque él también hubiera sacado la misma nota, el que yo lo hubiera hecho era algo épico, sobre todo en matemáticas. Como la clase era solo para entregar las notas, el profesor nos dejó estudiar cualquier otra cosa en silencio, pero ¿Quién iba a estudiar?, por supuesto yo no.
A mitad de clase me llego un mensaje.
“¿Cómo te fue? ¿Ya te dieron el examen?”
Era Jonghyun, una de mis mejores sonrisas deslumbraron cuando vi el texto en mi móvil.
“Sí, adivina como me fue”
“Habiéndome tenido como tutor de seguro es un diez”
“Oh, aparte de egocéntrico ¿eres adivino? ¿Qué otras cosas también eres?”
“Ven a la azotea y lo sabrás”
Mis ojos se abrieron un tanto por la sorpresa, ¿no estaba en clases?
“Está bien”
Escribí y me puse a pensar en cómo salir de aquí.
-Profesor –levante mi mano- ¿puedo ir al baño?
-Claro.
Sonreí y salí de la sala, me apresure a llegar a la azote, al llegar lo vi, estaba recostado en el piso, descansando. Me acerque a él con cuidado, al sentirme se levantó y se sentó, me senté al lado de él.
-A sí que ¿fue un diez?
-Sí –sonreí feliz- aun no lo puedo creer, nunca me había sacado un diez en matemáticas –pude ver una sonrisa de satisfacción en su rostro-
-Podrías tener muchos más el próximo año, ¿no crees?
-¿El próximo año? ¿Por qué? –Sus palabras se me hicieron extrañas-
-Sí sigo enseñándote el próximo año podrías pasarlo como uno de los mejores de tu clase.
¿Eso quería decir que quería seguir siendo mi tutor? ¿Qué estaríamos juntos hasta el próximo año? ¿Qué podría atreverme a ser más feliz?
-Oh, ¿y a que se debe que tenga el honor de que me sigas enseñando? –se acercó-
-A esa sonrisa que me gusta tanto –puso su mano en mi mejilla y lo inevitable paso- a ese rubor que se te está formando ahora mismo, a esos ojos que no dejan de mirarme.
-Eres todo un casanova, ¿sabías?
-Sí, ¿funciona no? –Me dio un suave beso- además lo que dije es verdad.
Ahora era yo quien lo besaba, con una sonrisa en mi rostro, y estuvimos así unos cuantos minutos hasta que el timbre del receso sonó.
-Debo irme –dije mientras relamía mis labios, el sabor de Jonghyun me encantaba-
-¿Por qué? Aún queda el receso –se quejó-
-He dejado solo a Ricky
-¿Y? debe saber dónde estás, no creo que quiera que te vayas de aquí.
-Jonghyun –esta vez reclame yo- no puedo dejarlo solo siempre, siempre hemos pasado la mayor parte del tiempo juntos.
-Pero ahora me tienes a mí, lo veras cuando vayan a casa, vamos quédate un poco más –pidió de medio puchero- aunque este fin de semana deberías de pasarlo conmigo –me atrapo por la cintura-
-Cierto, no se lo he dicho a mi madre, con lo del examen se me había olvidado por completo.
-Vaya que malo eres Niel, ahora que pasas el examen ¿pensabas dejarme tirado? Eres muy cruel –dramatizaba-
-Tonto –reímos- tan solo se me olvido, pero hoy se lo preguntare, aunque si le dijo que me quedare contigo en un departamento no sé qué piense.
-Dile que vas a mi casa, donde está mi madre, no creo se moleste.
-Pero ¿y tu madre? Seguro la llama.
-No te preocupes yo arreglo eso.
-¿Seguro?
-Seguro, vamos Daniel he esperado por este fin de semana, y no sabes todas las cosas que tengo en mente hacer -me beso el cuello- me he estado reteniendo por aquel famoso examen, pero ya quiero tenerte de nuevo –mis mejillas se enrojecieron, la manera en la que podía decir aquello tan fácil me sorprendía-
-¿Q-que cosas?
-Muchas cosas –dijo en tono seductor, sabía a qué se refería, pero aun así me daba algo de nervios-
-Mejor vamos con Ricky.
Esquive el tema, sino me iba a hiperventilar ahí mismo pensando en miles de cosas, lo arrastre hasta el salón hasta dar con Ricky, sacaba cualquier tema de conversación que se me ocurría mientras la mirada de Jonghyun era como la de un niño que le habían quitado su dulce. Al salir Jonghyun me recordó lo del fin de semana juntos, lo cual me tenía ansioso y nervioso a la vez, conocería más de él estando ahí.
….
Cuando se lo pregunte a mi madre esperaba que fuera algo más difícil, pero al parecer la madre de Jonghyun la llamo antes de que llegara, y solo me dijo que no fuera descortés en la casa de su amiga, tome una nota mental de preguntarle a Jonghyun como es que su madre se prestó para esto, bueno madrastra, pero al fin y al cabo era como su madre. Luego de alistar mis cosas, él vino a buscarme un rato después, su departamento no quedaba tan lejos de mi casa, quizás cuarenta minutos caminando, pero no era demasiado.
-Aquí estamos.
Me dijo mientras entraba a aquel departamento, no era ni muy grande ni muy chico, era normal. Mire por todos lados, las paredes eran grises, todo el lugar era muy sobrio, no había muchos colores, la verdad es que no había ninguno, al menos no a simple vista.
-No eres muy entusiasta con la decoración ¿cierto? –Pregunte mientras me daba la vuelta y veía que cerraba la puerta con llave- ¿Qué haces?
-Nada, solo precaución –dijo metiendo la llave en su bolsillo, para luego mirarme de una manera extraña, oh no, no era extraña, conocía esa mirada-
-No se te ocurra Jonghyun –retrocedí de poco, tropezándome con un pequeño velador que estaba en el pequeño pasillo-
-Pero si tengo cada ocurrencia en mi mente, muchas, deberíamos aprovechar estos días. –se acercaba lentamente-
-P-pero yo quiero conocer el departamento antes –trate de excusarme, la verdad era que también lo quería, quería ser uno con él de nuevo, pero ¿tan rápido? Apenas y habíamos llegado y me sentía algo cohibido-
-No hay mucho que ver, la cocina, el baño, el living, y mi cuarto… -quito aquella mirada que antes tenía, aquella que casi me devoraba, por una pensativa, y eso era malo, cuando él pensaba nada bueno salía, al menos no en esta situación- Quieres conocer el departamento ¿no?
-Sí, y podríamos coci- me cortó antes de seguir-
-Bueno, te haré un recorrido.
-¿Enserio?
-Sí, solo por ser tú será uno muy especial. –No pude leer entre líneas, pero sabía que había alguna intención oculta en aquello-
-Dejare mis cosas en tu cuarto –camine a la puerta que esperaba fuera su cuarto, y al abrirla me di cuenta que estaba en lo cierto, me quede parado en el umbral, viendo el cuarto, por dios, ¡tenía una cama matrimonial! –
-He, ¿empiezas el recorrido sin mí? –lo sentí envolverme por detrás con sus brazos- ¿quieres probarla? –Susurro en mi oído, causándome escalofríos al sentir su caliente aliento-
-¿P-probar?
-Sí, es muy cómoda.
-Mejor cuando vayamos a dormir ¿no? –no sé bien por me resistía tanto, pero aún no se me iban los nervios, es como si estuviera en su casa, y sintiera que en cualquier momento su madre entraría y nos vería en alguna situación comprometedora, aunque sabía que no pasaría ya que su madre no vive con él, pero aun así tenía ese miedo tonto en mi-
-¿Piensas solo dormir en la cama? -me dijo dándome suaves besos en el cuello, estaba intentando provocarme-
-¿Porque no cocinamos algo? Te-tengo hambre –me solté de su agarre y me di la vuelta viendo sus ojos sorprendidos, vi que iba a articular palabra y rápidamente lo tome de la mano y lo lleve hacia la cocina, lo bueno era que no habían tantos lugares, la encontré muy rápido-
-Yah, Daniel, ¿vas a hacer el recorrido solo o dejaras que yo lo haga? –Reclamo detrás de mí-
-Lo siento –me encogí- pero tengo hambre, vamos cocíname algo –hice un puchero que esperaba lo pudiera convencer-
-Está bien. Hare algo simple. –Comenzó a moverse por la cocina-
Me había dicho que me sentara a esperar, mientras estaba entretenido con un juego en mi móvil, pero en un momento desvié mi mirada para ver que estaba haciendo, la camisa blanca que llevaba la tenía subida por los brazos, y como siempre tenía la camisa un tanto abierta, se había puesto un delantal que es de la cintura hacia abajo, negro, parecía todo un chef, me quede embobado como siempre viendo como preparaba todo, nunca creí que un chico como el pudiera cocinar, y menos verse tan bien mientras lo hace. Algunas pequeñas gotitas de sudor se mostraban en su piel, por el calor de las ollas, aquel juego en el que estaba entretenido antes lo había perdido de hace tiempo, solo me concentre en verlo, y de tan solo verlo se me estaban yendo todo los nervios que tenía antes, quería tocarlo, quería besarlo, quería que fuéramos a probar aquella cama matrimonial, a desordenarla por completo. Cuando se masajeo el hombro de esa manera tan, tan, sensual, la verdad quería correr al baño para poder tratar de calmarme un poco, ahora es cuando me arrepentía de no haber tomado todas aquellas insinuaciones de antes.
-Está listo. –di un pequeño salto al escuchar su voz que me había sacado de mis fugases sueños, y vi los platos servidos en la mesa, era espagueti, se veía muy bien-
-Wow, se ve delicioso Jonghyun –dije animado mientras cogía los cubiertos, él se sentó frente a mí en aquella mesita que estaba en la misma cocina-
-No te cortes Niel, no es por alagarme pero todo lo que cocino sale delicioso –bufe ante sus palabras-
-Ahora lo veremos –y probé la comida, la verdad estaban deliciosos, tenían el punto exacto, ni mi madre los preparaba tan bien-
-¿Y bien?
-Pues, están geniales –dije una vez había terminado lo que me había llevado a la boca-
-Te lo dije.
Después de terminar, fui al baño a cepillarme los dientes, mientras el lavaba los platos que no me dejo lavar, sonríe cuando coloque mi cepillo de dientes junto al suyo después de estar ya limpio. ¿Debería dejar este aquí por si vuelvo? Luego me compraría otro, definitivamente lo dejaría aquí.
Mientras salía del baño en dirección a la cocina, me detuve en el living, algo había llamado mi atención, era un pequeño cuadro a lado de un pequeño florero. Sin más entre al living, sentándome en el sofá, y mirando de reojo el cuadro, no podía ver bien qué clase de foto era, así que la tome. Una hermosa mujer de ojos negros y larga cabellera del mismo color, estaba en aquel cuadro, era muy hermosa en verdad, tenía una gran sonrisa mientras abrazaba a un bebé, lo mire bien, y lo reconocí, era…Jonghyun, entonces aquella ha de ser su madre, me sentí tan feliz y algo triste a la vez, en aquella foto aunque fuera un bebé se veía muy feliz, pocas veces había podido ver aquella sonrisa en su rostro.
-A que es muy guapa.
Salte un poco viendo en dirección de la voz, Jonghyun estaba detrás mío con una pequeña sonrisa.
-Claro, es muy bella. –Volví a ver el cuadro- y el bebé no se queda atrás, pero que cosita más tierna eras he. –Reí un poco-
-Yah, no lo mires tanto –se tiró por detrás mío estirando sus brazos, tratando de quitarme el cuadro-
-No, no, deja que lo vea un poco más, que sales muy tierno. –Reí mientras trataba de quitarme el cuadro-
No sé bien como, pero después de un tiempo forcejeando termine arriba de él sobre el sofá, el cuadro estaba sobre la mesita de nuevo, y nosotros besándonos arriba del sofá.
-¿Quieres comenzar el recorrido? –Me dijo alejándose un tanto de mí-
-Pero si ya he visto todo el departamento.
-¿No te dije que sería uno especial? –lo recordé en ese instante, pero ¿qué tanto podría cambiar? ¿Me mostraría cada cosa que hay en su casa?
-¿Que lo hace especial? –una sonrisa pícara se posó en sus labios y me bajo de golpe para que nuestros labios se encontraran de nuevo, un beso suave, pero húmedo, quería seguir así, pero se separó de nuevo, la distancia justa para aun sentir el leve rose de nuestros labios-
-¿Qué lo hace especial preguntas?