“¿Sigue siendo un casanova? Era imparable antes, aunque le digiera que se quedara con una sola, no le bastaba, pero como en su instituto no hay chicas, me preguntaba si seguía con aquella manía.”
“Creo que lo que más duro, fueron unos… uno o dos meses, si, algo por ahí.”
“Deberías tener cuidado, eres un chico muy lindo, no sea que Jonghyun te tome como su juguete de hora.”
Aquello aun rondaba por mi cabeza, pensaba que quizá la almohada me relajaría un poco, pero nada. ¿Debería preguntar por L.joe con Jonghyun? Pero si él me había dicho que no tenía amigos, quizás no eran tan cercanos, o no lo consideraba uno.
<¿Qué debo hacer?>
Aun pensativo llegaba a mi hogar, vi que Ricky estaba esperándome en la entrada mientras jugaba con su móvil.
-Ricky ¿Qué pasa? –pregunte una vez estaba lo suficientemente cerca de él-
-Daniel, ya era hora que llegaras, me iba a congelar aquí afuera esperándote.
-¿Esperándome? ¿Y por qué?
-Tu madre, salió a su trabajo, era algo urgente.
-¿Qué? No puede ser, pero si es domingo. ¡¡Ash!! esa gente la están explotando.
-Lo mismo pienso, pero no me escucha cuando le hablo sobre su trabajo, es algo terca, como su hijo.
-Hablare con ella, cuando vuelva. –Metí la llave en la cerradura y una vez abierto entre, a lo que Ricky me siguió por detrás- ¿Quieres entrar?
-He estado congelándome afuera por más de una hora, ¿no deberías al menos invitarme algo caliente? –hizo un puchero mientras reclamaba-
Después de varios minutos reclamando y yo aceptando todo, estábamos en el comedor tomando chocolate caliente.
-¿Cómo te fue?
-Bien.
-¿Solo eso me dirás? Soy tu mejor amigo.
-¿Quieres saber los detalles? –me sonroje levemente mientras lo miraba incrédulo. Unos segundos de silencio mientras nos mirábamos bastaron para que supiera a lo que me refería-
-Por Dios Daniel, no me digas que… eso ¿fue todo lo que hicieron?
-¡Claro que no! Nosotros… -en si la mayor parte fue eso… ¿me estaba volviendo un ninfómana?- hablamos de muchas cosas.
-Si claro.
-Es la verdad, no pienses cosas que no debes sobre mí.
-¿Quién dijo que lo hacía? –Sonrió satisfecho al hacerme caer en su truco-
-Eres malvado –entrecerré mis ojos y se rio-
-Daniel sabes que me preocupo, ya lo sabes él es –
-Hijo de un mafioso, sí, sí.
-¿No pasó nada sospechoso?
-No… -recordé la llamada- bueno sí.
-¿Qué fue?
-Lo llamo su padre.
-¿Y para qué?
-Quería hablar con él, solo eso, no es nada malo. –o eso quería creer-
-Mmm, ¿nada más paso? –Pensé y recordé lo que paso después de salir del departamento de Jonghyun-
-Bueno, cuando venía a casa pasó algo. Conocí a un chico que era amigo de Jonghyun.
-¿Su amigo?
-Sí, aunque se supone que no tiene, según él me ha dicho. Aunque aquel chico parecía conocerlo bien ¿Cuál era su nombre?.... Lee… Lee Byunghun.
-No reconozco su nombre.
-Su apodo era L.joe, me suena de algo pero-
-¡¿Qué?! –mi amigo salto del asiento poniéndose de pie, con los ojos bien abiertos-
-¿Qué sucede?
-¿L.joe?
-Sí, así dijo que era su apodo.
-Daniel… ¿enserio no lo recuerdas? ¿No me escuchas cuando te hablo?
-Yah, ¿a qué viene todo esto?
-Como no recuerdas el apodo del amigo de tu… ¿novio? Bueno, de Jonghyun en su anterior instituto, del hijo de la mano derecha del jefe de aquella mafia.
-¿Qué? ¿Era él? –casi escupí el líquido que tenía en mi boca, como pude ser tan despistado-
-Si te dijo que su apodo era L.joe, era él, haa Daniel pudo haberte pasado cualquier cosa y tú sin enterarte de nada.
-Lo siento –agache un tanto la cabeza, sabía que era despistado, pero esto de verdad pudo haberme costado quizás la vida-
-¿No te hizo nada?
-No, solo me pidió un favor, lo estaban siguiendo y no tuve más solución que ayudarlo, yo no sabía…-ricky suspiro pesado-
-Lo bueno es que estás bien. Aunque es extraño lo que dices, ¿Por qué te pediría un favor? Y ¿Por qué era perseguido?
-Dijo que iba al departamento de Jonghyun.
-¿Le preguntarás?
-¡Por supuesto!, no pienso quedarme con la duda, menos cuando aquel chico sabia cosas de él –cruce mis brazos algo molesto-
-Ay mi Daniel esta celoso –dijo en tono burlón-
-No lo estoy, so-solo que… ash déjame Ricky.
-Bueno, ya es tarde, me iré a casa. –dijo mientras se tomaba de un sorbo lo que le quedaba de chocolate y se iba a la entrada.- Pero Daniel, ten mucho cuidado ¿sí?
Asentí mientras lo veía salir de mi casa. No podía pensar en otra cosa, estaba en mi mente rebotando y repitiéndose mil veces ¿Quién eres ese chico? ¿Por qué conocía a Jonghyun? ¿Por qué decía ser su amigo? ¿Para que querría verlo?
El lunes había llegado y de mi mente no salía aquella llamada y aquel chico, sobretodo porque Jonghyun no asistió al instituto. Lo busque por todos lados, y maldije mentalmente por no tener su número, él tenía el mío, pero yo no el suyo, anote mentalmente pedírselo cuando lo viera.
El día no pudo ser peor ¿es así como te sientes cuando necesitas tanto a alguien a tu lado?
Narra Jonghyun.
-¿Qué quieres?
-¿Ya no saludas hijo mío?
-Solo dime que es lo que quieres.
-Vuelve de inmediato a la casa.
-¿Por qué?
-Tienes que cumplir tus deberes como futuro líder.
-Te había dicho que eso no es para mí.
-Oh, cierto, el niño quiere ser alguien en la vida, ¿quizás algún trabajador encerrado dentro de una cúpula todo el día? –Decía con sarcasmo-
-No me jodas viejo.
-Cuidado hijo mío, no debes de hablarle así a tu padre. Ahora trae tu brillante trasero aquí, si no quieres que mande a mi gente por ti.
Abrí los ojos, Daniel estaba conmigo.
-Está bien, estaré ahí en media hora.
-Así me gusta.
Colgué mientras apretaba con fuerza el móvil. Quizás debí haberme ido del país cuando salí de aquel instituto, bueno gracias a que no lo hice conocí a Daniel. Pero esto…debía de solucionarlo de una vez.
Luego de explicarle a Daniel lo sucedido, me fui rumbo a aquel lugar que detestaba.
Aquella mansión aún mantenía ese leve olor a sangre a su alrededor. Cuando entre por el portón algunos de los miembros de la banda que reconocí y otros al parecer nuevos me saludaron con una reverencia, mi padre se había encargado de decirles a todos que se prepararan para el próximo líder. Aun cuando él se podría considerar un hombre joven, tan solo cuarenta años, pero para su desgracia y mi alegría, tenía una enfermedad terminal.
Al entrar pude ver a aquella mujer que me hacía irritarme cada vez que la veía.
-Jonghyun ¿has vuelto a casa?
Ignore su voz melosa mientras pasaba al lado de ella, dirigiéndome a mi objetivo.
-¿Te divertiste con tu amigo?
Pare en seco al escuchar aquello. Su voz se había vuelto venenosa.
-Deberías de tenerme más en cuenta, después de todo soy yo la que tapa todas tus jugadas, querido hijo.
-No me llames así –respondí algo irritado, mientras volvía a caminar y escuchaba su leve risa venenosa tras de mi-
Esa mujer, sería de las primeras que me desharía una vez aquel viejo muriera.
Una vez llegue a la habitación de mi padre me senté en el sillón y espere a que hablara. Él estaba sentado en su escritorio con los ojos cerrados.
-Tienes que volver a casa. –Dijo mientras aún tenía los ojos cerrados-
-No lo haré.
-Los Centinelas quieren mi territorio, tú futuro territorio.
Me sorprendí un poco, aquella mafia con la que siempre habíamos tenido problemas, aquella que le tenía rencor a mi padre.
-No los culpo.
-Hijo mío, vuelve, aprende todo lo que te falta saber, tú DEBES de mantener nuestra sociedad después de que me vaya. Si no fuera por esta mierda de enfermedad –abrió lo ojos y golpeo la mesa-
-Te lo mereces viejo, ha de ser la paga por todo lo que has hecho.
-Sabes que no te desheredo por ser mi único hijo ¿verdad?
-Claro.
-Entonces deberías de saber tu posición.
-Y tú la tuya, ¿Quién ha dicho que quiero ser líder de tu mierda de mafia?
-Antes habías aceptado.
-Fue un error, me obligaste a decirlo.
-Si te obligue o no ese no es el punto, el punto es que lo aceptaste. Ahora nuestra familia te necesita, ere el único que puede seguir con esto, con esa cabeza sé que podrás hacer de esto algo mucho más grande ¿quién diría que mi hijo tendría un gran intelecto?
-Gracias a ti no fue.
-Oh claro, ella te enseño muy bien, todos los años le agradezco con hermosas flores en su tumba. Te supo criar bien hasta donde pudo.
-Hasta donde la dejaste poder.
-¿Aun lo recuerdas?
-Mejor terminemos con esto rápido.
-Entonces vuelve a casa.
Sabía que no me dejaría ir fácilmente, pero volver a este nido de ratas no era una posibilidad. Aunque lo había pensado hace mucho, cuando se muriera y supuestamente tomara el liderazgo disolvería esa mierda que se hace llamar familia.
-Tengo una mejor idea.