Eran las once de la noche, y hace poco había hecho algo que nunca se me cruzo por la mente haría, nunca. Pero lo había disfrutado. Sentía un suave escocer en mi trasero, junto con un poco de incomodidad, pero ha de ser normal, suponía.
-¿Estas bien Daniel? –escuche de parte de quién estaba abrazándome, su mentón estaba en mi cabeza, y yo estaba acurrucado en su pecho, ambos debajo de las sabanas en mi cama. Suponía que la pregunta era por algunos quejidos suaves que daba al sentir aquella incomodidad trasera-
-Sí –respondí, descansar entre sus brazos me hacía sentir tranquilo –Muy bien –me removí un poco y rodee con mis brazos su cuello, alzando mi rostro hasta dar con el de él-
-Yo me siento igual –me dedico una sonrisa con un suave beso-
Me sentía de mil maravillas.
-Sabes, después de esto tengo ganas de escucharlo.
-¿Escuchar qué?
-Ya sabes, yo he ganado el juego.
<En definitiva Jonghyun sabía cómo arruinar el ambiente.>
-Tú…-suspire y junte mi entrecejo, me trate de separar de él, pero me lo impidió cerrándome aún más en su abrazo- suéltame, Jonghyun, déjame –reclame-
-No quiero, no hasta que lo digas.
-¿Solo eso querías no? –Sentí como su abrazo se soltó un poco y lo aproveche para zafarme de él- Solo eso –me levante y senté en la cama, pensé salir, pero recordé que me hallaba completamente desnudo, y la vergüenza no me hizo salir con temor de que Jonghyun me viera, aunque ya me había visto demasiado- Eres… ¡Ash!
-Lo siento –me dijo y sentí como se levantaba un poco, me dio unos besos en la espalda y envolvió mi cintura con sus brazos – Pero, de lo poco que me conoces debes saber que no me gusta perder, aunque lo disfrute mucho, demasiado, aun quiero oírlo, tan solo dilo Nieli.
-¿Qué harás luego de que te lo diga?
No sé por qué pero sentí temor por su respuesta, quizá Jonghyun me estaba más que gustando, pero no, no debería, solo lo llevaba conociendo dos días, y ya me ha marcado de por vida, no es que no me haya gustado, pero, si respondía lo que temía, me sentiría como una verdadera puta.
-No lo sé.
-¿Cómo no sabes?, debes de saberlo.
-Tan solo no lo sé, en mi mente solo hay una cosa, solo una, y sabes cuál es, quizás, si la oigo, podre saber qué hacer.
-Pero… - yo deseaba saber su respuesta, para bien o para mal mío- está bien –tome aire- Tú…tú… me … tú –me era algo difícil y el que mantuviera su mentón en mi hombro, no ayudaba mucho, me sentía presionado-
-¿Tú?
-Me gustas – saque de mi pecho con esfuerzo, cerré mis ojos y sentí mis mejillas arder, esperando que diría-
-Lo sabía –dio un beso a mi hombro y sentí como se volvió a recostar, me volví a mirarlo, y estaba recostado con los ojos cerrados y sus manos detrás de su nuca-
-¿Solo eso dirás?
-Por el momento sí –dijo sin abrir los ojos, quieto en aquella posición-
Una inmensa opresión invadió mi pecho.
El enojo y la frustración recorrieron mi ser, no me podía sentir peor, todo lo anterior se había desmoronado, busque con la mirada algo de ropa cerca mío, y por suerte encontré mis bóxer, los agarre y me los puse, mientras que él, no se inmutaba en lo más mínimo, salí de la cama, y busque algo de ropa en mi cómoda, agarrando lo primero que vi, y me metí a la ducha.
¿Cómo pude ser tan estúpido? Me sentía un completo idiota por haber caído en su juego de lleno. El haberle dado algo que es tan importante para mí, pero… parecía tan real, aquellas palabras, sus suaves caricias… todo era una mentira, una vil mentira, un simple juego, su juego, en el cual caí.
Me desnude de nuevo y tome una ducha, algunas esporádicas lagrimas se mezclaban con el agua. Me limpie lo mejor que podía, no quería que nada de él estuviera en mi cuerpo, nada, ahora solo quería tenerlo lejos y olvidarme de aquel enorme error que cometí. No podía echárselo en cara, y era lo peor, porque fui yo el que no lo detuvo, fui yo el que pidió más, fui yo el que sintió, solo fui yo el que sintió que aquello fue especial.
Salí de la ducha un poco más tranquilo, me seque y puse la ropa que trague conmigo, abrí la puerta del baño y lo volví a ver, pero esta vez estaba recostado de lado, con su rostro apoyado en una de sus manos, con su mirada fija en mí, volví a mi cómoda y busque algo para él, cuando encontré todo lo lance a los pies de la cama y me dirigí a la puerta.
-¿A dónde vas?
-No te interesa –dije neutro, tratando de no pensar en nada, tome la perilla y abrí la puerta-
-Fíjate que si me interesa, dime, ¿A dónde vas? –Estaba a punto de estallar, pero respire profundo y trate de calmarme-
-A dormir en la pieza de mi madre, a la que no se te ocurra entrar, puedes dormir aquí y usar aquello –señale la ropa- y también puedes darte una ducha, buenas noches –cerré la puerta detrás de mí, dirigiéndome con grandes zancadas a la habitación de mi madre, por suerte esta tenía seguro, así que eso me haría dormir de una manera más tranquila, al menos hasta que llegara mi madre.
…
Podía escuchar el sonido del agua en el baño, después de todo estaba prácticamente al lado, yo yacía en la cama de mi madre recostado, mirando el techo y tratando de no recordar nada, de pensar en cualquier cosa que no tuviera que ver con él, pero me era tan difícil, olvidarlo, olvidar lo que paso hace unos minutos. De pronto estaba imaginándome como estaría Jonghyun en la ducha, como se vería con el agua recorriendo su cuerpo, tan sexy, instintivamente una mano bajo desde mi pecho hasta llegar a mi bajo vientre, donde pare.
-No, no, no debo –susurre para mí, no debía de pensar en él, no debía, tan solo debo de olvidarlo, olvidar lo que paso, ya que su juego había terminado, el gano, ya no habrá nada más, si lo sigo manteniendo en mi cabeza, solo yo perderé, fue solo un error, un error, nada más que eso, simplemente no debo cometerlo otra vez, nunca.
Unos golpes en la puerta me despertaron, me moví en la cama, y busque con la mirada el reloj digital de mi madre, medianoche, me levante algo cansado y sobándome los ojos, seguro ha de ser mi madre.
-Mamá ya llegaste… -dije pesadamente, mientras sacaba el seguro y abría la puerta-
-Hola Nieli.
Para mi estupenda suerte, no era mi madre, sino que aquel hombre que quería olvidar. Pero yo ya me había decidido, no dejaría que me afectara, ya no.
-¿Qué quieres? –Decía aun mientras tapaba con mi mano un pequeño bostezo- si quieres algo para comer o beber puedes tomarlo, no te preocupes – vi como levemente levanto una ceja, y soltó un bufido-
-Quiero algo, pero no es precisamente comida.
-¿Entonces? Dilo rápido, tengo sueño y mañana hay Instituto.
-¿Qué te pasa? –Su voz sonaba algo extraña-
-Tengo sueño, eso me pasa, y mucho.
-No, eso no.
-Jonghyun, no tengo tiempo, di que cosa quieres y déjame dormir, cosa que también deberías hacer tú.
-Está bien, seré directo, te quiero a ti, en la cama, ahora.
Mis ojos se abrieron ante la sorpresa y tape mi rostro un poco antes de que aquel inevitable rubor se posara en mis mejillas.
-No bromees Jonghyun, mejor vete a dormir –reí algo nervioso-
-No estoy bromeando Daniel, vuelve a la cama ahora mismo –sentencio-
-Estoy bien en esta, me siento mucho más cómodo, ahora, vete a dormir y nos veremos mañana –quise cerrar la puerta pero él lo impidió, parándola con una mano-
-¿Por qué no quieres ir?
-Por qué no, ahora suelta la puerta Jonghyun –comenzamos a forcejear-
-¿Piensas dejarme durmiendo solo?
-No lo pienso, lo estoy haciendo.
-Daniel deja tus mañas –abrió la puerta casi sin esfuerzo y me tomo del brazo, arrastrándome fuera de la pieza-
-Déjame, Jonghyun, suéltame –me arrastraba y no podía frenarle, me sentía débil-
-No, tú dormirás conmigo.
-No quiero, déjame –llegamos a mi puerta y rápidamente me hizo entrar, vi mi cama, y había cambiado las sabanas, se me había ido aquel detalle de las sabanas. -
Me sentó en la cama
-Ahora, acuéstate y duerme –lo mire desafiante, no dejaría que hiciera lo que se le viniera en gana, me recosté en mi cama, y me tape con las frazadas, estire mis brazos y piernas y trate de ocupar el mayor espacio de mi cama, era de tan solo una plaza así que no me costó mucho trabajo-
-¿Feliz? –le sonreí-
-Daniel, córrete –sus dedos masajeaban su cien-
-¿Por qué? Es mi cama.
-¿Dónde piensas que dormiré yo?
-Hmm, ¿El piso? ¿El sofá del living? ¿El piso? ¿El otro sofá? ¿Ya mencione el piso?
-Muy gracioso, ahora córrete y hazme espacio.
-No lo haré –podía ver su paciencia acabarse en su rostro-
-Daniel, no lo hagas difícil.
-¿Difícil? Pudiste haberte quedado tranquilo durmiendo aquí, mientras yo dormía tranquilo en la de mi madre, yo no fui el que hizo las cosas difíciles Jonghyun.
-Está bien supongo que las cosas serán así… es más divertido ¿no?
-¿Qué dices?
Se acercó y se echó encima de mí casi como un saco de papas, haciendo caer todo su peso encima de mí, era bien pesado y me estaba aplastando.
-Jonghyun, salte de encima, me aplastas, ¡Jonghyun! –Trataba de quitarlo encima de mí, y no recibía respuesta, me corrí a un lado tirándolo a el otro para poder respirar mejor- ¡Estás loco! –me sobe el pecho, ya que me dejo un poco de dolor por la presión de su peso-
-Estas en lo cierto – dijo y se introdujo debajo de las sabanas- pero he ganado de nuevo, eres tan fácil Daniel –rio-
Aquello, aunque no sé si lo pensó o no, hizo que mi interior se removiera ¿Fácil? Me di la vuelta molesto, no quería pensar más en él, no más.
-Buena noches –casi me hice bolita y trate de conciliar el sueño lo más pronto posible, esperando que él también lo hiciera-
-¿Qué te pasa? ¿Estas molesto? –Comenzó a jugar con mis cabellos, me hice el dormido y pase de él, no pensaba contestarle nada- Vamos, dímelo, ¿Qué te molesta?
Silencio, eso era todo lo que llenaba mi pieza.
-Daniel dímelo - sentí como sus dedos acariciaban mi nuca y parte de mi cuello- ¿Qué es lo que te molesta?
-¡Tú! –Me levante de golpe, quedando sentado en la cama- ¡Tú me molestas!, ahora ¿podrías quedarte tranquilo, callado y dormirte? Ya hice lo que querías, estoy en la cama, ahora me voy a dormir, y espero que tu hagas lo mismo –volví a recostarme con el ceño fruncido y esperando no escuchar ninguna palabra más-
-Está bien.
Al menos algo bueno salía de esa boca, solo tenía que pasar de él y pensar bien las cosas mañana, tenía tantas ganas de ir a la casa de Ricky y llorar en sus brazos, que me digiera que todo fue un mal sueño, que nunca paso nada.
Pero aquello no pasaría, no.
Después de unos cuantos segundos sentí como Jonghyun envolvía mi cintura con sus brazos y hundía su rostro en mi nuca.
-¿Qué haces? –dije molesto-
-Dormir.
Suspire pesadamente, mientras baje mis manos hasta mi cintura y trataba de hacer que Jonghyun me soltara, pero él no me lo dejaba fácil, pare.
-Jonghyun, suéltame.
-¿Por qué? Estoy bien así.
-Pero yo no, suéltame –trataba de permanecer calmado-
-Dijiste que durmiera, y eso es lo que intento.
-Pero puedes hacerlo sin estar tan cerca mío, venga hazlo fácil y suéltame.
-¿Por qué? Estoy muy cómodo así.
-Que no me gusta, ahora suéltame, en cualquier momento mi madre llegara y lo primero que hará será venir a mi cuarto a ver si estamos durmiendo.
-Bien, nos encontrara durmiendo.
-¿Estás loco?
-Sí
-Suéltame, no quiero que mi madre se imagine cosas equivocadas si nos ve así.
-¿Equivocadas?
-Sí, equivocadas.
-¿Cómo cuáles?
-Como que su hijo se ha acostado con su tutor, que su hijo sea gay, que su hijo ya no sea virgen, que su hijo haya hecho guarradas en su pieza, que su hijo este sintiendo cosas que no debe.
-Vaya, pero si todo eso es lo que ha pasado.
-No, no ha pasado, así que suéltame y quédate tranquilo durmiendo.
-¿Te has enojado conmigo?
-¿Qué comes que adivinas? –Su agarre se había soltado y aproveche de zafarme de él- duérmete.
-¿Harás como que nada ha pasado?
-Sí, y lo mismo deberías hacer tú.
No sentí más su calor, se había recostado mirando al otro lado, aunque aún se sentía tibio, pude respirar tranquilamente, al menos ya había entendido lo que yo quería, y me alegre un poco al sentir que me entendía, ya tuvo lo que quiso, el juego termino.
Pero creo que mi corazón no lo acepta completamente.
…
Jueves 20 Nov (4 días para el examen)
Pesadamente abrí mis ojos, una tenue luz invadía mi pieza ya, seguro era de mañana, me levante y lo vi, al frente mío, no sé cómo acabamos en esa posición, frente a frente, casi como habíamos quedado después de habérmele entregado, una de sus manos estaba en mi cintura y el calorcillo en mi rostro volvió, aunque me había despertado y había quitado su mano de mi cintura, no se había despertado ni removido de su lugar, estaba profundamente dormido, se veía tan tranquilo, tan inocente, tan delicado, tan lindo, no con ese aire superior que siempre traía, una estúpida sonrisa se formó en mi rostro. Después de todo es menor que yo, aunque sea por un año, menor… ¡menor!, mi mente corrió rápidamente examinando esa palabra y todo lo que paso ayer en la noche, ¿me había acostado con un menor?, ¿no era un pedófilo?, no, no, nada de eso, yo no fui el que comenzó, yo no hice nada, suspire, y me levante tratando de no despertarlo.
Camine a mi cómoda buscando mi uniforme, uno nuevo y limpio, el de ayer, quizá debería tirarlo después. Entre en el baño, me lo puse, me arregle y salí, el aún seguía durmiendo ¿no pensaba despertar? Vi cómo se removía algo incómodo en la cama, mientras yo alistaba mi mochila, comenzó a buscar con sus manos algo al lado suyo, pero no encontraba nada, soltó unos quejidos de molestia y se levantó de a poco.
-Hmm… ¿Daniel? –Sonaba suave, casi con la voz de un niño pequeño buscando a su madre-
-Ya era hora de que te despertaras, tienes el sueño pesado –se volvió a verme- deberías apurarte, falta poco para las ocho. –tome mi mochila y me dirigí a la puerta-
-¿Ya te vas?
-Sí, tomare algo y me iré.
-¿Dejaras que me vaya solo al Instituto? –Sentí algo de molestia en sus palabras-
-Ya estás grandecito Jonghyun, además ya te sabes el camino. –Salí de mi habitación – no vayas a retrasarte mucho –le dije por ultimo-
Baje las escaleras, me metí a la cocina y prepare unos sándwiches, mientras vi como había una nota en el refrigerador, era de mi madre.
Nieli, llegue como a las una de la mañana y los vi dormidos, espero te hayas portado bien con Jonghyun. Tuve que salir temprano a ver unos papeles, pero a tu llegada estaré en casa, besos, mamá.
Esperaba no haber estado en la posición en la que desperté cuando ella llego, comí rápidamente mi sándwich, con un poco de leche, había dejado otro con un vaso de leche para Jonghyun, mire mi reloj y me apresure a la puerta. Cuando la abrí él casi iba a golpear la puerta, ahí estaba mi hermano, mi mejor amigo.