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Helium (KaiSoo) por CerdoConejo

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Notas del capitulo:

Holaaa, tiempo sin leerlos c: Voy a ser concreta, hace mucho estaba trabajando en este oneshot y lo deje como un borrador olvidado, hoy estoy muy feliz de terminarlo.
Quiero agradecer especialmente a Rochi que me animo y me ayudo leyendolo más de una vez<33

Epero que les guste, prometo estar actulizando muy pronto BCLN, gracias por tomarse el tiempo de leer :D

-¡Tío Kyungsoo!- Inmediatamente y con suma emoción la pequeña se dirigió al no tan alto hombre que observaba atentamente caer los copos de nieve por la ventana completamente absorto de lo que ocurría a su alrededor. El mencionado solo procuro la presencia de la niña al sentir que esta se aprisionaba en él de forma alegre, y al tomar conciencia de ello la elevo con entusiasmo y la tomo entre sus brazos esbozando una sonrisa.

-Hace mucho no te veo pequeña ¿Cómo te has estado comportando?-

-De hecho nada bien, no creo que reciba sus regalos esta navidad.- Una voz femenina hizo su aparición interrumpiendo el cálido reencuentro.

-¡Mamá está mintiendo! Me he portado genial.- La menor le proporciono a aquel hombre una sonrisa angelical tratando de persuadirlo ante las palabras de su madre, sabía que era el arma ante la que los adultos sucumbían.

-Ya veremos mañana temprano, no olvides que Santa puede ver cómo te comportas Sooyoung-ah.- La pequeña hizo un mohín y se separo un poco al ver a los demás niños corriendo y jugueteando por la casa, sin esperar mas no dudo ni un segundo, le pidió a su tío que la soltara y se unió a ellos sin siquiera decirle adiós a su tío.

-¿Hace mucho llegaste?- Kyungsoo bajo de su nube al oír las palabras de su hermana y perdió de vista a su sobrina que se perdía en un alteración de niños para concentrarse en una monótona y aburrida charla de adultos.

-No, me he anticipado a ustedes solo por unos minutos. De hecho mi bus iba exactamente a la par con su carro, así que imagine que ya estarían aquí pero aparentemente el conductor estaba apresurado que ustedes.- Una sonrisa agradable se extendió entre sus gruesos labios dejando entrever sus blancos dientes y borrando el perfecto corazón que formaban.

-¿Aun no te compras un auto?- Un débil carmesí cubrió su rostro y su mueca risueña se esfumo, se sentía algo avergonzado, era el mayor de ambos y su situación era sin duda la peor. Lo único que acaparaba sus cotidianos días era un empleo mediocre en el cual no conseguía un ascenso pese al notable esfuerzo que le dedicaba, aun no reunía el dinero suficiente para un automóvil y para concluir con sus desdichas su situación amorosa era un tanto aberrante, aun se mantenía aferrado a un amor unilateral y fantasioso. Por esos motivos intentaba evitar las celebraciones familiares, cada célula de su cuerpo despreciaba el tener que estar en un lugar donde el mayor porcentaje de las personas lo compadecían, pero de alguna forma ya se había convertido en una obligatoria agonía para él.

-Aun me mantengo ahorrando, ya sabes, “Persevera y triunfaras“.- Tal vez si no se repitiera esa frase más de una vez al día seria más verosímil para él y no puras palabras de autocompasión que perdían su significado conforme pasaba el tiempo.

-¡Hace demasiado frío afuera!- La conversación fue ahogada por una voz grave que irrumpió de repente en la casa logrando acaparar la atención de ambos hermanos pero logrando pasar desapercibida por el resto de los invitados.

-Te dije que tendrías que haber traído el otro saco y no me hiciste caso.- Una risa dulce se escucho, y el amor en la voz de aquella mujer pudo distinguirse en un parpadeo, la forma en la que sus ojos se iluminaban al verlo la hacían resaltar de forma inmediata entre los presentes.

-Lo sé, pero soy un cabeza dura.- Su boca hizo una pequeña mueca, aun si su voz era profunda y algo intimidante el conservaba los gestos dulces de niño que sin duda eran difíciles de borrar. -Que únicamente tiene ojos para ti.- Las palabras salían con facilidad de su boca pero no había sentimiento alguno para expresar, definitivamente Kyungsoo no podía distinguir ningún matiz en la voz de su cuñado y eso de alguna forma lograba perturbarlo, no había sarcasmo, cariño u odio, sin duda representaba todo un acertijo.

-¿Pudiste estacionar?-

-Sí, costó bastante pero lo logre, tu familia es muy numerosa y por lo visto la de los vecinos también.- Se dedicaron sonrisas antes de que sus labios se aprisionaron de forma dulce y gentil como si fuera la primera vez.  Esa escena solo podía provocar una puntada en el pecho de Kyungsoo y un gran nudo en su garganta, el cual cueste lo que cueste debía soportar para que finos hilos de agua salada no corrieran por sus mejillas.

-Hola Jongin ¿Cómo has estado?- Una mueca de desagrado se incorporo en el rostro del moreno y fue inevitable para el mayor no sentirse despreciado con tan solo una mirada.

-Bien ¿A ti como te trata la vida?- Sus grandes ojos toparon con las manos de su cuñado que con delicadeza acariciaba los hombros de su hermana, de algún modo algo en su interior colisiono al ver el anillo que estaba sujeto a su dedo anular, llevándolo a una caída dura y alta que le hacía comprender que si existían formas de que aquel chico de hace años se alejara más de él. Las imágenes en las que su hermana llevaba un vestido blanco y un velo que cubría su rostro se impregnaron en su cabeza, el momento en el que se tomaban de las manos y se hacían promesas de amor. -¡Kyungsoo!- La dolorosa realidad lo noqueo y lo trajo nuevamente al presente.

-¿Eh? Yo perdón, quiero decir…lo siento.-

-¿En qué te quedaste pensando?- Una mueca burlona se incorporo en el rostro de la mujer ya que la expresión ida de su hermano era graciosa.

-Yo...solo, no lo sé, me duele un poco la cabeza creo.- Sus manos aprisionaron su frente y se deslizaron por su cabello hasta terminar en su nuca. -No se preocupen, estaré bien.- Alzo su pulgar, les dedico su mejor sonrisa y dio discretos y rápidos pasos para alejarse de ese habitación, subió ágilmente las escaleras sin cuidado de tropezar con alguno de los peldaños y se encerró en el baño. Rápidamente el llanto comenzó a brotar de sus ojos café y un sentimiento de dolor lo poseyó. Aun no se adaptaba al hecho de que ya no se pertenecían de ninguna forma y a pesar de que sabía que lo mejor era olvidar todo él se mantenía aferrado a sentimientos del pasado como un niño que se niega a crecer. Kyungsoo sentía como si todos sus fracasos lo exprimieran por dentro, todas esas ilusiones desplomándose lentamente una por una, todos esos besos esfumándose como el humo de un cigarro, todas esas sonrisas quebrándose como el cristal más frágil, las palabras más bonitas que había escuchado de su boca ahora lo arrastraban hacia el abismo más alto, rompiéndolo por dentro. Lavo su cara e inspecciono su reflejo, sus ojos aun mantenían un color rojo y una apariencia cristalina que lo evidenciaba, tomo una bocanada de aire y salió del pequeño cuarto cabizbajo.

-Tío Kyungsoo…- La voz de la menor lo tomo por sorpresa.

-¿Qué sucede?-

-Hay que bajar a comer.- Extendió su mano esperando que el mayor aceptara su invitación y este la tomo de inmediato. Sus dedos se entrelazaron pero la niña guio a su tío hacia otro de los cuartos olvidando así por completo sus palabras anteriores dejándolo anonadado.

-¿Qué sucede?- La niña cerró la puerta tras ella sin dar ningún tipo de explicación, esperando que su tío se siente en el borde de la cama de dos plazas para así develar su inocente interrogatorio.

-Quiero hacerte una pregunta…- Un potente carmesí cubrió las mejillas de la pequeña revelando su timidez. -¿Cómo te das cuenta si estas enamorado?- Una dulce sonrisa adorno el rostro de Kyungsoo y por un momento se vio así mismo reflejado en su sobrina.

-Supongo que es cuando no puedes esperar para ver a esa persona, la ansiedad te consumo por completo, planeas palabras y momentos que crees que podrían pasar.- Miles de recuerdos atacaron su mente luego de esas palabras y por primera vez decidió compartirlos con alguien. –Ven, siéntate junto conmigo.- La menor corrió hasta donde se encontraba su tío el cual la ayudo a sentarse a su lado. -¿Acaso tu estas enamorada?-

-No lo sé…- La mirada de Sooyoung se mantenía en sus pies que no dejaban de mecerse debido a los nervios los cuales la hacían ver más tierna ante los ojos de Kyungsoo.

-Te contare una historia, que sucedió hace muchos años, incluso mucho antes de que tú nazcas.- Toco la punta de su nariz con su dedo índice y la niña sonrió alegre.

 

*Flashback*


Una vez más risas llenaban el lugar y la colorida decoración prevalecía en esa casa, provocando así un camuflaje perfecto para el más pequeño de la fiesta que sollozaba detrás del gigante inflable con forma de castillo. Nadie noto su ausencia, había mucho de que ocuparse con tantos niños gritando como locos  por todo el lugar así que decidió escabullirse lejos del alboroto. Inevitablemente su tristeza salió a flote una vez que se encontró apartado y tal vez de forma inesperada halló desahogo en la tranquilidad de la soledad.

-¿Qué te pasa niño?- Al escuchar una voz sus ojos buscaron con rapidez a su dueño.

-N-Nada...- De inmediato sus manos atajaron las lágrimas que aun escapaban de sus ojos

-¿Entonces por qué lloras, te lastimaste?-

-No, en realidad no es nada importante.-

-Debe serlo para que llores, puedes decírmelo,  te juro que será nuestro secreto no se lo diré a nadie. -El moreno extendió su dedo meñique hacia el otro y este tímido acerco el suyo para unirlos.

-Es que ya no quedaron globos azules...-

-¿Globos azules? ¿Por qué quieres un globo azul?-

-Creí que si lo soltaba podría ir hasta el cielo y hablar con mi padre, quiero decirle que vuelva y que lo extraño mucho.- Nuevamente el agua salada amenazaba con salir de sus grandes ojos, los recuerdos con su padre salieron a flote y que un nudo se formara en su garganta fue inevitable.

-Eso será difícil porque los globos no hablan.- Una pequeña risa se ahogo ante el bullicio que aun estaba presente pero aun así logro ser escuchada por el niño al que Kyungsoo ya había apodado “Intruso”. –Espera un segundo.-  El moreno se levanto y se fue corriendo dejando al contrario con las palabras en la boca y luego de unos minutos apareció con un plumón negro y un globo de helio color blanco. –Tal vez se pueda confundir con las nubes.-  Su respiración era algo agitada lo que evidenciaba que antes había estado corriendo y al notar eso Kyungsoo se quedo sin palabras. Tomo el globo y escribió en el “Te extrañamos con mamá, vuelve rápido.”, luego lo soltó y con la mayor esperanza espero que llegara a su destino.

-G-Gracias- Sin pensarlo sus labios rozaron de forma casta e inocente los del aun desconocido, el cual quedo congelado por la acción del otro.

*Fin de flashback*

-¿El de la historia eres tú?- Un pequeño escalofrió recorrió el cuerpo del mayor al sentirse descubierto.

-No, son unos viejos amigos.- Trato de desfigurar la verdad esperando que la pequeña no sospechara.

-¿Y qué paso con ellos?-

-Desde ese día no se volvieron a separar, pero cuando comenzaron a crecer su relación se volvió complicada.- Un suspiro escapo de los labios de Kyungsoo. –Ahora se desconocen e imaginan que lo que paso durante todos esos años fue un simple juego de niños. Yo quiero creer que estaban enamoradas pero tal vez nunca pudieron aceptarlo y por eso se perdieron el uno al otro.-

-Eso es triste ¿Crees que me pasara lo mismo?-

-Sooyoung tienes mucho tiempo para experimentar el amor y el desamor, no te preocupes demasiado.- Sus ojos sin querer tropezaron con los de Jongin que se encontraba observándolos en el marco de la puerta. Kyungsoo no dejaba de preguntarse cuando había llegado, ni siquiera había escuchado la puerta abrirse. La niña al ver a su padre bajo de la cama y se acerco a él.

-¿Por qué demoraste tanto?-

-Por nada…- La niña luego de responder salió corriendo de la habitación y bajo las escaleras con rapidez para evitar tener que dar algún tipo de explicación dejando así a los adultos solos por primera vez en mucho tiempo.

-¿Hace mucho estabas escuchando?-

-Lo suficiente.- La cara del moreno aun se mantenía con una expresión seria haciéndole creer a Kyungsoo que le importaba poco lo que acababa de suceder.

-Es algo anecdótico, no creas que es importante para mi.- Balbuceo la primera excusa que corrió por su mente sin siquiera pensarla dos veces. Jongin lo conocía más que a sí mismo, tal vez por se tenía cierto auto rencor, sabía que estaba mintiendo con solo ver la forma acelerada en la que pestañaba, como evadía que sus ojos tuvieran un simple y corto contacto. La tez pálida del mayor muto a un rojo intenso al ver como se encontraba aprisionado por la mirada acusadora de su cuñado, incluso logrando sentirse más pequeño de lo que ya era. -¿Por qué me miras de esa forma?- Sin dudarlo Jongin se acerco a Kyungsoo logrando que deje de respirar por unos segundos, miro sus ojos café y luego dirigió sus labios su mejilla derecha depositando en el así un dulce beso. Luego de unos instantes se separo de él y se fue sin decir palabra  alguna dejando a Kyungsoo congelado en el marco de la habitación y al levantar un poco la vista pudo divisar el pequeño muérdago que colgaba y parecía burlarse de alguna forma de él.
En un rápido instante todo cobro un nuevo sentido, y tal vez solo se necesito un beso para entender y dejarlo ir.


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