CAPÍTULO 2
Era un nuevo día, el sol asomaba por mi ventana anunciándome la llegada de un nuevo día, aquella luz radiante comenzaba a molestar en mis parpados, por lo que comencé a abrirlos poco a poco, tratando de acostumbrarme a tan abrumadora luz.
Me incorporé en mi cama, observando mi habitación, ahora ya no había cajas, todo estaba completamente ordenado, claro, hoy se cumplían dos semanas de que nos habíamos mudado, para este entonces ya debíamos de tener todo en su lugar y así era.
Me levanté estirando mis brazos, hombros y piernas caminado hacia el baño dispuesto a cepillar mis dientes.
Debo decir, a pesar de todo, que la vida aquí no parecía ser tan mala, debo admitir que a pesar de la mala experiencia que tuve el primer día lo demás no había sido tan malo, esos chicos no me habían vuelto a molestar, debido a que fui llamado a la dirección, estos chicos alegaban que yo los había atacado y solo se habían defendido, el director en un comienzo lo creyó absurdo, debido a que estos era tres grandulones mientras que yo solo era un pequeño chico muy delgado, pero aún así Usami-sempai llegó en mi rescate nuevamente, le explicó al director la versión de los hechos, qué claramente era mucho más creíble que la de esos chicos, así ellos fueron suspendidos y a mí se me exoneró de cualquier tipo de castigo.
Usami-sempai, él me salvó el primer día de clases y había sido tan amable conmigo, sinceramente era una persona ejemplar, no solo era amable, también era demasiado atractivo, demasiado como para no tener novia, y para colmo resulta que también era un alumno ejemplar, siempre aparecía en el lugar primero de las listas de promedios de la escuela por lo que me habían platicado, bueno, por lo que Kisa-san me había platicado, era la única persona a parte de Usami-sempai con quien me hablaba, cabe resaltar que Usami-sempai me lo había presentado.
No hablaba mucho con Usami-sempai, sin embargo cada vez que lo veía por los pasillos me dedicaba una linda sonrisa suya o pasaba sus manos por mi cabello y aquello… no sé, me aceleraba el corazón y ponía feliz al momento, ¿qué es lo que pasaba?, ¿por qué razón yo reaccionaba de aquella manera apenas con un poco de su atención?, no lo sabía, lo único que sabía es que yo quería más.
Kisa-san también había resultado ser una persona muy agradable, era simpático y confiable, siempre que lo necesitaba me ayudaba, así fuera para recoger un lápiz que había tirado accidentalmente como para defenderme de los generalmente abusones de la escuela, tal parece había resultado que yo era un imán de brabucones.
Terminando de cepillar mis dientes regresé a mi habitación y comencé a colocar mi uniforme en mi cuerpo, traté de acomodar mi cabello inútilmente y tomé mi mochila con mis libros bajando al primer piso donde ya mi hermano se encontraba sirviendo el desayuno.
-Buenos días Misaki- dijo mi hermano sentándose en la mesa- ven, siéntate a desayunar
-Sí, gracias- dije tomando asiento en la mesa
- Misaki…- dijo mi hermano mientras engullía un trozo de su desayuno
-¿si?-
-Bueno… ya tenemos dos semanas aquí, quisiera saber… ¿cómo te sientes?-
-bueno…- ¿cómo me sentía?, ¿me gustaba este sitio?, no sabría decirlo aún, bueno, no me desagradaba mi escuela, y me gustaban mis nuevos amigos… tampoco me molestaba el vecindario, era tranquilo y no había mucha gente, pero… aún extrañaba mi viejo hogar, mis amigos de allá, aunque ahora que lo pensaba, no había recibido ningún mensaje o carta de mis amigos… ¿será que lo habrán olvidado?, tampoco había intentado llamarlos tampoco… si tuviera la oportunidad… ¿volvería a mi antiguo hogar?, si o… no, no lo sabía con certeza… debo admitir que no quería dejar de ver a Usami-sempai ni a Kisa-san…- yo… bueno, no es que me disguste tampoco este lugar-
-¡¿de verdad?! Oh… ¡gracias a dios!, temía porque de verdad odiaras este lugar y a mí con él, pero bueno, cuéntame, ¿qué tal la escuela?, ¿ya tienes nuevos amigos?-
-Am bueno… supongo que sí, conocí a dos personar, una de ellas es muy buena persona, es muy amable conmigo, fue de mucha ayuda el primer día de clases, ¡y no solo es amable!, ¡también es popular y muy inteligente!- dije realmente entusiasmado
-Wow Misaki, parece que te gusta mucho esa persona, hablas muy bien de ella- dijo mi hermano algo… ¿cómo decirlo?... extrañado, supongo que yo nunca hablaba así de nadie.
-Ammm, bueno… es muy… no sé- dije agachando la mirada completamente avergonzado, pero… ¡por qué me avergonzaba?
-jajaja bueno… ¿alguien más?-
-Hay un chico en mi clase que también es muy amigable…-
-ya veo… ¿y tus clases?-
Así seguimos conversando acerca de mi nueva vida en Tokio, le platiqué a mi hermano acerca de mis clases, mis maestros y mi escuela, él también me habló un poco de su nuevo trabajo, al parecer su nuevo jefe era un completo amargado que tenía como meta arruinarle la vida a la gente.
Comenzó a hacerse tarde y después de lavar los platos me encaminé a la escuela, le había dicho a mi hermano que no quería que me llevara en coche a la escuela, ya que al parecer ya nadie de mi edad hacía eso, todos tomaban el metro o iban caminando a la escuela, la escuela no quedaba lejos de mi casa, así que yo caminaba tranquilamente hasta ella.
Al cabo de unos minutos llegué a la escuela y así hasta mi salón, donde tomé asiento justo al lado de Kisa-san quien ya estaba ahí.
-buenos días- dije
-buenos días- dijo mi amigo con una sonrisa- oye, ¿hiciste la tarea de Biología? ¡Pásamela!
-¿qué?, ¿tarea de biología? , ¡¿Había tarea de Biología!?-
-¡si!-
-¡rayos no la hice!-
-¡¿qué?! , Yo tampoco!-
Y así después de un ataque de adrenalina al hacer rápidamente la tarea mientras que el profesor la revisaba se pasaron las primeras horas, muy aburridas debo decir, o tal vez será que no estaba prestando mucha atención, mi mente daba vueltas alrededor de las palabras que me había dicho mi hermano esta mañana, “parece que te gusta mucho esa persona”, no era la frase en sí, sino una palabra en específico, él había utilizado la palabra “gustar”, ¿me gustaba Usami-sempai?, no, eso sería imposible, ambos somos chicos, además de que lo admiro como persona, si, solo es admiración, tal vez hasta respeto, pero de ninguna forma podía ser que me gustara, ¿o sí?.
Sacudí mi cabeza tratando de alejar aquellos raros pensamientos a la vez que trataba de poner atención a lo que el profesor de historia estaba explicando, aunque debo decir que el esfuerzo fue inútil, toda mi atención fue dirigida a la ventanilla que se hallaba en la parte superior de la puerta cerrada del aula, justo en ese momento pude notar como una cabellera plateada pasaba rápidamente dejándose ver por dicha ventanilla, Usami-sempai había pasado por ahí… bueno… ¿cuánta gente hay en el mundo con el cabello plateado?, tenía que ser él, al menos… ya sabía que había venido a la escuela, y con algo de suerte, tal vez podría encontrármelo más tarde y hablar un poco con él.
Unas cuantas horas de aburrimiento más y al fin se dio el toque para el descanso, al instante todos en el aula comenzaron a levantarse de sus asientos dispuestos a salir del salón, y mi amigo no fue la excepción.
-voy a la cafetería Misaki, ¿vienes?-
-claro-
Así mi amigo y yo comenzamos a caminar hacia la cafetería, cuando llegamos no fue sorpresa ver a muchísima gente aglomerada justo frente a la barra de la comida, sería un problema conseguir algo de comer.
-dios…- dijo Kisa más para sí mismo- ¡a un lado animales tengo hambre!- gritó a la vez que se lanzaba a ese mar de gente.
Había mucha gente ahí y sinceramente no tenía ganas de luchar contra alguien por comida, tal vez comprar algo en la máquina expendedora sería lo mejor.
Con la intención de ir a comprar algo de comer a la máquina me voltee sobre mis talones, sin embargo al momento de realizar la acción me topé con otra persona, mucho más alta que yo, logrando que me golpeara la frente con la parte superior de su pecho.
Debido al impulso sentí como el piso se me movía y mi cuerpo hacía notar la intención de caer hacia atrás, sin embargo una mano en mi cintura impidió mi impacto contra el suelo; al alzar la mirada pude ver un par de ojos lilas que me miraban con preocupación; yo solamente pude pensar en aquella mano que rodeaba mi cintura, instantáneamente me aparté y pude sentir un gran ardor en mis mejillas.
-Ah… Usami-sempai…- dije sorprendido, era él, ¡realmente era él!, al parecer la suerte estaba hoy de mi lado, me había permitido verle y conversar con él un poco el día de hoy.
-Misaki, perdóname, no era mi intención sorprenderte, ¿estás bien?- dijo con aquella amable voz, notablemente preocupado.
-Sí, sí, estoy bien, no se preocupe Usami-sempai-
-¿de verdad estás bien?-
-si en serio, no tiene por qué preocuparse Usami-sempai-
-Uff qué alivio- dijo relajando su expresión- oye Misaki…
-¿Sí?, ¿qué sucede sempai?-
-Misaki… deja de llamarme “Usami-sempai”, simplemente dime Akihiko-
-¿eh?, de… de acuerdo, ¡Akihiko-sempai!- dije con una sonrisa, qué lindo se escuchaba su nombre, de verdad que me alegraba el hecho de que él dejara que le llamara por su nombre.
-Bueno, de hecho yo esperaba que le quitaras el semp…- comenzó a decir, sin embargo lo interrumpí.
-¡Sempai!, este… hay algo que he querido hablar con usted hace tiempo- comenté
-¿qué sucede Misaki?
-bueno… usted… usted siempre está salvándome, como el día en que llegué aquí, aquel día en la dirección e incluso ahora, así que… yo quiero agradecerle de alguna forma, no quiero que usted piense que yo soy un aprovechado- dije sacando lo que también llevaba días en mi cabeza, más sin embargo no había tenido oportunidad para sacar.
-jaja, claro que no pienso eso de ti Misaki, no tienes por qué agradecerme nada- me dijo con esa bella sonrisa.
-Sempai, insisto, ¡si hubiera algo que yo pudiera hacer por usted por favor no dude en decírmelo!-
-Misaki, de verdad, no es necesario…-
-Sempai, por favor…- lo miré directamente a los ojos, quería que entendiera que yo de verdad deseaba hacer algo por él.
-De acuerdo…- dijo con una sonrisa que a pesar de ser una sonrisa parecía también ser una muestra de resignación.
-¡¿de verdad?!- dije con los ojos abiertos como platos
-Sí -
-¿y qué puedo hacer por usted?- dije entusiasmado
-ven conmigo al karaoke esta tarde-
Un momento, ¿qué?, ¿acaso había dicho karaoke?
-¿qué?- dije creyendo haber escuchado mal
-sí, que vengas conmigo al karaoke…- dijo poniendo sus manos en los bolsillos
Iba a responder, sin embargo en ese momento Kisa apareció con lo que parecía una bandeja llena de comida, al parecer había luchado y ganado con ese montón de gente.
-¡Usami-sempai!, qué milagro verlo aquí en la cafetería, generalmente se encuentra con los demás sempais de tercer año en el patio o en el aula, ¿qué hace aquí?- inquirió mi amigo
-bueno, vine y por casualidad me encontré con Misaki, lo estaba invitando a venir al karaoke conmigo y unos amigos, ¿no querrás acompañarnos también Kisa?, al parecer Yukina también asistirá-
-¡¿eh?!, ¿Yukina?- dijo mi amigo verdaderamente sorprendido, un segundo después sus ojos se llenaron de un hermoso brillo para después comenzar a mirarme suplicante- ¡Misaki!, ¡iremos verdad!, ¡dime que sí!-
-Amm pues yo…-
-¡Él dice que sí!- dijo mi amigo sin siquiera haberme dado la oportunidad de contestar
-¡de acuerdo!, entonces los veré a la salida para irnos todos juntos- dicho esto Akihiko-sempai dio media vuelta y salió de la cafetería, enseguida voltee a encarar a mi amigo.
-¡Kisa!, ¿por qué hiciste eso?- le reclamé
-¡ay vamos!, no te amargues, ¡será divertido!- dijo con una sonrisa
Así después de comer algo regresamos al salón a tomar las clases que restaban, sin embargo si en las primeras clases no había podido poner atención ahora menos, no dejaba de pensar en que saldría con Akihiko-sempai y sus amigos esta tarde, dijo que iríamos al karaoke pero… bueno yo nunca había ido a uno a pesar de ser tan comunes en Japón, de hecho nunca había salido mucho con mis amigos, cuando vivía en Hokkaido apenas había salido un par de veces con mis amigos, y generalmente había sido para estudiar o hacer alguna tarea, así que estaba inevitablemente nervioso.
¿qué se supone que haríamos?, bueno… un karaoke era para cantar, pero supongo que también teníamos que conversar ¿no es así?, y ahora que lo pienso… no tenía nada bueno que contar, mi vida no era especialmente emocionante.
En esos pensamientos se me fue lo que restaba de la jornada escolar, mi corazón se aceleró cuando sonó el timbre indicando la hora de salida, casi inmediatamente Kisa guardo sus cosas rápidamente y me tomó de la muñeca, arrastrándome por los pasillos.
-Kisa… ¡espera!, ¿por qué tanta prisa?- dije mientras era arrastrado por él
-¡no quiero hacer esperar a Yukina!- me dijo con una gran sonrisa, ¿quién sería el tal Yukina del que me hablaba?
Así corriendo, y casi quedándome sin aire, logramos llegar a la entrada donde había muchos estudiantes caminando tranquilamente con la clara intención de irse a sus casas, busqué con la mirada hasta dar con aquella linda cabellera plateada que parecía ser un imán para mis ojos. Kisa también pareció notar a Akihiko-sempai y tomó nuevamente mi mano y me arrastró nuevamente hasta ellos.
Al llegar pude notar que había otras tres personas con Akihiko-sempai.
-Buenas tardes Sempai- dije un poco nervioso
-¡Yukina-sempai!, es un placer verlo otra vez- dijo mi amigo dirigiéndose a un chico alto de cabellos café claro con una verdaderamente enorme sonrisa, supongo que él era Yukina.
-Hola Misaki- dijo mi Sempai pasando nuevamente sus manos por mi cabello, causando que mi corazón se acelerara y mis mejillas enrojecieran- los presento, Misaki, ellos son Yukina Kou, Takano Masamune y Onodera Ritsu, el novio de Takano- ese chico, Ritsu, me pareció conocido, ¡cierto!, ¡él era el chico de mi clase con muy buenas calificaciones!, sin embargo dijo… ¿novio?
-¿novio?- inquirí algo confundido
-Sí- dijo Takano- mi novio, comenzamos a salir hace poco, pero por favor guarda el secreto- al decir esto tomó a Ritsu de la cintura a pesar de que él ya se encontraba completamente sonrojado.
Una vez que hube llamado a mi hermano para avisarle que saldría con mis amigos y preguntarle si estaba de acuerdo con ello comenzamos a caminar, al parecer el karaoke no quedaba lejos, así que no había la necesidad de tomar un taxi o el metro, podíamos caminar hasta ahí.
Él camino estuvo lleno de una conversación en la que no dije mucho realmente, sin embargo mis risas no se hicieron esperar debido a los comentarios súper graciosos que los demás chicos hacían, Kisa iba justo al lado de Yukina, conversando animadamente con él, se notaba que se llevaban bien, o bueno, a Kisa parecía agradarle este chico.
Yo no era el único que venía callado, Onodera también no decía casi nada y debido a que Kisa iba con Yukina hasta el frente y Akihiko-sempai venía conversando con Takano-san, Onodera y yo nos quedamos juntos hasta atrás, de esta forma decidí aprovechar la oportunidad dejando mi timidez de lado para tratar de hacer un nuevo amigo.
-Mmm ¿Onodera-san?- dije algo nervioso
-amm ¿sí?- respondió aparentemente con un nerviosismo similar, debo decir que éramos físicamente parecidos también, aunque el me sacaba unos cuantos centímetros respecto a la altura.
-bueno…- ahora que lo pensaba no tenía ni idea de qué decir...- bueno… ¿hace cuánto que sales con Takano?
-¿eh? Amm, este… yo…- un sonrojo apareció rápidamente en su rostro, tal parece ambos éramos también muy tímidos- u… un par de semanas…
-¡oh!, ya veo… tú… ¿estás en mi salón cierto?, tal parece tienes muy buenas calificaciones, quisiera ser como tú, dime… ¿cómo lo logras?-
-Omm bueno, me encanta leer, cualquier tipo de libro, entonces el conocimiento viene a mí aún sin que yo lo quiera…-
-¡wow!, yo no leo más que mangas jaja- dije soltando una pequeña risilla
-jajaja a mí también me gustan los mangas, últimamente me he obsesionado con uno-
-¡¿en serio?!, ¿cuál?-
Así continuamos lo que quedaba del camino, conversando acerca de mangas, de la escuela, de los compañeros del salón, al parecer todos creían que Sarah Finnigan era una enfadosa que solo buscaba acostase con todos.
Cuando llegamos al establecimiento entramos a una de esas pequeñas salas, ordenamos un poco de comida y nos sentamos en los pequeños sillones, lo demás chicos ordenaron algunas bebidas, cervezas en su mayoría, de hecho todos bebieron cerveza, menos Onodera y yo, que decidimos beber un poco de refresco.
Pronto la música comenzó a sonar y el primero en subir al pequeño escenario a cantar fue Kisa, cantando la canción de Sakura card captor, mientras Kisa cantaba los demás conversábamos cosas sin sentido y nos reímos. De hecho ahora que lo pienso, todos subieron a cantar algo, a excepción de mi y de Akihiko-sempai, incluso Onodera y Takano subieron a cantar un dúo, fue muy gracioso, ya que a mitad de la canción Takano se abalanzó sobre Onodera y lo beso apasionadamente, me sonrojé un poco ante la vergüenza, pero no tanto como Onodera que justo después de eso salió corriendo del lugar siendo seguido por Takano, volvieron después de unos cuantos minutos.
Después de lo que a mi parecer fueron unos pocos minutos, pero en realidad fueron casi 4 horas, decidimos que se estaba haciendo algo tarde y era necesario volver cada uno a nuestras casas.
-bueno, yo acompañaré a Onodera a su casa- dijo Takano mientras se retiraba junto a Ritsu después de hacer un pequeño gesto con la intención de despedirse.
-Entonces yo me iré con Yukina, ambos tomamos el mismo tren- dijo Kisa muy feliz, de verdad que no se había separado de ese chico en toda la tarde.
-Sí, nos iremos juntos, ¡adiós chicos!- dijo Yukina antes de darse la vuelta comenzando a caminar junto a Kisa-san
-Bueno, entonces yo también me retiro Sempai- le dije a Akihiko-sempai, algo triste a decir verdad, en verdad que me apetecía quedarme con él durante mucho más tiempo
-De qué hablas Misaki, yo te acompaño a tu casa, ya está oscuro y no quiero que te suceda nada por ir solo-
-¡¿eh?! , ¡¿de verdad?!- estaba muy emocionado, tal vez si podría pasar un poco más de tiempo junto a mi Sempai a pesar de todo.
-Si, vamos, tu casa queda en esta dirección ¿cierto?-
Así comenzamos a caminar, en silencio, no hablábamos de nada, sólo caminabas iluminados por la luna y las estrellas, decidimos tomar el camino a lo largo del río, durante unos minutos el silencio se comenzó a volver un poco incómodo, pero… ¿de qué podíamos hablar?, ¿había algo que yo quisiera hablar con Akihiko-sempai?, si me lo preguntaba, la respuesta era… sí.
Había cosas que yo quería hablar con él, más que hablar, preguntarle, quería preguntarle cosas, quería saber acerca de él, de su vida, qué era lo que le gustaba, qué era lo que no, sus pasatiempos, si tenía familia, qué tipo de música le gustaba, quería conocerlo, saber acerca de él.
Con la intención de romper el hielo y decir algo comencé a abrir la boca, sin embargo me calle en cuanto escuché a Sempai hablar.
-Misaki… hay que me ha estado dando vueltas en la cabeza, me he dado cuenta de que… de que no te conozco realmente y… bueno, yo quiero que seamos amigos así que… bueno…¿me dejarías conocerte?- ¿eh? No sé si es mi imaginación pero… ¿acaso Sempai estaba pensando en lo mismo que yo?, ¿le dejaría conocerme?, claro que sí, pero… ¿por qué querría él conocerme?, es decir, mi vida no es especialmente interesante- ¿qué opinas?
-Yo… bueno… si, también me gustaría conocerlo mejor Sempai-
-bueno, entonces… ¿me dejarías preguntarte algo?-
-bueno… eso ya es una pregunta- reímos juntos al recordar la misma broma esa misma mañana.
-jajaja bueno, me estaba preguntando si… bueno, quería saber… bueno… ¿tienes novia Misaki?-
-¿eh?- de verdad que esa pregunta me había tomado por sorpresa- amm bueno, cuando vivía en Hokkaido tuve una, pero debido a que me mudé terminamos…
-ya veo… - dijo Akihiko-san con una expresión pensativa- y… ¿te gustaba?
¿si me gustaba?, ahora que lo pienso, ¿de verdad me gustaba Cyndi? Bueno… supongo que sí, sino por qué habríamos comenzado a salir, bueno, yo me confesé porque sí… ella era bonita, pero… ¿realmente me había gustado como persona?, ahora que lo pienso, nunca salimos en una cita ni nos habíamos besado…
-ammm pues no lo sé… supongo que… tal vez un poco…- pero ¿por qué Akihiko-sempai me estaba preguntando eso?, pero en ese momento una horrible sensación de curiosidad me invadió, ¿Akihiko-sempai tendría a alguien que le guste?
-¿y tú Sempai?, hay… ¿hay alguien que te guste?- dije muy nervioso, tal vez… tal vez se podía enojar, tal vez no le gustaba que le preguntaran acerca de su intimidad.
-Bueno… hay alguien que me gusta desde hace un tiempo…- esperen, ¿qué es lo que había dicho?
-¡oh! ¿en serio?, y… ¿cómo es?- ¡había alguien que le gustaba a Akihiko-sempai!, lo que no sé es… ¿por qué me sentí desilusionado en cuanto lo escuché?
-bueno… es una persona muy curiosa- me dijo viéndome con una expresión que no supe descifrar, sin embargo una sonrisa estaba presente en su rostro.
-jajaja…-
Así seguimos caminando a lo largo del río hasta que llegamos a mi vecindario, cuando finalmente llegamos a mi casa voltee a ver a Akihiko-sempai.
-bueno… es aquí donde vivo, de verdad, muchísimas gracias por invitarme hoy, me he divertido mucho- dije haciendo una pequeña reverencia.
- no fue nada Misaki, a fin de cuentas, estabas pagando una deuda ¿no es así?-
-bueno… supongo que sí-
Miré a Akihiko-sempai a los ojos, tenía una expresión algo extraña, parecía que quería decirme algo, él… de verdad tenía unos ojos preciosos, y la luz de la luna los hacía brillar como nunca antes, durante un momento me vi perdido en esos ojos; bajé mi mirada y me encontré con esos perfectos labios rosados, estos comenzaron a moverse.
-Amm, Misaki, yo…-
-¡Buenas noches!- dijo mi hermano abriendo la puerta- Misaki, no te esperaba tan temprano
-Om si, bueno, ya entro en un momento…- contesté a mi hermano algo molesto por haber interrumpido a Akihiko-sempai, en seguida mi hermano volvió adentro- ¿qué estaba diciendo Sempai?
-oh… nada Misaki, nada, bueno… nos vemos mañana en la escuela ¿si?, cuídate- así nuevamente pasó su mano por mis cabellos dándose vuelta.
Al igual que siempre mi corazón comenzó a latir, fuerte, muy fuerte, llevé mis dedos hasta mi cabello, justo en el lugar en el que sus dedos habían pasado, viendo como se alejaba solamente pude pensar en él.
Tal vez… solo tal vez… me gustaba… este lugar…