-Vamos, tienes que pensarlo mejor. Ya pensaste que pasará con Hanna si te mueres?
Decía un Ciel preocupado tomando té junto a un rubio deprimido en el balcón.
-No, no lo he pensado. Sólo quiero descansar de todo esto. Quiero despertar y no ver la cama llena de pañuelos, verlo sin que me afecte que es lo que piensa, tenerlo aquí sin que sea en contra de su voluntad, que cada vez que estemos juntos...-se le quebró las voz y tenía un enorme nudo en la garganta, respiro profundo evitando que salieran las lágrimas que amenazaban con salir desde que empezó con la conversación- que estemos juntos por qué me ame y no por el estúpido contrato. Creo que es lo único bueno que he hecho.- dijo entre risitas cansadas.
- No seas tan pesimista -Ciel seamos sinceros, sin el contrato simplemente él jamás me dirigiría una simple mirada- dijo viéndolo seriamente a los ojos. Los azul zafiro mostraban preocupación y otros azules que no mostraban emoción alguna. -Sabes que Sebastián te mataría si me haces llorar, verdad? -dijo intentando relajar el ambiente.
-Bueno Phantomhive no le tengo miedo a tu tonto mayordomo- dijo al fín sonriendo.
-Pues deberías por que no eres su persona favorita en todo el mundo- dijo siguiendole el juego.
-A veces me pregunto, como es que terminamos como amigos? -también me lo pregunto, parece que fue hace años que sucedió aquello pero fue hace un año, no? -Y era cierto ya había pasado un año después de aquella pelea y unos meses después ya se encontraban tomando el té muy alegres.
-Fue como si nos conociéramos de toda la vida.
-Vamos anímate, ya verás que todo estará mejor yo se lo que te digo. Deberías sentirte afortunado por conocer la otra cara del perro Guardia- dijo Ciel arrogante
-Uh no sabes cuánto-dijo divertido- gracias -De qué? -preguntó el conde haciendo el olvidadizo
-Sabes de que, por estar conmigo en estos momentos, arriesgándote a que se enoje Sebastián, por. ...
-Sebastián! -dijo alarmado, se le había olvidado por completo
-Con que has venido sin avisarle?
-Me tengo que ir -Salúdalo de mi parte
-Oh si claro le encantaran-dijo ya cerca de la puerta- no hagas nada estúpido, recuerda que existen demasiadas personas las cuales te aprecian y entre ellas estamos Hanna y yo, entendido? -dijo por último antes de salir casi corriendo
-Pero no él- dijo en un susurro.
Después de la partida de su amigo Ciel, Alois le pidió a Hanna que recojiera las cosas del desayuno y que preparará el baño. Por supuesto que ella lo baño no quería ver a Claude y que se burlarse de él; al terminar de bañarlo y vestirlo, Alois le pidió a Hanna que lo dejará dormir y que lo despertará a la hora de la cena y que Claude se fuera a donde quisiera mientras el dormía. Hanna no muy convencida acató las órdenes y se fue directo a la cocina para buscar a Claude pero no estaba así que fue hasta su habitación.
-Dice Danna- Sama que te retires de la mansión mientras está durmiendo- dijo en frente de la puerta, estaba segura que si tocaba no le abriría. De nada Claude abrió la puerta y Hanna noto que sus ojos se veían más severos que de costumbre.
-Dile a ese mocoso que si no fuera por el contrato no estaría vivo.-dijo colerico, aún estaba molesto por lo que le había dicho Ciel.
-Así como te sientes ahora, Alois se siente así desde que se enteró que a ti te gusta el joven Ciel- decía en un susurro. -Mejor me voy antes de que empieces con tus reproches- dijo pasando de largo ante la mirada de reprobación de la demonio.
-No sabes como te arrepentirás de todo esto- sin más se dirigió a la habitación del menor para asegurarse que no hiciera nada irresponsable. Ella era fiel testigo de todo el dolor que había en esa mansión, al entrar a la habitación vio como descansaba profundamente su pequeño. Su corazón se estrujo, tenía que hacer algo antes que pasará algo peor y al acercarce lo suficiente noto que sus mejillas estaban húmedas; una vez más había llorado hasta caer dormido.
-Mi pequeño- y le dio un beso en las mejilla.
<<<<<<Dos semanas después >>>>>>>>
-Está seguro Danna- Sama? -preguntaba Hanna con un poco de desconfianza
-Creo que será lo mejor para todos- decía el menor con voz firme y decidida. -Si es así, lo apoyo. Sólo con una pequeña condición si me lo permite
-Ash, tan rápido ya te tomas libertades, eh?-decía divertido- bueno dime cual es?
-Que me deje acompañarlo- dijo en un susurro apenas audible.
-Y quien te dijo que te dejaría aquí? -pregunto arrogante y Hanna sonrió tímidamente- además si tu no vas quien me cocinada, lavara, y todas las tareas domésticas?- dijo intentando ocultar que realmente quería que ella fuera, pero no se lo diría.
-Lo que sea por usted -bueno en tres días empezaré de nuevo, Mañana prepararas todo para irnos y no le digas nada a él- dijo serio
-No se preocupe, todo estará listo para mañana. Me retiro Estaba por salir de la biblioteca cuando el conde mencionó unas palabras muy diferentes en él
-Hanna, gracias Ella salió algo extrañada bien sabía que el conde ya no era el mismo y que de un día para otro había decido empezar de nuevo.
-Lo siento Claude- dijo Alois en un susurro y una lágrima traicionera recorría su mejilla- esta es la última vez que lloro por ti